Víctor Cardoso
Periódico La Jornada
Lunes 26 de octubre de 2009, p. 28
La deuda bruta de México en 2009 se ubica ya por arriba de la referencia estimada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como nivel máximo para los países en desarrollo, al llegar a 44 por ciento del producto interno bruto (PIB), 4 puntos porcentuales arriba del límite establecido por el organismo financiero internacional, alertó el grupo financiero Banamex Citigroup.
De acuerdo con los últimos indicadores del Banco de México, la deuda neta del país se ubicó en agosto en 3 billones 243 mil 520 millones de pesos, lo que representó un crecimiento de 91.1 por ciento respecto del débito que había al comienzo de la actual administración. En diciembre de 2006 la deuda neta del país era de un billón 697 mil 190 millones de pesos, según los registros del banco central.
No obstante el nivel alcanzado por la deuda mexicana, el economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, consideró que el límite de 40 por ciento establecido por el FMI es un tanto arbitrario y puede haber cierto margen de tolerancia frente a las actuales condiciones económicas internacionales.
Un análisis de Banamex Citigroup afirma que el débito neto de México es ya de 39.7 por ciento del PIB, aunque la deuda bruta se ubica en alrededor de 44 por ciento del PIB.
Menor tolerancia
Los autores del análisis citan el estudio del FMI, Implicaciones fiscales de la crisis económica y financiera global, de junio pasado, donde se subraya que la tolerancia a la deuda de países como México es menor que para países desarrollados.
Los analistas de Banamex Citigroup plantean escenarios poco optimistas sobre el crecimiento de la deuda pública: suponiendo un faltante de 800 mil barriles en la producción de petróleo cada año, que los precios de exportación se mantengan relativamente estables en una banda de entre 53 y 65 dólares por barril, y que la tasa de interés no sea mayor al crecimiento del PIB, entonces tenemos una explosión de la deuda.
Otro escenario plantea que con una tasa de interés sólo un punto porcentual mayor al crecimiento del PIB, por una mayor percepción de riesgo, entonces la deuda llegaría a 56 por ciento del PIB en 2018. Si a esto se añade que la producción petrolera bajará hasta 2.2 millones de barriles al día en lugar de los 2.5 millones actuales, entonces el faltante estructural se vuelve 2 por ciento del PIB y la deuda llegaría a 60 por ciento del PIB, previene.
De acuerdo con los últimos indicadores del Banco de México, la deuda neta del país se ubicó en agosto en 3 billones 243 mil 520 millones de pesos, lo que representó un crecimiento de 91.1 por ciento respecto del débito que había al comienzo de la actual administración. En diciembre de 2006 la deuda neta del país era de un billón 697 mil 190 millones de pesos, según los registros del banco central.
No obstante el nivel alcanzado por la deuda mexicana, el economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, consideró que el límite de 40 por ciento establecido por el FMI es un tanto arbitrario y puede haber cierto margen de tolerancia frente a las actuales condiciones económicas internacionales.
Un análisis de Banamex Citigroup afirma que el débito neto de México es ya de 39.7 por ciento del PIB, aunque la deuda bruta se ubica en alrededor de 44 por ciento del PIB.
Menor tolerancia
Los autores del análisis citan el estudio del FMI, Implicaciones fiscales de la crisis económica y financiera global, de junio pasado, donde se subraya que la tolerancia a la deuda de países como México es menor que para países desarrollados.
Los analistas de Banamex Citigroup plantean escenarios poco optimistas sobre el crecimiento de la deuda pública: suponiendo un faltante de 800 mil barriles en la producción de petróleo cada año, que los precios de exportación se mantengan relativamente estables en una banda de entre 53 y 65 dólares por barril, y que la tasa de interés no sea mayor al crecimiento del PIB, entonces tenemos una explosión de la deuda.
Otro escenario plantea que con una tasa de interés sólo un punto porcentual mayor al crecimiento del PIB, por una mayor percepción de riesgo, entonces la deuda llegaría a 56 por ciento del PIB en 2018. Si a esto se añade que la producción petrolera bajará hasta 2.2 millones de barriles al día en lugar de los 2.5 millones actuales, entonces el faltante estructural se vuelve 2 por ciento del PIB y la deuda llegaría a 60 por ciento del PIB, previene.
kikka-roja.blogspot.com/