AUDIO EN CASA LAMM 5 jul 07
"Estoy conteniendo la respiración..." De esta manera Lorenzo Meyer manifiesta su espectativa sobre aquello que la sociedad mexicana estaría en condiciones de hacer ante el embate cada vez más duro de quienes hoy detentan el poder político en el país. En entrevista con Proceso, el historiador, que acaba de publicar El espejismo democrático. De la euforia del cambio a la continuidad, afirma que el miedo de la derecha a la democracia, puede conducirla a hacer lo que sea, a la violencia incluso...
"Estoy conteniendo la respiración..." De esta manera Lorenzo Meyer manifiesta su espectativa sobre aquello que la sociedad mexicana estaría en condiciones de hacer ante el embate cada vez más duro de quienes hoy detentan el poder político en el país. En entrevista con Proceso, el historiador, que acaba de publicar El espejismo democrático. De la euforia del cambio a la continuidad, afirma que el miedo de la derecha a la democracia, puede conducirla a hacer lo que sea, a la violencia incluso...
“Una democracia construida sobre la base del miedo no es otra cosa que miedo a la democracia”, sentencia Lorenzo Meyer en su más reciente libro, El espejismo democrático, y advierte –en entrevista– que la derecha es el entramado político que, desde la lucha por la independencia de México y hasta ahora, explota el pavor para mantener su hegemonía, dice el número 1602 de Proceso. Por eso, afirma, en el 2006 México no dio el gran paso en la transformación política de la que se ufanaba el Partido Acción Nacional (PAN). “La derecha es la que no quiso darlo, porque es la derecha la que tiene miedo a la democracia desde la Guerra de Independencia, cuando vio las grandes turbas levantadas y las vio como masas peligrosas. Desde la Alhóndiga de Granaditas no se le quita el miedo.” Los criollos, recuerda, se aliaron a los españoles para derrotar a los independentistas. “Ahí está el origen de la izquierda y la derecha en México. Antes de que usáramos esos términos, que vienen de la Revolución Francesa, ya estaba el basamento social de esa división: Una minoría, entre dueños y administradores gubernamentales y eclesiásticos, y una enorme mayoría indígena explotada.”
Esa dicotomía, que prevalece a lo largo de la historia independiente de México –excepto en el porfiriato y, con salvedades, en la era priista, cuando se proclamó la unidad nacional–, está en auge por la estructura de intereses que respalda al gobierno de Felipe Calderón y el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador. En entrevista con el reportero el jueves 12, el investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México examina el momento que vive el país desde el México independiente con dos fuerzas antagónicas, y de cómo la derecha de hoy –integrada por panistas, priistas, grandes empresarios, la Iglesia católica y sectores de clase media– evitó a toda costa el triunfo de la izquierda en el 2006. Meyer también destaca en la trama el papel de intelectuales como Jorge Castañeda, autor en 2004 -cuando ya había dejado de ser canciller del gobierno de Vicente Fox-, del "manifiesto" para liquidar políticamente a López Obrador- "hay que ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles"-, y Enrique Krauze, quien sustentó la tesis del supuesto "mesianismo" del tabasqueño.
"La derecha, si hubiera sido inteligente -pensé que lo era-, le hubiera dejado a la izquierda éste momento para manejar a México y para ver de quécolo pinta el morado", expone meyer, quien considera, que un gobierno de izquierda poco podría hacer en un país con una estructura social terrible, pero a cambio las masas habrían sentido el sistema como suyo.
"Pensé que eso iba a pasar y que la derecha con colmillo largo, iba a dejar pasar eso, pero decidieron ser tan pequeñitos, tan poca cosa, que hicieron lo que hicieron en las elecciones del 2006"
-Pero los panistas aún dicen que López Obrador quería perpetuarse en el poder...
-¡Los que quieren perpetuarse en el poder son ellos! -responde- Si tienen miedo al que está teniendo una base social de pobres, de los marginados de siempre, es que temen a la sociedad. El peligro que ellos ven, es lo que crearon a lo largo de los siglos. Los herederos de la injusticia básica, dicen: Es un peligro porque nosotros hemos mantenido una sociedad de unos pocos con mucho y unos muchos con poco, y que tal si los muchos comienzan a demandar. "¿Y cómo lo sabían? ¿Son adivinos? En cambio en el PAN si se están perpetuando porque llegó al poder en el 2000 con unas elecciones formalmente limpias, porque eran 2 derechas, y ahora ya dijo que su proyecto es para 2012 y para delante. Los que ya hablan de perpetuarse son los PANISTAS." Y más adelante, advierte: "Ya no hay límites. esto es lo que me da miedo respecto del futuro: que ya hecho lo que han hecho, no tienen límites. Ya pueden llegar a la violencia, al asesinato, pueden llegar a lo que sea como el PRI ". Para explicar el momento actual, Meyer recurre a la escena de una película de vaqueros: "La derecha está parapetada en una especie de circulo de carretas: Los indios están atacando desde afuera y ellos -Calderón los grandes empresarios, la iglesia, etcétera- están defendiéndose en circulo". Inclusive, advierte, "hay una atmósfera como los setenta", a raíz del sabotaje presuntamente cometido por el Ejército Popular Revolucionario (EPR) contra instalaciones de Petróleos Mexicanos (PEMEX) para exigir la presentación de 2 desaparecidos. Sobre la izquierda, Meyer, afirma que "está en un brete" después de que derrumbó el Marxismo, como visión totalitadora del mundo. "Sólo tiene en su defensa y a su favor un sentido de justicia".
Madero y López Obrador
Meyer contradice las aseveraciones de que López Obrador "está muerto" políticamente, y afirma que el movimiento que encabeza, sobre todo con la credencialización de su "Gobierno Legítimo" -que es "de baja intensidad"-, le da una dinámica parecida al trabajo político de Francisco I. Madero previo a la Revolución. "A mi juicio es más o menos -a lo mejor alguien como Krauze dice que es falso- como cuando Madero va en ferrocarril con su esposa y su secretario, de estación en estación convocando a mítines, teniendo conflictos con la autoridad local, pero dejando la semilla. Madero llevaba la ventaja de que ya estaban los clubes de (Bernardo) Reyes ahí y Andrés Manuel tiene la ventaja de que existe el PRD aunque su proyecto no es perredista." Aunque "hay una cierta fatiga después de la lucha electoral" y el grueso de la población se repliega para cumplir con sus labores cotidianas, en la élite política prevalece la división y el bloque de derecha que respalda a Calderón prevalece: "No se ha roto porque el miedo es enorme. Los tiene unidos el miedo. Ellos crearon primero el miedo artificialmente, pero al no desaparecer la figura de Andrés Manuel hay un elemento objetivo de miedo".
Añade: "Es un odio y un temor al liderazgo carismático, porque este liderazgo tiene algo que no tienen los otros: Biografía. Andrés Manuel tiene una biografía que, aunque quisieran, los demás no podrían tenerla, porque ya se les pasó el tiempo". López Obrador -detalla- procede de un estado marginal, estudia en la UNAM y luego vive con los indios en La Chontalpa, en Tabasco, acompañado de su esposa, y ahí nace su primer hijo."Esa capacidad de vivir, sentir y entender el México profundo, no la tienen Calderón, Fox o los miembros del Gabinete. Por eso el odio a ese líder. Pero además no lo pueden cooptar". Meyer hace un repaso histórico sobre la confrontación de la derecha y la izquierda, que tiene su origen en la revolución independentista. Al consumarse la independencia respecto de España, "pasada la euforia de 1821", la realidad es que prevalecen dos grandes bandos : Republicanos y monárquicos, centralistas y federalistas, y conservadores y liberales. "esa fue la dramática iniciación de México como sociedad política independiente: dividida en dos. Ahí está la izquierda y la derecha". Sólo en dos períodos se impone la idea de unidad nacional: En el porfiriato y en el triunfo de la consolidación de la Revolución, con la creación del Partido Nacional Revolucionario, abuelo del Revolucionario Institucional (PRI), convertido en una "enorme campana" de intereses que, sin embargo, se sustenta en la lógica del autoritarismo. "Ahí nos pasamos justamente la Guerra Fría, pero si hubo una lucha entre izquierda y derecha: Lázaro Cárdenas representaba la izquierda de es partido y Miguel Alemán la derecha. Se dieron hasta con la cubeta, pero cubiertos con el velo del gran partido."
En 1997, cuando la ciudadanía quita al PRI la hegemonía en la Cámara de Diputados, y sobre todo en el 2000, cuando se produce la alternancia, las cosas cambiaron, aunque la hegemonía de la derecha prevaleció: Se mantuvo la política económica, expresada en el rescate bancario del FOBAPROA, autorizado por Calderón como presidente del PAN. "En el 2000 fue posible la democracia política -por eso le puse a este libro El espejismo-, porque la gran lucha en las urnas no se dio entre izquierda y derecha, sino entre dos tipos de derecha: Una la revolucionaria que no quería admitir su naturaleza y que se decía heredera de la revolución, que es el PRI, y la otra panista, el neopanismo, en realidad." Para los poderes fácticos -la iglesia católica, los grupos empresariales, Carlos Slim, "la clase media muy decente"- no había preocupación aunque el triunfo de Fox le dio un elemento legitimador, pero fue rumbo al 2006 cuando"la derecha no quiso" más democracia. Por ello, recuerda, se crea una "gran coalición" derechista para evitar el triunfo de López Obrador, al frente de la cual se colocó Fox, y que contó con el apoyo de miembros de comunidad intelectual, como Castañeda quien justificó el desafuero, cuando el 18 de mayo de 2004, afirmó que había que ganarle como fuera.
El papel de Krauze
Y ya en el proceso electoral del 2006, Enrique Krauze elaboró, a partir de un desayuno con López Obrador, el ensayo El Mesias Tropical, publicado en la revista letras libres, para subrayar su presunto mesianismo, y aun conjeturó, en un artículo publicado en el Reforma, las reservas que Daniel Casío Villegas tendría del tabasqueño. "Fue una manera indirecta de decir: "Se equivocaron son unos irresponsables". Entonces las clases ilustradas no la derecha, tienen la obligación ética de vigilar a esas masas maleducadas que se van con una facilidad con el populismo." Sobre Krauze quien criticó a López Obrador por citas del libro de Cosío Villegas, Meyer Dice: "Le tomó tiempo responder, porque el día que Andrés Manuel le dijo lo del "rayo de esperanza", no le respondió, le tomó su tiempo imaginarse lo que Cosío Villegas, ya muerto hubiera dicho (del perredista). Yo me hubiera imaginado lo que Cosío Villegas (pensaba). yo sí lo conocí. Y podría haber construido una respuesta diferente, la que viene en La última gran crisis de México. "El problema moral que Cosío Villegas expone es que los dirigentes de la Revolución no estuvieron nunca a la altura de las circunstancias y una de sus promesas fue la justicia social, que no la cumplieron,renegaron de ella. Andrés Manuel lo que propone es volver a eso. Hizo inclusive una edición de La última gran crisis de México, osea que sí la había asimilado bien."
-¿El Mesías Tropical, de Krauze, lo había comprado la derecha?
-Fue construido para la derecha, no necesitaban comprárselo. lo estaban demandando.
En su libro El espejismo democrático. De la euforia del cambio a la continuidad, editado por Océano, escribe también que la Iglesia católica, como expresión de la derecha, y su relación con la política, está en la agenda nacional. "A doscientos años de su nacimiento, Juárez -su espíritu- ha sido puesto a prueba". Y ante la nueva ofenciva de la alta jerarquía del Clero, dice:"Es una espiral un retorno al origen: en el siglo XVI no hay forma posible de hacer una división entre el poder terrenal y el poder eclesiástico. Lo terrible de hacerlo en el siglo XXI es que la Iglesia dice tener una liga con el más allá, con Dios, y a la hora de discutir sobre algo terrenal, que como pocas cosas es la política, una de las partes tiene la ventaja de que Dios está con ella y el campo no está nivelado." Lo que hizo Benito Juárez, y con él los liberales de la Reforma, fue nivelar el terreno separando el estado de la Iglesia: "Costó sangre y fuego, pero luego Carlos Salinas por su debilidad producto del fraude, volvió a abrir la puerta". Ahora que la Iglesia quiere más poder, dice Meyer: " Lo único que nos puede defender es el buen sentido común de la sociedad, que no sé si lo tenga", y reaccione como lo han hecho las mujeres sobre la prohibición de la Iglesia católica para no usar anticonceptivos. "Espero que la sociedad mexicana haya, al menos, parcialmente, superado esa terrible herencia colonial, cuando se fundió la cruz y la espada y se hicieron una sola cosa, un poder con las dos caras. Es una esperanza, una apuesta. Estoy conteniendo la respiración..."
Esa dicotomía, que prevalece a lo largo de la historia independiente de México –excepto en el porfiriato y, con salvedades, en la era priista, cuando se proclamó la unidad nacional–, está en auge por la estructura de intereses que respalda al gobierno de Felipe Calderón y el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador. En entrevista con el reportero el jueves 12, el investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México examina el momento que vive el país desde el México independiente con dos fuerzas antagónicas, y de cómo la derecha de hoy –integrada por panistas, priistas, grandes empresarios, la Iglesia católica y sectores de clase media– evitó a toda costa el triunfo de la izquierda en el 2006. Meyer también destaca en la trama el papel de intelectuales como Jorge Castañeda, autor en 2004 -cuando ya había dejado de ser canciller del gobierno de Vicente Fox-, del "manifiesto" para liquidar políticamente a López Obrador- "hay que ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles"-, y Enrique Krauze, quien sustentó la tesis del supuesto "mesianismo" del tabasqueño.
"La derecha, si hubiera sido inteligente -pensé que lo era-, le hubiera dejado a la izquierda éste momento para manejar a México y para ver de quécolo pinta el morado", expone meyer, quien considera, que un gobierno de izquierda poco podría hacer en un país con una estructura social terrible, pero a cambio las masas habrían sentido el sistema como suyo.
"Pensé que eso iba a pasar y que la derecha con colmillo largo, iba a dejar pasar eso, pero decidieron ser tan pequeñitos, tan poca cosa, que hicieron lo que hicieron en las elecciones del 2006"
-Pero los panistas aún dicen que López Obrador quería perpetuarse en el poder...
-¡Los que quieren perpetuarse en el poder son ellos! -responde- Si tienen miedo al que está teniendo una base social de pobres, de los marginados de siempre, es que temen a la sociedad. El peligro que ellos ven, es lo que crearon a lo largo de los siglos. Los herederos de la injusticia básica, dicen: Es un peligro porque nosotros hemos mantenido una sociedad de unos pocos con mucho y unos muchos con poco, y que tal si los muchos comienzan a demandar. "¿Y cómo lo sabían? ¿Son adivinos? En cambio en el PAN si se están perpetuando porque llegó al poder en el 2000 con unas elecciones formalmente limpias, porque eran 2 derechas, y ahora ya dijo que su proyecto es para 2012 y para delante. Los que ya hablan de perpetuarse son los PANISTAS." Y más adelante, advierte: "Ya no hay límites. esto es lo que me da miedo respecto del futuro: que ya hecho lo que han hecho, no tienen límites. Ya pueden llegar a la violencia, al asesinato, pueden llegar a lo que sea como el PRI ". Para explicar el momento actual, Meyer recurre a la escena de una película de vaqueros: "La derecha está parapetada en una especie de circulo de carretas: Los indios están atacando desde afuera y ellos -Calderón los grandes empresarios, la iglesia, etcétera- están defendiéndose en circulo". Inclusive, advierte, "hay una atmósfera como los setenta", a raíz del sabotaje presuntamente cometido por el Ejército Popular Revolucionario (EPR) contra instalaciones de Petróleos Mexicanos (PEMEX) para exigir la presentación de 2 desaparecidos. Sobre la izquierda, Meyer, afirma que "está en un brete" después de que derrumbó el Marxismo, como visión totalitadora del mundo. "Sólo tiene en su defensa y a su favor un sentido de justicia".
Madero y López Obrador
Meyer contradice las aseveraciones de que López Obrador "está muerto" políticamente, y afirma que el movimiento que encabeza, sobre todo con la credencialización de su "Gobierno Legítimo" -que es "de baja intensidad"-, le da una dinámica parecida al trabajo político de Francisco I. Madero previo a la Revolución. "A mi juicio es más o menos -a lo mejor alguien como Krauze dice que es falso- como cuando Madero va en ferrocarril con su esposa y su secretario, de estación en estación convocando a mítines, teniendo conflictos con la autoridad local, pero dejando la semilla. Madero llevaba la ventaja de que ya estaban los clubes de (Bernardo) Reyes ahí y Andrés Manuel tiene la ventaja de que existe el PRD aunque su proyecto no es perredista." Aunque "hay una cierta fatiga después de la lucha electoral" y el grueso de la población se repliega para cumplir con sus labores cotidianas, en la élite política prevalece la división y el bloque de derecha que respalda a Calderón prevalece: "No se ha roto porque el miedo es enorme. Los tiene unidos el miedo. Ellos crearon primero el miedo artificialmente, pero al no desaparecer la figura de Andrés Manuel hay un elemento objetivo de miedo".
Añade: "Es un odio y un temor al liderazgo carismático, porque este liderazgo tiene algo que no tienen los otros: Biografía. Andrés Manuel tiene una biografía que, aunque quisieran, los demás no podrían tenerla, porque ya se les pasó el tiempo". López Obrador -detalla- procede de un estado marginal, estudia en la UNAM y luego vive con los indios en La Chontalpa, en Tabasco, acompañado de su esposa, y ahí nace su primer hijo."Esa capacidad de vivir, sentir y entender el México profundo, no la tienen Calderón, Fox o los miembros del Gabinete. Por eso el odio a ese líder. Pero además no lo pueden cooptar". Meyer hace un repaso histórico sobre la confrontación de la derecha y la izquierda, que tiene su origen en la revolución independentista. Al consumarse la independencia respecto de España, "pasada la euforia de 1821", la realidad es que prevalecen dos grandes bandos : Republicanos y monárquicos, centralistas y federalistas, y conservadores y liberales. "esa fue la dramática iniciación de México como sociedad política independiente: dividida en dos. Ahí está la izquierda y la derecha". Sólo en dos períodos se impone la idea de unidad nacional: En el porfiriato y en el triunfo de la consolidación de la Revolución, con la creación del Partido Nacional Revolucionario, abuelo del Revolucionario Institucional (PRI), convertido en una "enorme campana" de intereses que, sin embargo, se sustenta en la lógica del autoritarismo. "Ahí nos pasamos justamente la Guerra Fría, pero si hubo una lucha entre izquierda y derecha: Lázaro Cárdenas representaba la izquierda de es partido y Miguel Alemán la derecha. Se dieron hasta con la cubeta, pero cubiertos con el velo del gran partido."
En 1997, cuando la ciudadanía quita al PRI la hegemonía en la Cámara de Diputados, y sobre todo en el 2000, cuando se produce la alternancia, las cosas cambiaron, aunque la hegemonía de la derecha prevaleció: Se mantuvo la política económica, expresada en el rescate bancario del FOBAPROA, autorizado por Calderón como presidente del PAN. "En el 2000 fue posible la democracia política -por eso le puse a este libro El espejismo-, porque la gran lucha en las urnas no se dio entre izquierda y derecha, sino entre dos tipos de derecha: Una la revolucionaria que no quería admitir su naturaleza y que se decía heredera de la revolución, que es el PRI, y la otra panista, el neopanismo, en realidad." Para los poderes fácticos -la iglesia católica, los grupos empresariales, Carlos Slim, "la clase media muy decente"- no había preocupación aunque el triunfo de Fox le dio un elemento legitimador, pero fue rumbo al 2006 cuando"la derecha no quiso" más democracia. Por ello, recuerda, se crea una "gran coalición" derechista para evitar el triunfo de López Obrador, al frente de la cual se colocó Fox, y que contó con el apoyo de miembros de comunidad intelectual, como Castañeda quien justificó el desafuero, cuando el 18 de mayo de 2004, afirmó que había que ganarle como fuera.
El papel de Krauze
Y ya en el proceso electoral del 2006, Enrique Krauze elaboró, a partir de un desayuno con López Obrador, el ensayo El Mesias Tropical, publicado en la revista letras libres, para subrayar su presunto mesianismo, y aun conjeturó, en un artículo publicado en el Reforma, las reservas que Daniel Casío Villegas tendría del tabasqueño. "Fue una manera indirecta de decir: "Se equivocaron son unos irresponsables". Entonces las clases ilustradas no la derecha, tienen la obligación ética de vigilar a esas masas maleducadas que se van con una facilidad con el populismo." Sobre Krauze quien criticó a López Obrador por citas del libro de Cosío Villegas, Meyer Dice: "Le tomó tiempo responder, porque el día que Andrés Manuel le dijo lo del "rayo de esperanza", no le respondió, le tomó su tiempo imaginarse lo que Cosío Villegas, ya muerto hubiera dicho (del perredista). Yo me hubiera imaginado lo que Cosío Villegas (pensaba). yo sí lo conocí. Y podría haber construido una respuesta diferente, la que viene en La última gran crisis de México. "El problema moral que Cosío Villegas expone es que los dirigentes de la Revolución no estuvieron nunca a la altura de las circunstancias y una de sus promesas fue la justicia social, que no la cumplieron,renegaron de ella. Andrés Manuel lo que propone es volver a eso. Hizo inclusive una edición de La última gran crisis de México, osea que sí la había asimilado bien."
-¿El Mesías Tropical, de Krauze, lo había comprado la derecha?
-Fue construido para la derecha, no necesitaban comprárselo. lo estaban demandando.
En su libro El espejismo democrático. De la euforia del cambio a la continuidad, editado por Océano, escribe también que la Iglesia católica, como expresión de la derecha, y su relación con la política, está en la agenda nacional. "A doscientos años de su nacimiento, Juárez -su espíritu- ha sido puesto a prueba". Y ante la nueva ofenciva de la alta jerarquía del Clero, dice:"Es una espiral un retorno al origen: en el siglo XVI no hay forma posible de hacer una división entre el poder terrenal y el poder eclesiástico. Lo terrible de hacerlo en el siglo XXI es que la Iglesia dice tener una liga con el más allá, con Dios, y a la hora de discutir sobre algo terrenal, que como pocas cosas es la política, una de las partes tiene la ventaja de que Dios está con ella y el campo no está nivelado." Lo que hizo Benito Juárez, y con él los liberales de la Reforma, fue nivelar el terreno separando el estado de la Iglesia: "Costó sangre y fuego, pero luego Carlos Salinas por su debilidad producto del fraude, volvió a abrir la puerta". Ahora que la Iglesia quiere más poder, dice Meyer: " Lo único que nos puede defender es el buen sentido común de la sociedad, que no sé si lo tenga", y reaccione como lo han hecho las mujeres sobre la prohibición de la Iglesia católica para no usar anticonceptivos. "Espero que la sociedad mexicana haya, al menos, parcialmente, superado esa terrible herencia colonial, cuando se fundió la cruz y la espada y se hicieron una sola cosa, un poder con las dos caras. Es una esperanza, una apuesta. Estoy conteniendo la respiración..."
aay al final no podía faltar el "refilón" a las mujeres... ¡Aguante pues, fuerte su respiración!
publica Proceso en su edición 1602.
la respuesta de KRAUZE a la opinión de Lorenzo Meyer
El electorado "castigó" a López Obrador: Krauze
Álvaro Delgado
El historiador Enrique Krauze descalifica la afirmación de su colega Lorenzo Meyer en el sentido de que, en 2006, la derecha que apoya a Felipe Calderón no quiso dar el paso de la transformación política porque desde la guerra de Independencia tiene "miedo a la democracia". La de Meyer, dice en entrevista con Proceso, es una visión simplista y maniquea de la historia. "Los votantes que le fueron adversos (a López Obrador) castigaron sus errores o desconfiaron de su actitud o su programa...". Llamarle "miedo a la libre expresión de un ciudadano en las urnas –sostiene Krauze– es faltarle al respeto al ciudadano, es suponerlo menor de edad".
En respuesta al historiador Lorenzo Meyer, quien se refirió a Enrique Krauze en una entrevista publicada en Proceso1602, éste califica de "simplista y maniquea" la visión de la historia que tiene su colega al dividirla entre derecha e izquierda. Es, considera, "un bonito juego de palabras" la frase que Meyer acuña en su libro El espejismo democrático: "La democracia construida sobre la base del miedo es miedo a la democracia". Pero, acota, "no corresponde a la realidad". "Los ciudadanos que mayoritariamente votaron contra Andrés Manuel López Obrador no lo hicieron por tener miedo a la democracia ni su decisión ha desembocado en la democracia del miedo", precisa Krauze, y aborda también, por escrito, otros temas de la vida política de México, como el gobierno de Felipe Calderón, el PAN, el PRD, y personajes como Elba Esther Gordillo y Marcelo Ebrard.
–¿Tiene razón Meyer cuando asegura que la derecha no quiso dar el paso para la consolidación de la democracia, porque le tiene miedo desde la época de la guerra de Independencia? –pregunta el reportero.
–En la entrevista, Lorenzo propone una visión simplista y maniquea de la historia, cosa inexplicable en un historiador. La división de la historia de México entre derecha e izquierda que propone desde la Independencia, es insostenible: ¿Dónde deja a los liberales moderados, que eran muy numerosos hasta la guerra de Reforma? ¿Cómo explica que los liberales hayan favorecido a los estadunidenses y hayan escrito en contra del socialismo? ¿Eso los hace "de derecha"? ¿Cómo entiende el programa antiyanqui, proteccionista y estatista de Alamán? ¿Eso lo hace "de izquierda"? ¿Cómo explica el indigenismo de Maximiliano? ¿Era de izquierda o de derecha? Pero, sobre todo, ¿cómo concilia las figuras de Madero y Zapata? Yo supongo que Meyer no objeta la caracterización de Madero como un demócrata que creía en las libertades, las leyes, el federalismo, la división de poderes.
"Fue Madero –continúa– quien instauró la libertad sindical. Zapata se levantó contra Madero. ¿Cuál de los dos es ‘de derecha’? En la posrevolución, ¿quién defendió la democracia: el partido de los generales revolucionarios o el vasconcelismo? Y ya en esta elección, el argumento de la minoría antidemocrática opresora y la inmensa mayoría oprimida tampoco funciona: la mayoría de los votantes sufragó en contra de López Obrador."
–¿Está de acuerdo en que "la democracia construida sobre la base del miedo no es otra cosa que miedo a la democracia"?
–Bonito juego de palabras, lástima que no corresponda a la realidad. Los ciudadanos que mayoritariamente votaron contra AMLO no lo hicieron por tener "miedo a la democracia" ni su decisión ha desembocado en la "democracia del miedo". AMLO –hay que recordarlo– no es la encarnación de la democracia. Verlo así es, precisamente, la mejor prueba de su liderazgo mesiánico. Los votantes que le fueron adversos prefirieron otras opciones, castigaron sus errores, o desconfiaron de su actitud o su programa, eso es todo. Llamarle "miedo" a la libre expresión de un ciudadano en las urnas es faltarle al respeto al ciudadano, es suponerlo menor de edad. "Por mi parte, no sólo no he tenido miedo a la democracia, sino que la postulé desde 1982 como la única salida para México, mucho antes de que varios exponentes actuales de la izquierda, que la despreciaban, se volvieran demócratas súbitos. Y tampoco tengo miedo de que la izquierda llegue al poder. No sólo eso: he hecho público innumerables veces mi deseo razonado de que la izquierda alcance el poder, pero una izquierda moderna y liberal, muy distinta a la izquierda fundamentalista que ahora promueve López Obrador."
–¿Qué es ser hoy de "derecha" en México y en qué es usted diferente de esa condición ideológica?
–Puede considerarse ahora que "de derecha" equivale a ser: conservador en lo social y lo moral, clerical en lo religioso y lo político, partidario de dar mayor poder a las grandes empresas en detrimento de las pequeñas; es desdeñar los agudos problemas sociales del país. No es mi posición en lo que publico como escritor y como editor. En mi libro Para salir de Babel hay cuando menos siete ensayos –los centrales– en los que me refiero en términos muy críticos a Fox, su gabinete y su desafortunada gestión; al PAN y su pobre desempeño legislativo; al papel político de la Iglesia; al egoísmo y la frivolidad de los empresarios; a la indiferencia social de los medios electrónicos; a los peligros que supone la contigüidad de Calderón con las posiciones conservadoras en materia de moral privada y pública. "En Letras Libres nos hemos ocupado sistemáticamente de los graves problemas sociales –la migración, la pobreza– y hemos dedicado varios números a la crítica del régimen de Bush. Con sus ensayos críticos sobre Bush que aparecieron en Letras Libres, León Krauze publicó un libro: La casa dividida. Sabina Berman obtuvo el Premio Nacional de Periodismo por su semblanza crítica de Felipe Calderón, publicada en el número de junio de Letras Libres, anterior a las elecciones. Yo he dicho incontables veces que si una izquierda moderna y liberal apareciera en el horizonte, votaría por ella. Este recuento no corresponde precisamente a un perfil ‘de derecha’, a menos que ser opositor de López Obrador sea la definición de usted de ‘la derecha’. En ese caso, muchos destacados perredistas son ‘de derecha’.
"Ahora bien, usted no me pregunta cómo caracterizo yo al sector radical de la izquierda que apoyó y apoya a AMLO, pero se lo voy a decir. Mire usted, yo creo que el nuevo caudillismo de izquierda es igual a ‘la vieja derecha’: atada al pasado –y en esa medida, reaccionaria–, obsesionada como los conservadores en odiar a Estados Unidos y desconfiar del libre mercado. Ambas corrientes sectarias, la derecha y la izquierda, detestan al liberalismo. Pero los Papas –desde Pío IX hasta Benedicto XVI– lo dicen abiertamente. En cambio la clerigalla de izquierda todavía tiene el descaro de cubrirse con el manto liberal (como AMLO, que invoca con frecuencia a don Daniel Cosío Villegas, sin entender un ápice de su ideario). Cuando un dogmático de izquierda dice que un liberal es ‘de derecha’, lo que hace no es describirlo, sino describirse.
–¿Por qué en México es vergonzante asumirse de derecha, sobre todo si hay quienes asumen su condición liberal, de izquierda y aun populista?
–Eso pregúnteselo usted al perredismo de derecha.
Los "spots" privados
Krauze, discípulo de Octavio Paz, no está de acuerdo con la estrategia de promocionales reivindicados, entre otros organismos, por el Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano (Celiderh), que comparaban a López Obrador con Hugo Chávez.
"No, no me parece correcta, como tampoco me pareció correcto el uso de recursos públicos por parte del gobierno del Distrito Federal, antes y después de la elección, en apoyo a López Obrador. Con la diferencia, no menor, de que en un caso se emplearon recursos privados y en el otro públicos. Me parece que en el futuro deberían corregirse ambas faltas." Y a la pregunta de por qué si la ley prohíbe la contratación de spots a terceros, no emitió una opinión reprobatoria sobre los del Consejo Coordinador Empresarial, expone: "No comenté nada al respecto, porque me pareció que ambas facciones empleaban estrategias semejantes. Lo mismo ocurrió con la llamada publicidad negativa, de la que se valieron tanto el PAN como el PRD" (ambos partidos fueron sancionados por el IFE y obligados a retirar sus promocionales).
–¿Considera democrática y legítima la intervención de Fox en el proceso electoral con 4 mil 82 horas de spots sobre los logros de su gobierno y descalificaciones a López Obrador sólo porque coincidía con usted?
–No me pareció ni democrática ni legítima la intervención de Vicente Fox, y le informo que lo señalé clara y públicamente en su momento. En eso coincido con el dictamen final del Trife. Desgraciadamente, la legislación electoral –obra de todos los partidos, incluyendo desde luego al PRD– no incluye sanciones al respecto. Creo que es necesario avanzar en la reforma de esas leyes.
–Un principio democrático universal es: un ciudadano, un voto. Y el recuento parcial ordenado por el tribunal reveló votos adulterados y espurios. ¿Aun así puede sostenerse que fue una elección ejemplar? ¿O es que ese principio es relativo?
–Yo nunca dije que la elección fue "ejemplar". Por otro lado, el recuento ordenado por el TEPJF reveló que los votos "adulterados" beneficiaron tanto al PAN como al PRD, y que más que dolo existieron errores humanos atribuibles a nuestro complejo sistema electoral, basado en la participación ciudadana que, ésa sí, me pareció ejemplar, como ejemplar fue el valor civil de Gilberto Castro, el perredista presidente de la casilla 2227 de Salamanca, Guanajuato, que fue acusado por López Obrador de haber cometido fraude y denunció públicamente esa calumnia.
Calderón y Elba Esther
–¿No tienen los ciudadanos derecho a equivocarse al elegir al candidato equivocado, en este caso López Obrador? ¿O por ser equivocado, ser un "mesías", se vale la ilegalidad y la ilegitimidad de acciones para liquidarlo?
–Claro que los ciudadanos en cualquier democracia tienen ese derecho a equivocarse. En el siglo XX lo ejercieron ciegamente para llevar al poder a Hitler. En el XXI a Chávez y a Bush. La democracia no garantiza que el elegido sea la mejor opción, pero sí debe garantizar que su poder tenga límites de toda índole, especialmente temporales. Bush, por fortuna, topará en 2008 con esos límites. Chávez está a punto de abrogarlos. AMLO –es mi convicción– los "hubiera mandado al diablo", junto con la división de poderes y todas nuestras "caducas" instituciones. Por cierto, quiero recordarle que yo escribí El mesías tropical bajo la convicción plena de que AMLO ganaría las elecciones.
–Y si AMLO ya está "muerto" y ha erosionado su base social, ¿por qué preocuparse por él? ¿O es que lo ve usted aún como un riesgo?
–Yo jamás he dicho que AMLO está muerto. Tampoco creo que su base social esté erosionada. Por el contrario. Creo que es un líder muy fuerte, cuya vocación casi religiosa he caracterizado biográficamente en El mesías tropical. Me he ocupado de él posteriormente, en Reforma, durante la seria crisis poselectoral. Y hace poco respondí a los párrafos que me dedica en su libro. Yo lo tomo en serio. La que está erosionada es su base electoral (muchos que votaron por él ya no lo harían) y, sobre todo, su base perredista (muchos perredistas están hartos de su egolatría).
El reportero recordó a Krauze lo que, en 1999, dijo sobre López Obrador en este semanario: "Ahí está apuntando un líder nuevo en México. Es un tipo serio sin ser solemne, un tipo que habla claro y que comunica muy bien, sin retóricas y sin rebuscamientos. Es un hombre evidentemente honesto, derecho, y que representa para la izquierda una alternativa muy importante de renovación; me parece que él representa el embrión de una izquierda nueva que México necesita muchísimo".
Al respecto, Krauze aclara: "Me equivoqué por mis ganas de creer en el surgimiento de un líder que tome en serio las necesidades sociales de México en una perspectiva democrática, modernizadora, no demagógica. La historia de mi desilusión está en mi ensayo El mesías tropical. No fui yo quien cambió de convicciones. Fue él quien reveló su actitud mesiánica. Esa actitud, créame usted, le ha hecho un daño muy profundo a la izquierda democrática en México. Y créame también que lo lamento. No me gusta la idea de un PAN eternizándose en el poder. Tampoco quiero la vuelta del PRI. Pero la izquierda tiene que reencontrar su vocación liberal, modernizadora, transparente".
Sobre el PAN, que renovará su dirigencia en marzo del próximo año, y las acusaciones del grupo de Manuel Espino en el sentido de que Felipe Calderón pretende imponer a Germán Martínez o César Nava, Krauze opina: "No es conveniente ni válido ni coherente para la salud democrática de México que el presidente impere sobre su partido. Pero si en el partido buscan entronizarse las personas que usted mismo, señor Delgado, ha denunciado en las páginas de Proceso, es preferible que accedan al PAN liderazgos más centristas, que en su momento marquen su distancia con el Ejecutivo, y no quieran –como el caso del señor Espino– apoderarse del partido para volverlo a los días en que el PAN era –como decía el gran líder Adolfo Christlieb Ibarrola– un partido de ‘meadores de agua bendita’. El PAN, por desgracia, está repleto de ellos."
–Elba Esther Gordillo tiene en el gobierno federal a muchos colaboradores de primer nivel, cuyos nombramientos corresponden legalmente a Calderón y a él responden. ¿Comparte esas decisiones del Ejecutivo?
–No las comparto: las repruebo. Creo que el corporativismo de toda índole (sindical, académico, empresarial, burocrático) es un lastre enorme en México. Pero apunto que la izquierda tiene una gran responsabilidad en el asunto, porque hasta la fecha apoya estructuras corporativas similares a las que usted alude tácitamente en su pregunta. Le recuerdo, por otra parte, que ni López Obrador ni (Marcelo) Ebrard se han distanciado de (René) Bejarano.
En respuesta al historiador Lorenzo Meyer, quien se refirió a Enrique Krauze en una entrevista publicada en Proceso1602, éste califica de "simplista y maniquea" la visión de la historia que tiene su colega al dividirla entre derecha e izquierda. Es, considera, "un bonito juego de palabras" la frase que Meyer acuña en su libro El espejismo democrático: "La democracia construida sobre la base del miedo es miedo a la democracia". Pero, acota, "no corresponde a la realidad". "Los ciudadanos que mayoritariamente votaron contra Andrés Manuel López Obrador no lo hicieron por tener miedo a la democracia ni su decisión ha desembocado en la democracia del miedo", precisa Krauze, y aborda también, por escrito, otros temas de la vida política de México, como el gobierno de Felipe Calderón, el PAN, el PRD, y personajes como Elba Esther Gordillo y Marcelo Ebrard.
–¿Tiene razón Meyer cuando asegura que la derecha no quiso dar el paso para la consolidación de la democracia, porque le tiene miedo desde la época de la guerra de Independencia? –pregunta el reportero.
–En la entrevista, Lorenzo propone una visión simplista y maniquea de la historia, cosa inexplicable en un historiador. La división de la historia de México entre derecha e izquierda que propone desde la Independencia, es insostenible: ¿Dónde deja a los liberales moderados, que eran muy numerosos hasta la guerra de Reforma? ¿Cómo explica que los liberales hayan favorecido a los estadunidenses y hayan escrito en contra del socialismo? ¿Eso los hace "de derecha"? ¿Cómo entiende el programa antiyanqui, proteccionista y estatista de Alamán? ¿Eso lo hace "de izquierda"? ¿Cómo explica el indigenismo de Maximiliano? ¿Era de izquierda o de derecha? Pero, sobre todo, ¿cómo concilia las figuras de Madero y Zapata? Yo supongo que Meyer no objeta la caracterización de Madero como un demócrata que creía en las libertades, las leyes, el federalismo, la división de poderes.
"Fue Madero –continúa– quien instauró la libertad sindical. Zapata se levantó contra Madero. ¿Cuál de los dos es ‘de derecha’? En la posrevolución, ¿quién defendió la democracia: el partido de los generales revolucionarios o el vasconcelismo? Y ya en esta elección, el argumento de la minoría antidemocrática opresora y la inmensa mayoría oprimida tampoco funciona: la mayoría de los votantes sufragó en contra de López Obrador."
–¿Está de acuerdo en que "la democracia construida sobre la base del miedo no es otra cosa que miedo a la democracia"?
–Bonito juego de palabras, lástima que no corresponda a la realidad. Los ciudadanos que mayoritariamente votaron contra AMLO no lo hicieron por tener "miedo a la democracia" ni su decisión ha desembocado en la "democracia del miedo". AMLO –hay que recordarlo– no es la encarnación de la democracia. Verlo así es, precisamente, la mejor prueba de su liderazgo mesiánico. Los votantes que le fueron adversos prefirieron otras opciones, castigaron sus errores, o desconfiaron de su actitud o su programa, eso es todo. Llamarle "miedo" a la libre expresión de un ciudadano en las urnas es faltarle al respeto al ciudadano, es suponerlo menor de edad. "Por mi parte, no sólo no he tenido miedo a la democracia, sino que la postulé desde 1982 como la única salida para México, mucho antes de que varios exponentes actuales de la izquierda, que la despreciaban, se volvieran demócratas súbitos. Y tampoco tengo miedo de que la izquierda llegue al poder. No sólo eso: he hecho público innumerables veces mi deseo razonado de que la izquierda alcance el poder, pero una izquierda moderna y liberal, muy distinta a la izquierda fundamentalista que ahora promueve López Obrador."
–¿Qué es ser hoy de "derecha" en México y en qué es usted diferente de esa condición ideológica?
–Puede considerarse ahora que "de derecha" equivale a ser: conservador en lo social y lo moral, clerical en lo religioso y lo político, partidario de dar mayor poder a las grandes empresas en detrimento de las pequeñas; es desdeñar los agudos problemas sociales del país. No es mi posición en lo que publico como escritor y como editor. En mi libro Para salir de Babel hay cuando menos siete ensayos –los centrales– en los que me refiero en términos muy críticos a Fox, su gabinete y su desafortunada gestión; al PAN y su pobre desempeño legislativo; al papel político de la Iglesia; al egoísmo y la frivolidad de los empresarios; a la indiferencia social de los medios electrónicos; a los peligros que supone la contigüidad de Calderón con las posiciones conservadoras en materia de moral privada y pública. "En Letras Libres nos hemos ocupado sistemáticamente de los graves problemas sociales –la migración, la pobreza– y hemos dedicado varios números a la crítica del régimen de Bush. Con sus ensayos críticos sobre Bush que aparecieron en Letras Libres, León Krauze publicó un libro: La casa dividida. Sabina Berman obtuvo el Premio Nacional de Periodismo por su semblanza crítica de Felipe Calderón, publicada en el número de junio de Letras Libres, anterior a las elecciones. Yo he dicho incontables veces que si una izquierda moderna y liberal apareciera en el horizonte, votaría por ella. Este recuento no corresponde precisamente a un perfil ‘de derecha’, a menos que ser opositor de López Obrador sea la definición de usted de ‘la derecha’. En ese caso, muchos destacados perredistas son ‘de derecha’.
"Ahora bien, usted no me pregunta cómo caracterizo yo al sector radical de la izquierda que apoyó y apoya a AMLO, pero se lo voy a decir. Mire usted, yo creo que el nuevo caudillismo de izquierda es igual a ‘la vieja derecha’: atada al pasado –y en esa medida, reaccionaria–, obsesionada como los conservadores en odiar a Estados Unidos y desconfiar del libre mercado. Ambas corrientes sectarias, la derecha y la izquierda, detestan al liberalismo. Pero los Papas –desde Pío IX hasta Benedicto XVI– lo dicen abiertamente. En cambio la clerigalla de izquierda todavía tiene el descaro de cubrirse con el manto liberal (como AMLO, que invoca con frecuencia a don Daniel Cosío Villegas, sin entender un ápice de su ideario). Cuando un dogmático de izquierda dice que un liberal es ‘de derecha’, lo que hace no es describirlo, sino describirse.
–¿Por qué en México es vergonzante asumirse de derecha, sobre todo si hay quienes asumen su condición liberal, de izquierda y aun populista?
–Eso pregúnteselo usted al perredismo de derecha.
Los "spots" privados
Krauze, discípulo de Octavio Paz, no está de acuerdo con la estrategia de promocionales reivindicados, entre otros organismos, por el Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano (Celiderh), que comparaban a López Obrador con Hugo Chávez.
"No, no me parece correcta, como tampoco me pareció correcto el uso de recursos públicos por parte del gobierno del Distrito Federal, antes y después de la elección, en apoyo a López Obrador. Con la diferencia, no menor, de que en un caso se emplearon recursos privados y en el otro públicos. Me parece que en el futuro deberían corregirse ambas faltas." Y a la pregunta de por qué si la ley prohíbe la contratación de spots a terceros, no emitió una opinión reprobatoria sobre los del Consejo Coordinador Empresarial, expone: "No comenté nada al respecto, porque me pareció que ambas facciones empleaban estrategias semejantes. Lo mismo ocurrió con la llamada publicidad negativa, de la que se valieron tanto el PAN como el PRD" (ambos partidos fueron sancionados por el IFE y obligados a retirar sus promocionales).
–¿Considera democrática y legítima la intervención de Fox en el proceso electoral con 4 mil 82 horas de spots sobre los logros de su gobierno y descalificaciones a López Obrador sólo porque coincidía con usted?
–No me pareció ni democrática ni legítima la intervención de Vicente Fox, y le informo que lo señalé clara y públicamente en su momento. En eso coincido con el dictamen final del Trife. Desgraciadamente, la legislación electoral –obra de todos los partidos, incluyendo desde luego al PRD– no incluye sanciones al respecto. Creo que es necesario avanzar en la reforma de esas leyes.
–Un principio democrático universal es: un ciudadano, un voto. Y el recuento parcial ordenado por el tribunal reveló votos adulterados y espurios. ¿Aun así puede sostenerse que fue una elección ejemplar? ¿O es que ese principio es relativo?
–Yo nunca dije que la elección fue "ejemplar". Por otro lado, el recuento ordenado por el TEPJF reveló que los votos "adulterados" beneficiaron tanto al PAN como al PRD, y que más que dolo existieron errores humanos atribuibles a nuestro complejo sistema electoral, basado en la participación ciudadana que, ésa sí, me pareció ejemplar, como ejemplar fue el valor civil de Gilberto Castro, el perredista presidente de la casilla 2227 de Salamanca, Guanajuato, que fue acusado por López Obrador de haber cometido fraude y denunció públicamente esa calumnia.
Calderón y Elba Esther
–¿No tienen los ciudadanos derecho a equivocarse al elegir al candidato equivocado, en este caso López Obrador? ¿O por ser equivocado, ser un "mesías", se vale la ilegalidad y la ilegitimidad de acciones para liquidarlo?
–Claro que los ciudadanos en cualquier democracia tienen ese derecho a equivocarse. En el siglo XX lo ejercieron ciegamente para llevar al poder a Hitler. En el XXI a Chávez y a Bush. La democracia no garantiza que el elegido sea la mejor opción, pero sí debe garantizar que su poder tenga límites de toda índole, especialmente temporales. Bush, por fortuna, topará en 2008 con esos límites. Chávez está a punto de abrogarlos. AMLO –es mi convicción– los "hubiera mandado al diablo", junto con la división de poderes y todas nuestras "caducas" instituciones. Por cierto, quiero recordarle que yo escribí El mesías tropical bajo la convicción plena de que AMLO ganaría las elecciones.
–Y si AMLO ya está "muerto" y ha erosionado su base social, ¿por qué preocuparse por él? ¿O es que lo ve usted aún como un riesgo?
–Yo jamás he dicho que AMLO está muerto. Tampoco creo que su base social esté erosionada. Por el contrario. Creo que es un líder muy fuerte, cuya vocación casi religiosa he caracterizado biográficamente en El mesías tropical. Me he ocupado de él posteriormente, en Reforma, durante la seria crisis poselectoral. Y hace poco respondí a los párrafos que me dedica en su libro. Yo lo tomo en serio. La que está erosionada es su base electoral (muchos que votaron por él ya no lo harían) y, sobre todo, su base perredista (muchos perredistas están hartos de su egolatría).
El reportero recordó a Krauze lo que, en 1999, dijo sobre López Obrador en este semanario: "Ahí está apuntando un líder nuevo en México. Es un tipo serio sin ser solemne, un tipo que habla claro y que comunica muy bien, sin retóricas y sin rebuscamientos. Es un hombre evidentemente honesto, derecho, y que representa para la izquierda una alternativa muy importante de renovación; me parece que él representa el embrión de una izquierda nueva que México necesita muchísimo".
Al respecto, Krauze aclara: "Me equivoqué por mis ganas de creer en el surgimiento de un líder que tome en serio las necesidades sociales de México en una perspectiva democrática, modernizadora, no demagógica. La historia de mi desilusión está en mi ensayo El mesías tropical. No fui yo quien cambió de convicciones. Fue él quien reveló su actitud mesiánica. Esa actitud, créame usted, le ha hecho un daño muy profundo a la izquierda democrática en México. Y créame también que lo lamento. No me gusta la idea de un PAN eternizándose en el poder. Tampoco quiero la vuelta del PRI. Pero la izquierda tiene que reencontrar su vocación liberal, modernizadora, transparente".
Sobre el PAN, que renovará su dirigencia en marzo del próximo año, y las acusaciones del grupo de Manuel Espino en el sentido de que Felipe Calderón pretende imponer a Germán Martínez o César Nava, Krauze opina: "No es conveniente ni válido ni coherente para la salud democrática de México que el presidente impere sobre su partido. Pero si en el partido buscan entronizarse las personas que usted mismo, señor Delgado, ha denunciado en las páginas de Proceso, es preferible que accedan al PAN liderazgos más centristas, que en su momento marquen su distancia con el Ejecutivo, y no quieran –como el caso del señor Espino– apoderarse del partido para volverlo a los días en que el PAN era –como decía el gran líder Adolfo Christlieb Ibarrola– un partido de ‘meadores de agua bendita’. El PAN, por desgracia, está repleto de ellos."
–Elba Esther Gordillo tiene en el gobierno federal a muchos colaboradores de primer nivel, cuyos nombramientos corresponden legalmente a Calderón y a él responden. ¿Comparte esas decisiones del Ejecutivo?
–No las comparto: las repruebo. Creo que el corporativismo de toda índole (sindical, académico, empresarial, burocrático) es un lastre enorme en México. Pero apunto que la izquierda tiene una gran responsabilidad en el asunto, porque hasta la fecha apoya estructuras corporativas similares a las que usted alude tácitamente en su pregunta. Le recuerdo, por otra parte, que ni López Obrador ni (Marcelo) Ebrard se han distanciado de (René) Bejarano.
KRAUZE ERES UN IMBÉCIL, UN TITERE DE LOS OLIGARCAS
Kikka Roja
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