Raymundo Riva Palacio
¿Por qué no hicieron nada?
Lunes, 04 de Mayo de 2009
Los mexicanos estamos siendo sometidos a una estigmatización global. Insultos en encuentros deportivos, obscenidades inacabadas en blogs de periódicos argentinos, discriminación y hasta planteamientos extremos, como las demandas de los sectores más radicales en Estados Unidos que exigen al presidente Barack Obama que cierre la frontera sur para frenar la llegada de posibles enfermos y eventual contagio de, como la denominan los israelitas, "el virus mexicano". El impacto a la imagen mexicana no es sólo existencial, sino que esa etiqueta puede tener un impacto mayor en el turismo, las inversiones, y la economía en su totalidad.
Al mismo tiempo, se nos ha dicho insistentemente, el virus A-H1N1, como se le denomina clínicamente a lo que comenzó por ser llamado como "virus de influenza porcina", era inédito en el mundo, que había surgido en la pequeña comunidad de La Gloria, en Perote, Veracruz, donde decenas de personas que lo contrajeron se recuperaron. La Gloria pasó al mapa mundial como el sitio donde nació ese virus, y días después la atención de enfocó en Oaxaca, donde murió la primera persona infectada por ese virus.
Hasta ahí parecía todo claro, y los mexicanos pasaríamos a la historiografía de las epidemias universales. Pero no hay que correr. En unos cuantos días vendrá una sorpresa, envuelta como un ensayo de nueve páginas, titulado "Caracterizaciones de una influenza virus A, aislada de puercos durante un brote de enfermedad respiratoria en puercos y personas durante una feria campestre en Estados Unidos", donde se revela que desde el verano de 2007, en Ohio, se registró la mutación de puerco a humano.
Escrito por quienes lo investigaron –Amy L. Vincent y Kelly M. Lager, del Centro Nacional de Enfermedades Animales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Sabrina L. Swenson y Cristina Loiacono, del Laboratorio de Servicios Nacionales Veterinarios, de la misma dependencia, y Yang Zhang, del Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades Animales de Ohio-, el ensayo fue entregado a la revista especializada Veterinary Micobiology (Microbiología Veterinaria) en septiembre del año pasado, revisado por sus editores en diciembre, y aceptado para su publicación el 2 de enero de este año. Es decir, casi cuatro meses antes de que estallara la crisis mundial de salud pública.
El ensayo, está en prensas -esta columna tiene una copia-, empieza de forma ilustrativa: "En agosto de 2007 puercos y personas resultaron clínicamente afectados por una enfermedad de tipo influenza mientras atendían una feria en un condado de Ohio. El virus de influenza A fue identificado de puercos y personas, y el virus aislado fue caracterizado como (virus) porcino H1N1, similar a los virus porcinos que actualmente circulan entre la población de cerdos en Estados Unidos".
Detalla los análisis clínicos que realizaron sobre una muestra de cerdos, y encontraron que si se estaba naturalmente expuesto a ellos, se podría manifestar el virus entre tres y siete días después de haber tenido contacto con los cerdos infectados. "Esto sugiere que hubo una oportunidad de exposición para la gente que manejaba los puercos en la feria", escriben los autores, quienes encontraron que dos terceras partes de aproximadamente 235 cerdos que estaban en un solo establo en el condado, estaban clínicamente afectados. La exposición de las personas que cuidaban a los cerdos en la feria pudo haber sido muy alta, explican, y aproximadamente 26 personas que cuidaban a los cerdos fueron afectados por una enfermedad tipo influenza. Los virus de cuando menos dos de ellos fueron aislados, ubicados en secuencia y analizados en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, resultaron casi idénticos al virus porcino que estudiaron en Ohio.
En el caso de la influenza que azota a México y al, mundo, los especialistas están señalando que se trata del reordenamiento genético de un nuevo virus, con dos cepas de gripe porcina, una de virus de gripe aviar, y una de virus de gripe humana. En el ensayo de Veterinary Microbiology, los autores encontraron que el epitelio de la tráquea -la membrana que cubre la superficie de la tráquea-, mostraba ser receptora de virus de gripe aviar y de gripe humana, lo que sugería que el cerdo era un vehículo para nuevos virus con "potencial pandémico humano". Es decir, el planteamiento de los expertos sobre la epidemia actual y las conclusiones de Ohio, llegaron al mismo punto, con casi año y medio de diferencia.
"Las características del virus en nuestro modelo experimental de cerdos, así como los casos documentados de transmisión humana, exigen un monitoreo puntual de la expansión del virus en poblaciones de puercos y humanas", subrayaron en el ensayo. "El potencial para un salto exitoso de cerdo a humano del virus de influenza porcino contemporáneo es desconocido, pero la rápida tasa a la cual el virus de influenza porcina en Norteamérica está desarrollándose y emergiendo, incrementa potencialmente el riesgo". ¿Qué sucedió que no sucedió nada? Esto no es un juego de palabras, sino una tragedia. Si la mutación del virus de los puercos a los humanos, en realidad no era algo inédito, ¿por qué no se hizo nada, como desarrollar vacunas preventivas para algo que estaba creciendo? ¿Por qué las autoridades responsables en México no fueron más diligentes cuando se dio el primer brote en Veracruz y la primera muerte en Oaxaca? Estamos en el umbral de una pandemia, con enormes costos sociales y económicos para México por fallas, estamos empezando a descubrir, en aquellas personas a quienes se les encargó la responsabilidad de cuidar de nuestras vidas.
Al mismo tiempo, se nos ha dicho insistentemente, el virus A-H1N1, como se le denomina clínicamente a lo que comenzó por ser llamado como "virus de influenza porcina", era inédito en el mundo, que había surgido en la pequeña comunidad de La Gloria, en Perote, Veracruz, donde decenas de personas que lo contrajeron se recuperaron. La Gloria pasó al mapa mundial como el sitio donde nació ese virus, y días después la atención de enfocó en Oaxaca, donde murió la primera persona infectada por ese virus.
Hasta ahí parecía todo claro, y los mexicanos pasaríamos a la historiografía de las epidemias universales. Pero no hay que correr. En unos cuantos días vendrá una sorpresa, envuelta como un ensayo de nueve páginas, titulado "Caracterizaciones de una influenza virus A, aislada de puercos durante un brote de enfermedad respiratoria en puercos y personas durante una feria campestre en Estados Unidos", donde se revela que desde el verano de 2007, en Ohio, se registró la mutación de puerco a humano.
Escrito por quienes lo investigaron –Amy L. Vincent y Kelly M. Lager, del Centro Nacional de Enfermedades Animales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Sabrina L. Swenson y Cristina Loiacono, del Laboratorio de Servicios Nacionales Veterinarios, de la misma dependencia, y Yang Zhang, del Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades Animales de Ohio-, el ensayo fue entregado a la revista especializada Veterinary Micobiology (Microbiología Veterinaria) en septiembre del año pasado, revisado por sus editores en diciembre, y aceptado para su publicación el 2 de enero de este año. Es decir, casi cuatro meses antes de que estallara la crisis mundial de salud pública.
El ensayo, está en prensas -esta columna tiene una copia-, empieza de forma ilustrativa: "En agosto de 2007 puercos y personas resultaron clínicamente afectados por una enfermedad de tipo influenza mientras atendían una feria en un condado de Ohio. El virus de influenza A fue identificado de puercos y personas, y el virus aislado fue caracterizado como (virus) porcino H1N1, similar a los virus porcinos que actualmente circulan entre la población de cerdos en Estados Unidos".
Detalla los análisis clínicos que realizaron sobre una muestra de cerdos, y encontraron que si se estaba naturalmente expuesto a ellos, se podría manifestar el virus entre tres y siete días después de haber tenido contacto con los cerdos infectados. "Esto sugiere que hubo una oportunidad de exposición para la gente que manejaba los puercos en la feria", escriben los autores, quienes encontraron que dos terceras partes de aproximadamente 235 cerdos que estaban en un solo establo en el condado, estaban clínicamente afectados. La exposición de las personas que cuidaban a los cerdos en la feria pudo haber sido muy alta, explican, y aproximadamente 26 personas que cuidaban a los cerdos fueron afectados por una enfermedad tipo influenza. Los virus de cuando menos dos de ellos fueron aislados, ubicados en secuencia y analizados en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, resultaron casi idénticos al virus porcino que estudiaron en Ohio.
En el caso de la influenza que azota a México y al, mundo, los especialistas están señalando que se trata del reordenamiento genético de un nuevo virus, con dos cepas de gripe porcina, una de virus de gripe aviar, y una de virus de gripe humana. En el ensayo de Veterinary Microbiology, los autores encontraron que el epitelio de la tráquea -la membrana que cubre la superficie de la tráquea-, mostraba ser receptora de virus de gripe aviar y de gripe humana, lo que sugería que el cerdo era un vehículo para nuevos virus con "potencial pandémico humano". Es decir, el planteamiento de los expertos sobre la epidemia actual y las conclusiones de Ohio, llegaron al mismo punto, con casi año y medio de diferencia.
"Las características del virus en nuestro modelo experimental de cerdos, así como los casos documentados de transmisión humana, exigen un monitoreo puntual de la expansión del virus en poblaciones de puercos y humanas", subrayaron en el ensayo. "El potencial para un salto exitoso de cerdo a humano del virus de influenza porcino contemporáneo es desconocido, pero la rápida tasa a la cual el virus de influenza porcina en Norteamérica está desarrollándose y emergiendo, incrementa potencialmente el riesgo". ¿Qué sucedió que no sucedió nada? Esto no es un juego de palabras, sino una tragedia. Si la mutación del virus de los puercos a los humanos, en realidad no era algo inédito, ¿por qué no se hizo nada, como desarrollar vacunas preventivas para algo que estaba creciendo? ¿Por qué las autoridades responsables en México no fueron más diligentes cuando se dio el primer brote en Veracruz y la primera muerte en Oaxaca? Estamos en el umbral de una pandemia, con enormes costos sociales y económicos para México por fallas, estamos empezando a descubrir, en aquellas personas a quienes se les encargó la responsabilidad de cuidar de nuestras vidas.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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