Ni siquiera la retención de la Presidencia de la República mantuvo unidos a los grupos derechistas que integran el PAN. Así lo hace ver la fundación del Movimiento de Participación Solidaria y eventualmente de un nuevo partido de inspiración sinarquista. Un promotor del movimiento, que niega serlo, revela que los sinarquistas “perciben que el PAN es un partido de clases sociales más altas”.
En la creación de una nueva formación política de derecha en México, que ha cimbrado al Partido Acción Nacional (PAN), intervienen no sólo numerosos panistas y miembros de la Unión Nacional Sinarquista (UNS) –de una religiosidad extrema–, sino activistas de la Iglesia católica y prominentes empresarios. El partido que gesta el Movimiento de Participación Solidaria, cuyo cimiento ideológico es la doctrina social de la Iglesia, es auspiciado por diversos grupos y personajes, inclusive del sector privado. Entre estos últimos han sido mencionados Lorenzo Servitje Sendra, fundador del Grupo Bimbo, y Patricio Slim Domit, hijo del hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú. Ni uno ni otro pudieron ser localizados, hasta la noche del viernes 17. Sólo la oficina de información del Grupo Carso, al que pertenece Inbursa, grupo financiero del que es director general Slim Domit, declinó oficialmente emitir una posición. La creación del nuevo partido político se produce cuando Servitje anima, también, un movimiento “cívico político” para “rescatar” al Distrito Federal y la Zona Metropolitana del control del Partido de la Revolución Democrática. Los integrantes de dicho movimiento suelen reunirse en la Hacienda Los Morales desde su constitución, el 21 de julio.
La más reciente se celebró el jueves 2 de agosto –en el salón Ático cenaron churros con chocolate– y concurrieron, entre otros, la delegada en Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas Barrón; José Barroso Chávez, caballero de Malta, y el diputado federal Rogelio Carvajal, quien fue secretario particular de Felipe Calderón en la campaña presidencial. A los encuentros en la Hacienda de los Morales asisten también Guillermo Velasco Arzac, presidente de la Coordinadora Ciudadana, otra de las agrupaciones políticas nacionales que, sin perder su registro, colaboran con el nuevo partido, y el diputado local panista Alfredo Vinalay, excolaborador de José Luis Luege, también asiduo asistente. Fue justamente Luege, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el gobierno de Calderón, quien comunicó al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, en la sesión del lunes 6, la inminente formación de un nuevo partido político, porque uno de sus principales colaboradores, René Bolio Hollarán, se lo hizo saber. “No tengo nada que ver”, juró. Pero en efecto, en un proceso que comenzó al menos desde marzo de este año –y que el sábado 18 celebró en el Estado de México su segunda asamblea estatal verificada por el Instituto Federal Electoral (IFE)–, el Movimiento de Participación Solidaria tiene como el promotor más visible a Bolio, quien representó en la precampaña presidencial del PAN a Alberto Cárdenas Jiménez, respaldado por Servitje. Bolio Hollarán y miembros de la UNS –cuyo fundador fue Salvador Abascal Infante, padre del secretario general adjunto del PAN, Carlos Abascal– han utilizado para la promoción del nuevo partido las instalaciones del Instituto de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), institución fundada por Servitje en 1983 con la bendición del cardenal Ernesto Corripio Ahumada. El propio director general del Imdosoc, Manuel Gómez Granados, militante panista adherente como Servitje, fue anfitrión de un encuentro celebrado en las instalaciones de esa asociación eclesial el viernes 10, un día antes de la asamblea fundacional de ese movimiento, que se llevó a cabo con manifiesta ostentación en el salón El Rayo, en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal. Y es que el movimiento cuenta con suficiente sustento económico, lo que permitió persuadir a los dirigentes de la Unión Nacional Sinarquista, que facilitó a sus aliados del PAN el registro como agrupación política nacional, requisito que impone la ley electoral para la creación de un nuevo partido.
Los recursos provienen de empresarios, reveló Bolio Hollarán en esa reunión, en la que se hizo acompañar de otro de los promotores del nuevo partido: Fernando Rivera Barroso, exsecretario de Educación en el gobierno de Vicente Fox en Guanajuato y actual presidente del Movimiento Nacional de Laicos. Rivera Barroso fue también asesor en materia de “valores” de Reyes Tamez, secretario de Educación Pública federal, militante del Movimiento Unificado de Renovadora Orientación (MURO) y fundador del Movimiento Cristianismo Sí, formado en la primera visita del Papa Juan Pablo II, en 1979.
Muchos panistas
La reunión –confirmada al reportero por Gómez Granados, quien deslinda a Servitje– fue reseñada por una militante panista de Iztapalapa, Rebeca Moreno Lara Barragán, en una carta –de la que Proceso tiene copia– enviada el lunes 13 a la presidenta del PAN en el Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo. En la carta, la panista narra que antes de la llegada de Bolio y Rivera Barroso, en la reunión les fueron entregados los resultados de dos encuestas, una de María de las Heras sobre cómo 41% de los ciudadanos no se siente representado por los partidos actuales, y otra de Consulta Mitofsky, que establece que las dos prioridades de los ciudadanos son la familia y Dios. “Se habló de cómo ningún partido se preocupa realmente de los pobres, que nadie cuestiona cómo la reforma fiscal va a reducir el número de pobres”, escribió Moreno, y aseguró que Bolio también “habló de la cultura de la muerte de los otros partidos, de que no hay voces para defender lo que los mexicanos quieren de verdad y que ellos ahora serían la opción de ‘los de abajo’.” En la carta, detalla también la celebración de la asamblea fundacional del Movimiento de Participación Solidaria en esa delegación, donde se encontró a varios panistas, entre ellos a Ramón Trejo Hernández, funcionario de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y ligado a René Bolio desde que éste fue secretario particular de Luege en el PAN capitalino. “Y comprobé, con dolor, que lograron llenar con aproximadamente 3 mil personas el salón El Rayo, ubicado en Avenida Tláhuac, y que éstas habían sido llevadas en camiones y vehículos con las siglas de la Unión Nacional Sinarquista de México. También les dieron un lunch completo por un peso.” No se escatimaron recursos, describe: “(Usaron) también buen equipo de audio, un buen escenario, la mampara con el nombre de su movimiento y una frase relativa a la vida y a la familia. Esto es, tienen recursos que, según explicó el licenciado Bolio en la comida, provienen de empresarios." En la carta enviada a Gómez del Campo por Moreno Lara Barragán, excolaboradora de Marta Sahagún y actual funcionaria del Instituto de Desarrollo Social (Indesol), se detalla la reunión celebrada en el comedor del Indosoc, a la que asistieron 12 personas “de la sociedad civil y pastoral” de Iztapalapa, y en la que Gómez Granados disertó sobre el nuevo partido.
Mientras llegaban Bolio y Rivera Barroso, narra, “Gómez Granados comentó que estaban generando un movimiento que pretende ser un partido, ya que no se sienten representados por partido alguno, que la fuerza de este movimiento emanaba de un grupo de obreros y campesinos formados en los valores cristianos y aglutinados en la Unión Nacional Sinarquista de México”.
Y más adelante, después de haber visto en la asamblea a Bolio Hollarán y Ramón Trejo, dice sobre la presencia de panistas: “Había otros cuyos nombres no conozco, pero que he visto en reuniones del PAN en Iztapalapa. También estaba ahí el licenciado Manuel Gómez Granados, todos los anteriores con gafete de acreditación del IFE.” Moreno le dice a Gómez del Campo en su carta, que hizo circular también entre varios de sus compañeros del PAN: “Si escribo esto es porque la lealtad, la confianza y la unión en torno a los mismos principios es fundamental para los que tomamos la bandera del PAN en aras de luchar por un mejor México. Me llena de sinsabor este doble juego. No se vale estar al lado de alguien, mirarlo a los ojos y clavar por la espalda un puñal. No debe ser así cuando está en tus manos la tarea por el destino de México, pero debes lealtad y secrecía a otros intereses.” Consultado al respecto, Gómez Granados reconoce que esa reunión se realizó, lo mismo que otra con dirigentes sinarquistas, en la misma sede del Imdosoc, pero niega participar en el nuevo partido, igual que Servitje, cuya afiliación al PAN coincidió con el apoyo de ambos a Cárdenas Jiménez. “Él no tiene nada que ver con esto”, asegura. Niega que las reuniones en la Hacienda de los Morales sean parte de la misma estrategia: “Son cosas absolutamente distintas. Lo del rescate es una iniciativa eminentemente panista, no institucionalmente, sino de militantes panistas.” Aclara su participación como anfitrión de promotores del nuevo partido: “Yo presenté a quienes iban a hablar de ese proyecto, lógicamente lo presentaron y se acabó. Del movimiento que se está creando no formo parte”.
Bolio y Rivera Barroso, dice, son sus amigos porque “los dos fueron alumnos del Instituto”, y agrega que a los miembros de la UNS los conoce porque les ha impartido también cursos de doctrina social cristiana.
–¿Participó en la primera asamblea del nuevo partido?
–Yo no sé cuántas asambleas hayan tenido. El sábado me asomé, porque tengo muchos años conociendo a algunas gentes de la Unión Sinarquista y me siento comprometido con ellos. Ayer desayuné con un diputado de San Luis Potosí y esta tarde vino a verme un obispo de Rumania, y esto no me hace ni rumano ni potosino ni nada. Hace años, dice, en una conferencia en León, Guanajuato, invitó a los sinarquistas a integrarse al PAN: “Me respondieron que no: ‘Los panistas son nuestros patrones’. No entendí y me explicaron: ‘Nosotros trabajamos en fábricas, cuyos dueños son los panistas.’ Ellos perciben, si está bien o está mal es otra cosa, que el PAN es un partido de clases sociales más altas y quieren tener su propio partido. No le veo nada de malo a que lo tengan, pero eso no quiere decir que yo los dirijo o los administro”. Gómez Granados, director general de la institución que se define como “eclesial” y que imparte enseñanza a los laicos sobre la doctrina social de la Iglesia “para ponerla en práctica en su vida cotidiana”, dice que le gustaría ver al PAN con “un mayor compromiso con la justicia social. Me parece que puede ser más evidente, más claro”.
Que viva el sinarquismo
Desde la tarde del lunes 13, el reportero buscó al presidente de la UNS, Enrique Pérez Luján, para conocer detalles sobre la formación del nuevo partido a partir del Movimiento de Participación Solidaria que, según información de sinarquistas que no están de acuerdo, comenzó a concretarse en marzo de este año. Localizado ese mismo día, vía telefónica Bolio Hollarán objetó una entrevista personal y ofreció conversar sobre el proyecto al día siguiente. Sólo hasta el miércoles, cuando Reforma publicó la información, aceptó una breve charla. Aseguró que el nuevo partido es una iniciativa ajena al PAN, al que renunció “hace unos días apenas”, y que no participan en el proyecto Luege, de quien fue secretario particular en el PAN capitalino, coordinador de delegaciones en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y en la Secretaría de Medio ambiente (Semarnat), ni Cecilia Romero, de quien fue senador suplente. “De hecho ni están de acuerdo”, aclaró Bolio, quien rechazó también que se trate de una formación con elementos de El Yunque, organización de extrema derecha, y que haya utilizado su cargo de coordinador general de Atención de Emergencias y Consejos de Cuenca de la Conagua para afianzar el nuevo partido: “Faltaba más, claro que no.” Bolio, sin embargo, es acompañado por funcionarios que colaboraron con él en este nuevo cargo, como Francisco Reyes Cervantes, delegado de la Profepa y de la Conafor (institución que encabezó Alberto Cárdenas); como otro de los animadores del proyecto, Ramón Trejo, quien estuvo involucrado en 2003 en el escándalo de la venta de candidaturas en el PAN en la capital, cuando Luege era su presidente. Otro participante es Mario Sánchez Soledad, exdelegado de la Profepa en Chihuahua y quien con sus hermanos Gabriel, Luis Eugenio y Gerardo son militantes panistas identificados con el grupo de Desarrollo Humano Integral (DHIAC), al que perteneció Manuel Espino, presidente del PAN.
Bolio objeta la participación de otros panistas de origen sinarquista, como Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco que se asume como discípulo de Víctor Atilano Gómez, quien organiza en el estado la creación de la nueva formación política. Además de ser ambos nativos de Lagos de Moreno, municipio alteño del que Atilano fue alcalde y después le heredó a González Márquez la presidencia nacional del Partido Demócrata Mexicano (PDM); tal cercanía no implica relación orgánica, aclara Bolio: “Que yo sepa, nadie ha hablado con el gobernador.” Hermético, Bolio se negó a revelar también la identidad de quienes financian el proyecto del nuevo partido. Hasta la noche del viernes evitó responder a llamadas y correos electrónicos sobre el apoyo que presuntamente recibe de empresarios como Servitje y Slim. Sólo refirió: “Estamos sufriendo por todos lados, pero vamos juntando de varios lugares. Hay gente que ya se ha acercado para ayudar. Incluso hoy nos hablaron para ofrecernos algunos medios”.
–¿Cómo se persuadió a la Unión Nacional Sinarquista para unirse con ustedes? ¿Qué acuerdo hubo?
–No hubo ningún acuerdo, fue una suma muy generosa. Es la oportunidad de que el sinarquismo sobreviva, pero no es un partido sinarquista ni nada.
Al respecto, el panista Luis Paredes Moctezuma, militante confeso de El Yunque, afirma que el nuevo partido es una réplica de lo que fue DHIAC, organismos de fachada de esa organización secreta de extrema derecha que desde principios de los ochenta –antes de controlar el PAN– tenía una alternativa a los organismos empresariales: “Es lo mismo. Quienes controlan el PAN quieren tener otra caja de resonancia. Cuando nos apoderamos de la Coparmex y la Concanaco, y había que presionar más fuerte, lo hacíamos a través del DHIAC. Por eso no tengo duda de que detrás del nuevo partido están Guillermo Velasco Arzac, quien no es panista, y Gonzalo Robles Valdés, quien sí es militante.”
La más reciente se celebró el jueves 2 de agosto –en el salón Ático cenaron churros con chocolate– y concurrieron, entre otros, la delegada en Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas Barrón; José Barroso Chávez, caballero de Malta, y el diputado federal Rogelio Carvajal, quien fue secretario particular de Felipe Calderón en la campaña presidencial. A los encuentros en la Hacienda de los Morales asisten también Guillermo Velasco Arzac, presidente de la Coordinadora Ciudadana, otra de las agrupaciones políticas nacionales que, sin perder su registro, colaboran con el nuevo partido, y el diputado local panista Alfredo Vinalay, excolaborador de José Luis Luege, también asiduo asistente. Fue justamente Luege, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el gobierno de Calderón, quien comunicó al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, en la sesión del lunes 6, la inminente formación de un nuevo partido político, porque uno de sus principales colaboradores, René Bolio Hollarán, se lo hizo saber. “No tengo nada que ver”, juró. Pero en efecto, en un proceso que comenzó al menos desde marzo de este año –y que el sábado 18 celebró en el Estado de México su segunda asamblea estatal verificada por el Instituto Federal Electoral (IFE)–, el Movimiento de Participación Solidaria tiene como el promotor más visible a Bolio, quien representó en la precampaña presidencial del PAN a Alberto Cárdenas Jiménez, respaldado por Servitje. Bolio Hollarán y miembros de la UNS –cuyo fundador fue Salvador Abascal Infante, padre del secretario general adjunto del PAN, Carlos Abascal– han utilizado para la promoción del nuevo partido las instalaciones del Instituto de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), institución fundada por Servitje en 1983 con la bendición del cardenal Ernesto Corripio Ahumada. El propio director general del Imdosoc, Manuel Gómez Granados, militante panista adherente como Servitje, fue anfitrión de un encuentro celebrado en las instalaciones de esa asociación eclesial el viernes 10, un día antes de la asamblea fundacional de ese movimiento, que se llevó a cabo con manifiesta ostentación en el salón El Rayo, en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal. Y es que el movimiento cuenta con suficiente sustento económico, lo que permitió persuadir a los dirigentes de la Unión Nacional Sinarquista, que facilitó a sus aliados del PAN el registro como agrupación política nacional, requisito que impone la ley electoral para la creación de un nuevo partido.
Los recursos provienen de empresarios, reveló Bolio Hollarán en esa reunión, en la que se hizo acompañar de otro de los promotores del nuevo partido: Fernando Rivera Barroso, exsecretario de Educación en el gobierno de Vicente Fox en Guanajuato y actual presidente del Movimiento Nacional de Laicos. Rivera Barroso fue también asesor en materia de “valores” de Reyes Tamez, secretario de Educación Pública federal, militante del Movimiento Unificado de Renovadora Orientación (MURO) y fundador del Movimiento Cristianismo Sí, formado en la primera visita del Papa Juan Pablo II, en 1979.
Muchos panistas
La reunión –confirmada al reportero por Gómez Granados, quien deslinda a Servitje– fue reseñada por una militante panista de Iztapalapa, Rebeca Moreno Lara Barragán, en una carta –de la que Proceso tiene copia– enviada el lunes 13 a la presidenta del PAN en el Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo. En la carta, la panista narra que antes de la llegada de Bolio y Rivera Barroso, en la reunión les fueron entregados los resultados de dos encuestas, una de María de las Heras sobre cómo 41% de los ciudadanos no se siente representado por los partidos actuales, y otra de Consulta Mitofsky, que establece que las dos prioridades de los ciudadanos son la familia y Dios. “Se habló de cómo ningún partido se preocupa realmente de los pobres, que nadie cuestiona cómo la reforma fiscal va a reducir el número de pobres”, escribió Moreno, y aseguró que Bolio también “habló de la cultura de la muerte de los otros partidos, de que no hay voces para defender lo que los mexicanos quieren de verdad y que ellos ahora serían la opción de ‘los de abajo’.” En la carta, detalla también la celebración de la asamblea fundacional del Movimiento de Participación Solidaria en esa delegación, donde se encontró a varios panistas, entre ellos a Ramón Trejo Hernández, funcionario de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y ligado a René Bolio desde que éste fue secretario particular de Luege en el PAN capitalino. “Y comprobé, con dolor, que lograron llenar con aproximadamente 3 mil personas el salón El Rayo, ubicado en Avenida Tláhuac, y que éstas habían sido llevadas en camiones y vehículos con las siglas de la Unión Nacional Sinarquista de México. También les dieron un lunch completo por un peso.” No se escatimaron recursos, describe: “(Usaron) también buen equipo de audio, un buen escenario, la mampara con el nombre de su movimiento y una frase relativa a la vida y a la familia. Esto es, tienen recursos que, según explicó el licenciado Bolio en la comida, provienen de empresarios." En la carta enviada a Gómez del Campo por Moreno Lara Barragán, excolaboradora de Marta Sahagún y actual funcionaria del Instituto de Desarrollo Social (Indesol), se detalla la reunión celebrada en el comedor del Indosoc, a la que asistieron 12 personas “de la sociedad civil y pastoral” de Iztapalapa, y en la que Gómez Granados disertó sobre el nuevo partido.
Mientras llegaban Bolio y Rivera Barroso, narra, “Gómez Granados comentó que estaban generando un movimiento que pretende ser un partido, ya que no se sienten representados por partido alguno, que la fuerza de este movimiento emanaba de un grupo de obreros y campesinos formados en los valores cristianos y aglutinados en la Unión Nacional Sinarquista de México”.
Y más adelante, después de haber visto en la asamblea a Bolio Hollarán y Ramón Trejo, dice sobre la presencia de panistas: “Había otros cuyos nombres no conozco, pero que he visto en reuniones del PAN en Iztapalapa. También estaba ahí el licenciado Manuel Gómez Granados, todos los anteriores con gafete de acreditación del IFE.” Moreno le dice a Gómez del Campo en su carta, que hizo circular también entre varios de sus compañeros del PAN: “Si escribo esto es porque la lealtad, la confianza y la unión en torno a los mismos principios es fundamental para los que tomamos la bandera del PAN en aras de luchar por un mejor México. Me llena de sinsabor este doble juego. No se vale estar al lado de alguien, mirarlo a los ojos y clavar por la espalda un puñal. No debe ser así cuando está en tus manos la tarea por el destino de México, pero debes lealtad y secrecía a otros intereses.” Consultado al respecto, Gómez Granados reconoce que esa reunión se realizó, lo mismo que otra con dirigentes sinarquistas, en la misma sede del Imdosoc, pero niega participar en el nuevo partido, igual que Servitje, cuya afiliación al PAN coincidió con el apoyo de ambos a Cárdenas Jiménez. “Él no tiene nada que ver con esto”, asegura. Niega que las reuniones en la Hacienda de los Morales sean parte de la misma estrategia: “Son cosas absolutamente distintas. Lo del rescate es una iniciativa eminentemente panista, no institucionalmente, sino de militantes panistas.” Aclara su participación como anfitrión de promotores del nuevo partido: “Yo presenté a quienes iban a hablar de ese proyecto, lógicamente lo presentaron y se acabó. Del movimiento que se está creando no formo parte”.
Bolio y Rivera Barroso, dice, son sus amigos porque “los dos fueron alumnos del Instituto”, y agrega que a los miembros de la UNS los conoce porque les ha impartido también cursos de doctrina social cristiana.
–¿Participó en la primera asamblea del nuevo partido?
–Yo no sé cuántas asambleas hayan tenido. El sábado me asomé, porque tengo muchos años conociendo a algunas gentes de la Unión Sinarquista y me siento comprometido con ellos. Ayer desayuné con un diputado de San Luis Potosí y esta tarde vino a verme un obispo de Rumania, y esto no me hace ni rumano ni potosino ni nada. Hace años, dice, en una conferencia en León, Guanajuato, invitó a los sinarquistas a integrarse al PAN: “Me respondieron que no: ‘Los panistas son nuestros patrones’. No entendí y me explicaron: ‘Nosotros trabajamos en fábricas, cuyos dueños son los panistas.’ Ellos perciben, si está bien o está mal es otra cosa, que el PAN es un partido de clases sociales más altas y quieren tener su propio partido. No le veo nada de malo a que lo tengan, pero eso no quiere decir que yo los dirijo o los administro”. Gómez Granados, director general de la institución que se define como “eclesial” y que imparte enseñanza a los laicos sobre la doctrina social de la Iglesia “para ponerla en práctica en su vida cotidiana”, dice que le gustaría ver al PAN con “un mayor compromiso con la justicia social. Me parece que puede ser más evidente, más claro”.
Que viva el sinarquismo
Desde la tarde del lunes 13, el reportero buscó al presidente de la UNS, Enrique Pérez Luján, para conocer detalles sobre la formación del nuevo partido a partir del Movimiento de Participación Solidaria que, según información de sinarquistas que no están de acuerdo, comenzó a concretarse en marzo de este año. Localizado ese mismo día, vía telefónica Bolio Hollarán objetó una entrevista personal y ofreció conversar sobre el proyecto al día siguiente. Sólo hasta el miércoles, cuando Reforma publicó la información, aceptó una breve charla. Aseguró que el nuevo partido es una iniciativa ajena al PAN, al que renunció “hace unos días apenas”, y que no participan en el proyecto Luege, de quien fue secretario particular en el PAN capitalino, coordinador de delegaciones en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y en la Secretaría de Medio ambiente (Semarnat), ni Cecilia Romero, de quien fue senador suplente. “De hecho ni están de acuerdo”, aclaró Bolio, quien rechazó también que se trate de una formación con elementos de El Yunque, organización de extrema derecha, y que haya utilizado su cargo de coordinador general de Atención de Emergencias y Consejos de Cuenca de la Conagua para afianzar el nuevo partido: “Faltaba más, claro que no.” Bolio, sin embargo, es acompañado por funcionarios que colaboraron con él en este nuevo cargo, como Francisco Reyes Cervantes, delegado de la Profepa y de la Conafor (institución que encabezó Alberto Cárdenas); como otro de los animadores del proyecto, Ramón Trejo, quien estuvo involucrado en 2003 en el escándalo de la venta de candidaturas en el PAN en la capital, cuando Luege era su presidente. Otro participante es Mario Sánchez Soledad, exdelegado de la Profepa en Chihuahua y quien con sus hermanos Gabriel, Luis Eugenio y Gerardo son militantes panistas identificados con el grupo de Desarrollo Humano Integral (DHIAC), al que perteneció Manuel Espino, presidente del PAN.
Bolio objeta la participación de otros panistas de origen sinarquista, como Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco que se asume como discípulo de Víctor Atilano Gómez, quien organiza en el estado la creación de la nueva formación política. Además de ser ambos nativos de Lagos de Moreno, municipio alteño del que Atilano fue alcalde y después le heredó a González Márquez la presidencia nacional del Partido Demócrata Mexicano (PDM); tal cercanía no implica relación orgánica, aclara Bolio: “Que yo sepa, nadie ha hablado con el gobernador.” Hermético, Bolio se negó a revelar también la identidad de quienes financian el proyecto del nuevo partido. Hasta la noche del viernes evitó responder a llamadas y correos electrónicos sobre el apoyo que presuntamente recibe de empresarios como Servitje y Slim. Sólo refirió: “Estamos sufriendo por todos lados, pero vamos juntando de varios lugares. Hay gente que ya se ha acercado para ayudar. Incluso hoy nos hablaron para ofrecernos algunos medios”.
–¿Cómo se persuadió a la Unión Nacional Sinarquista para unirse con ustedes? ¿Qué acuerdo hubo?
–No hubo ningún acuerdo, fue una suma muy generosa. Es la oportunidad de que el sinarquismo sobreviva, pero no es un partido sinarquista ni nada.
Al respecto, el panista Luis Paredes Moctezuma, militante confeso de El Yunque, afirma que el nuevo partido es una réplica de lo que fue DHIAC, organismos de fachada de esa organización secreta de extrema derecha que desde principios de los ochenta –antes de controlar el PAN– tenía una alternativa a los organismos empresariales: “Es lo mismo. Quienes controlan el PAN quieren tener otra caja de resonancia. Cuando nos apoderamos de la Coparmex y la Concanaco, y había que presionar más fuerte, lo hacíamos a través del DHIAC. Por eso no tengo duda de que detrás del nuevo partido están Guillermo Velasco Arzac, quien no es panista, y Gonzalo Robles Valdés, quien sí es militante.”
NOTA DESDE POR Druida en Resistencia
pseudoelecciones2006.blogspot.com/2007/08/la-ultraderecha-no-le-basta-el-pan
Kikka Roja
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