- Difunde el “gobierno legítimo” el documento, que desmiente información de la paraestatal
- Pemex firmó contrato por mil 134.7 mdd para la compra de El señor de los mares
- Octavio Romero Oropeza cuestiona la legalidad de la operación con la naviera Bergesen
Jaime Avilés
El “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador, por medio de la secretaría para la austeridad y la honestidad republicana, que encabeza Octavio Romero Oropeza, dio a conocer anoche el contrato que Pemex Exploración y Producción (PEP) y la naviera noruega Bergesen Worldwide Ltd. firmaron por mil 134 millones 693 mil 18 dólares para el arrendamiento, con opción a compra a 15 años, del buquetanque japonés El señor de los mares.
En un comunicado de prensa publicado ayer por La Jornada, Pemex afirmó que el “costo total” de la operación fue de 758 millones de dólares, de los cuales el año pasado pagó 50 por ciento y se comprometió a cubrir el resto en 180 mensualidades (15 años), con una tasa de interés de 12 por ciento anual.
Sin embargo, el contrato en cuestión –cuya copia obra en poder de La Jornada– revela que la paraestatal pactó los siguientes pagos: 266 millones 600 mil dólares por el costo del buquetanque y su transformación en planta procesadora de diversos tipos de crudo; 346 millones 500 mil dólares por “gastos administrativos”; 131 millones 300 mil dólares por “utilería marina”, y 376 millones 693 mil dólares por “costos de operación y mantenimiento”. La suma de estas cantidades arroja un total de mil 134 millones 693 mil 18 dólares. Pemex calificó de “irrisoria” la denuncia que al respecto, el domingo pasado, hizo pública López Obrador durante un mitin en el Monumento a la Revolución. Anoche, Romero Oropeza comentó que (a los directivos de la paraestatal) “seguramente les causó mucha risa, pero de nervios, porque hay cosas que no le pudieron explicar a la Auditoría Superior de la Federación, que efectivamente auditó la operación, pero con muchas observaciones negativas para ellos”.
El funcionario del “gobierno legítimo” dijo desconocer cuándo presentará el Frente Amplio Progresista la denuncia penal en contra de quienes resulten responsables por los delitos que pudieran desprenderse de la investigación que se siga. Entre los presuntos responsables directos, según consta en el expediente en que se fundará la demanda, figuran el ex director general de Pemex Luis Ramírez Corzo; el entonces (y ahora) titular de Pemex Exploración y Producción Carlos Morales, y el actual director general de la paraestatal, Jesús Reyes Heroles, durante cuya gestión se cerró el contrato con Bergesen Worldwide Ltd.
Anclado en altamar
Aunque Pemex lo adquirió como si fuera un barco nuevo, El señor de los mares en realidad fue en su origen un barco-cisterna construido hace más de 25 años en Japón, que Bergesen consiguió en 2005 en Singapur, donde lo reconvirtió en una fábrica flotante que almacena y mezcla diversos tipos de crudo para producir un petróleo de calidad superior que se vende a mejor precio en el mercado internacional.
En un anexo del multicitado contrato que la naviera celebró con PEP, que se llama “cédulas sobre el país de origen de los bienes o servicios”, se describe todo lo que Pemex se comprometió a pagar para que la planta operara en el yacimiento Ku-Maloob-Zaap, considerado el segundo más prolífico del país, después de Cantarell, localizado como éste frente a las costas de Campeche. He aquí el desglose: el viejo buque cisterna japonés costó 36.3 millones de dólares (mdd). Su transformación en fábrica mezcladora de crudos, 53.5 mdd. La instalación de un sistema de anclaje (porque no navega, sino que permanece fijo en alta mar), 25 mdd. En seguida, el contrato detalla los nombres y costos de los equipos que el cacharro tiene a bordo:
“Giratoria, 67.6 mdd. Compresores de gas ing para la planta de proceso, 39.8 mdd. Sistema de control DCE, 2.1 mdd. Patines de medición, 2.4 mdd. Bombas de transferencia, 4.3 mdd. Bombas de descarga de crudo, 1.3 mdd. Equipo generador de energía, 21.5 mdd. Sistema de recuperación de calor, 2.1 mdd. Sistema de calentamiento de crudo, un mdd. Bomba de circulación de agua para enfriamiento, 500 mil dólares. Paquete de calentamiento medio, 3.5 mdd. Motores eléctricos de 500 caballos de fuerza, 4.5 mil dólares. Balsas salvavidas y pescantes, 600 mil dólares. Bomba de emergencia contra incendio, 500 mil dólares. Bomba de agua contra incendio, 100 mil dólares.”
Para gastos fantasmas, 131 mdd
Hasta este punto, según consta en el contrato, la conversión del buque-cisterna en un FPSO (floating production strage and offloading system, siglas en inglés de “sistema flotante de producción, mezcla y descarga”) era de 266 millones 600 mil dólares. Pero aquí, añade Romero Oropeza, “los señores de Pemex comenzaron a despacharse con la cuchara grande, porque a renglón seguido reportaron ‘otras utilerías y equipo marino’ por 131 millones 300 mil dólares, sin especificar en qué consisten”.
Agregó: “¿Cómo es posible que por comprar el barco, reconvertirlo y equiparlo hayan pagado 266 millones de dólares y 131 millones extras por concepto de ‘otros’, así nada más, a secas? Tampoco dijeron nada acerca de los 346 millones 500 mil dólares que el contrato estipula para gastos administrativos, ni mencionaron que hay otro pago por 376 mdd por costos de operación y mantenimiento, que cubrirán durante 15 años en 180 mensualidades, a razón de un millón 751 mil 88 dólares cada mes para Bergesen y 3 millones 980 mil 234 pesos, también mensuales, para una empresa mexicana”, cuyo nombre prefirió reservarse por ahora.
En un comunicado de prensa publicado ayer por La Jornada, Pemex afirmó que el “costo total” de la operación fue de 758 millones de dólares, de los cuales el año pasado pagó 50 por ciento y se comprometió a cubrir el resto en 180 mensualidades (15 años), con una tasa de interés de 12 por ciento anual.
Sin embargo, el contrato en cuestión –cuya copia obra en poder de La Jornada– revela que la paraestatal pactó los siguientes pagos: 266 millones 600 mil dólares por el costo del buquetanque y su transformación en planta procesadora de diversos tipos de crudo; 346 millones 500 mil dólares por “gastos administrativos”; 131 millones 300 mil dólares por “utilería marina”, y 376 millones 693 mil dólares por “costos de operación y mantenimiento”. La suma de estas cantidades arroja un total de mil 134 millones 693 mil 18 dólares. Pemex calificó de “irrisoria” la denuncia que al respecto, el domingo pasado, hizo pública López Obrador durante un mitin en el Monumento a la Revolución. Anoche, Romero Oropeza comentó que (a los directivos de la paraestatal) “seguramente les causó mucha risa, pero de nervios, porque hay cosas que no le pudieron explicar a la Auditoría Superior de la Federación, que efectivamente auditó la operación, pero con muchas observaciones negativas para ellos”.
El funcionario del “gobierno legítimo” dijo desconocer cuándo presentará el Frente Amplio Progresista la denuncia penal en contra de quienes resulten responsables por los delitos que pudieran desprenderse de la investigación que se siga. Entre los presuntos responsables directos, según consta en el expediente en que se fundará la demanda, figuran el ex director general de Pemex Luis Ramírez Corzo; el entonces (y ahora) titular de Pemex Exploración y Producción Carlos Morales, y el actual director general de la paraestatal, Jesús Reyes Heroles, durante cuya gestión se cerró el contrato con Bergesen Worldwide Ltd.
Anclado en altamar
Aunque Pemex lo adquirió como si fuera un barco nuevo, El señor de los mares en realidad fue en su origen un barco-cisterna construido hace más de 25 años en Japón, que Bergesen consiguió en 2005 en Singapur, donde lo reconvirtió en una fábrica flotante que almacena y mezcla diversos tipos de crudo para producir un petróleo de calidad superior que se vende a mejor precio en el mercado internacional.
En un anexo del multicitado contrato que la naviera celebró con PEP, que se llama “cédulas sobre el país de origen de los bienes o servicios”, se describe todo lo que Pemex se comprometió a pagar para que la planta operara en el yacimiento Ku-Maloob-Zaap, considerado el segundo más prolífico del país, después de Cantarell, localizado como éste frente a las costas de Campeche. He aquí el desglose: el viejo buque cisterna japonés costó 36.3 millones de dólares (mdd). Su transformación en fábrica mezcladora de crudos, 53.5 mdd. La instalación de un sistema de anclaje (porque no navega, sino que permanece fijo en alta mar), 25 mdd. En seguida, el contrato detalla los nombres y costos de los equipos que el cacharro tiene a bordo:
“Giratoria, 67.6 mdd. Compresores de gas ing para la planta de proceso, 39.8 mdd. Sistema de control DCE, 2.1 mdd. Patines de medición, 2.4 mdd. Bombas de transferencia, 4.3 mdd. Bombas de descarga de crudo, 1.3 mdd. Equipo generador de energía, 21.5 mdd. Sistema de recuperación de calor, 2.1 mdd. Sistema de calentamiento de crudo, un mdd. Bomba de circulación de agua para enfriamiento, 500 mil dólares. Paquete de calentamiento medio, 3.5 mdd. Motores eléctricos de 500 caballos de fuerza, 4.5 mil dólares. Balsas salvavidas y pescantes, 600 mil dólares. Bomba de emergencia contra incendio, 500 mil dólares. Bomba de agua contra incendio, 100 mil dólares.”
Para gastos fantasmas, 131 mdd
Hasta este punto, según consta en el contrato, la conversión del buque-cisterna en un FPSO (floating production strage and offloading system, siglas en inglés de “sistema flotante de producción, mezcla y descarga”) era de 266 millones 600 mil dólares. Pero aquí, añade Romero Oropeza, “los señores de Pemex comenzaron a despacharse con la cuchara grande, porque a renglón seguido reportaron ‘otras utilerías y equipo marino’ por 131 millones 300 mil dólares, sin especificar en qué consisten”.
Agregó: “¿Cómo es posible que por comprar el barco, reconvertirlo y equiparlo hayan pagado 266 millones de dólares y 131 millones extras por concepto de ‘otros’, así nada más, a secas? Tampoco dijeron nada acerca de los 346 millones 500 mil dólares que el contrato estipula para gastos administrativos, ni mencionaron que hay otro pago por 376 mdd por costos de operación y mantenimiento, que cubrirán durante 15 años en 180 mensualidades, a razón de un millón 751 mil 88 dólares cada mes para Bergesen y 3 millones 980 mil 234 pesos, también mensuales, para una empresa mexicana”, cuyo nombre prefirió reservarse por ahora.
- Pemex adquirió buque mediante una tercera empresa: AMLO
- Expuso que en ella figura quien fue coordinador de asesores en dos gestiones de la estatal.
México, DF. Andrés Manuel López Obrador acusó que en la compra de El Señor de los Mares participó una empresa mexicana, y que uno de los socios de esta compañía fue coordinador de asesores de los ex directores generales de Pemex Rogelio Montemayor y Raúl Muñoz Leos en los gobiernos, respectivamente, de Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Además, socios y apoderados de filiales de esa empresa son a su vez accionistas de Oceanografía, que es investigada por posibles vínculos con los hijos de Martha Sahagún, esposa de Vicente Fox, señala un comunicado del llamado gobierno legítimo.
López Obrador explica que el director general de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales, aseguró que el contrato de compra del buque fue directamente fincado con la compañía noruega Bergesen Worldwide Ltd. "Esta afirmación es falsa", asevera el político tabasqueño, y revela que la transacción fue resuelta a partir de que socios de la contratista mexicana Blue Marine, Antonio Juan Marcos Issa y Juan Reynoso Durand, invitaron a funcionarios de Pemex a Guinea Ecuatorial, donde la trasnacional de origen noruego Bergesen opera un barco para la empresa estatal GEPetrol.
López Obrador sostiene que Antonio Juan Marcos Issa fue coordinador de asesores de Rogelio Montemayor y Raúl Muñoz Leos.
Luego de ese "viaje", los servidores públicos se habrían convencido de las bondades del buque tanque y habrían organizado la licitación pública internacional para adjudicar los servicios del barco, convocatoria que ganaron Bergesen y Blue Marine. Agregó que estas dos empresas siguen recibiendo contratos de Pemex. "Inclusive el primer pago por la compra de El señor de los mares se hizo el año pasado por 379 millones de dólares y Oceanografía recibió el año pasado y en lo que va del presente 17 contratos de Pemex por cerca de mil 300 millones de dólares", explica.
López Obrador explica que el director general de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales, aseguró que el contrato de compra del buque fue directamente fincado con la compañía noruega Bergesen Worldwide Ltd. "Esta afirmación es falsa", asevera el político tabasqueño, y revela que la transacción fue resuelta a partir de que socios de la contratista mexicana Blue Marine, Antonio Juan Marcos Issa y Juan Reynoso Durand, invitaron a funcionarios de Pemex a Guinea Ecuatorial, donde la trasnacional de origen noruego Bergesen opera un barco para la empresa estatal GEPetrol.
López Obrador sostiene que Antonio Juan Marcos Issa fue coordinador de asesores de Rogelio Montemayor y Raúl Muñoz Leos.
Luego de ese "viaje", los servidores públicos se habrían convencido de las bondades del buque tanque y habrían organizado la licitación pública internacional para adjudicar los servicios del barco, convocatoria que ganaron Bergesen y Blue Marine. Agregó que estas dos empresas siguen recibiendo contratos de Pemex. "Inclusive el primer pago por la compra de El señor de los mares se hizo el año pasado por 379 millones de dólares y Oceanografía recibió el año pasado y en lo que va del presente 17 contratos de Pemex por cerca de mil 300 millones de dólares", explica.
Kikka Roja
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