Marco Jiménez Santiago y Leonardo Gómez Emilsson, momentos después de ser liberados por el juez 33. El joven de la derecha fue el primero en recibir el galardón de manos del mandatario por su "excelencia académica" y quien con el puño en alto le gritó "espurio"
La libertad de expresión es un derecho internacional, señala Edgar Cortez Grave, que el gobierno trate como criminales a personas críticas: ONG Emir Olivares La detención de dos jóvenes que se manifestaron en contra de Felipe Calderón durante un acto oficial se inscribe en la práctica de la criminalización de la protesta social que ha emprendido el actual gobierno, además de que vulnera la libertad de expresión de los estudiantes, derecho internacional que México está obligado a cumplir, consideraron defensores de derechos humanos. “Es una actitud grave” de la administración federal, lo que “demuestra signos de incapacidad para reconocer que en el país existen puntos de vista diferentes al oficial”, consideró Edgar Cortez, secretario ejecutivo de la Red Todos los Derechos para Todos. Señaló que la detención de Andrés Leonardo Gómez, de 18 años, quien fue destacado estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (plantel sur) de la Universidad Nacional Autónoma de México, y de Marco Virgilio Jiménez Santiago, de 24 años, tesista de la carrera de Historia en la Facultad de Filosofía de la máxima casa de estudios, denota una “actitud grave, pues se da trato de delincuentes a personas críticas y con posiciones distintas a la oficial. Es una acción que se inscribe en la garantía del derecho a la libertad de expresión y de manifestación”. El activista refirió que no existe delito qué fincar a los dos universitarios, por lo que no había razón para detenerlos, y menos aún para presentarlos ante el Ministerio Público local. “Fue una acción de intimidación para los disidentes a la postura oficial. El derecho de libertad de expresión no se sujeta a actos oficiales ni a la investidura presidencial”. En tanto, Brisa Maya, directora del Centro Nacional de Comunicación Social, señaló que la detención de ambos jóvenes fue una acción que atentó contra la libertad de expresión de los universitarios y demostró que el gobierno de Calderón “no responde a un estado de derecho democrático” al tratar de sancionar a quienes tienen un punto de vista contrario. Remarcó que la actitud de los jóvenes “es reflejo del enojo de un sector de la población ante la decisión electoral de 2006 (que dio un cuestionado triunfo a Calderón). Es una herida que no ha sanado y el gobierno federal no acaba de entender que esto no es fácil de olvidar”. Alejandro Juárez, de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, consideró que fue un “acto de censura debido a que se remitió ante una autoridad a los jóvenes como si en verdad hubieran cometido un delito. Éstos sólo expresaron una opinión política que no constituye ningún delito ni infracción ante los ordenamientos legales”. Sin embargo, señaló que no podría considerarse como criminalización de la protesta.
Roberto Garduño La detención de los dos jóvenes que increparon a Felipe Calderón Hinojosa en Palacio Nacional representa “el rechazo y la animadversión que el Presidente de la República provoca aún en amplios sectores de la sociedad; y es muestra del grado de intolerancia y temor del Ejecutivo federal hacia sus opositores”, señalaron diputados de PRD y PT. Humberto Zazueta y Silvano Garay coincidieron en que el suceso del día de ayer, durante la ceremonia de entrega del Premio Nacional de la Juventud, se “repetirá y seguirá a Felipe Calderón durante el resto de su mandato”. Para Zazueta, la actitud de los integrantes del Estado Mayor Presidencial, “que además reciben su instrucción y su haber con recursos públicos, es decir, aportados por la misma sociedad, es relevante porque criminaliza la oposición y la discrepancia; manifiesta, además, el temor que al sistema le provoca el malestar de los ciudadanos. “A pesar de no habérseles sometido a un proceso legal, por la buena voluntad de la Presidencia de la República, los jóvenes inconformes ya fueron tachados como rebeldes por la mayoría de los medios de comunicación que los tomarán como carne de cañón para defender a quien es indefendible, me refiero a Felipe Calderón”. El legislador perredista señaló que si “el Presidente hubiese tenido visión de Estado, es decir, de conocer lo más intrínseco del poder, hubiese impedido que los agentes que le vigilan las espaldas se lo hubiesen llevado, en lo que constituye un hecho vergonzoso para quien ocupa Los Pinos”. Con preocupación, Silvano Garay, del Partido del Trabajo, recordó que en los hechos y en el discurso se manifiesta “el endurecimiento del régimen panista. Al rechazo y la animadversión que concita, en una gran porción de la sociedad, Felipe Calderón ha respondido con una campaña mediática para inculcar el temor y el miedo, acompañada de mensajes subliminales para que se aliente la intolerancia contra aquellos que no comparten en nada la visión de la vida que defiende el encargado en turno de Los Pinos”. ■ “¡Espurio; no hay libertad!”, le gritaron durante la entrega del Premio Nacional de la Juventud Increpan estudiantes a Calderón en Palacio; el EMP los lleva ante el juez ■ Leonardo Gómez Emilsson y Marco Jiménez Santiago fueron incomunicados por elementos del Estado Mayor durante casi una hora ■ Salieron libres porque “Los Pinos no levantó cargos” Claudia Herrera Beltrán |
Los militares cumplieron su deber: Presidencia
■ Leonardo Gómez Emilsson, de los más destacados en matemáticas
Estoy convencido del fraude, dice el joven que gritó espurio a Calderón
■ Repliqué que no hay libertad porque no soporté el cinismo: Marco Jiménez
Claudia Herrera Beltrán
Kikka Roja
Estoy convencido del fraude, dice el joven que gritó espurio a Calderón
■ Repliqué que no hay libertad porque no soporté el cinismo: Marco Jiménez
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El presidente Felipe Calderón se retira de Palacio Nacional luego de reconocer a jóvenes galardonados con el Premio Nacional de la Juventud. Atrás, la titular de la Secretaría de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota Foto: María Luisa Severiano Andrés Leonardo Gómez Emil- sson, el joven que gritó “¡espurio!” al presidente Felipe Calderón tras haber recibido el Premio Nacional de la Juventud por ser uno de los alumnos más destacados del país en el área de matemáticas, dice estar convencido, por estudios estadísticos, de que hubo fraude en las elecciones de 2006.Ha ganado medallas de plata en las Olimpiadas Nacionales de Matemáticas y de bronce en las de Matemáticas de la Cuenca del Pacífico 2007; obtuvo el primer lugar en el concurso Leamos la ciencia para todos, del Fondo de Cultura Económica, y una presea internacional de bronce en la primera Olimpiada Juvenil de Ciencia, en Indonesia.
Ingresó a bachillerato con uno de los puntajes más altos
Además, obtuvo 120 aciertos –uno de los puntajes más altos– en el examen de ingreso al bachillerato, y tras estudiar un año en el Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Sur, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue seleccionado por la Asociación Mexicana pro Colegios del Mundo Unido, para ir a Noruega, donde actualmente cursa el segundo grado de bachillerato.En entrevista, explica las razones de su inconformidad: “desde hace mucho tiempo decidí que Calderón no es mi presidente. He visto análisis estadísticos de las elecciones y es obvio que es un fraude. En fin, hay asimetrías estadísticas que son imposibles de explicar a menos que haya un fraude”.Contó que al inicio de la ceremonia declinó saludar al michoacano. “Le dije: no te puedo dar la mano, y él me dijo: ‘ah bueno. Está bien, muchacho’, o algo así, y me tocó (la espalda)”.Después, cuando recibió el premio de manos del Ejecutivo federal –que consiste en diploma firmado por el Presidente, una medalla, roseta de oro y 130 mil pesos–, recordó que no se dieron la mano.Y decidió manifestar su inconformidad cuando Calderón hizo un reconocimiento a Eufrosina Cruz, quien dijo que da voz a las mujeres de Oaxaca para que puedan votar. “¿Por qué él no le dio voz a los mexicanos al convertirse en presidente; eso me estaba matando por dentro; no lo podía dejar pasar”, relató el muchacho de traje y peinado con cola de caballo, quien no imaginó lo que pasaría después, porque pensó que tenía “fuero” por ser uno de los premiados.
Gómez Emilsson pertenece además a una familia de académicos de larga trayectoria en la UNAM. Su abuelo, el geólogo Ingvar Emilsson, es coordinador de Plataformas Oceanográficas de la Coordinación de la Investigación Científica, y su padre, Luis Gómez Sánchez, economista y doctor en historia y sociología por la Universidad de París, fue candidato a la dirección de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios, donde imparte asignaturas de sociología, además, en 2000 fue delegado en Tlalpan.En tanto, Marco Virgilio Jiménez Santiago, quien formaba parte del público que asistió a la entrega de los premios y exclamó: “¡no hay libertad en este país!”, tiene 24 años, es “tesista” de la carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM e integrante del Encuentro Estudiantil Multidisciplinario Metropolitano, que presentó un proyecto de cultura democrática al Instituto Mexicano de la Juventud.Asegura que la protesta contra Calderón fue porque “no soportaba el cinismo de los discursos y repliqué que no hay libertad”.
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