- La aparente explotación de yacimientos mineros, otro mecanismo del crimen organizado
- Iglesias y comercio de arte, medios para el lavado de dinero
- Depositan en bancos dinero aparentemente donado para remitirlo a otros países y legalizarlo
- Las ganancias provienen del tráfico de drogas, armas, personas, pornografía infantil, entre otras
Acapulco, Gro., 5 de octubre. La proliferación de iglesias, el comercio de arte y la aparente explotación de yacimientos mineros son los nuevos mecanismos a través de los cuales grupos de delincuencia organizada están encontrando caminos para lavar dinero de procedencia ilegal, de acuerdo con expertos convocados por la Asociación de Bancos de México (ABM). “Las instituciones financieras tienen la responsabilidad de implementar procedimientos para evitar ser utilizadas por la delincuencia organizada” para filtrar las ganancias de actividades ilícitas, sostuvo aquí Patricio Bustamante, vicepresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el organismo supervisor del sistema financiero en México. En el segundo y último día de trabajos del Noveno seminario internacional de prevención de lavado de dinero y de financiamiento al terrorismo, fueron mencionados algunos nuevos mecanismos de los que se valen grupos dedicados al tráfico de drogas, armas, personas, pornografía infantil, entre otras, para introducir al sistema financiero las ganancias obtenidas por sus actividades.
Uno de los expertos convocados, Marcelo E. Decoud, director regional para América Latina y el Caribe de la International Compliance Association, entidad con sede en Londres, mencionó que una nueva forma de lavado de dinero utilizada por organizaciones criminales es a través de agrupaciones de carácter aparentemente religioso que tienen representaciones en varios países latinoamericanos a la vez. Dio el caso de una agrupación originaria de Brasil, con un dirigente al que para no mencionar su nombre –por razones legales– identificó como “Osobuco”, que organiza concentraciones aparentemente de carácter religioso, donde los fieles participantes otorgan donativos. La agrupación religiosa acude al banco a depositar fuertes sumas de dinero en efectivo, que argumenta haber recibido de sus fieles como donativos. Ese dinero lo mueve de un banco en el país donde recauda hacia otra nación en el continente y a otra y otra, siempre justificando que son donativos, en efectivo y a través del banco, hasta darles un carácter aparentemente legal. “Osobuco viaja en un avión de 20 plazas, tiene más de 100 propiedades en la región, una enorme casa en Río de Janeiro y unas amigas que para qué les cuento; así cualquiera para de sufrir”, relató. “Estos mecanismos de lavado de dinero están proliferando en Latinoamérica por la misma proliferación de iglesias que hay en la región”, destacó el experto.
Mencionó que el comercio de arte, tradicionalmente empleado para lavar dinero, ha sido llevado por nuevos caminos por la delincuencia organizada. Usualmente, se pensaba que una organización interesada en blanquear dinero recurría a comprar obras de pintores muy reconocidos, valuadas en decenas de millones de dólares, para cumplir sus propósitos. La novedad, dijo, es que ahora un cuadro, realizado por algún pintor poco conocido o novel, llega a una galería y se vende a través de subasta. “Al siguiente día, es nuevamente subastado, en 100 mil dólares más que el anterior; es una forma de validar un precio. Esa operación es consolidada por un notario. La obra se vuelve a subastar y de esa manera un activo con valor económico intangible va generando movimientos de dinero que se trasladan a los bancos”, relató al insistir en el papel que en estos mecanismos pueden llegar a tener galerías de arte y notarios.
Se extiende supervisión
Precisamente el jueves, Luis Mancera de Arrigunaga, procurador fiscal de la Federación, había anticipado que las autoridades buscarán incluir a los notarios entre las personas y entidades obligadas a reportar a los organismos reguladores y supervisores del sistema financiero operaciones relevantes o sospechosas relacionadas con posibles delitos de lavado. Este viernes, durante la clausura del seminario, Patricio Bustamante Martínez, vicepresidente de la CNBV, dijo que el organismo supervisor ha elevado a “una alta prioridad” el combate al lavado de las ganancias de actividades ilegales y el financiamiento del terrorismo. “Para ello, se fortalecerá la supervisión y una parte ya ha iniciado con la mayor especialización por parte de los funcionarios de la CNBV que realizan las visitas de inspección a las instituciones financieras”, comentó. Como resultado las instituciones financieras han logrado avances para combatir el lavado de dinero, pero “todavía hay muchas áreas de oportunidad” para mejorar las acciones de prevención y combate. Pidió un mayor compromiso “de la alta dirección de las instituciones” para garantizar los procedimientos internos de seguridad y cumplir con el marco legal.
Uno de los expertos convocados, Marcelo E. Decoud, director regional para América Latina y el Caribe de la International Compliance Association, entidad con sede en Londres, mencionó que una nueva forma de lavado de dinero utilizada por organizaciones criminales es a través de agrupaciones de carácter aparentemente religioso que tienen representaciones en varios países latinoamericanos a la vez. Dio el caso de una agrupación originaria de Brasil, con un dirigente al que para no mencionar su nombre –por razones legales– identificó como “Osobuco”, que organiza concentraciones aparentemente de carácter religioso, donde los fieles participantes otorgan donativos. La agrupación religiosa acude al banco a depositar fuertes sumas de dinero en efectivo, que argumenta haber recibido de sus fieles como donativos. Ese dinero lo mueve de un banco en el país donde recauda hacia otra nación en el continente y a otra y otra, siempre justificando que son donativos, en efectivo y a través del banco, hasta darles un carácter aparentemente legal. “Osobuco viaja en un avión de 20 plazas, tiene más de 100 propiedades en la región, una enorme casa en Río de Janeiro y unas amigas que para qué les cuento; así cualquiera para de sufrir”, relató. “Estos mecanismos de lavado de dinero están proliferando en Latinoamérica por la misma proliferación de iglesias que hay en la región”, destacó el experto.
Mencionó que el comercio de arte, tradicionalmente empleado para lavar dinero, ha sido llevado por nuevos caminos por la delincuencia organizada. Usualmente, se pensaba que una organización interesada en blanquear dinero recurría a comprar obras de pintores muy reconocidos, valuadas en decenas de millones de dólares, para cumplir sus propósitos. La novedad, dijo, es que ahora un cuadro, realizado por algún pintor poco conocido o novel, llega a una galería y se vende a través de subasta. “Al siguiente día, es nuevamente subastado, en 100 mil dólares más que el anterior; es una forma de validar un precio. Esa operación es consolidada por un notario. La obra se vuelve a subastar y de esa manera un activo con valor económico intangible va generando movimientos de dinero que se trasladan a los bancos”, relató al insistir en el papel que en estos mecanismos pueden llegar a tener galerías de arte y notarios.
Se extiende supervisión
Precisamente el jueves, Luis Mancera de Arrigunaga, procurador fiscal de la Federación, había anticipado que las autoridades buscarán incluir a los notarios entre las personas y entidades obligadas a reportar a los organismos reguladores y supervisores del sistema financiero operaciones relevantes o sospechosas relacionadas con posibles delitos de lavado. Este viernes, durante la clausura del seminario, Patricio Bustamante Martínez, vicepresidente de la CNBV, dijo que el organismo supervisor ha elevado a “una alta prioridad” el combate al lavado de las ganancias de actividades ilegales y el financiamiento del terrorismo. “Para ello, se fortalecerá la supervisión y una parte ya ha iniciado con la mayor especialización por parte de los funcionarios de la CNBV que realizan las visitas de inspección a las instituciones financieras”, comentó. Como resultado las instituciones financieras han logrado avances para combatir el lavado de dinero, pero “todavía hay muchas áreas de oportunidad” para mejorar las acciones de prevención y combate. Pidió un mayor compromiso “de la alta dirección de las instituciones” para garantizar los procedimientos internos de seguridad y cumplir con el marco legal.
Kikka Roja