La capacidad de asombro
22 DE FEBRERO DE 2012
ANÁLISIS
Joshua Bell, violinista.
Foto: Youtube.com
MÉXICO, D.F. (apro).- Una mañana del año 2007, uno de los violinistas más famosos del mundo, Joshua Bell, se puso una gorra, unos jeans y una playera, y se fue al metro de Washington a tocar. Con su Stradivarius de 1713, tocó por 43 minutos varias piezas. Nadie se detuvo para escucharlo, pero logró juntar 32 dólares de 27 personas que pasaron y le aventaron unas monedas.
Este fue un experimento que realizó el diario The Washington Post para saber qué tanto la gente apreciaba la belleza de la música que era tocada en el Metro. El resultado fue que pocos repararon en el artista.
Lo que nosotros podríamos decir es que este experimento también muestra que la capacidad de asombro se ha ido perdiendo, y eso es muy peligroso para una sociedad como la mexicana, imbuida en una espiral de violencia permanente desde hace unos ocho años atrás.
22 DE FEBRERO DE 2012
ANÁLISIS
Joshua Bell, violinista.
Foto: Youtube.com
MÉXICO, D.F. (apro).- Una mañana del año 2007, uno de los violinistas más famosos del mundo, Joshua Bell, se puso una gorra, unos jeans y una playera, y se fue al metro de Washington a tocar. Con su Stradivarius de 1713, tocó por 43 minutos varias piezas. Nadie se detuvo para escucharlo, pero logró juntar 32 dólares de 27 personas que pasaron y le aventaron unas monedas.
Este fue un experimento que realizó el diario The Washington Post para saber qué tanto la gente apreciaba la belleza de la música que era tocada en el Metro. El resultado fue que pocos repararon en el artista.
Lo que nosotros podríamos decir es que este experimento también muestra que la capacidad de asombro se ha ido perdiendo, y eso es muy peligroso para una sociedad como la mexicana, imbuida en una espiral de violencia permanente desde hace unos ocho años atrás.