Parejas disparejas
Guadalupe Loaeza
Casarse con alguien fuera de su confesión religiosa ya no es gran cosa en los Estados Unidos, tampoco lo es hacerlo con una persona de otra generación. Cerca del 4% de los matrimonios es interracial, ni siquiera los abuelos se sentirán abrumados si un estadounidense se casa con alguien de otro color. Mientras las viejas prohibiciones se desvanecen, una nueva ocupa su lugar. Es una discriminación extendida aunque poco comentada que provoca dolor y estrés a las parejas afectadas, a quienes habitualmente se les dificulta hablar acerca del asunto aún entre ellos mismos. Nos referimos, a casarse con alguien totalmente alejado en lo que se refiere al “look” o al aspecto físico, es decir formar una pareja dispareja, tan opuesta físicamente, como resultaba La Bella y la Bestia o Agustín Lara y María Félix, quien muchos años después confesara en relación al físico del músico poeta: “Seguro que nunca ganaría un concurso de belleza, pero yo lo veo guapo. Y todos los que me cortejaron en vano deberían envidiarle. La belleza no está solo en el aspecto físico, en tener una cara atractiva. Un hombre guapo es un macho con palabras de amor… Y además Agustín, como amante, es una maravilla…”
Belinda Luscombe, autora del artículo titulado, “El Ultimo tabú” publicado en la revista Time (mayo 28, 2007), confiesa formar parte de un matrimonio “de belleza mixta” por cerca de una década y media; igualmente confiesa que se ha acostumbrado a las miradas y muecas de la gente que los rodea. Belinda, que está muy lejos de ser considerada como a una Venus, ha desarrollado incluso, una serie de respuestas despreocupadas para los inevitables comentarios proferidos por compañeras de trabajo y amigas, del tipo de: “Oye, tu marido está guapísimo” A veces contesta con cierta ironía: “No es mi marido, es mi hermano gemelo”, o en otras ocasiones dice: “Pues sí, aunque en el interior de Australia yo soy considerada un gran belleza y es Nicole Kidman la fea” Según cada vez, le duele un poco menos este tipo de comentarios.
Como muchos en su situación, no fue su intención inter-casarse. No es que tuviera expectativas por encima de su realidad, sucedió simplemente que era muy joven y lo suficientemente ingenua como para pensar que el amor lo conquistaría todo. Asimismo, y siempre con esa misma franqueza, nunca pensó que él era efectivamente tan guapo. Eso es lo que hace este tipo de discriminación tan insidiosa: no resulta claro que las parejas transgreden las leyes de la igualdad de atractivo sino hasta que ya se han casado. “A nadie le importa que salga con alguien fuera de mi tribu y se aplaude la intención ambiciosa de lanzarse por el tipo guapo al otro lado del cuarto, pero -como mis amigos de la comunidad gay han llegado a la conclución- hay un mundo de diferencia entre lo que se acepta en la inocente situación de “andar juntos” y en el criticable estado de estar casados” dice Belinda. Como en otras áreas de la discriminación, la mujer enfrenta una doble amenaza. Los hombres que se casan con mujeres bellísimas por lo general son estrellas de rock, o bien son muy ricos o que tienen- “cualidades escondidas”. Las mujeres que se casan con hombres muy guapos, están perdidas: su marido debe ser gay o tener cicatrices de acné. Los estándares son ridículos: Debora-Lee Turnes es una encantadora, alegre y atractiva mujer, que está casada con el súper galán Hugh Jackman, un fenómeno de la naturaleza. ¿Y cuáles son los rumores respecto a esta pareja? Que Jackman es gay.
Son sorprendentemente escasos los estudios -evaluados por pares- que se hayan efectuado del tipo de unión como el de Belinda. “Aun no tenemos nuestro cuadrito para ser “palomeado” en el censo de población, aunque hemos existido por años”. Si Ud sospecha que está en un matrimonio “interfacial”, no le de pena, la aceptación es el primer paso para la recuperación. Hágase estas preguntas: ¿Ud y su pareja no se ponen de acuerdo en el número de espejos que debe haber en la casa, en que ángulo se deben colocar y como deben estar iluminados? ¿Es Ud la que toma todas las fotografías en las reuniones familiares? ¿Si su cónyuge le compra algunos productos de belleza, lo toma como una especie de advertencia?
Todos estos son retos que las parejas disparejas deben enfrentar para sobrevivir. Y todo esto sucede antes aun de las grandes interrogantes: ¿Educa Ud a sus hijos como feos o guapos o bien trata de encontrar un justo medio como “simpáticos” o “monos”? ¿Celebra las fiestas para la “gente bonita” como el día de San Valentín o los carnavales? Pocas parejas de “atractivo desequilibrado” logran manejar estas cuestiones por sí mismas. Lo que ellas –las feas, necesitan desesperadamente es una pareja célebre que les sirva de vocera, un matrimonio de famosos dispuestos a pararse debajo de los reflectores para explicar los retos específicos de su desigual unión. Tal vez así la gente tendría un poco de compasión por aquellos feos y aquellas feas quienes, por causas ajenas a su voluntad, tienen que despertarse cada día con un ser humano guapísimo o guapísima y quedar boquiabierto, en la otra almohada.
Me pregunto si lo mismo le sucedía a Agustín Lara cuando se despertaba y sus ojos se topaban con esa mujer hermosísima. Sin embargo y a pesar de la belleza de María Félix, el “feo” de Lara le puso los cuernos. Cuentan que su secretario particular, echó de cabeza al compositor. Para congraciarse con la Doña, le contó que Lara tenía dos novias y una “casa chica”. Era demasiado para la Félix. ¿Cómo era posible que alguien osara ponerle cuernos a una Diosa, a una mujer tan hermosa, a la inspiradora de una de las canciones más famosas de Lara? ¿Cómo era posible que un hombre tan feo se diera el lujo de engañarla con otras mujeres? No, no lo soportó. Injertada en pantera como estaba, María tomó una sábana y echó toda la ropa del músico, incluyendo sus mancuernillas, sus corbatas, zapatos, abrigos, en fin todo. En seguida llamó al chofer y le dijo: “Llévele estas chivas al compositor al Lírico”. El chofer tomó el bulto como pudo y se lo llevó. Dicen que al llegar al teatro, el chofer tenía instrucciones de llevarle “sus chivas” en medio de la escena, mientras que Agustín Lara estuviera cantando. Hasta el fondo de todas sus pertenencias había una notita de la Doña que decía: “Regrésame la sábana porque es muy fina…”
¿La suerte de la fea, la bonita la desea?
JÁJAAA Me recuerda una escena de la película la Cenicienta, salí preguntando porqué la Cenicienta metía la mano con todo y guante a la fuente cuando paseaba con su príncipe. ¡a chingar a su madre! los políticos traen los calzones cagados.
Su imagen
Sinceramente no lo creo. Es más, ni lo necesita. Así como está su imagen, creo que está muy bien. ¿Por qué necesitaría cambiarla? A mi manera de ver, hacerlo sería un error porque dejaría de ser ella. ¿A qué corresponde exactamente "la imagen" en una figura pública? La primera vez que leí el término "ima-go-lo-gía" fue en el libro La Inmortalidad de Milan Kundera. En él se refiere a los profesionales de la imagen, a los imagólogos. Mismos que existían desde hace muchos años. Hasta el mismo Hitler tuvo su ima-gó-lo-go personal, quien se ponía ante él y le enseñaba pacientemente los gestos que debía hacer durante sus discursos para fascinar a las masas. El dictador no sabía mover las manos. Fue gracias a su imagólogo que aprendió utilizarlas para reafirmar las palabras de sus discursos y así poder convencer a las multitudes. Si entonces éste hubiera incurrido en una indiscreción y le hubiera comentado a algún periodista, que era gracias a él que Hitler sabía cómo valerse de sus gestos para que sus conceptos llegaran a la gente con más eficacia, seguramente no habría sobrevivido más de medio día. Según Kundera, actualmente, el imagólogo no sólo no oculta su actividad, sino que con frecuencia habla en lugar de sus hombres de Estado, le explica al público lo que les ha enseñado y lo que ha logrado que olvidaran; cómo deberán de comportarse, de acuerdo con sus instrucciones; qué fórmulas utilizarán y qué corbata deberán llevar puesta. No hay duda, la imagología ha conquistado en las últimas décadas una victoria histórica sobre la ideología. El autor de La Insoportable levedad del ser, afirma que la imagología es más fuerte que la realidad.
Tiene razón Kundera, no dudo que la imagen sea cada vez más importante, especialmente en los últimos años. Si algo le reprochaban sus detractores a la candidata socialista a la Presidencia de la República francesa, Ségolène Royal, era la reconstrucción de su apariencia física. "Como Mitterrand, ella también tuvo que limarse los colmillos, ponerse jacquets y corregirse el mentón. Eso demuestra lo frívola que es", decían. Por su parte, a Sarkozy siempre le recriminan, el hecho de que invierta demasiado dinero en sus trajes, en sus coches y en sus relojes. "Se viste igual que sus amigos millonarios", comentan no sin sarcasmo. Pero si algo está consolidando actualmente el presidente de Francia, es proyectar, precisamente, una imagen de mandatario moderno preocupado por su silueta; de ahí que diariamente haga jogging; ahora los franceses deberán acostumbrarse a ver a su Presidente corriendo por los jardines del Elíseo con sus bermudas y sus tenis Nike, al lado de su primer ministro. Pero por lo que se refiere a Margarita Zavala, en honor a la verdad, siento que no requiere ningún tipo de "construcción" para verse más como primera dama. No lo necesita. Lo anterior viene a cuento, por el reportaje central de la revista Proceso de esta semana, (número 1596) titulado Cambio de Imagen... a Costa del Erario. Cuando compré el semanario, me encontraba con Sofía y al ver ésta, en la portada, la fotografía de Margarita Zavala, vestida de la manera más sencilla (playera negra y una falda de algodón floreada), mi amiga exclamó escandalizada: "Ay, pero qué exagerados... Qué revista tan amarillista... ¿Cuánto le podría costar al erario el cambio de imagen de una mujer que de suyo es súper sencilla y que ciertamente no tiene nada que ver con la anterior... Ésa sí que nos costaba millones y millones de pesos...
Pero, ¿Margarita? Si se arregla como la típica ex alumna del Asunción, súper clásica, es de lo más conservadora. Ella siempre está muy en su lugar, siempre tiene el mismo peinado, pero sobre todo, la misma actitud de informal, hasta podría decir que de cool. Nadie podría negar que es de lo más low profile. Y si sacan noticias de ella en el periódico no es porque ella busque las cámaras, son las cámaras las que la buscan y hasta con morbo, con ganas, exclusivamente, de encontrarle el 'prietito' en el arroz. Mira, si algo le admiro a Margarita es que no sea nada protagonista, ni arribista, ni narcisista... Ella sí que a leguas se ve que no es nada gastadora... Que nunca lo ha sido. En cambio, Mar-ti-ta, híjole, ésa sí que era consumista compulsiva... Ésa sí que cambió de look 180 grados. ¿Te acuerdas cuando se quitó el fleco y cómo de un buen día para otro apareció en las fotografías llena de botox? Yo, cada vez que la veía en la prensa, gritaba para mis adentros: '¡botox, por botox, arruga por arruga!'. Ella sí que no salía de las boutiques como Chanel, Frattina y otras más que están en Presidente Masaryk. Me acuerdo que cuando se publicó el reportaje de la revista Quien respecto a las posibles primeras damas, la más sencilla y auténtica de las tres, era precisamente Margarita. Claro que ahora como esposa del Presidente, es obvio que quiera cuidar su imagen. Está en su derecho. Además, a Margarita, le importan otras cosas, no te olvides que es una profesional, es una abogada, que ha sido diputada federal a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Tiene una maestría, creo que en Derecho. Dentro del PAN siempre fue muy apoyadora de las mujeres.
Claro, que yo no estuve nada de acuerdo con ella cuando se pronunció contra la despenalización del aborto. No creo que hubiera sido su papel como primera dama al hacer una declaración tan en contra de la opinión mayoritaria de las mujeres del Distrito Federal (ahora veo con preocupación, y más aún con la modificación, al dictamen, que una niña o niño que tienen 12 semanas en el vientre de la mamá, y que ya es posible verlo en la pantalla que tiene corazón, pulmones, cabeza y brazos, no se le considere persona y se le niegue el derecho a vivir). Bueno, pero independientemente de su ideología con la que no estoy nada de acuerdo, lo bueno es que ella no va a estorbar a su marido. Tengo la impresión de que le queda muy claro que la gente no votó por ella, sino por su marido. Te apuesto lo que quieras que Margarita sí sabe quién es 'la escritora india, Rabina Gran Tagora' (já, já, já...). Y otra cosa que tiene nuestra primera dama a su favor, es que afortunadamente sus hijos están todavía muy, muy pequeños como para hacer negocios chuecos... You know what I mean...". ¡Ah, cómo estaba exaltada Sofía cuando descubrió la portada del semanario por eso no dejaba de hablar y de hablar y de hablar... Bien dice la frase que "donde no hay publicidad resplandece la verdad".
gloaeza@yahoo.com
¡Qué tijerota! jájaja
Kikka Roja