- Realizan en el Zócalo tocada en defensa del agro
- Al ritmo de la música recuerdan al gobierno que existen los campesinos
Javier Gurruchaga en el concierto Salvemos al campo para salvar a México Foto: Francisco Olvera
Miles de personas bailaron en la plancha del Zócalo capitalino durante ocho horas en el concierto Salvemos al campo para salvar a México, donde una docena de bandas mexicanas de música juvenil propalaron la alerta de la situación que enfrenta el medio rural y sus productos, así como el latente riesgo de que desaparezcan los productores de maíz una vez que se libere en 2008 el apartado agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Convocados por organizaciones campesinas y ecologistas, intelectuales, artistas, actores y actrices, los asistentes a la Plaza de la Constitución no sólo acudieron a disfrutar de los ritmos de la música vernácula y del son, ska, reggae y rock, sino a pronunciarse además por la defensa del país y su soberanía alimentaria, “y recordarle a nuestros gobiernos que también existen los campesinos”. En el concierto, que forma parte de la campaña nacional Sin maíz no hay país, ¡Pon a México en tu boca!, y que comenzó el pasado 25 de junio, la audiencia se solidarizó con la recolección de firmas que emprenden los convocantes para demandar a la administración federal que se retire del acuerdo comercial el capítulo agropecuario.
Saludaron además el anuncio de la Feria Nacional Campesina a realizarse en el Zócalo del 8 al 10 de noviembre, donde se espera la asistencia de productores de todas las regiones del país para acercarle a los capitalinos “una muestra de la riqueza del agro”. En la apertura del acto, la mención desde el escenario del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, y sus comentarios en torno a que en el país no hay ninguna oposición contra el apartado agrícola del TLCAN, obtuvieron sonora rechifla de los asistentes, que a gritos consignaron que “le estamos demostrando que los mexicanos sí estamos muy concientizados de las afectaciones que están teniendo lugar en el país con la apertura comercial” con Estados Unidos y Canadá.
Como preámbulo al concierto, por los organizadores, Lorena Paz, del Instituto Maya, señaló que los pueblos son lo que cosechan y lo que comen, por tanto, al ser México un país de origen del maíz y del grano, la base del consumo nacional, “la alimentación del pueblo está en peligro de muerte y los campesinos en extinción”. En su discurso destacó que de no haber una respuesta contundente de la sociedad mexicana en defensa de sus orígenes, a partir del primero de enero “se abrirán las fronteras del país a la importación indiscriminada de maíz y frijol de Estados Unidos, como está previsto en el TLCAN. Esto va a arrasar con nuestra producción nacional y obligarnos a consumir granos de baja calidad al precio que decidan las empresas trasnacionales de alimentos.
Saludaron además el anuncio de la Feria Nacional Campesina a realizarse en el Zócalo del 8 al 10 de noviembre, donde se espera la asistencia de productores de todas las regiones del país para acercarle a los capitalinos “una muestra de la riqueza del agro”. En la apertura del acto, la mención desde el escenario del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, y sus comentarios en torno a que en el país no hay ninguna oposición contra el apartado agrícola del TLCAN, obtuvieron sonora rechifla de los asistentes, que a gritos consignaron que “le estamos demostrando que los mexicanos sí estamos muy concientizados de las afectaciones que están teniendo lugar en el país con la apertura comercial” con Estados Unidos y Canadá.
Como preámbulo al concierto, por los organizadores, Lorena Paz, del Instituto Maya, señaló que los pueblos son lo que cosechan y lo que comen, por tanto, al ser México un país de origen del maíz y del grano, la base del consumo nacional, “la alimentación del pueblo está en peligro de muerte y los campesinos en extinción”. En su discurso destacó que de no haber una respuesta contundente de la sociedad mexicana en defensa de sus orígenes, a partir del primero de enero “se abrirán las fronteras del país a la importación indiscriminada de maíz y frijol de Estados Unidos, como está previsto en el TLCAN. Esto va a arrasar con nuestra producción nacional y obligarnos a consumir granos de baja calidad al precio que decidan las empresas trasnacionales de alimentos.
“Si no peleamos por sacar a nuestro maíz y frijol del TLCAN estaremos de rodillas ante Estados Unidos, habremos perdido nuestra soberanía alimentaria y dependeremos totalmente de otros países para comer”, alerto, y criticó que los gobiernos del PRI y el PAN desde hace mucho tiempo hayan renunciado a garantizar esta seguridad a la población.
Kikka Roja
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