El reyecito
Germán Dehesa
12 Nov. 08
EL REYECITO
TODOS LOS QUE VOTARON POR EL PAN COMO GERMAN DEHESA, LLORAN AMARGAMENTE PORQUE MEXICO ESTÁ PEOR QUE ANTES Y NO LLEGA LA JUSTICIA.
AYER "EL GALLO CALDERÓN" EL SEÑOR QUE DA NOTICIAS DE ARTISTAS, LLORABA PORQUE "EL GORDITO" CARSTENS (el gallo dixit) PERMITE QUE LAS TARJETAS DE CREDITO SE ROBEN EL 50% DE COMISIONES, (ROBO DESCARADO DE LOS BANCOS)
SI LOS ENGAÑÓ EL PAN, PUES VALIENTES SUPER PENDEJOS QUE RESULTARON, PORQUE ADEMAS, DEMOSTRARON EL ODIO QUE LE TIENEN AL 75% DE LA POBLACION MEXICANA. ESTÁ MAS QUE DEMOSTRADO QUE AMLO TIENE RAZÓN, PERO SIGUEN ATACANDOLO PORQUE LA ORDEN ES LEGITIMAR A FECAL. COSA YA IMPOSIBLE.¿QUE TAL GERMAN DEHESA LE SABE SU VOTO TRAIDOR RACISTA?
- EL PAN ASESINA INDIGENAS
- EL PAN ENTREGA RECURSOS A ESPAÑA
- EL PAN ODIA A LA GENTE QUE VOTÓ POR AMLO
¿QUE TAL GALLO CALDERON LE SABE SU VOTO ESPAÑOL VENDEPATRIAS?
Ayer por la noche miraba con atención profunda a Fernando Gómez Mont en los momentos aquellos en los que también con atención profunda, éste escuchaba el nombramiento que Felipe Calderón le otorgaba como Secretario de Gobernación. Algo había en ese perfil corporal de Gómez Mont que me removía la memoria hasta que de pronto todo se aclaró: ¡El Reyecito!, es igualito a El Reyecito. Aquí hago una pausa porque desconozco la edad de mis lectores y quizá muchos de ellos no tengan en la memoria la imagen de este personaje creado por el dibujante y autor de cómics llamado Otto Soglow (1900-1975). Su personaje de El Reyecito ocupó buena parte de mi infancia y se quedó pirograbado entre La Pequeña Lulú y Mandrake el Mago. El Reyecito era un personaje fundamentalmente inmóvil, su cuerpo siempre estaba perfilado y nos mostraba a un hombre de abundante barba, de barriga generosamente alimentada y de pies pequeños. Siempre vestía un largo saco rojo con cuello de visón que prácticamente le cubría todo el cuerpo, pero que dibujaba con toda nitidez esa generosa barriga de la que hemos hablado. La coronita que tenía en la cabeza nos hablaba de un reinito de no más de 200 habitantes. Era un reyecito, nada más. Me he demorado un poco en su descripción para que tú lectora lector querido te hagas una idea clara de lo que anoche cruzó por mi cabeza más o menos insegura por la pulmonorrabia que me aqueja. Ahí estaba Gómez Mont escuchando al Presidente y mostrándonos con su cuerpo esa amplia curva que comienza un palmo debajo de la barbilla y termina pues donde termina. No le quiero quitar toda la tensión y gravedad que tenía el momento, no dejé de escuchar ni por un instante lo que decía Calderón con esa extraña voz como del Gallo Claudio que tiene (otra vez irrumpen las caricaturas) y tomé nota de todo lo que la patria espera de Don Fernando Gómez Mont. Exactamente así me funciona el cerebro y así me ha funcionado desde que yo recuerdo. Ya en la escuela primaria, o en las relaciones familiares tenía fuertes y frecuentes roces con las autoridades. Yo hacía comentarios que me parecían muy pertinentes y muy puestos en razón, pero el prefecto de mi primaria conocido como "La Bruja" Ibáñez, o mi mater veneranda se encargaban de hacerme saber que esas cosas no se decían en voz alta y que yo no era nadie para andarme burlando de la gente y que las ostensibles babosadas que decían los políticos, o la pesarosa e interminable agonía de mi tía La Chulis que a cada rato llamaba a toda la familia para darnos el último adiós y a la que mi madrina le puso el capelo del Papa Pío XII que no la sanó, pero que hizo durar la agonía otros dos años. ¿Se lo volveremos a poner, Margarita?, consultaban a mi madre y yo que carecía de toda autoridad comentaba que mejor no, porque se iba a aventar todo un sexenio despidiéndose del mundo y no es que tuviese yo ningún rencor contra mi tía, simplemente me pareció un buen puntacho hacer el comentario que me acarreó los anatemas de mi madre que, mientras me daba de pescozones, me decía que ella no sabía de dónde había salido yo.
Situaciones así me han acompañado por mi ya larga vida. He pasado por pésimos momentos, pero cuando eso pasa descubro que una leve chacota es intensamente terapéutica.
Toda esta disquisición biográfica nace de que al nuevo titular de la SEGOB le vi yo perfil de El Reyecito; pero no tengo nada contra él. Al contrario, su litigio contra TV Azteca y contra el coágulo hepático llamado Salinas Pliego, me hace concebir esperanzas. Aunque se parezca al Reyecito.
Situaciones así me han acompañado por mi ya larga vida. He pasado por pésimos momentos, pero cuando eso pasa descubro que una leve chacota es intensamente terapéutica.
Toda esta disquisición biográfica nace de que al nuevo titular de la SEGOB le vi yo perfil de El Reyecito; pero no tengo nada contra él. Al contrario, su litigio contra TV Azteca y contra el coágulo hepático llamado Salinas Pliego, me hace concebir esperanzas. Aunque se parezca al Reyecito.
¿QUÉ TAL DURMIÓ? MCDXXII (1422)
Pasan los días, los meses y los años y la justicia no llega. La ciudadanía tendría que ser menos cómplice y más exigente.
Cualquier correspondencia con esta columna de reyecitos y ministros, favor de dirigirla a german@plaza delangel.com.mx (D.R.)
Kikka Roja
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