Perverso* El espurio nos llevó al límite y creó rechazo y xenofobia / A raíz de la propaganda y de las señales de alarma del gobierno ilegítimo sobre brotes totalmente controlables, México es un país de apestados
“La religión es lo que impide a los pobres asesinar a los ricos”.Napoleón BonaparteEl sábado anterior escuché de Jorge González Durán una reflexión: la coyuntura está entre el saber y el creer. Obviamente, la expresión está relacionada con la influenza y parece que, en efecto, ahí está el centro de toda discusión: qué tanto sabemos y qué tanto creemos. La lógica indica que en este caso debemos empezar por lo que sabemos, por las versiones que se han logrado captar de los especialistas en epidemiología mexicanos, por los escritos extranjeros, por los antecedentes mundiales, por todo aquello que va mucho más allá de las declaraciones de los políticos y que se circunscribe a las áreas médicas porque finalmente es, en principio, un problema de salud.
Así, sabemos que la influenza humana -H1N1- no es mortal, que como muchas de las enfermedades que padece la humanidad debe curarse a tiempo; que puede ser tan dañina como las del pasado y a las que las abuelas se referían como “gripe mal cuidada”; que, al igual que el inofensivo catarro, es contagiosa; que la OMS alertó a México desde el 11 de abril de “casos inusuales de neumonía”; que tal epidemia ha dejado a su paso sólo 22 muertos y se tienen, en un país de 105 millones de habitantes 568 casos. Que hay medicamentos para su cura siempre y cuando los pacientes también cooperen presentándose a tiempo. Sabemos que la gran epidemia en nuestra tierra es la automedicación.
Aunque no nos han dado información exacta que revele cuál es el sector social al que pertenecen los 22 difuntos y por ende cuales eran sus condiciones de alimentación, de vida en general, las zonas rurales en donde se registran los mayores y más elevados índices de insalubridad se han visto alejados del mal y que en las zonas urbanas la población se desbordó sobre las farmacias para adquirir todo tipo de medicamentos antigripales y antivirales hasta lograr que se agotaran. Estamos ciertos de que de haberse registrado en sentido totalmente contrario, el gobierno federal y los estatales y municipales habrían tenido que hacer el desembolso económico ante una epidemia cierta y en lugares en donde el sistema de salud es inexistente so pena de caer en el renglón de los crímenes de lesa humanidad.
Estamos enterados de que el gobierno federal dejó de gastar 575 millones de pesos que debieron ejercerse en el sector salud y que este subejercicio afectó a centros de vigilancia epidemiológica, de prevención de riesgos sanitarios, así como a hospitales que ofrecen atención principalmente a familias de escasos recursos. Sabemos ya del grave retraso en investigación médica, en avances científicos, en especializaciones, hasta en laboratorios y pruebas químicas que existe y que nos obligan a depender, como en casi todo, del extranjero merced a los saqueos indiscriminados de los políticos.
Conocemos que a raíz de la propaganda y de las señales de alarma del gobierno federal sobre brotes totalmente controlables, México es un país de apestados. Porque también sabemos que 71 mexicanos fueron aislados en Hong Kong y que de ellos una familia completa fue “capturada” en su hotel para ser trasladada y aislada en un hospital de aquél país. Nos enteramos de la discriminación y la xenofobia en contra de los nacidos en este país.
Es muy clara la información sobre la cancelación en Colombia de la presentación de artistas mexicanos: Chespirito, Vicente Fernández y Café Tacuba; no pudieron expulsar al delantero del equipo de fútbol mexicano por agresión ya que sólo respondió con un escupitajo y lanzándole mocos al defensa peruano que le gritó “leproso”; paralizados quedaron los chilangos cuando fueron apedreados en Acapulco y les gritaron “váyanse cochinos”; revelan los diarios en EU de la aparición de carteles con leyendas insultantes sobre mexicanos y las expresiones “estos mexicanos viven del lado de los puercos” externadas por los comentaristas de la televisión de aquél país.
Aficionados y no aficionados al deporte de las patadas nos enteramos de lo sucedido al equipo Chivas en Viña del Mar; está la posición de Cuba, el cierre no sin calificativos de Israel y el muy claro editorial del periódico El País cuestionando los servicios de salud en nuestro país y cuyo título revela el contenido: “Morir en México”
Hemos sido informados que mientras la OMS habla de la fase seis, en México, Felipe Calderón le reporta a Barack Obama sobre los alentadores signos de contención de la epidemia. En el Distrito Federal son ya tres días en los que no se ha reportado un solo fallecimiento. También salió ya a la luz pública que Marc S. Grisworld, oficial en la comitiva del afroamericano en su visita a nuestro país, regresó a EU enfermo, que le detectaron el virus, se atendió y sanó. El hombre en cuestión fue agente del Servicio Secreto y está adscrito al titular de Energía Steven Chu.
Por otro lado
Estamos debidamente enterados que por no aceptar, con todo lo que ya sabemos, que la influenza humana –H1N1- debiera ser el centro de la atracción mundial al grado de ocasionar todo lo que le hemos relacionado y que en varios renglones se ha convertido ya en una verdadera epidemia que está a punto de contagiar a muchos más millones de pobreza, de miseria, de hambre, de insalubridad, de desempleo y hasta de suicidio, nos llaman “periodistas irresponsables”; “promotores de la confusión”; “oportunistas ignorantes”; que padecemos de “estrechez mental”; “aliados de políticos miserables”.
A lo largo de la historia se han registrado cientos de complots, de contubernios, de complicidades, de intrigas, maquinaciones, tramas confabulaciones, conspiraciones, conjuras, que las investigaciones, el tiempo, se han encargado de descubrir. México a lo largo de su historia también las ha padecido y se han puesto en blanco y negro.
¿Qué creer?
Las evidencias lo indican. Así que cada quien con la información seria, científica, la extraída de los conocedores en cada renglón que va captando, uniéndola a la que proporciona el gobierno federal, debe sacar sus propias conclusiones y sus creencias.
Lo que sí es un hecho es el hundimiento de la economía, la llegada –si es que Obama no está indignado y de ahí la propaganda mundial porque Calderón lo expuso a contraer una gripe que hubiese puesto en vilo al Mundo- de préstamos que tenían cierto candado para ser utilizados a discreción; es también una realidad el retroceso en la captación turística; es clara la vergüenza de vernos discriminados y aislados del resto de los países; es palpable que somos la Nación que acepta un millón de euros como limosna y que aparecemos con el mayor retroceso ante los ojos de quienes califican a los sectores de salud, de educación, policiacos en el planeta.
Ahora que, para su mayor tranquilidad, se habla de la adquisición de unos aparatitos que destruyen el virus en el aire y que los venden en Londres. De adquirirlos, el gobierno mexicano pagara una buena suma por ellos. ¿Por qué no se compran otros contra la contaminación? No que el virus ni tiene patitas y tampoco alitas y ¿no dijeron que se contrae por tocar lo que el infectado tomó o tocó y sólo si se lleva las manos a la boca? ¿Qué otra creencia y conocimientos nos endilgarán?
Las interrogantes, lejos a desaparecer, se verán con más frecuencia y tal vez alejadas del virus aunque muy cerca de lo que, sin duda, será nuestra muy próxima realidad.
De vuelta a la democracia
Y no sólo la salud y la economía están en grave riesgo por el brote de influenza humana sino que también el enclenque sistema democrático mexicano está en peligro. Aunque por el momento las autoridades federales y electorales del país determinaron que aún no existen elementos para modificar el calendario electoral de los comicios del próximo 5 de julio, ésta decisión puede modificarse en los próximos días, de acuerdo a las estimaciones sobre los riesgos sanitarios que realice la Secretaría de Salud.
Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación, Leonardo Valdés, presidente consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), y Maria del Carmen Alanís, titular del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, (TEPJF), se reunieron con el secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, para analizar el impacto que en el calendario electoral tiene la emergencia sanitaria, y llegaron a la conclusión de que a la fecha no existen elementos para modificarlo, determinación que, dejaron claro, puede cambiar en cualquier momento. Lo que sí se llevará a cabo será aplicar precauciones para evitar el contagio en mítines y concentraciones, así como en la capacitación de los ciudadanos.
En el Congreso de la Unión hay voces que se han levantado para que se recorran las fechas del proceso del 5 de julio, para lo cual se tendría que reformar la ley o emitir un decreto. El hecho es que este domingo 3 de mayo iniciaron las campañas más sui generis ya que se estimó que la actividad proselitista podría promover contagios por el virus de la influenza humana. Senadores de las tres principales fuerzas políticas, PAN, PRD y PRI, han manifestado su disposición a modificar hasta la fecha de la elección federal con el argumento de que “primero está la salud y luego la democracia”, como lo expresó el panista Ernesto Saro.
Es curioso que sea precisamente el Partido Acción Nacional el más interesado en que se pospongan las elecciones. Germán Martínez Cázares, el dirigente blanquiazul, pidió al Instituto Federal Electoral (IFE) impulsar un acuerdo entre los ocho partidos políticos para posponer el inicio de las campañas, hasta que concluya la alerta sanitaria, lo que llevaría de hecho a suspender las elecciones del 5 de julio. Martínez insiste en que “no existen condiciones adecuadas para iniciar la campaña federal para la renovación de la Cámara de Diputados el próximo 3 de mayo”, a poco más de dos meses de los comicios y justamente cuando las encuestas señalan que el PAN perdería la mayoría en la cámara baja y con ello parte del control del Congreso de la Unión, que le es indispensable para garantizar que Felipe Calderón pueda manejar placenteramente su relevo en Los Pinos.
Aunque la gestión calderonista ya llegó al nivel de suspender las actividades económicas “no esenciales” de los sectores público y privado del 1 al 5 de mayo, con el fin de reforzar las medidas de prevención ante la epidemia de la influenza humana, con todo el impacto que esta medida tendrá en la marcha de la economía y en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, todavía no se han atrevido a suspender el proceso democrático de renovación de la Cámara de Diputados, pero no sería inesperado que dieran ese paso y abonara así a la antidemocracia que rodea esta administración desde su origen. Ahí están ya las declaraciones de los legisladores panistas y de su dirigente nacional, que como se sabe no hace propuestas por su cuenta sino con la “línea” directa de Los Pinos.
Para ese efecto, sin duda se seguirán magnificando las noticias en torno a la emergencia por la influenza humana, que un día si y otro también suben el grado de gravedad de la situación en el país ó tienden a bajarla aunque para ello tengan que caer en grandes contradicciones. Así, Córdova Villalobos “confirmó” que 506 personas contrajeron el nuevo virus en territorio nacional, de las cuales “lamentablemente” 19 han perdido la vida.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que en todo el mundo suman 960 los casos de influenza confirmados en laboratorios en 18 países, de los cuales, como ya lo mencionamos, México tiene 568 casos, seguido por Estados Unidos con 226 casos, y Canadá con 85 casos. En Europa, Reino Unido registra 15 casos, España 40, Alemania ocho, Francia dos, Irlanda uno, Austria uno, Dinamarca uno, Países Bajos uno, Suiza uno, e Italia uno. Nueva Zelanda tiene cuatro, Israel tres, China y Hon Kong uno, y Costa Rica uno.
Desprotegidos
Ante los embates naturales, sociales, económicos y políticos, los mexicanos se encuentran totalmente desguarnecidos. Otra de las cosas que los mexicanos tienen que “agradecer” a la feroz implementación del neoliberalismo en México y en especial a las administraciones de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, es que el país carezca de la infraestructura para desarrollar y producir la vacuna contra el virus de la influenza humana, como consecuencia del desmantelamiento de dos institutos especializados, de Higiene y de Virología, creados en 1956 y 1960, respectivamente, y que durante décadas le permitieron a México tener un liderazgo en la producción de vacunas.
Esos dos importantes institutos fueron reducidos a su mínima expresión y quedaron como dos áreas de una paraestatal creada en la administración de Zedillo, en 1999, llamada Laboratorios Biológicos y Reactivos de México, SA de CV (Birmex), que sólo produce 2 de las 12 vacunas que incluye el esquema básico de vacunación, por lo que en este importante renglón México es totalmente dependiente de la tecnología del extranjero.
Durante toda la administración de Vicente Fox no se le dio la mayor importancia a esta situación, a pesar de que desde ese año, 1999, la OMS advirtió a México y otras naciones que debían prepararse para una epidemia. Una de sus principales recomendaciones fue precisamente crear laboratorios para desarrollar tratamientos de inmunización, a fin de garantizar la disponibilidad de vacunas. Fue hasta apenas el año pasado cuando la administración federal anunció la creación de una planta que en teoría pudiera elaborar 20 millones de dosis anuales. Pero la fecha para el inicie de operaciones se estableció hasta el 2011.
Ahora, el brote de influenza humana ha acelerado esos trabajos. Por otra parte, el Centro de Control de Enfermedades de Estados (CDC) informó que el primer laboratorio en México para identificar la cepa de la influenza humana (virus H1N1) ya está operando para acelerar la confirmación de casos asociados al brote. El CDC tiene desplegados 11 expertos en epidemiología trabajando en México para ayudar a los esfuerzos del país así como de la OMS para investigar dicho virus.
También con ese fin la administración federal convocó a 12 científicos de reconocimiento mundial por su trabajo en la elaboración de diferentes vacunas, para que realicen los trabajos de descripción e investigación del virus de influenza humana, con el fin de contribuir a la preparación de una vacuna que prevenga la enfermedad. Para ese efecto, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) dio a conocer que en principio se canalizarán 10 millones de pesos –es decir mucho menos de un millón de dólares- a un fondo extraordinario y urgente para que se realicen esos trabajos.
Aquí no hay que pasar por alto que el FONDEN (Fondo de Desastres Naturales) cuenta con más de dos mil millones de pesos, y que hay 200 millones de dólares de una línea de crédito del Banco Mundial para combatir la influenza humana. Además, los diputados federales aprobaron el jueves pasado que la Secretaría de Salud disponga de recursos especiales por al menos 5 mil millones de pesos para la emergencia y prevención que ha resultado del contagio de la influenza en México.
Las medias tomadas a nivel general y político parecen exageradas ante el tamaño real de la emergencia sanitaria, mientras que los esfuerzos oficiales reales para contenerla son realmente ridículos, por lo que todo parece indicar que se tardarán más de dos meses, es decir hasta que pase la fecha de la elección federal, para poder estabilizarla, que no contenerla –a menos que ocurra un “milagro” oficial- y hasta al menos cuatro meses para poder contar con una vacuna. Mientras tanto, la crisis económica se sigue profundizando, principalmente en las zonas de menor poder adquisitivo, y sigue propagándose una enfermedad más mortal: la pobreza.
De los pasillos
Alguien sabe ¿a qué se debe el silencio del venezolano Hugo Chávez sobre esta epidemia? ¿Y el de Fidel Castro? ¿Qué hubiera pasado si, incluyendo las ambiciones de poder de su partido para hacerse de éste durante muchas décadas, Vicente Fox hubiese utilizado los excedentes petroleros para impulsar la investigación, la ciencia y la salud?
Alguien sabe qué quiso decir, qué insinuó o cuál es el fondo de las palabras de Manlio Fabio Beltrones: “Si el presidencialismo en México no se renueva con instrumentos modernos de gobernabilidad, difícilmente podremos dar ese gran salto de garantizar gobernanza en el país para el 2012, y corremos el riesgo de que pueda ser tan conflictivo como el 2006, en el interior del grupo parlamentario se está construyendo una corriente interna para tratar de afinar lo que puede constituir el nuevo régimen político institucional mexicano”. O sea que…
Alguien sabe ¿por qué mientras estamos en plena “epidemia” el PAN, sus diputados, se sirven con la cuchara grande? Y es que resulta que los panistas se autorizaron 21 millones 600 mil pesos para juntarse cuando dejen la bancada. A 54 diputados les mandaron un chequecito de 400 mil pesos a cada uno con el concepto “proceso/atención legislativa” y lo tenían que endosar a la asociación LX (60) Entre la Gente. Nadie puede cobrar el documento, se los muestran, firman de recibido y lo endosan. Al menos dos legisladores, uno de Guanajuato y otro de Coahuila, rechazaron el trámite y tachonearon el cheque. Otros panistas expresaron también su inconformidad. En la reunión plenaria, previa a la última sesión ordinaria, la legisladora Alma Medina reclamó el origen y destino final de los recursos. El coordinador, Héctor Larios, le pidió dejar el tema para más adelante, debido a que los trabajos del día requerían un esfuerzo para sacar adelante los temas prioritarios como extinción de dominio y narcomenudeo. Hace una semana el yucateco Fidel Antuña preguntó sobre la asociación; en ese entonces nadie entendió a qué se refería.
Este lunes sabremos si la pesadilla iniciará su fin el día seis o se prolonga hasta el 11. Por lo pronto, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, presentará un sistema de alerta sanitaria semejante al de contingencia ambiental para implementarse en la Ciudad de México, a fin de que los habitantes sepan qué hacer de acuerdo al nivel que se presente con relación a la influenza humana. Dicho sistema será como un “semáforo” con cinco niveles, desde el más bajo hasta el más alto, para que la gente conozca qué hacer en cada etapa.
(Lilia Arellano/Estado de los ESTADOS)
lilia_arellano@yahoo.com