Imposición, divide al PAN ÁLVARO DELGADO MÉXICO, D.F., 12 de mayo (apro).- "¡Queremos que nos respeten, que no haya dedazo! ¡No a caciques racistas!", exigían, a gritos y con pancartas, más de cien militantes --la mayoría indígenas mazahuas-- de San José del Rincón, un minúsculo municipio del Estado de México, mientras se agolpaban a las puertas de la sede del Partido Acción Nacional (PAN), clausuradas para ellos. Era el martes 10 de marzo y los panistas de ese municipio --el de mayor índice de pobreza del estado y fundado hace apenas siete años-- habían logrado que una comisión cruzara las rejas de acero del edificio para buscar ser atendida por el presidente del PAN, Germán Martínez. Querían demostrarle que el candidato a alcalde impuesto por la cúpula del PAN, Assis Bastida Contreras, no goza del apoyo de la militancia no sólo por su desprecio a los indígenas --"no quiere saludar de mano, porque dice que se ensucia"--, sino porque es sobrino del presidente municipal, Juan José Bastida Gómez, también racista y arrogante, sobre todo si le solicitan ayuda: "¿Qué yo los parí?". Más aún: Ambos forman parte del cacicazgo de los Bastida, cuyo patriarca es Rodolfo Bastida Marín, líder expriista de albañiles y transportistas que quiso formar el partido político Rumbo a la Democracia y que frustró, el año pasado, el Instituto Federal Electoral (IFE) por acreditarse prácticas corporativas, cuyo secretario general era su hijo, Rodolfo Bastida Mendoza. Ahora Bastida Mendoza es, por decisión de Martínez, el candidato del PAN a diputado federal por el distrito 3, con cabecera en Atlacomulco --cuyo aspirante priista es Emilio Chuayffet, exsecretario de Gobernación--, y Bastida Contreras, su primo, es el candidato a alcalde de San José del Rincón, municipio donde, el 6 de enero, la primera dama, Margarita Zavala, entregó 3 mil cobijas, 800 vajillas y más de mil juguetes. Precisamente esa visita de Zavala, que estuvo acompañada por el alcalde Bastida y el presidente estatal del PAN, Juan Carlos Núñez, provocó un roce con el gobernador Enrique Peña, acusado de ordenar al alcalde de San Felipe del Progreso, Eduardo Zarzosa, boicotear la visita. El CEN atribuyó a Peña "actitudes excluyentes, caciquiles y primitivas", aunque enseguida emitió un segundo boletín que censuró los dos últimos calificativos. "Los Bastida dicen que todo lo compran con dinero y que ya compraron las candidaturas", afirmaba el productor de papa Emiliano García Jordán, quien advertía: "Si el presidente del partido quiere negociar y entregar el municipio, que lo diga de una vez y ya no trabajamos. ¡Pero esa gente no va a ganar!". Los manifestantes eran encabezados, entre otros, por la lidereza mazahua Laura Cruz Arellano, quien padeció el racismo de los Bastida, como el alcalde: "Cuando hizo su campaña éramos sus amigas, pero desde que llegó al poder, se lava las manos con limón después de saludarnos, porque dice que le vamos a pegar una infección." Martínez jamás recibió a los dirigentes y, aunque uno de sus auxiliares les ofreció que podría haber cambios, las dos candidaturas quedaron firmes, pese a que se trató de acallar las protestas con cargos a la disidencia. "Me ofrecieron ser regidora", informó al reportero la lidereza Laura Cruz. --¿Y a Emiliano García qué le ofrecieron? --Él ya se fue a Convergencia, aunque nosotros seguimos en el PAN. --¿Apoyará usted a Assis, aunque sea racista? --Hay cosas que no me gustan, pero vienen de gente de arriba. Mi opinión no cuenta tanto. La prueba está en que no sé si verdaderamente vengo en la planilla. Héctor Marín, otro panista de ese municipio, lo dice con toda claridad: "Quedamos todos divididos y no veo cómo pueda ganar el PAN." Vínculos con el narco Pero así como en ese minúsculo y pobre municipio de apenas 80 mil habitantes --cuyo alcalde panista cobra 77 mil pesos cada mes, pese a que el Consejo de Valoración Salarial estatal lo fija en 51 mil--, el sello de la imposición de candidatos se evidenció también en Nuevo León, el próspero estado del norte y, en general, en todos los procesos internos para integrar las listas de candidatos del PAN a diputados federales. Y es que ese es el sello del PAN de Germán Martínez al iniciar las campañas hacia las elecciones del 5 de julio: La división por las imposiciones de candidatos. Por eso las manifestaciones frente al edificio del PAN son una práctica que no solía ser habitual hasta que llegó Martínez a la presidencia de ese partido, en diciembre de 2007, y cuya característica en todas las elecciones subsecuentes, a excepción de Baja California, ha sido precisamente la división y la derrota, que ha encubierto con el pleito con el priismo. Los estrados, donde se colocan obligatoriamente notificaciones legales, se pueblan con los juicios de protección a los derechos políticos de los militantes ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), donde el PAN es el partido más rijoso, más aún que el perredismo. "Partido que no se gobierna bien adentro, no tiene autoridad moral para gobernar afuera a los ciudadanos", proclama. Militantes de varios municipios del Estado de México --donde el CEN designó a todos los candidatos-- y otros estados se han manifestado contra las imposiciones y cunde la inconformidad después de que, en un hecho inédito, la cúpula del PAN designó 194 candidaturas de mayoría relativa, el 65% de las 300, y las plurinominales, sobre todo los primeros lugares, se caracterizaron por la lógica grupal. Apenas el miércoles 22 de abril, panistas de Atizapán protestaron de manera peculiar. En respuesta al espectacular que en la contraesquina del edificio dice: "Enfrente respaldamos al presidente", expendieron una enorme manta que reviraba: "Los de enfrente no apoyan al presidente. Solicitamos el cambio del candidato designado." Nadie del CEN les hizo caso. Tampoco a las mujeres de Michoacán que un día antes, el martes 21, desplegaron una enorme manta, a la que decoraron varios sostenes, mediante la cual exigían equidad de género para que Adriana Gabriela Ceballos quede en el lugar 11 y no en el 16 de la lista para diputados plurinominales. Una designación que ha generado furia entre el panismo es la del líder sindical Valdemar Gutiérrez, colocado detrás de Josefina Vázquez Mota en la lista de la cuarta circunscripción, y cuyo hijo, Israel Gutiérrez Botello, fue capturado en España, en 2005, con casi un kilo de cocaína en cápsulas que llevaba en el estómago y, luego de ser extraditado, está preso en el Reclusorio Norte. Pero no sólo eso: De acuerdo con investigaciones de la Procuraduría General de la República, publicadas en agosto de 2008 a través de la agencia Apro, Gutiérrez Botello está vinculado a una banda que opera en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyo sindicato controla su padre. Según información oficial recogida por el reportero Ricardo Ravelo, el hijo del candidato del PAN forma parte de una organización dedicada al tráfico de drogas a gran escala que tiene como escudo protector el Hospital General del Centro Medico La Raza, así como amplias conexiones, tanto en México como en Europa, y se le define como "diversa, peligrosa y violenta". En un caso semejante, la diputada federal Esmeralda Cárdenas fue obligada por Martínez a renunciar a la candidatura a la alcaldía de Colima, que ya le había sido asignada, debido a que sus hermanos estuvieron presos por delincuencia organizada, pero convalidó la candidatura del líder sindical, que también está inscrito en las listas del PRI. "No tenemos ninguna objeción para el candidato Valdemar Gutiérrez Fragoso", respondió Martínez a la pregunta de si era congruente quitarle la candidatura a la diputada Cárdenas y aprobar la del expriista secretario general del sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). --¿Lo apoyan? --Por supuesto que lo apoyamos, por unanimidad, en el Comité Ejecutivo Nacional. --¿A pesar de que su hijo está preso por narcotráfico? --El partido, el Comité Ejecutivo Nacional, el presidente del PAN, no tienen objeción a nuestro candidato Valdemar Gutiérrez Fragoso. --¿Y no debería de tenerla? --No hay ninguna… No tenemos ninguna objeción. Amigos y parientes Amiguismos y compadrazgos caracterizan gran parte de las candidaturas a diputados federales. Uno de ellos es el periodista Luis Enrique Mercado, exdirector de El Economista y de la revista Contenido, quien por su amistad con Calderón y Martínez fue postulado por doble vía: Por el distrito tres de Zacatecas, al que aspiraba el diputado loca panista Francisco Dick Neufeld, y en el lugar número 11 de la segunda circunscripción. Mercado, quien la madrugada del 5 de julio de 2006, cuando Calderón alcanzó el primer lugar en los cómputos distritales, llegó a la sede del PAN con dos botellas de champaña para festejar, está desarraigado, como acusó Dick Neufeld: "Tendrá que trabajar con sus propios méritos y demostrarle a los zacatecanos y al CEN que puede ganar." Otro amigo de Calderón, Mario Becerra Pocoroba, exrector de la Escuela Libre de Derecho, entró en el lugar 8 de la cuarta circunscripción. María Dolores del Río, exdirectora del Instituto de Educación para los Adultos (INEA) y derrotada precandidata al gobierno de Sonora, se colocó detrás de Manuel Clouthier en la primera circunscripción. Amigo también de Calderón y Martínez, el director jurídico del CEN del PAN y representante ante el IFE, Roberto Gil Zuarth, acumulará un tercer cargo al encabezar la tercera circunscripción, en la que se ubicó, en el lugar 8, a Gloria Luna Ruiz, quien fue coordinadora de la campaña de Calderón en Chiapas. Luna Ruiz será impugnada ante los tribunales porque se separó, extemporáneamente, del cargo de delegada de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), según pruebas que tienen en su poder aspirantes allegados a Manuel Espino, el antecesor de Martínez, excluido de las candidaturas. Como predijo Calderón en sus funerales, Juan Camilo Mouriño sigue ganando batallas después de muerto: La empresaria Nelly Márquez, íntima amiga del difunto, es número 2 de la tercera circunscripción, y Abraham Cherem Mizrahi, exsecretario particular, fue inscrito como candidato del distrito 18, en Huixquilucan del Estado de México, pero prefirió seguir siendo funcionario de la Secretaría de Gobernación. En Campeche, los familiares del exmano derecha de Calderón mantienen las principales candidaturas, como a Mario Ávila, candidato a gobernador, aunque se mantiene la confrontación con el diputado federal Jorge Nordhausen. "Es un títere de los Mouriño." El nepotismo es otra característica en las candidaturas, uninominales y plurinominales, como las practicadas por los gobernadores: Juan Manuel Oliva, de Guanajuato, colocó a su hermano Jaime en el distrito 6, de León, mientras que Héctor Osuna Millán, de Baja California, ubicó a su hermano Miguel en el distrito sexto, de Tijuana, y Marco Antonio Adame colocó a su cuñada Margarita Alemán Olvera en el lugar 12 de la cuarta circunscripción. Las esposas y hermanas de gobernantes han causado escándalo: Como la mujer del gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Patrón, Marcela Torres Peimbert, colocada en el número 4 de la quinta circunscripción, y Joann Novoa Mossberger, cónyuge del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, en el lugar 12 de la primera circunscripción. Esposas de prominentes políticos, aunque sin ninguna posibilidad de ser diputadas, son también candidatas: Mónica Dávila Gómez, esposa de Gustavo Cárdenas Gutiérrez, exdiputado federal, colocada en el número 32 de la circunscripción, y Alejandra Sada Alanís, esposa de Fernando Margáin, alcalde de San Pedro, Nuevo León, y quien aspiró a ser candidato a la gubernatura, se colocó en el lugar 20. Desafío al CEN La que tuvo mejor suerte fue María de Lourdes Reynoso Femat, hermana del gobernador de Aguascalientes, Luis Reynoso Femat, quien ha dado lugar a un nuevo enfrentamiento con los senadores Felipe González, su antecesor, y Rubén Camarillo, que aspira a sucederlo, y quienes responsabilizaron al presidente del PAN. "Germán Martínez demostró un desprecio por todas las fuerzas reales del PAN en Aguascalientes. Yo soy fiel al PAN, pero no a Germán, menos con lo que demostró", dijo González, mientras que Camarillo repudió también el nepotismo y sentenció: "Es una decisión que afecta al PAN de Aguascalientes y que fractura al panismo". Reynoso Femat logró colocar a su delfín, Raúl Cuadra, como candidato en el tercer distrito y a Antonio Arámbula, otro de sus allegados, en el primer distrito, que le había ofrecido a Benjamín Gallegos Soto, quien no aceptó por considerarlo una trampa para dejarlo fuera del proceso sucesorio, y se lanzó también contra González y Camarillo. "¿De qué se asustan?", preguntó, y les pidió recordar cómo, hace tres años, ellos fueron designados como candidatos a senadores: "Fue una negociación que (se) hizo con el gobernador, punto". Sin embargo, las imposiciones del grupo de Calderón a través de Martínez ya han sido combatidas por la vía jurídica: En un hecho inédito, el militante Erick Porres Blesa recurrió al TEPJF para promover un juicio de protección de sus derechos políticos contra la decisión del CEN de designar a 15 candidatos a diputados federales plurinominales, los tres primeros de cada una de las cinco circunscripciones, debido a que no se cumplió con lo establecido en la convocatoria emitida el 3 de febrero. El juicio tiene la huella de Espino: Porres Blesa fue su secretario particular en la presidencia de PAN y luego operador y secretario ejecutivo de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), pero se trata de la única acción jurídica para echar abajo la designación de las 15 candidaturas aprobadas por el CEN. El argumento de Porres es que el CEN publicó, el 3 de febrero, una invitación a la militancia a registrarse para ser candidatos a diputados plurinominales, y estableció que los 15 lugares correspondientes al CEN "se sujetarán al trámite que en su momento dicte el propio comité". El problema es que el CEN jamás informó de ningún "trámite" para el registro, establece el documento del que Proceso tiene copia, "hecho que por sí solo resulta grave y motivo suficiente, dado su vicio y por consecuencia nulidad de origen, para anular la designación hecha a quienes resultaron beneficiarios de la designación". Al no establecer un procedimiento mínimo y una metodología para quienes aspiraban a ser candidatos, como él, Porres afirma que "obviamente no se cumplió a cabalidad con lo previsto en la invitación" y "me causa agravio al haberse violentado mi derecho a participar" en ese proceso, porque además los 15 lugares que "abusivamente" se colocan al principio de cada una de las circunscripciones, se votaron en bloque. Así, Porres pide al TEPJF "subsanar todas y cada una de las irregularidades cometidas al hacer tan incorrecta designación de los candidatos" y que se "restituya en mi derecho y se me proponga al pleno del CEN para que en caso de que, una vez hecha la propuesta y de ser favorecido en mi persona el voto de la mayoría de los integrantes del comité Nacional, se me integre en alguna de las primeras plazas que corresponden". Al final, el TEPJF desechó la queja de Porres, quien siempre estuvo consciente de que difícilmente –debido a su cercanía con Espino-- podría ser aprobado como candidato y ahora apoya al aspirante a delegado en Álvaro Obregón, Carlos Durán Núñez, un panista que fue secretario particular del delegado perredista Leonel Luna. Cuando la presidenta del PAN capitalino, Mariana Gómez del Campo, supo que personajes cercanos a Espino estaban apoyando a Durán, pretendió sustituirlo por la perredista Lorena Villavicencio, allegada a Jesús Ortega, presidente nacional del PRD. Para consumar esa maniobra, el secretario general del PAN, Juan Antonio Arévalo, amenazó inclusive a Durán con difundir información que le había proporcionado un tío suyo que es espía del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). --Tengo mucha información –le advirtió--. Te pido que te bajes. --¡Tú y tu tío del Cisen me valen madres! La maniobra se pudrió. |
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