Acentos
Pablo Gómez
2009-05-22•Acentos
Para el gobierno mexicano sólo existe un problema de finanzas públicas y no uno de carácter económico. No hay recesión. Hay falta de ingresos públicos. Para los financistas de Hacienda (ya no hay economistas en el gobierno), la recesión tiene su parte mala en que recorta los ingresos fiscales. La economía no existe.
A partir de una visita que se dignó hacer al Senado el secretario de Hacienda el año pasado, se ha discutido en el Congreso el tamaño que tendrá la disminución de la producción, aunque entonces Carstens aún sostenía con necedad que no habría recesión sino sólo una desaceleración del ritmo del crecimiento, el catarro. Nadie le creyó; todos sabíamos que la recesión venía, es más, ya estaba en curso.
¿Qué ha hecho el gobierno frente a este fenómeno? Concesiones a algunos grupos empresariales y aumento de la masa dineraria disponible para financiamientos. El gobierno ha tomado algunas decisiones, llamadas contracíclicas, las cuales no han servido para nada verdaderamente útil.
Cuando presenté el proyecto para invertir 400 mil millones de pesos adicionales en infraestructura productiva en 2009 y otro tanto en 2010, el gobierno guardó silencio y sólo algunos legisladores del PAN y del PRI dijeron que tal vez no era una mala idea, pero no movieron un dedo. La creación de un fondo nacional de inversiones productivas sería lo más lógico. Si los capitalistas privados no invierten porque el campo de las inversiones se ha estrechado, es obligado que el Estado sustituya la falta de inversión privada con inversión pública.
Ahora, Carstens nos dice que los ingresos federales tienen un boquete de 300 mil millones pero que él lo puede cubrir este año con sus guardaditos. ¿Quién le ha autorizado al gobierno a tener guardaditos? Nadie, con excepción del fondo de estabilización de los precios del petróleo, el cual se lo va a acabar Calderón en gasto corriente, es decir, principalmente en cubrir sueldos pues ni para eso le alcanza lo que está recaudando Hacienda. Otra vez, el petróleo sirve para gasto improductivo. El problema, sin embargo, será mayor en 2010, puesto que ya no habrá guardaditos.
Si desde febrero se hubiera empezado con un plan de inversiones públicas, la recesión no hubiera sido la misma y no lo sería el resto del año y el próximo. Sí existen proyectos que están listos para recibir el dinero. Pregunten en cualquier entidad federativa y tendrán centenares de respuestas. Pero Calderón piensa que ampliar el déficit gubernamental es malo de por sí: sencillamente no piensa, actúa con reflejos condicionados por los dogmas de su partido.
Muchos gobiernos lo están haciendo. Obama hace cuatro cosas: invierte capital en empresas quebradas, aumenta la inversión pública y el gasto social, disminuye gastos innecesarios y cobra bien los impuestos a los ricos que son especialistas en eludirlos. ¿No podría en México intentarse un programa tan sencillo y lógico como ése? Calderón dice que no, que prefiere dar a algunos empresarios apoyos que se van a disolver en nada, antes de dar su brazo a torcer pero, si no logra más impuestos para 2010, tendrá que recurrir al déficit para gastárselo en su sueldo. Por lo pronto, la recesión no existe… para el gobierno. ¿Dónde está, entonces, el problema?
pgomez@milenio.comA partir de una visita que se dignó hacer al Senado el secretario de Hacienda el año pasado, se ha discutido en el Congreso el tamaño que tendrá la disminución de la producción, aunque entonces Carstens aún sostenía con necedad que no habría recesión sino sólo una desaceleración del ritmo del crecimiento, el catarro. Nadie le creyó; todos sabíamos que la recesión venía, es más, ya estaba en curso.
¿Qué ha hecho el gobierno frente a este fenómeno? Concesiones a algunos grupos empresariales y aumento de la masa dineraria disponible para financiamientos. El gobierno ha tomado algunas decisiones, llamadas contracíclicas, las cuales no han servido para nada verdaderamente útil.
Cuando presenté el proyecto para invertir 400 mil millones de pesos adicionales en infraestructura productiva en 2009 y otro tanto en 2010, el gobierno guardó silencio y sólo algunos legisladores del PAN y del PRI dijeron que tal vez no era una mala idea, pero no movieron un dedo. La creación de un fondo nacional de inversiones productivas sería lo más lógico. Si los capitalistas privados no invierten porque el campo de las inversiones se ha estrechado, es obligado que el Estado sustituya la falta de inversión privada con inversión pública.
Ahora, Carstens nos dice que los ingresos federales tienen un boquete de 300 mil millones pero que él lo puede cubrir este año con sus guardaditos. ¿Quién le ha autorizado al gobierno a tener guardaditos? Nadie, con excepción del fondo de estabilización de los precios del petróleo, el cual se lo va a acabar Calderón en gasto corriente, es decir, principalmente en cubrir sueldos pues ni para eso le alcanza lo que está recaudando Hacienda. Otra vez, el petróleo sirve para gasto improductivo. El problema, sin embargo, será mayor en 2010, puesto que ya no habrá guardaditos.
Si desde febrero se hubiera empezado con un plan de inversiones públicas, la recesión no hubiera sido la misma y no lo sería el resto del año y el próximo. Sí existen proyectos que están listos para recibir el dinero. Pregunten en cualquier entidad federativa y tendrán centenares de respuestas. Pero Calderón piensa que ampliar el déficit gubernamental es malo de por sí: sencillamente no piensa, actúa con reflejos condicionados por los dogmas de su partido.
Muchos gobiernos lo están haciendo. Obama hace cuatro cosas: invierte capital en empresas quebradas, aumenta la inversión pública y el gasto social, disminuye gastos innecesarios y cobra bien los impuestos a los ricos que son especialistas en eludirlos. ¿No podría en México intentarse un programa tan sencillo y lógico como ése? Calderón dice que no, que prefiere dar a algunos empresarios apoyos que se van a disolver en nada, antes de dar su brazo a torcer pero, si no logra más impuestos para 2010, tendrá que recurrir al déficit para gastárselo en su sueldo. Por lo pronto, la recesión no existe… para el gobierno. ¿Dónde está, entonces, el problema?
kikka-roja.blogspot.com/
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