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miércoles, 3 de octubre de 2007

No hay pruebas contra Sandra Avila Beltran Reina del Pacifico

Felipe Calderón, ilegÍtimo e ilegal, USURPADOR
  • No tienen la contundencia necesaria para vincularla con capos mexicanos
  • Insuficientes, las pruebas presentadas para acusar a La reina del Pacífico
  • Sólo acreditan su relación personal con el colombiano Juan Diego Espinosa, El Tigre
Alfredo Méndez y Gustavo Castillo
El juez federal que llevará el proceso contra Sandra Ávila Beltrán, La reina del Pacífico, no cuenta por el momento con pruebas contundentes que demuestren que la mujer tiene vínculos o trabaja para algún capo mexicano de la droga, ya que las constancias de autos judiciales únicamente acreditan que tenía una relación personal con el colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez, El Tigre, y que su evolución patrimonial creció de manera vertiginosa en la última década. Documentos ministeriales a los que tuvo acceso La Jornada, y que constan en la causa penal 108/2002, revelan que la única prueba que hasta hoy sostiene la aprehensión es una llamada que se efectuó en 2001 desde el buque Macel, en el puerto de Manzanillo, Colima, en el cual se transportaban casi 10 toneladas de cocaína procedentes de Colombia. La droga fue detectada por las autoridades mexicanas. Esa llamada la hizo un tripulante del barco a un teléfono celular para informar que el cargamento había llegado a territorio mexicano. Contestó una persona a la que el emisor identificó como “Beltrán”. La Procuraduría General de la República (PGR) supone que la persona que recibió la llamada fue La reina del Pacífico, y por eso mismo la autoridad deduce que ella es la responsable del cargamento de droga que habría sido vendido a algún cártel mexicano. Lo que en autos sí está plenamente acreditado hasta el momento es que Sandra y su novio lograron incrementar considerablemente su patrimonio en la última década. Poseen en varias partes del país casas, edificios, automóviles de lujo, y tienen en Estados Unidos y México al menos una veintena de cuentas bancarias por cantidades millonarias.

Pese a que su enriquecimiento únicamente puede entenderse mediante una supuesta procedencia ilícita, y en autos judiciales se acredita su vertiginosa evolución patrimonial, las pruebas que presentó la PGR al juzgado 18 de distrito de procesos penales federales no demuestran plenamente que el dinero lo hubieran obtenido de sus relaciones con los cárteles de la droga mexicanos. Es decir, hasta el momento la autoridad ministerial sólo deduce que la fortuna de la pareja de presuntos narcotraficantes proviene del trasiego de toneladas de cocaína desde Colombia a México, mismas que durante los últimos 10 años fueron vendidas principalmente a los cárteles de Sinaloa y de Juárez. Sin embargo, fuentes judiciales consultadas indicaron que para obtener sentencias condenatorias en su contra, la PGR debe aportar mayores pruebas de cargo durante el proceso penal que está por abrirse. Respecto del caso de El Tigre, fuentes oficiales cercanas al proceso revelaron que el hombre debió quedar a disposición de un juez federal con sede en el Reclusorio Norte en el Distrito Federal, pues fue ahí donde se libró la orden de aprehensión en 2002, y no en un juzgado con sede en Toluca, estado de México.Aunque originalmente el caso se consignó al juzgado primero de distrito en la capital mexiquense, ese órgano jurisdiccional se declaró incompetente desde hace cinco años para conocer del asunto y dejó toda responsabilidad al juzgado 18 de distrito del Reclusorio Norte. El pasado sábado, Juan Diego Espinosa Ramírez fue puesto a disposición del juzgado primero de Toluca, en el interior del penal federal del Altiplano, ubicado en Almoloya. A la PGR no le importó que quien tiene la jurisdicción para juzgar a El Tigre es un juez con sede en la ciudad de México.

Entre tanto, Sandra Ávila Beltrán quedó ayer a disposición del juzgado 18 de distrito en materia de procesos penales federales por su presunta responsabilidad en los delitos de lavado de dinero, contra la salud y delincuencia organizada. En las próximas horas se tomará su declaración preparatoria tras una rejilla de prácticas de ese juzgado, y a más tardar el próximo lunes se definirá su situación jurídica.Por otra parte, ayer la PGR solicitó ayuda al gobierno de Estados Unidos para detectar la existencia de cuentas susceptibles de aseguramiento en territorio nacional y en aquella nación, a nombre de Sandra Ávila Beltrán, y de su pareja sentimental, Juan Diego Espinosa Ramírez. De acuerdo con fuentes gubernamentales, ambos poseían al menos tres propiedades en la ciudad de México, dos en Guadalajara y otras tantas en Tijuana, las cuales mantenían como sus zonas de descanso, pero cabe mencionar que además existen más de 200 propiedades que ya le han sido aseguradas a través de la llamada Operación Volcán, realizada entre los años 2002 y 2003, a raíz del decomiso de más de nueve toneladas de cocaína en el buque Macel. Igualmente, el Ministerio Público federal trabaja en la identificación de una supuesta empresa dedicada a la renta y compra venta de inmuebles, ya que ese era uno de los giros comerciales que durante más de una década le permitieron a Ávila Beltrán lavar el dinero de los cárteles de Juárez y de Sinaloa. En ese contexto, las fuentes consultadas indicaron que la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) ya realiza intercambio de información con autoridades de Estados Unidos, y también con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, para detectar cuentas y propiedades de La reina del Pacífico.

Se debe mencionar que la detención de Sandra Ávila Beltrán constituye la captura de una de las más importantes e históricas cabezas del narcotráfico en México, ya que desde los años 80 esta mujer constituyó el vínculo entre capos de distintas organizaciones mexicanas y fue enlace de narcotraficantes como Ismael El Mayo Zambada con grupos colombianos, incluido el cártel de Cali. De acuerdo con fuentes oficiales, La reina del Pacífico sirvió de vínculo entre grupos mexicanos y colombianos para no afectar el nivel de envío de droga a México tras la desarticulación de las organizaciones de Pablo Escobar Gaviria, así como de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.En ese contexto, en los años 90 es cuando se relaciona con Juan Diego Espinosa, El Tigre, segundo en importancia en el cártel Valle del Norte, que dirigía Diego Montoya, Don Diego, quien fue detenido el pasado 10 de septiembre.
Como siempre, el pelele pendejo hablando sin saber de que se trata la moconovela
“¡Díganle que baje el gas!
”No fue la única expresión de este tipo. Mientras pronunciaba un discurso en el parque 5 de Abril, alguien gritó: “¡No suba la gasolina!”, lo que fue reiterado por una mujer de nombre Alma Alicia Romero, quien señaló a la prensa: “Díganle que baje el gas y la tortilla, porque está muy caro todo”.Otro más exclamó: “¡Queremos a Mario!”, en referencia al ex gobernador preso, Mario Villanueva. El michoacano hizo una férrea defensa del plan gubernamental contra el crimen organizado, y mencionó como parte de sus logros la recuperación de 550 espacios públicos y el decomiso de dinero “a una persona oriental, al chino”, en referencia a los 250 millones de dólares que le fueron incautados a Zhenli Ye Gon, que se destinarán a la construcción de 300 centros de atención en adicciones.En su afán de justificar su “guerra frontal” contra el crimen organizado, recordó que al inicio de su mandato se comprometió a encabezar un gobierno que contribuyera a la construcción de un país donde imperaran la paz, el orden y la legalidad. “De hecho, eso es lo que principalmente justifica que alguien tenga el mando de la fuerza pública y del monopolio del poder; el garantizarle a cada quien su seguridad”, afirmó.No queremos, dijo, que México ni Quintana Roo sean territorio de los delincuentes; son y serán territorio de las ciudadanas y los ciudadanos mexicanos, expresó ante cientos de personas.

Aseguró que con la aprehensión de La reina del Pacífico, “o del Sur”, y del colombiano Espinosa Ramírez, a quienes definió como los “delincuentes más peligrosos y de los más importantes de Latinoamérica”, se está desmantelando un vínculo para pasar droga desde Colombia hacia México y Estados Unidos.Calderón Hinojosa aseguró que lleva esta lucha con seriedad y que no claudicará ni bajará la guardia. “No vamos a ceder ninguna plaza, ninguna ciudad, ninguna colonia, ningún barrio de México, que quede absolutamente claro”.Aunque también insistió en que la sociedad debe poner de su parte. “Lo importante no es que esté la pista de tartán, las canastas de básquet o la red de cachibol o los baños, aquí lo importante es que esté la ciudadanía, que la gente lo ocupe”.
OTRA VEZ?! Felipe estás borracho enloqueciste o te aprietan los calzones.
NOTAS QUE NO LE BENEFICIAN, ENTONCES SACA NOTAS CORTINAS DE HUMO:
cada una intentando borrar a la otra, lo malo es que destapa la corrupción del gobierno.
  1. LOS HIJOS DE CALDERON VESTIDOS CON ROPA DE MILITAR
  2. EL RANCHO DE FOX Y SU RATERÍA CÍNICA
  3. LA REINA DEL PACÍFICO
En todas siempre hay un mega detalle por no decir desmadre que le pega directo a su legitimación vergonzante
  • Le imputan delincuencia organizada, delitos contra la salud y lavado de dinero
  • Frágiles acusaciones contra La reina del Pacífico; ella se niega a declarar
  • Un testigo señala que sabe, “de oídas”, que se dedica a actividades de narcotráfico
  • El próximo viernes, a las 11 horas, el juzgado 18 de distrito resolverá su situación
Alfredo Méndez

Aun en la cárcel se identifica como reina. Tras una rejilla de prácticas del Reclusorio Norte permaneció altiva, impávida, como si no le importara estar en prisión. Durante casi toda la diligencia, la mujer mantuvo levantada una de sus cejas, como retando a quien le sostuviera la mirada. Aunque no hubo cámaras, por momentos sonreía, posaba, erguía su maduro y conservado cuerpo. Pero casi nada dijo con su voz. La ya famosa Sandra Ávila Beltrán se negó a responder a las imputaciones de la Procuraduría General de la República (PGR). Sólo indicó a las autoridades judiciales que tiene 44 años de edad, que es originaria de Tijuana, Baja California, que se dedica al comercio y le gusta que la llamen La reina del Pacífico.

Risueña, aunque sin obviar su aspecto cansado, producido por las pocas horas que ha dormido desde el pasado viernes, cuando fue detenida, Sandra Ávila respondió sin titubear a una oficial judicial: “¿Que si me lee los cargos? No, gracias, ya me los sé de memoria”. Y esto es cierto. En los pasados cinco días le han repetido hasta el hartazgo que la acusan de delitos contra la salud, delincuencia organizada y lavado de dinero por sus presuntas relaciones con el supuesto narcotraficante colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez, El tigre, quien también es su pareja sentimental desde hace cinco años.

Negocios, autos de lujo y yates

Ambos lograron amasar una fortuna que incluye, en todo el país, casas y departamentos de lujo, automóviles deportivos, múltiples negocios, aviones privados y yates. Las autoridades mexicanas aseguran que esos bienes son de procedencia ilícita, que derivarían de las ventas –a los cárteles de Sinaloa y Juárez– de toneladas de cocaína durante por lo menos la última década. Ella está obligada a demostrar en este juicio que el origen de su cuantiosa fortuna es lícito. De lo contrario podrá ser condenada a varios años de prisión. Ayer, la jornada de Sandra Ávila inició de madrugada. A las seis horas la levantaron de la celda donde está recluida en el penal femenil de Santa Martha Acatitla.

La mujer que ha inspirado a periodistas y escritores para realizar infinidad de reportajes sobre su vida, y cuya historia es similar a la de Teresa Mendoza –narrada por Arturo Pérez-Reverte en la novela La reina del Sur–, no perdió la serenidad un solo instante. Bostezó en cuatro ocasiones, pero nunca estuvo cabizbaja. Cerca de las 10 horas, después de haber sido trasladada de una cárcel ubicada en el oriente del Distrito Federal al Reclusorio Norte, Sandra fue presentada ante las autoridades del juzgado 18 de distrito. Sus abogados particulares aún no llegaban, por lo que la diligencia en que se le tomó declaración preparatoria dio inicio con la asistencia a la inculpada de un abogado de oficio y la presencia de un agente del Ministerio Público Federal. Una hora más tarde interrumpió la audiencia un hombre que se identificó como Jorge Hernández Altamirano: “Soy el abogado de la señora”. Sandra asintió y lo nombró su defensor particular.

–Nos ganaste –se justificó el litigante con ella–. ¿Te hicieron madrugar? –le preguntó.
–Sí. Estoy cansada. Casi no he dormido –respondió la mujer de larga cabellera, quien vestía pantalón, playera, suéter y chamarra beige.

Cinco custodios la vigilaron de cerca. Todos permanecieron en el interior del cuarto ubicado tras la rejilla de prácticas del juzgado 18 de distrito durante las más de dos horas que duró la diligencia. La audiencia de ayer no tuvo como propósito notificarle a Sandra los cargos que le imputan las autoridades estadunidenses. El vecino país la requiere como probable responsable de asociación delictuosa por importar más de cinco kilogramos de cocaína y por posesión con la intención de distribuir allá más de cinco kilogramos de esa droga. Su presencia en el juzgado obedeció a la orden de aprehensión que libró en su contra el órgano jurisdiccional mexicano, hace cinco años, por su presunta responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y lavado de dinero. Las imputaciones de la PGR contra Sandra Ávila, quien también usaba los nombres de Daniela García Chávez, Sandra Ávila López, Pamela Fuentes León, Sandra Luz Arrollo Ochoa, Karla Orozco Lizárraga y Andrea Medina Reyes, derivan del caso del buque Macel, decomisado en 2001 en el puerto de Manzanillo, Colima, con casi 10 toneladas de cocaína procedentes de Colombia. De acuerdo con el pliego de consignación, para lavar el dinero ilícito la mujer compró varios inmuebles, entre los que se encuentran un hotel y una casa habitación en Hermosillo, Sonora; así como la casa en que habitó hasta antes de ser detenida, la cual se ubica en el Distrito Federal. Además de dos empresas de bronceado en Guadalajara, Jalisco, y dos compañías inmobiliarias en Nayarit y Sonora. En esta última entidad le fueron asegurados 225 predios y dos casas en 2002.

Testigo de oídas

El historial delictivo de Sandra Ávila, según la PGR, es largo. También se le atribuye “haber formado parte, junto con Juan Diego Espinosa Ramírez, de una organización criminal dedicada a acciones de narcotráfico, con funciones de administración, dirección y supervisión”. Ayer, la inculpada escuchó lo frágil de la acusación en su contra. Sólo un testigo identificado como Paulo Alejandro Espinosa Rodríguez aseguró que sabe, “de oídas”, que Sandra, junto con Diego Espinosa Ramírez, se dedica a actividades relacionadas con el narcotráfico. Dicho testigo dijo ante la PGR que trabajó para El tigre, quien es su tío, y éste le pagaba 100 mil pesos al mes por realizar labores de mensajería. En su declaración, Paulo señaló que supone que Sandra y Diego se dedican a actividades ilícitas simplemente porque “vivían de manera ostentosa”. Otra prueba contra Sandra es una llamada telefónica que se efectuó en 2001 desde el buque Macel, en el puerto de Manzanillo. La hizo el maquinista del barco a un teléfono celular para informar que el cargamento había llegado a territorio mexicano. Contestó una persona a la que el emisor identificó como “Beltrán”.

Al final de la diligencia, cuando le preguntaron a La reina del Pacífico si quería rendir declaración, respondió que no. Sus abogados ni siquiera pidieron duplicar el término constitucional, por lo que el próximo viernes, antes de las 11 horas, el juzgado 18 resolverá su situación jurídica, ya sea con auto de formal prisión o de libertad. Ese mismo juzgado abrió ya el periodo de 60 días hábiles en espera de que la PGR presente la solicitud formal de detención con fines de extradición a Estados Unidos en contra de Ávila Beltrán, quien desde el pasado sábado fue notificada del cargo que le fincaron las autoridades estadunidenses. Antes de ser devuelta al penal de Santa Martha Acatitla –fuertemente custodiada por unos 20 agentes policiacos–, la protagonista de esta historia deseó “una buena tarde” a los presentes, se recogió el cabello y suspiró.
  • La acusan de delitos contra la salud y lavado de dinero
  • Dictan formal prisión a La reina del Pacífico
La defensa había dicho que las pruebas contra la acusada eran endebles, pero no consiguió desmantelar los cargos Gustavo Castillo García El juzgado 18 de distrito en materia penal, con sede en el Reclusorio Norte de la ciudad de México, dictó auto de formal prisión a Sandra Ávila Beltrán, La reina del Pacífico, acusada de delitos contra la salud, delincuencia organizada y lavado de dinero. Tras analizar las pruebas presentadas por la Procuraduría General de la República (PGR) y debido a que la defensa de la presunta integrante del cártel de Sinaloa no presentó ningún documento que desvirtuara los elementos acusatorios, Ávila Beltrán fue notificada ayer en la prisión de Santa Martha Acatitla del inicio formal de un proceso penal en territorio mexicano. Entre las pruebas aportadas está una investigación realizada en 2002, que tuvo como fin el decomiso de más de 200 inmuebles en entidades como Sonora, Jalisco, Colima y Tijuana, propiedad de La reina del Pacífico.

Contrario a las versiones que la defensa hizo circular de que las pruebas contra Ávila Beltrán eran endebles y confiaba en su liberación en el denominado auto de término, el juez Alejandro Javier Hernández Loera, titular del juzgado 18 de distrito, determinó procesar a Sandra Ávila Beltrán, probable responsable de delincuencia organizada, delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero).Asimismo, está pendiente que el gobierno de Estados Unidos formalice su petición de extradición, con lo cual la acusada –quien fue detenida el pasado 28 de septiembre en la colonia San Jerónimo, en el Distrito Federal– sería enviada al país vecino, donde también tiene órdenes de captura pendientes por delitos contra la salud y lavado de dinero. Tanto la PGR como el Consejo de la Judicatura Federal dieron a conocer el fallo judicial por separado.La PGR afirmó que había entregado al juzgado federal “los elementos jurídicos necesarios para recluir en prisión” a La reina del Pacífico, y que Hernández Loera, “tras valorar los elementos aportados, otorgó el auto de formal prisión”. La aprehensión de Ávila Beltrán se realizó en cumplimiento a órdenes libradas por el juzgado primero de distrito, con sede en Toluca, estado de México, y otra por un ordenamiento judicial de detención provisional con fines extradición internacional, librada por el juzgado 18 de distrito, en el Reclusorio Norte.


Sandra Ávila Beltran Reina del Pacifico

Kikka Roja

1 comentario:

  1. la sra, beltran es inocente,si por tener un amigo asi la juzgan y no hay pruebas en su contra¿para que esta presa?muchos de nosotros tambien somos amigos de gente de dudosa calidad,entonces no juzguemos si no hay pruebas.le deseo toda la suerte del mundo para solucionar su problema.

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