“América Latina debe huir de la dictadura perfecta, como lo dijo el Premio Nobel colombiano de Literatura, Mario Vargas Llosa”. Sólo que… el escritor Mario Vargas Llosa no es colombiano, es peruano, nacionalizado español. Y hasta la fecha no ha obtenido el Premio Nobel de Literatura. ¿Quién es el tergiversador? Un hombre ignorante y cínico al que el pasado 29 de enero le pagaron unos gringos para que iniciara en Los Angeles Music Center el programa “Speakers series” (Serie de conferencistas). Se llama Vicente Fox, alias ‘Cachorro del Imperio’, y una vez más con su ignorancia y prepotencia ha puesto en ridículo a México. Quién sabe cuánto le pagaron a Fox por exhibirse como el mentecato que es y por auto-ensalzarse, pero durante seis años le pagamos nosotros uno de los más altos sueldos presidenciales del mundo por imponernos a su mujer, llevar a cabo políticas neoliberales ruinosas y avergonzarnos con su ignorancia. Actualmente le seguimos dando una pensión vitalicia por haber sido Presidente de México, defraudador del País, vendedor de México. Ya basta. Sin embargo, a menos que se la cancelen por bruto, tiene en puerta otra de sus lamentables exhibiciones el 12 de febrero. Otra ocasión de meter la pata, ahora con la sinvergüenza de su mujer, Marta Sahagún. Los contrataron para otra conferencia dentro del programa “Monitoreando el paisaje geopolítico” en la Sala de Conciertos del Centro John F. Kennedy, que tiene cabida para unas 2 mil personas.
Se han vendido alrededor de mil 200 boletos, con un costo que va de los 45 a los 85 dólares de admisión. Sólo que la ex pareja presidencial pidió que no hubiera prensa. Sólo engañará a los que paguen por verlos y oírlos. Así las cosas, Calderón explica en Davos en muy deficiente inglés, aunque dice que estudió en Harvard, que cuando sea grande quiere ser como Fox. Que no se preocupen los hombres de negocios, por favor señor Soros, que él también es cachorro del imperio, igual que su benefactor, el que tanto se ha ufanado de haberle ganado la elección. También aspira Felipe a parecerse a Ernesto Zedillo, ahí presente, ése que les regaló la Banca de México (entre mucho más) a los banqueros-tiburones internacionales y con su error de diciembre le costó 70 mil millones de dólares al País.
Estamos fritos si éstos son los modelos de Calderón.
Y como si no viviéramos en la era de la comunicación instantánea, como si el mundo no se enterara de todo lo que pasa en todo momento, Calderón creyó que nadie supo de las manifestaciones en su contra en Europa. Antes de ir al Foro Mundial de Comercio en Suiza, el 25 de enero en Alemania le cancelaron al representante de nuestro País su propia conferencia debido a manifestantes que exigían en las calles el “fin a la represión en México”. E igualmente penoso, antes de que llegara a Davos, la presidenta de Suiza, Michelle Calmy-Rey, recibió de manos de dichos manifestantes una lista intitulada: “Asesinatos en Oaxaca desde que Calderón tomó poder”
...
Con todo esto a cuestas, Felipillo despliega en Davos una demagogia ridícula. Analicen, por favor, la frase que tuvo la virtud de quitarle la migraña, por la risa que le provocó, a una amiga a la que se la leí: “México no es la tierra prometida, pero sí la del futuro”, dijo el presidente Felipe Calderón al definir las posibilidades que tienen los empresarios para invertir en el País que, previó, en el 2040 estará como una de las cinco economías más grandes del mundo, junto a Brasil, Rusia, India y China”. (La Crónica, periodiquito de Salinas, 1 de febrero del 2007). Este cachorro está peor que Fox. El mesiánico Calderón cancela pequeñas economías como la Unión Europea y Estados Unidos y les avienta la profecía nada menos que en su templo neoliberal de Davos. Para luego, incongruente, ponerse a sus pies. Todo lo que quieran, señores tiburones. Yo no soy como esos tontos sudamericanos que quieren devolverle a sus pueblos lo que es suyo. No, claro que no. Y agrega como si no se conociera mundialmente el fraude electoral del 2006 que se dio en México: Como ustedes saben, los mexicanos votaron por mí el 2 de julio (oficialmente, sólo 200 mil más de los mexicanos que votamos por no ser cachorros). Yo les doy la seguridad de que puedan hacer lo que quieran con México. Y luego: A criticar a los sudamericanos con los que dice querer tener mejores relaciones que el cachorro grande: “… Los prejuicios contra el libre comercio que zanjaron el ALCA, las expropiaciones ocurridas en Venezuela, Bolivia y Argentina y las ‘dictaduras personales vitalicias’”.
Ah, pero ahí estaba un hombre en toda la extensión de la palabra, Luiz Inacio Lula da Silva, para parar el berrinche de Calderón y reivindicar al bloque sudamericano y dentro de éste a Hugo Chávez y a Evo Morales. De Chávez, el brasileño señaló que fue electo tres veces de la manera más democrática, algo de lo que no puede presumir Calderón. Todavía, al final Lula defendió su alianza con Venezuela en materia petrolera y asentó que los presidentes de Venezuela, Argentina, Ecuador y Perú coinciden en que están fortaleciendo sus relaciones con alianzas comerciales por el bien de sus países... Hugo Chávez no dejó de puntualizar lo que es Calderón y de lamentar lo que han hecho de México los panistas: Muro fronterizo incluido, pobreza galopante y demás dolorosas realidades que la raza cahorra intenta sin buen éxito ocultar y los corifeos calderonistas, hijos de la Ley Televisa, a quejarse: … De nuevo arremete el Presidente de Venezuela contra el pobrecito Calderón. No es creíble la incompetencia y sobre ella la soberbia. Quince millones de electores mexicanos (oficiales) no queremos seguir regalando nuestro País a través de cachorros del imperio. Y la marcha popular del miércoles 31 de enero en catorce ciudades de México así lo demuestra. ¿Calderón cree haber calmado a los millares de manifestantes con la cartita de apoyo y compasión a los que sufren porque les subió el precio de la tortilla?... En 2008 el TLC prevé la libre importación de maíz y frijol, la puntilla a los campesinos mexicanos. “Sin maíz no hay País”, coreaban... Pero además estos marchistas representantes de muchos millones se niegan a ceder el petróleo, meta de Calderón y de sus antecesores. La situación no está para bollos, diría el bonachón de Rodríguez Zapatero, y no se arregla con cartita cursi (te mato, pero lo lamento)...
Se han vendido alrededor de mil 200 boletos, con un costo que va de los 45 a los 85 dólares de admisión. Sólo que la ex pareja presidencial pidió que no hubiera prensa. Sólo engañará a los que paguen por verlos y oírlos. Así las cosas, Calderón explica en Davos en muy deficiente inglés, aunque dice que estudió en Harvard, que cuando sea grande quiere ser como Fox. Que no se preocupen los hombres de negocios, por favor señor Soros, que él también es cachorro del imperio, igual que su benefactor, el que tanto se ha ufanado de haberle ganado la elección. También aspira Felipe a parecerse a Ernesto Zedillo, ahí presente, ése que les regaló la Banca de México (entre mucho más) a los banqueros-tiburones internacionales y con su error de diciembre le costó 70 mil millones de dólares al País.
Estamos fritos si éstos son los modelos de Calderón.
Y como si no viviéramos en la era de la comunicación instantánea, como si el mundo no se enterara de todo lo que pasa en todo momento, Calderón creyó que nadie supo de las manifestaciones en su contra en Europa. Antes de ir al Foro Mundial de Comercio en Suiza, el 25 de enero en Alemania le cancelaron al representante de nuestro País su propia conferencia debido a manifestantes que exigían en las calles el “fin a la represión en México”. E igualmente penoso, antes de que llegara a Davos, la presidenta de Suiza, Michelle Calmy-Rey, recibió de manos de dichos manifestantes una lista intitulada: “Asesinatos en Oaxaca desde que Calderón tomó poder”
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Con todo esto a cuestas, Felipillo despliega en Davos una demagogia ridícula. Analicen, por favor, la frase que tuvo la virtud de quitarle la migraña, por la risa que le provocó, a una amiga a la que se la leí: “México no es la tierra prometida, pero sí la del futuro”, dijo el presidente Felipe Calderón al definir las posibilidades que tienen los empresarios para invertir en el País que, previó, en el 2040 estará como una de las cinco economías más grandes del mundo, junto a Brasil, Rusia, India y China”. (La Crónica, periodiquito de Salinas, 1 de febrero del 2007). Este cachorro está peor que Fox. El mesiánico Calderón cancela pequeñas economías como la Unión Europea y Estados Unidos y les avienta la profecía nada menos que en su templo neoliberal de Davos. Para luego, incongruente, ponerse a sus pies. Todo lo que quieran, señores tiburones. Yo no soy como esos tontos sudamericanos que quieren devolverle a sus pueblos lo que es suyo. No, claro que no. Y agrega como si no se conociera mundialmente el fraude electoral del 2006 que se dio en México: Como ustedes saben, los mexicanos votaron por mí el 2 de julio (oficialmente, sólo 200 mil más de los mexicanos que votamos por no ser cachorros). Yo les doy la seguridad de que puedan hacer lo que quieran con México. Y luego: A criticar a los sudamericanos con los que dice querer tener mejores relaciones que el cachorro grande: “… Los prejuicios contra el libre comercio que zanjaron el ALCA, las expropiaciones ocurridas en Venezuela, Bolivia y Argentina y las ‘dictaduras personales vitalicias’”.
Ah, pero ahí estaba un hombre en toda la extensión de la palabra, Luiz Inacio Lula da Silva, para parar el berrinche de Calderón y reivindicar al bloque sudamericano y dentro de éste a Hugo Chávez y a Evo Morales. De Chávez, el brasileño señaló que fue electo tres veces de la manera más democrática, algo de lo que no puede presumir Calderón. Todavía, al final Lula defendió su alianza con Venezuela en materia petrolera y asentó que los presidentes de Venezuela, Argentina, Ecuador y Perú coinciden en que están fortaleciendo sus relaciones con alianzas comerciales por el bien de sus países... Hugo Chávez no dejó de puntualizar lo que es Calderón y de lamentar lo que han hecho de México los panistas: Muro fronterizo incluido, pobreza galopante y demás dolorosas realidades que la raza cahorra intenta sin buen éxito ocultar y los corifeos calderonistas, hijos de la Ley Televisa, a quejarse: … De nuevo arremete el Presidente de Venezuela contra el pobrecito Calderón. No es creíble la incompetencia y sobre ella la soberbia. Quince millones de electores mexicanos (oficiales) no queremos seguir regalando nuestro País a través de cachorros del imperio. Y la marcha popular del miércoles 31 de enero en catorce ciudades de México así lo demuestra. ¿Calderón cree haber calmado a los millares de manifestantes con la cartita de apoyo y compasión a los que sufren porque les subió el precio de la tortilla?... En 2008 el TLC prevé la libre importación de maíz y frijol, la puntilla a los campesinos mexicanos. “Sin maíz no hay País”, coreaban... Pero además estos marchistas representantes de muchos millones se niegan a ceder el petróleo, meta de Calderón y de sus antecesores. La situación no está para bollos, diría el bonachón de Rodríguez Zapatero, y no se arregla con cartita cursi (te mato, pero lo lamento)...
Manú Dornbierer es analista y crítica política.
Correo: manoudornbierer@gmail.com
Nota Publicada: 3/2/2007
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Kikka Roja
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