Fueron cinco años de puyas, ataques e invectivas, de alimentar odios y rencores. Pero todo eso se acabó. López Obrador dejó guardado su discurso beligerante y se presentó en el noticiero con más rating del canal más visto de Televisa: en aras de una nueva política, llena de amor, el tabasqueño olvidó todo lo que a lo largo de un lustro ha dicho de Emilio Azcárraga Jean, patrón del conductor Joaquín López Dóriga, quien aceptó el público regaño del perredista y luego le estrechó la mano franca. Todo fueron sonrisas…
Del odio había nacido el amor.
“¡Imagínate, Joaquín, qué es estar yendo pueblo por pueblo a informar! Ahora nos están viendo millones de mexicanos…”. Con esas palabras y un apretón de manos Andrés Manuel López Obrador, por segunda vez aspirante de la izquierda a la Presidencia, selló el compromiso con Televisa para que se le dé “el beneficio de la duda” a su proyecto político-electoral para 2012. Este encuentro se dio después de cinco años en los que el tabasqueño criticó a Televisa y la implicó con la “mafia del poder” que coadyuvó al “fraude electoral” de 2006. El miércoles 16, a las 10:30 de la noche el noticiario del Canal 2 empezó con López Obrador en el estudio. Tras el saludo inicial y los agradecimientos a los directivos de la televisora y al conductor, soltó: