Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2009-10-30•Al Frente
EL USO MEDIÁTICO DE LA RABIA DEL PUEBLO POBRE POR SU POBREZA. (Los tenis del hijo del peje)
...Y LOS RIOS DE DINERO QUE CORREN HACIA LAS CUENTAS DE LOS HIJOS DE LOS PANISTA APÁ? El mexicano tiene por deporte envidiar al vecino, de ahí se agarra el Milenio, pero nadie se indigna de las matanzas de pobres.
el dia que el hijo del peje quiera un puesto de elección popular, NO VA A GANAR, pero ¿el hijo del peje quiere ser político? Ya se ve que no.
Es lo malo de pertenecer a una de esas cofradías tan extrañas, prácticamente inexistentes de ciegos que están viendo y no ven. De otra manera no se explica que, después de años en la real politik como parte de las fuerzas vivas del PAN, líder de los blanquiazules en San Lázaro, presidente de los choznos de Gómez Morín, director de Banobras, secretario de Energía corrido por Fox y, luego de tres años en Los Pinos, Jelipillo Calderón no se hubiera dado cuenta, sino hasta hace unas horas, que una buena parte de los grandes grupos empresariales simplemente no pagan impuestos. Que los mismos que le exigen recortes presupuestales, critican los suelos de los funcionarios y legisladores, sugieren el adelgazamiento anoréxico del aparato gubernamental, son los mismos que evaden sus obligaciones con Hacienda con la misma pinchi facilidad que uno puede encontrar en un vendedor de películas piratas, o un padrote de la Zona Rosa.
Pero además, Calderón después de su insospechado descubrimiento, se atrevió a tocar una de las fibras más sensibles de la plutocracia nacional: su vocación filantrópica con deducción fiscal incluida. Que está muy bien que patrocinen fundaciones de toda índole, pero que además de practicar el deporte del altruismo que se caigan con su cuerno.
Era tal su malestar con toda esa bola de vivales, que por un momento pensé que les aplicaría un operativo de ocupación temporal en sus oficinas corporativas, en el mejor estilo del SME, para luego liquidarlos en el paredón de la reforma fiscal.
Aunque me sorprende el arrebato, puedo encontrarle explicación. Desde los tiempos en que declaró Jelipe de Jesús que rebasaría por la izquierda, ya se vislumbraba que el hombre del haiga como haiga sido, es en realidad un pejista de clóset. Al rato no sólo veremos al preciso gritando en el Zócalo consignas del tipo “¡Educación, primero, al hijo del obrero, educación, después, al hijo del burgués!” o “¡Esos son, esos son, los que chingan la nación!”, sino que veremos a sus hijos corretear por Palacio con sus tenis Louis Vuitton.
Lo que es todavía más alucinante, además de la defensa desmecatada de la banda de Manlio Fabio Superstar de los empresarios (qué manera de usurpar las funciones del PAN, chale, ya no hay valores), es que éstos, los empresarios le respondieron a Calderón con la misma inteligencia, buen gusto y sentido común con los que Karstenstein ha defendido su terrorismo fiscal y la evasión: “Elusión fiscal, por defectos de la ley, no por problema de las autoridades”. Sí, ajá.
Pero además, Calderón después de su insospechado descubrimiento, se atrevió a tocar una de las fibras más sensibles de la plutocracia nacional: su vocación filantrópica con deducción fiscal incluida. Que está muy bien que patrocinen fundaciones de toda índole, pero que además de practicar el deporte del altruismo que se caigan con su cuerno.
Era tal su malestar con toda esa bola de vivales, que por un momento pensé que les aplicaría un operativo de ocupación temporal en sus oficinas corporativas, en el mejor estilo del SME, para luego liquidarlos en el paredón de la reforma fiscal.
Aunque me sorprende el arrebato, puedo encontrarle explicación. Desde los tiempos en que declaró Jelipe de Jesús que rebasaría por la izquierda, ya se vislumbraba que el hombre del haiga como haiga sido, es en realidad un pejista de clóset. Al rato no sólo veremos al preciso gritando en el Zócalo consignas del tipo “¡Educación, primero, al hijo del obrero, educación, después, al hijo del burgués!” o “¡Esos son, esos son, los que chingan la nación!”, sino que veremos a sus hijos corretear por Palacio con sus tenis Louis Vuitton.
Lo que es todavía más alucinante, además de la defensa desmecatada de la banda de Manlio Fabio Superstar de los empresarios (qué manera de usurpar las funciones del PAN, chale, ya no hay valores), es que éstos, los empresarios le respondieron a Calderón con la misma inteligencia, buen gusto y sentido común con los que Karstenstein ha defendido su terrorismo fiscal y la evasión: “Elusión fiscal, por defectos de la ley, no por problema de las autoridades”. Sí, ajá.
Por eso los ricos son ricos.
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jairo.calixto@milenio.com
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