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Raymundo Riva Palacio
Un elefante en Zacatecas
Viernes, 22 de Mayo de 2009
La decisión de Ricardo Monreal para pedir licencia temporal en el Senado y acompañarla de una solicitud de retiro de fuero y de permitir a las autoridades que revisen todos los movimientos financieros que ha tenido durante la última década, la tomó a la medianoche del martes, después de ver El Noticiero de Joaquín López Dóriga, al observar en fila, en embate directo contra su familia por una investigación por el decomiso de 14 toneladas de mariguana en una bodega de su hermano Cándido en Zacatecas, a la gobernadora Amalia García, al presidente del PRD, Jesús Ortega, al coordinador perredista en el Senado, Carlos Navarrete, al presidente del PAN, Germán Martínez, y al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. Si tenía dudas, ahí las aclaró. Se trataba de un ataque de Estado.
Su jugada fue táctica, al emplazar al procurador general, Eduardo Medina Mora, a informar sobre la existencia o no, de una averiguación previa en su contra. No fue sólo una ocurrencia. En días pasados, según allegados a Monreal, Gómez Mont había dicho que tenían listo el expediente contra el senador, pero no podrían hacer nada porque tenía fuero. La lógica de Monreal era que vendría toda una campaña mediática en su contra en torno al tema de impunidad, por lo que salió a atajar la estrategia. El ataque político-judicial a su familia en Zacatecas tiene la cara pintada de narcotráfico, pero la piel es política. La investigación a Cándido la ve como pretexto. David Monreal, el popular alcalde de Fresnillo, pre candidato del PT a la gubernatura de Zacatecas, y él mismo, en el proyecto lópezobradorista de largo plazo, son los verdaderos objetivos.
En Zacatecas, ciertamente parece haber un laboratorio político-electoral. Para 2010 –la elección para gobernador-, y para 2012 –la elección presidencial y del Gobierno del Distrito Federal-. En juego, a corto, mediano y largo plazo, está la gobernabilidad del régimen, que pasa por el achicamiento del activo más eficiente del movimiento de Andrés Manuel López Obrador –y la alianza con un sector de la izquierda menos radical y más parlamentario que social. García, que entiende el nexo de Monreal con López Obrador, llamó a éste por teléfono esta semana para buscar un control de daños, pero el tabasqueño no respondió. Navarrete fue más allá. Le dijo a Monreal que no provocara al presidente Felipe Calderón y que negociara con el gobierno federal. También lo rechazó.
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La operación de García y Navarrete, como representante de la facción en control del aparato del PRD, que se conoce como la corriente de Los Chuchos, tiene mucho que ver con la inauguración del Centro de Convenciones de Zacatecas el 28 de abril pasado con el concierto de Plácido Domingo, y en donde el invitado de honor era el presidente Calderón. La gobernadora convocó también a la dirigencia de su partido, que acudió al evento, y que junto con los asistentes al espectáculo, aplaudió de pie a Calderón cuando llegó. Dos testigos informaron a Monreal que el presidente habló con la gobernadora de cinco temas, y uno de ellos era que se activara a nivel federal el caso de la deshidratadora de chiles secos de Cándido Monreal, que había sido incautada por el Ejército a fines de enero, donde encontraron 14 toneladas de mariguana, presuntamente propiedad de Los Zetas.
Monreal pensó que sería utilizada por el gobierno previo a la elección para la gubernatura el próximo año, pero cuando se dio la fuga de 53 reos, incluida una célula de Los Zetas, de la cárcel de Cieneguillas el fin de semana pasado, especuló que podrían emplearla para la elección federal. El senador Monreal acusó desde ese mismo día al gobierno de Zacatecas de complicidad con el narcotráfico, que era una imputación que ya había hecho. El 11 de mayo acusó a Sonia Villarreal, la coordinadora de giras de García, de haber permitido la llegada del narcotráfico a Zacatecas, lo que pareció respuesta a la publicación en el mensuario, "La Verdad de los Hechos", de la información del operativo de fines de enero en la bodega de Cándido, que reprodujo una fotografía del inmueble--la misma foto que tres semanas después empleó Reforma para ilustrar su nota sobre la investigación de la PGR sobre los hermanos Monreal el lunes pasado.
La noticia que publicó Reforma abrió una línea de discusión política donde la fuga de Cieneguillas pasó a segundo término, mientras que el conflicto entre García y Monreal se convertía en el eje del debate. Allegados a la gobernadora enviaron el mensaje a Monreal de que ella no había filtrado nada a la prensa, sino el gobierno federal. En todo caso, un elefante había aparecido en Zacatecas, y provocó la distracción del problema de fondo: los problemas de gobernabilidad de García, y la estrategia política de largo plazo.
Golpeando a Monreal le quitan un brazo a López Obrador para 2012. Golpeando a la familia Monreal, lastiman a David y reducen la posibilidad de que el lópezobradorismo conquiste la gubernatura en 2010 y crear en Zacatecas un bastión del radicalismo de izquierda. Golpeando a David, abren la posibilidad de que sea el PAN quien aspire a tomar el control del estado en 2010. Golpeando a ese grupo, esconden las deficiencias de García y le abren el camino para su aspiración tras Zacatecas, la jefatura de Gobierno del Distrito Federal en 2012, y la negociación política con Los Chuchos, más dóciles ante el poder federal y, como se ha visto, más proclives a la transacción.
Su jugada fue táctica, al emplazar al procurador general, Eduardo Medina Mora, a informar sobre la existencia o no, de una averiguación previa en su contra. No fue sólo una ocurrencia. En días pasados, según allegados a Monreal, Gómez Mont había dicho que tenían listo el expediente contra el senador, pero no podrían hacer nada porque tenía fuero. La lógica de Monreal era que vendría toda una campaña mediática en su contra en torno al tema de impunidad, por lo que salió a atajar la estrategia. El ataque político-judicial a su familia en Zacatecas tiene la cara pintada de narcotráfico, pero la piel es política. La investigación a Cándido la ve como pretexto. David Monreal, el popular alcalde de Fresnillo, pre candidato del PT a la gubernatura de Zacatecas, y él mismo, en el proyecto lópezobradorista de largo plazo, son los verdaderos objetivos.
En Zacatecas, ciertamente parece haber un laboratorio político-electoral. Para 2010 –la elección para gobernador-, y para 2012 –la elección presidencial y del Gobierno del Distrito Federal-. En juego, a corto, mediano y largo plazo, está la gobernabilidad del régimen, que pasa por el achicamiento del activo más eficiente del movimiento de Andrés Manuel López Obrador –y la alianza con un sector de la izquierda menos radical y más parlamentario que social. García, que entiende el nexo de Monreal con López Obrador, llamó a éste por teléfono esta semana para buscar un control de daños, pero el tabasqueño no respondió. Navarrete fue más allá. Le dijo a Monreal que no provocara al presidente Felipe Calderón y que negociara con el gobierno federal. También lo rechazó.
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La operación de García y Navarrete, como representante de la facción en control del aparato del PRD, que se conoce como la corriente de Los Chuchos, tiene mucho que ver con la inauguración del Centro de Convenciones de Zacatecas el 28 de abril pasado con el concierto de Plácido Domingo, y en donde el invitado de honor era el presidente Calderón. La gobernadora convocó también a la dirigencia de su partido, que acudió al evento, y que junto con los asistentes al espectáculo, aplaudió de pie a Calderón cuando llegó. Dos testigos informaron a Monreal que el presidente habló con la gobernadora de cinco temas, y uno de ellos era que se activara a nivel federal el caso de la deshidratadora de chiles secos de Cándido Monreal, que había sido incautada por el Ejército a fines de enero, donde encontraron 14 toneladas de mariguana, presuntamente propiedad de Los Zetas.
Monreal pensó que sería utilizada por el gobierno previo a la elección para la gubernatura el próximo año, pero cuando se dio la fuga de 53 reos, incluida una célula de Los Zetas, de la cárcel de Cieneguillas el fin de semana pasado, especuló que podrían emplearla para la elección federal. El senador Monreal acusó desde ese mismo día al gobierno de Zacatecas de complicidad con el narcotráfico, que era una imputación que ya había hecho. El 11 de mayo acusó a Sonia Villarreal, la coordinadora de giras de García, de haber permitido la llegada del narcotráfico a Zacatecas, lo que pareció respuesta a la publicación en el mensuario, "La Verdad de los Hechos", de la información del operativo de fines de enero en la bodega de Cándido, que reprodujo una fotografía del inmueble--la misma foto que tres semanas después empleó Reforma para ilustrar su nota sobre la investigación de la PGR sobre los hermanos Monreal el lunes pasado.
La noticia que publicó Reforma abrió una línea de discusión política donde la fuga de Cieneguillas pasó a segundo término, mientras que el conflicto entre García y Monreal se convertía en el eje del debate. Allegados a la gobernadora enviaron el mensaje a Monreal de que ella no había filtrado nada a la prensa, sino el gobierno federal. En todo caso, un elefante había aparecido en Zacatecas, y provocó la distracción del problema de fondo: los problemas de gobernabilidad de García, y la estrategia política de largo plazo.
Golpeando a Monreal le quitan un brazo a López Obrador para 2012. Golpeando a la familia Monreal, lastiman a David y reducen la posibilidad de que el lópezobradorismo conquiste la gubernatura en 2010 y crear en Zacatecas un bastión del radicalismo de izquierda. Golpeando a David, abren la posibilidad de que sea el PAN quien aspire a tomar el control del estado en 2010. Golpeando a ese grupo, esconden las deficiencias de García y le abren el camino para su aspiración tras Zacatecas, la jefatura de Gobierno del Distrito Federal en 2012, y la negociación política con Los Chuchos, más dóciles ante el poder federal y, como se ha visto, más proclives a la transacción.
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