Revela investigación altos niveles de metales tóxicos en dos de los complejos lagunares más importantes de Veracruz, de donde se extraen productos para consumo humano
Edgar Ávila / Corresponsal
El Universal Xalapa, Veracruz Lunes 19 de enero de 2009
13:20 Dos de los complejos lagunares más importantes de Veracruz (de donde se extraen peces, moluscos, crustáceos para consumo humano) contienen altas concentraciones de metales tóxicos, descubrió una investigación realizada por la Universidad Veracruzana (UV) y el Instituto Tecnológico de Boca del Río. La investigación encontró niveles por arriba de los permisibles internacionalmente de aluminio, plomo, zinc, cobre y cadmio en las lagunas de Alvarado y La Mancha, asentadas en la región del puerto de Veracruz. "Sus niveles rebasan los límites permisibles de las normatividades nacionales e internacionales establecidas para acuíferos de producción pesquera", detalla el resultado de la investigación publicada en "Universo", órgano de difusión de la UV.
Las autoras del estudio, Patricia Aragón de la UV y Refugio Castañeda del Instituto, advirtieron que los metales pesados son tóxicos en altas concentraciones y un factor de propagación de enfermedades. El problema, señalan, es que los organismos (peces, moluscos, crustáceos) acumulan los contaminantes en su tejido graso y debido a las cadenas tróficas los hacen llegar hasta los seres humanos que los ingieren. Los efectos de estos productos tóxicos, que van desde problemas agudos o crónicos en la salud, pueden afectar lo mismo a organismos acuáticos que a humanos que consumen esos productos. El cadmio, recordaron las investigadoras, se acumula en el cuerpo humano (especialmente en el riñón), su eliminación es lenta y provoca afecciones renales, alteraciones óseas y fallos del aparato reproductor. Mientras que el plomo inhibe el transporte de oxigeno y calcio y alerta altera la transmisión nerviosa en el cerebro, además que se concentra en los tejidos, riñón, médula ósea, hígado y cerebro. Con el zinc, agrega el reporte científico, en casos extremos la población puede quedar envenenada si hay alta concentración en los alimentos que consume.
Para realizar el trabajo, indica el reporte de la casa de estudios de Veracruz, las investigadoras estudiaron tanto los sedimentos de ambas lagunas como una especia de ostión de importancia comercial. El trabajo incluyó muestreos en 35 estaciones en zonas altas, media y baja de Álvarado y 30 en La Mancha, así como tres bancos de ostión que operan en ambos lugares. De acuerdo con los estudios realizados en ambos sitios, el aluminio es el metal mas abundante, pues su concentración promedio es de nueve mil 560 microgramos por gramo de sedimento y de 827 en ostión. Posteriormente le siguen en concentraciones el zinc, plomo, cobre y finalmente cadmio. Esta situación se deriva -agrega el estudio- se debe a que Alvarado, a pesar de tener alta productividad pesquera, ha sido uno de los sitios más afectados por la contaminación, ya que recibe las descargas de los ríos Blanco y Papaloapan, los desechos de empresas cerveceras, textileras y papeleras. Además, agrega la investigación, de las descargas de los asentamientos humanos y los aportes por acarreo de las zonas de cultivo de piña, mango, sandía y tamarindo.
La Mancha, por su parte, presenta una alta productividad en moluscos que se explotan comercialmente y aunque no presenta grandes asentamientos humanos a su alrededor sí tiene un canal que le aporta agua dulce al sistema y en él vierten sus desechos las comunidades circunvecinas.
Las autoras del estudio, Patricia Aragón de la UV y Refugio Castañeda del Instituto, advirtieron que los metales pesados son tóxicos en altas concentraciones y un factor de propagación de enfermedades. El problema, señalan, es que los organismos (peces, moluscos, crustáceos) acumulan los contaminantes en su tejido graso y debido a las cadenas tróficas los hacen llegar hasta los seres humanos que los ingieren. Los efectos de estos productos tóxicos, que van desde problemas agudos o crónicos en la salud, pueden afectar lo mismo a organismos acuáticos que a humanos que consumen esos productos. El cadmio, recordaron las investigadoras, se acumula en el cuerpo humano (especialmente en el riñón), su eliminación es lenta y provoca afecciones renales, alteraciones óseas y fallos del aparato reproductor. Mientras que el plomo inhibe el transporte de oxigeno y calcio y alerta altera la transmisión nerviosa en el cerebro, además que se concentra en los tejidos, riñón, médula ósea, hígado y cerebro. Con el zinc, agrega el reporte científico, en casos extremos la población puede quedar envenenada si hay alta concentración en los alimentos que consume.
Para realizar el trabajo, indica el reporte de la casa de estudios de Veracruz, las investigadoras estudiaron tanto los sedimentos de ambas lagunas como una especia de ostión de importancia comercial. El trabajo incluyó muestreos en 35 estaciones en zonas altas, media y baja de Álvarado y 30 en La Mancha, así como tres bancos de ostión que operan en ambos lugares. De acuerdo con los estudios realizados en ambos sitios, el aluminio es el metal mas abundante, pues su concentración promedio es de nueve mil 560 microgramos por gramo de sedimento y de 827 en ostión. Posteriormente le siguen en concentraciones el zinc, plomo, cobre y finalmente cadmio. Esta situación se deriva -agrega el estudio- se debe a que Alvarado, a pesar de tener alta productividad pesquera, ha sido uno de los sitios más afectados por la contaminación, ya que recibe las descargas de los ríos Blanco y Papaloapan, los desechos de empresas cerveceras, textileras y papeleras. Además, agrega la investigación, de las descargas de los asentamientos humanos y los aportes por acarreo de las zonas de cultivo de piña, mango, sandía y tamarindo.
La Mancha, por su parte, presenta una alta productividad en moluscos que se explotan comercialmente y aunque no presenta grandes asentamientos humanos a su alrededor sí tiene un canal que le aporta agua dulce al sistema y en él vierten sus desechos las comunidades circunvecinas.
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