"50 años del asesinato de John F. Kennedy La clave está en la Ciudad de México"
Proceso
El quincuagésimo aniversario del asesinato del presidente John F. Kennedy –uno de los casos irresueltos más enigmáticos en Estados Unidos– detonó una avalancha de publicaciones, entre ellas el libro A Cruel and Shocking Act. The Secret History of the Kennedy Assassination, traducido como JFK: Caso abierto. La historia secreta del asesinato de Kennedy, puesto en circulación en inglés y español a finales de octubre. Su autor, el periodista Philip Shenon, racabó datos durante cinco años luego de que un integrante de la Comisión Warren se lo pidió. En sus conclusiones, el autor sostiene que el de Kennedy es “un caso abierto”. La clave, apunta, está en la Ciudad de México.
El 10 de abril de 1964, William T. Coleman Jr. y David Slawson –los dos abogados de la Comisión Warren encargados de investigar si había una conspiración interna o externa en el asesinato del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy– realizaron un recorrido por la Ciudad de México. Vieron las fachadas de las embajadas y los consulados de Cuba y de la Unión Soviética, la terminal de autobuses por la que presuntamente entró y salió de la ciudad Lee Harvey Oswald en septiembre de 1963, así como el modesto Hotel del Comercio, donde se hospedó y el restaurante adyacente, donde comío.
Después, ambos abogados fueron conducidos a las oficinas de Luis Echeverría, “un poderoso funcionario mexicano que estaba a punto de ser nombrado secretario de Gobernación” y que a la postre sería presidente del país.
Echeverría, quien durante años estuvo cerca de Winston Scott, jefe de la estación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en México, inició la conversación con Slawson y Coleman compartiendo su “fuerte convicción de que no existió una conspiración extranjera (en el asesinato de Kennedy), por lo menos no una ligada a México”.
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El quincuagésimo aniversario del asesinato del presidente John F. Kennedy –uno de los casos irresueltos más enigmáticos en Estados Unidos– detonó una avalancha de publicaciones, entre ellas el libro A Cruel and Shocking Act. The Secret History of the Kennedy Assassination, traducido como JFK: Caso abierto. La historia secreta del asesinato de Kennedy, puesto en circulación en inglés y español a finales de octubre. Su autor, el periodista Philip Shenon, racabó datos durante cinco años luego de que un integrante de la Comisión Warren se lo pidió. En sus conclusiones, el autor sostiene que el de Kennedy es “un caso abierto”. La clave, apunta, está en la Ciudad de México.
El 10 de abril de 1964, William T. Coleman Jr. y David Slawson –los dos abogados de la Comisión Warren encargados de investigar si había una conspiración interna o externa en el asesinato del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy– realizaron un recorrido por la Ciudad de México. Vieron las fachadas de las embajadas y los consulados de Cuba y de la Unión Soviética, la terminal de autobuses por la que presuntamente entró y salió de la ciudad Lee Harvey Oswald en septiembre de 1963, así como el modesto Hotel del Comercio, donde se hospedó y el restaurante adyacente, donde comío.
Después, ambos abogados fueron conducidos a las oficinas de Luis Echeverría, “un poderoso funcionario mexicano que estaba a punto de ser nombrado secretario de Gobernación” y que a la postre sería presidente del país.
Echeverría, quien durante años estuvo cerca de Winston Scott, jefe de la estación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en México, inició la conversación con Slawson y Coleman compartiendo su “fuerte convicción de que no existió una conspiración extranjera (en el asesinato de Kennedy), por lo menos no una ligada a México”.