VIDEO: PRI PAN: FECAL USURPA EL PODER POR LA PUERTA DE ATRÁS.
LA RUTH "FALSALETA" UNA CHUCHA TRAIDORA VENDIDA.
http://www.youtube.com/watch?v=oN1rWPQp3EI
VIDEOS DE la Diputada Layda Sansores AQUI---->
http://www.youtube.com/user/laydasansores
y ahora fecal y los priistas se arrebatan los pedazos
PLAZA PÚBLICALA RUTH "FALSALETA" UNA CHUCHA TRAIDORA VENDIDA.
http://www.youtube.com/watch?v=oN1rWPQp3EI
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y ahora fecal y los priistas se arrebatan los pedazos
PAN: perder el partido y el gobierno
Miguel Ángel Granados Chapa
21 Feb. 10
Al admitir la renuncia de Gómez Mont al PAN y mantenerlo en su gabinete, Calderón privó su partido de la secretaría política por excelencia
Fue el propio Felipe Calderón quien advirtió el riesgo del PAN al empezar a ejercer funciones gubernamentales: perder el partido sin ganar el gobierno. No puede afirmarse que se haya consumado esa posibilidad, pero sí que el partido al que pertenece el presidente de la República vive tensiones interiores que lo desdibujan y limitan su capacidad para acceder al y ejercer el poder.
Desde que un candidato suyo ganó la Presidencia de la República, líderes y grupos en el PAN reclamaron mayor presencia del partido en el gobierno. La Secretaría de Hacienda, en particular, era un territorio vedado al panismo. Durante nueve años, las finanzas nacionales estuvieron en manos de la tecnocracia que sirvió al PRI en esa Secretaría. Apenas en diciembre pasado el PAN pudo sentirse satisfecho de que esa parcela de la administración quedara a cargo de uno de los suyos. Pero ese avance significativo del partido sufrió hace 11 días un frenazo que es en realidad un retroceso: el secretario de Gobernación dejó de ser miembro del partido. Aparte los simbolismos derivados de su apellido (los Gómez Mont han tenido presencia relevante en él desde mediados del siglo pasado), la renuncia de Fernando Gómez Mont a su militancia resultaba de un diferendo grave con el dirigente del partido, suscitado a su vez por la doble, y contradictoria, estrategia que el presidente Calderón juzgó posible emprender sin que se conociera esa dualidad.
Al admitir la renuncia de Gómez Mont a su partido y mantenerlo en su gabinete, Calderón privó al PAN de la secretaría política por excelencia. De paso, dejó en situación precaria al titular de Gobernación, que quizá con su gesto haya recobrado la confianza de su principal interlocutor, el PRI, al que le quedó claro que fue el Presidente y no Gómez Mont quien faltó a su palabra, pero no podrá confiar en los acuerdos que se entablen con Bucareli en lo sucesivo, porque pesará la incertidumbre sobre el aval que en último término otorgue el Ejecutivo a su colaborador.
En su nueva y frágil posición de ex miembro del PAN encargado de mantener la relación, entre otros, con ese partido, Gómez Mont salió en defensa de Calderón ante un inusitado y severo juicio del diputado Manuel Clouthier Carrillo, quien en una entrevista periodística tildó de "cabrón irresponsable" al Presidente que "no tuvo el tamaño de hacer lo que le correspondía en su mandato". Esa irresponsabilidad, a decir del hijo de Maquío, su tocayo y descendiente paradigmático, se concreta en que la guerra contra el narcotráfico "en Sinaloa no se ha visto". Precisó que "se ha golpeado a todos los cárteles y no ha sido proporcional con el de Sinaloa. ¡Eso es evidente!" (Álvaro Delgado, "Su guerra no llega a Sinaloa", Proceso, 14 de febrero).
Gómez Mont tomó la denuncia, y la ofensa, con calma. Sin referirse al feroz epíteto pronunciado por el legislador, fuente en realidad de su irritación, y quizá porque estaba preocupado por su propia situación, sólo el 17 de febrero, tres días después de publicada la entrevista, la respondió en una carta. Firmada como secretario de Gobernación y dirigida a un diputado federal, la misiva suena a una reconvención, que está prohibida constitucionalmente. En otro momento, pudo haber sido parte de un debate interno entre compañeros de partido, pero ni Gómez Mont ni Clouthier Carrillo son hoy miembros del PAN. El diputado federal sinaloense lo fue en un tiempo, pero se marchó como lo hizo su hermana Tatiana en 2005, cuando Manuel Espino fue elegido presidente de su comité ejecutivo nacional. El año pasado, en su reclutamiento de líderes civiles que enriquecieran la planilla panista (y mejoraran su votación), Germán Martínez lo invitó a ser candidato plurinominal, camino por el cual está en la Cámara.
No es la primera vez que Clouthier Carrillo clama contra la narcopolítica apoderada de su estado natal y contra la actitud del gobierno federal frente a ese fenómeno. Lo hizo muchas veces como director del diario Noroeste y también en su actividad política. Al declinar ser candidato al gobierno estatal, explicó que esa situación de lenidad contra "la camarilla mafiosa en el poder", como lo repitió en su entrevista con Delgado, significa que "Sinaloa es intocable", es decir que el narcotráfico lo es. En otros puntos Clouthier Carrillo discrepa también de la posición oficial del PAN. A diferencia del primer momento, ahora cree que su padre fue asesinado, para lo cual se simuló un accidente automovilístico el 1o. de octubre de 1989. Su hermana Tatiana estuvo a punto de padecer igual consecuencia en situación semejante años después.
A pesar de que lo llama "estimado Manuel", lo que sugiere un trato de camarada, en su carácter de miembro del gabinete Gómez Mont enjuicia severamente al diputado sinaloense. Como consecuencia de enumerar acciones que prueban que el "gobierno federal combate con determinación al crimen organizado en el estado de Sinaloa", considera "absolutamente falso que a lo largo de los tres años de la presente administración el gobierno federal haya dejado de actuar de manera decidida en Sinaloa para desarticular las redes financieras, logísticas, operativas y de protección institucional en el estado".
Tras mencionar número de detenidos, nombres de algunos de ellos y el porcentaje del desmantelamiento de mafias que corresponde a la del Pacífico, la admonición del secretario al legislador concluye con una reprimenda: "resulta no sólo falso, sino también sumamente irresponsable y moralmente condenable que se sugiera que desde el poder se promueva un modelo de vida política en Sinaloa ligado a la corrupción y al crimen organizado. Dicha acción merece la absoluta condena del gobierno federal...".
Clouthier Carrillo se ha sostenido en su dicho. Dista de retractarse y, al contrario, entiende la carta de Gómez Mont como una defensa oficiosa del gobierno de Sinaloa y subrayando que precisamente allí "está la bronca", en la alianza de poderes que hace padecer a los sinaloenses. Se ha expuesto, por lo tanto, a la inquina de sus compañeros en la fracción parlamentaria. Julio Castellanos, el hombre de mayor confianza de la coordinadora del grupo, Josefina Vázquez Mota, le ha pedido que pida licencia y deje su curul porque el partido la necesita para defender al Presidente. La bancada puede expulsarlo, pero no puede forzar su renuncia. Clouthier Carrillo pretende permanecer en su sitio para tener voz atendible en sus denuncias. Podría hacerlo como diputado independiente.
En tono menor, la intolerancia panista se ha cebado en la diputada local Lía Limón. Realizó una exitosa campaña que la llevó a obtener 32 mil 23 votos en el decimocuarto distrito de la Ciudad de México, casi el doble que los de su principal opositor, el priista Guillermo Lerdo de Tejada Servitje, y más que la votación sumada de éste y el candidato del PRD, PT y Convergencia. Al asumir su diputación, fue nombrada presidenta de la Comisión de Transparencia de la Gestión Pública y vicepresidenta de la de Vigilancia. Fue removida de esta última posición por negarse a firmar el pedido de acción de inconstitucionalidad que pretendió, sin éxito, presentar su bancada contra las reformas al Código Civil. Explica que lo hizo porque era un recurso mal fundado (como lo es el que inició la Procuraduría General de la República) y porque al perseguir un propósito discriminatorio es contrario al respeto a los derechos humanos, que es propio de la doctrina panista. Varios de sus compa- ñeros han propues- to su expulsión, has- ta ahora sin éxito.
Infracción semejante a los principios humanísticos de Acción Nacional cometieron los gobernadores que, a petición de su partido, o en acción al menos anunciada por el comité nacional panista, pretendieron abrir controversias constitucionales sobre las mismas reformas en el Distrito Federal. Las presentadas por los gobiernos de Guanajuato, Morelos y Tlaxcala fueron desechadas el jueves por "notoriamente improcedentes", pues no se sigue perjuicio alguno a sus entidades por la legislación capitalina. Igual suerte seguirán los recursos de Jalisco y de Sonora, inducidos por la cúpula panista a actuar partidistamente desde sus gobiernos.
Digamos en fin que el PAN presentará como suyos candidatos de Elba Esther Gordillo a los gobiernos de Puebla y Veracruz.
Eso es perder el partido y el gobierno.
Fue el propio Felipe Calderón quien advirtió el riesgo del PAN al empezar a ejercer funciones gubernamentales: perder el partido sin ganar el gobierno. No puede afirmarse que se haya consumado esa posibilidad, pero sí que el partido al que pertenece el presidente de la República vive tensiones interiores que lo desdibujan y limitan su capacidad para acceder al y ejercer el poder.
Desde que un candidato suyo ganó la Presidencia de la República, líderes y grupos en el PAN reclamaron mayor presencia del partido en el gobierno. La Secretaría de Hacienda, en particular, era un territorio vedado al panismo. Durante nueve años, las finanzas nacionales estuvieron en manos de la tecnocracia que sirvió al PRI en esa Secretaría. Apenas en diciembre pasado el PAN pudo sentirse satisfecho de que esa parcela de la administración quedara a cargo de uno de los suyos. Pero ese avance significativo del partido sufrió hace 11 días un frenazo que es en realidad un retroceso: el secretario de Gobernación dejó de ser miembro del partido. Aparte los simbolismos derivados de su apellido (los Gómez Mont han tenido presencia relevante en él desde mediados del siglo pasado), la renuncia de Fernando Gómez Mont a su militancia resultaba de un diferendo grave con el dirigente del partido, suscitado a su vez por la doble, y contradictoria, estrategia que el presidente Calderón juzgó posible emprender sin que se conociera esa dualidad.
Al admitir la renuncia de Gómez Mont a su partido y mantenerlo en su gabinete, Calderón privó al PAN de la secretaría política por excelencia. De paso, dejó en situación precaria al titular de Gobernación, que quizá con su gesto haya recobrado la confianza de su principal interlocutor, el PRI, al que le quedó claro que fue el Presidente y no Gómez Mont quien faltó a su palabra, pero no podrá confiar en los acuerdos que se entablen con Bucareli en lo sucesivo, porque pesará la incertidumbre sobre el aval que en último término otorgue el Ejecutivo a su colaborador.
En su nueva y frágil posición de ex miembro del PAN encargado de mantener la relación, entre otros, con ese partido, Gómez Mont salió en defensa de Calderón ante un inusitado y severo juicio del diputado Manuel Clouthier Carrillo, quien en una entrevista periodística tildó de "cabrón irresponsable" al Presidente que "no tuvo el tamaño de hacer lo que le correspondía en su mandato". Esa irresponsabilidad, a decir del hijo de Maquío, su tocayo y descendiente paradigmático, se concreta en que la guerra contra el narcotráfico "en Sinaloa no se ha visto". Precisó que "se ha golpeado a todos los cárteles y no ha sido proporcional con el de Sinaloa. ¡Eso es evidente!" (Álvaro Delgado, "Su guerra no llega a Sinaloa", Proceso, 14 de febrero).
Gómez Mont tomó la denuncia, y la ofensa, con calma. Sin referirse al feroz epíteto pronunciado por el legislador, fuente en realidad de su irritación, y quizá porque estaba preocupado por su propia situación, sólo el 17 de febrero, tres días después de publicada la entrevista, la respondió en una carta. Firmada como secretario de Gobernación y dirigida a un diputado federal, la misiva suena a una reconvención, que está prohibida constitucionalmente. En otro momento, pudo haber sido parte de un debate interno entre compañeros de partido, pero ni Gómez Mont ni Clouthier Carrillo son hoy miembros del PAN. El diputado federal sinaloense lo fue en un tiempo, pero se marchó como lo hizo su hermana Tatiana en 2005, cuando Manuel Espino fue elegido presidente de su comité ejecutivo nacional. El año pasado, en su reclutamiento de líderes civiles que enriquecieran la planilla panista (y mejoraran su votación), Germán Martínez lo invitó a ser candidato plurinominal, camino por el cual está en la Cámara.
No es la primera vez que Clouthier Carrillo clama contra la narcopolítica apoderada de su estado natal y contra la actitud del gobierno federal frente a ese fenómeno. Lo hizo muchas veces como director del diario Noroeste y también en su actividad política. Al declinar ser candidato al gobierno estatal, explicó que esa situación de lenidad contra "la camarilla mafiosa en el poder", como lo repitió en su entrevista con Delgado, significa que "Sinaloa es intocable", es decir que el narcotráfico lo es. En otros puntos Clouthier Carrillo discrepa también de la posición oficial del PAN. A diferencia del primer momento, ahora cree que su padre fue asesinado, para lo cual se simuló un accidente automovilístico el 1o. de octubre de 1989. Su hermana Tatiana estuvo a punto de padecer igual consecuencia en situación semejante años después.
A pesar de que lo llama "estimado Manuel", lo que sugiere un trato de camarada, en su carácter de miembro del gabinete Gómez Mont enjuicia severamente al diputado sinaloense. Como consecuencia de enumerar acciones que prueban que el "gobierno federal combate con determinación al crimen organizado en el estado de Sinaloa", considera "absolutamente falso que a lo largo de los tres años de la presente administración el gobierno federal haya dejado de actuar de manera decidida en Sinaloa para desarticular las redes financieras, logísticas, operativas y de protección institucional en el estado".
Tras mencionar número de detenidos, nombres de algunos de ellos y el porcentaje del desmantelamiento de mafias que corresponde a la del Pacífico, la admonición del secretario al legislador concluye con una reprimenda: "resulta no sólo falso, sino también sumamente irresponsable y moralmente condenable que se sugiera que desde el poder se promueva un modelo de vida política en Sinaloa ligado a la corrupción y al crimen organizado. Dicha acción merece la absoluta condena del gobierno federal...".
Clouthier Carrillo se ha sostenido en su dicho. Dista de retractarse y, al contrario, entiende la carta de Gómez Mont como una defensa oficiosa del gobierno de Sinaloa y subrayando que precisamente allí "está la bronca", en la alianza de poderes que hace padecer a los sinaloenses. Se ha expuesto, por lo tanto, a la inquina de sus compañeros en la fracción parlamentaria. Julio Castellanos, el hombre de mayor confianza de la coordinadora del grupo, Josefina Vázquez Mota, le ha pedido que pida licencia y deje su curul porque el partido la necesita para defender al Presidente. La bancada puede expulsarlo, pero no puede forzar su renuncia. Clouthier Carrillo pretende permanecer en su sitio para tener voz atendible en sus denuncias. Podría hacerlo como diputado independiente.
En tono menor, la intolerancia panista se ha cebado en la diputada local Lía Limón. Realizó una exitosa campaña que la llevó a obtener 32 mil 23 votos en el decimocuarto distrito de la Ciudad de México, casi el doble que los de su principal opositor, el priista Guillermo Lerdo de Tejada Servitje, y más que la votación sumada de éste y el candidato del PRD, PT y Convergencia. Al asumir su diputación, fue nombrada presidenta de la Comisión de Transparencia de la Gestión Pública y vicepresidenta de la de Vigilancia. Fue removida de esta última posición por negarse a firmar el pedido de acción de inconstitucionalidad que pretendió, sin éxito, presentar su bancada contra las reformas al Código Civil. Explica que lo hizo porque era un recurso mal fundado (como lo es el que inició la Procuraduría General de la República) y porque al perseguir un propósito discriminatorio es contrario al respeto a los derechos humanos, que es propio de la doctrina panista. Varios de sus compa- ñeros han propues- to su expulsión, has- ta ahora sin éxito.
Infracción semejante a los principios humanísticos de Acción Nacional cometieron los gobernadores que, a petición de su partido, o en acción al menos anunciada por el comité nacional panista, pretendieron abrir controversias constitucionales sobre las mismas reformas en el Distrito Federal. Las presentadas por los gobiernos de Guanajuato, Morelos y Tlaxcala fueron desechadas el jueves por "notoriamente improcedentes", pues no se sigue perjuicio alguno a sus entidades por la legislación capitalina. Igual suerte seguirán los recursos de Jalisco y de Sonora, inducidos por la cúpula panista a actuar partidistamente desde sus gobiernos.
Digamos en fin que el PAN presentará como suyos candidatos de Elba Esther Gordillo a los gobiernos de Puebla y Veracruz.
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