Rechaza el BdeM divulgar a qué paridad y bancos entregó dólares
Los recursos monetarios del país cayeron a 82 mil 85 mdd, el punto más bajo del año
Roberto González Amador
El Banco de México (BdeM) decidió este martes mantener en secreto la identidad de los bancos comerciales a los que entregó dólares la semana pasada, para tratar de contener un ataque especulativo que derribó el valor del peso a su nivel histórico más bajo respecto de la moneda estadunidense.
En un par de líneas, el instituto central comunicó ayer que utilizó mil 60 millones de dólares de la reserva internacional de divisas entre el miércoles y viernes de la semana pasada para ofrecerlos a los bancos, a un tipo de cambio que no precisó.
El uso de estos recursos hizo caer la reserva internacional de divisas a 82 mil 85 millones de dólares, el punto más bajo en el año.
Desde octubre pasado, a la par que el peso acumula una pérdida de 32 por ciento de su valor frente al dólar, el banco central ha utilizado 20 mil 562 millones de dólares de la reserva para vender divisas a la banca, una cantidad que, para efectos comparativos, supera la inversión extranjera directa que llegó al país entre enero y septiembre pasados, último dato disponible, que fue de 15 mil 560 millones de dólares.
El BdeM y la Secretaría de Hacienda, que integran la Comisión de Cambios, instancia que toma decisiones políticas en materia del mercado cambiario, establecieron en octubre pasado un mecanismo transparente y previsible para actuar en momentos de variación abrupta del tipo de cambio. Consiste en subastar, hasta tres veces en un mismo día, 400 millones de dólares en cada caso si el tipo de cambio registra una variación mayor a 2 por ciento en una jornada. De los resultados de esas subastas, así como de la cotización a que son adquiridas las divisas, el banco central informa al público en su página electrónica.
Así ocurrió este martes. En la tercera subasta de divisas, realizada a las 13 horas, el banco central colocó entre intermediarios financieros, por medio de una subasta, 292 millones de dólares a un tipo de cambio promedio de 14.42 pesos por dólar.
Al final de la jornada, la cotización para operaciones interbancarias, la más representativa del mercado de cambios, se ubicó en 14.47 pesos por dólar, una depreciación de 28 centavos respecto de los 14.19 pesos a que cotizó en la víspera. Se trata del tipo de cambio más elevado desde el 4 de febrero pasado (cuando cerró en 14.46), precisamente el primer día que el banco central decidió emplear el mecanismo discrecional de venta directa a los intermediarios financieros.
La semana pasada, la Comisión de Cambios decidió ofrecer de manera directa dólares a la banca, una acción que de acuerdo con varios analistas fue aprovechada por las instituciones privadas, de capital mayoritario extranjero, para remitir utilidades a sus casas matriz. La oferta directa que hizo el banco central a los bancos comerciales para que adquirieran las divisas logró contener la depreciación: de un tipo de cambio de 14.57 pesos por dólar el martes, se ajustó a 14.20 pesos por dólar el viernes anterior, aunque esta semana la moneda mexicana ha vuelto a perder valor frente al dólar.
El lunes pasado, la firma de calificación de valores Fitch Ratings, dio a conocer que sigue de cerca la magnitud de la contracción económica de México, el impacto de los menores ingresos esperados en el balance fiscal y “las intervenciones en el mercado cambiario” para decidir si bajaba las calificaciones de la deuda emitida por el país.
En noviembre pasado, la agencia calificadora ya había revisado de “estable” a “negativo” una calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano, que cuenta con grado de inversión otorgado por Fitch, al expresar preocupaciones sobre la capacidad de la economía y de las políticas instrumentadas en el terreno macroeconómico para hacer frente a la recesión en Estados Unidos, país destino de 85 de cada 100 dólares de exportaciones.
En un reporte emitido esta semana, Economist Intelligence Unit (EIU) planteó que “los inversionistas” en México han puesto al peso en nuevos niveles mínimos y provocando la intervención del gobierno en el mercado local de divisas.
“Aunque México está mejor preparado que en otras ocasiones para hacer frente a la crisis que durante recesiones previas, el impacto (de la recesión en Estados Unidos) será doloroso, particularmente en el número de pérdida de empleos”.
En un par de líneas, el instituto central comunicó ayer que utilizó mil 60 millones de dólares de la reserva internacional de divisas entre el miércoles y viernes de la semana pasada para ofrecerlos a los bancos, a un tipo de cambio que no precisó.
El uso de estos recursos hizo caer la reserva internacional de divisas a 82 mil 85 millones de dólares, el punto más bajo en el año.
Desde octubre pasado, a la par que el peso acumula una pérdida de 32 por ciento de su valor frente al dólar, el banco central ha utilizado 20 mil 562 millones de dólares de la reserva para vender divisas a la banca, una cantidad que, para efectos comparativos, supera la inversión extranjera directa que llegó al país entre enero y septiembre pasados, último dato disponible, que fue de 15 mil 560 millones de dólares.
El BdeM y la Secretaría de Hacienda, que integran la Comisión de Cambios, instancia que toma decisiones políticas en materia del mercado cambiario, establecieron en octubre pasado un mecanismo transparente y previsible para actuar en momentos de variación abrupta del tipo de cambio. Consiste en subastar, hasta tres veces en un mismo día, 400 millones de dólares en cada caso si el tipo de cambio registra una variación mayor a 2 por ciento en una jornada. De los resultados de esas subastas, así como de la cotización a que son adquiridas las divisas, el banco central informa al público en su página electrónica.
Así ocurrió este martes. En la tercera subasta de divisas, realizada a las 13 horas, el banco central colocó entre intermediarios financieros, por medio de una subasta, 292 millones de dólares a un tipo de cambio promedio de 14.42 pesos por dólar.
Al final de la jornada, la cotización para operaciones interbancarias, la más representativa del mercado de cambios, se ubicó en 14.47 pesos por dólar, una depreciación de 28 centavos respecto de los 14.19 pesos a que cotizó en la víspera. Se trata del tipo de cambio más elevado desde el 4 de febrero pasado (cuando cerró en 14.46), precisamente el primer día que el banco central decidió emplear el mecanismo discrecional de venta directa a los intermediarios financieros.
La semana pasada, la Comisión de Cambios decidió ofrecer de manera directa dólares a la banca, una acción que de acuerdo con varios analistas fue aprovechada por las instituciones privadas, de capital mayoritario extranjero, para remitir utilidades a sus casas matriz. La oferta directa que hizo el banco central a los bancos comerciales para que adquirieran las divisas logró contener la depreciación: de un tipo de cambio de 14.57 pesos por dólar el martes, se ajustó a 14.20 pesos por dólar el viernes anterior, aunque esta semana la moneda mexicana ha vuelto a perder valor frente al dólar.
El lunes pasado, la firma de calificación de valores Fitch Ratings, dio a conocer que sigue de cerca la magnitud de la contracción económica de México, el impacto de los menores ingresos esperados en el balance fiscal y “las intervenciones en el mercado cambiario” para decidir si bajaba las calificaciones de la deuda emitida por el país.
En noviembre pasado, la agencia calificadora ya había revisado de “estable” a “negativo” una calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano, que cuenta con grado de inversión otorgado por Fitch, al expresar preocupaciones sobre la capacidad de la economía y de las políticas instrumentadas en el terreno macroeconómico para hacer frente a la recesión en Estados Unidos, país destino de 85 de cada 100 dólares de exportaciones.
En un reporte emitido esta semana, Economist Intelligence Unit (EIU) planteó que “los inversionistas” en México han puesto al peso en nuevos niveles mínimos y provocando la intervención del gobierno en el mercado local de divisas.
“Aunque México está mejor preparado que en otras ocasiones para hacer frente a la crisis que durante recesiones previas, el impacto (de la recesión en Estados Unidos) será doloroso, particularmente en el número de pérdida de empleos”.
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