La última batalla Lunes, 09 de Abril de 2012
Felipe Calderón está dando su última batalla en el poder; como todos los humanos sabe que no es eterno ni puede prolongar más un mandato con tufo de ilegalidad. Pero igualmente percibe que, a partir del primero de diciembre, la soledad será su compañera y serán pocos, muy pocos, quienes quieran retratarse o verse a su lado; acaso ni sus cuñados incómodos ni, bueno, prefiero no abundar en el delicado tema de su matrimonio, blindada la pareja, económicamente, aunque por separado. Es pretencioso juzgarlo ahora, cuando vive los meses decisivos aunque sí podemos analizar algunas de sus acciones tratando de avizorar por dónde irá el juicio inapelable de la historia.
Felipe Calderón está dando su última batalla en el poder; como todos los humanos sabe que no es eterno ni puede prolongar más un mandato con tufo de ilegalidad. Pero igualmente percibe que, a partir del primero de diciembre, la soledad será su compañera y serán pocos, muy pocos, quienes quieran retratarse o verse a su lado; acaso ni sus cuñados incómodos ni, bueno, prefiero no abundar en el delicado tema de su matrimonio, blindada la pareja, económicamente, aunque por separado. Es pretencioso juzgarlo ahora, cuando vive los meses decisivos aunque sí podemos analizar algunas de sus acciones tratando de avizorar por dónde irá el juicio inapelable de la historia.