ÁLVARO DELGADO
Pese al derrumbe electoral del domingo 5, cuya responsabilidad principal se le atribuye, Felipe Calderón se empecina en controlar al PAN: se reunió en Los Pinos con Germán Martínez horas antes de que éste renunciara a la presidencia del partido, y un día después, también en la residencia oficial, pidió a los gobernadores panistas hacerle propuestas de posibles sustitutos. Antes de partir a Italia, el martes 7, deslizó a los gobernadores el nombre del embajador en España, Jorge Zermeño, y autorizó que se promoviera a Josefina Vázquez Mota, coordinadora de las campañas de diputados federales –y corresponsable de la debacle– y al diputado Héctor Larios Córdova.
–¿Puede Calderón imponer otra vez al presidente del PAN? –se le pregunta al diputado federal electo Javier Corral.
–El golpazazo del 5 de julio aconsejaría al presidente no intervenir en este proceso –responde– y yo esperaría que no haya un candidato oficial. Advierte: “Sería suicida y autodestructivo empeñarse en colocar, de nueva cuenta, a una figura que sea incondicional o que atienda fundamentalmente a los intereses del gobierno y no a los intereses del partido. Lo vería yo como el último clavo al ataúd”. Corral Jurado, quien renunció al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) cuando Calderón y Martínez depusieron sus compromisos democratizadores –y contra ellos, pese a un fraude documentado en Chihuahua, ganó la candidatura a diputado–, valora lanzar su candidatura a la presidencia del PAN, al que le urge un “estrujamiento interno”: “Necesitamos que en el PAN haya, internamente, un tsunami en términos de reglas, procesos, programas, y que redefinamos muy bien la relación partido-gobierno, es decir, los deberes de la cooperación, pero también los límites de la intervención del presidente en la vida del partido”.
Sin reñir con el jefe del Ejecutivo, el PAN debe mantener su campo de acción: “No podemos aceptar un partido subordinado ni un jefe del partido que esté al tronido de los dedos del presidente de la República. Esto no le sirve ni a él”. En entrevista, el jueves 9, Corral elabora una propuesta programática para la recuperación del PAN, que incluye la modernización de su oferta para cambiar la política económica –“¡basta de seguir con la que enriquece a los más ricos! ¡Hay que revisar el modelo hasta por sentido práctico!”– y retomar los grandes temas de su agenda histórica.
“Por nuestra culpa hoy vive la República un momento aciago al ver el regreso del PRI a la Cámara de Diputados. Eso, en gran medida, nosotros lo hemos provocado. El PRI que nos ganó el 5 de julio es una maquinaria intacta que los gobiernos del PAN hemos aceitado con concesiones absurdas, con negociaciones indebidas, carísimas para el ideal democrático, con alianzas inadmisibles, con omisiones cuestionables. Este PRI fue reempoderado, aunque no me guste la palabra, por nosotros.” Al no desmantelarse el régimen corporativo, clientelar, monopólico y patrimonialista se benefició a quienes prohijaron ese sistema. “¿Qué sucedió? Terminamos asemejándonos a ellos, pero fortaleciéndolos”.
–Carlos Castillo Peraza defendió la supuesta victoria cultural del PAN, pero ¿no le parece que se impuso la victoria incultural del PRI?
–Hay un acumulado de cosas. Es muy fuerte decir esto, pero fuimos más poder durante nuestra última década como oposición que en esta década de poder. Fue más reformador Carlos Salinas con nuestras ideas que Vicente Fox y Calderón. Salinas, de hecho, cumplió en parte la plataforma de 1988. Tuvo más reformas constitucionales de las llamadas estructurales, de acuerdo a nuestro ideario y programa, que en estos nueve años. “Porque las negociaciones que hemos hecho nos han desfigurado como partido y nos han dado reformas chatas que sólo han favorecido a la lógica del PRI. ¿Qué reforma constitucional que haya tomado las grandes banderas de cambio del PAN en el país tenemos en estos nueve años? ¡Cuál!” Resume: “Tenemos que reconocer que ha faltado el talante de cambio en estos años, que las promesas están incumplidas y que la oferta de transición democrática está incumplida”.
Que renuncie el CEN
Internamente, también, Corral urge a una reforma que sobre todo termine con la lógica de grupos: “Si no nos salimos de la dinámica de los grupos, que se han agrupado en dos grandes facciones, no vamos a poder entrarle a una renovación integral del PAN”. El exsenador subraya: “Está ganando, en lo local, el acarreo de los dirigentes estatales, y en lo nacional está ganando el dominio de los grupos de poder: el gobierno de la República y los gobernadores de los estados. Nosotros también tenemos nuestro sindicato de gobernadores”. Y es que el martes 7, un día después de que Germán Martínez renunció a la presidencia del PAN, siete de los ocho gobernadores de ese partido y los coordinadores de los grupos parlamentarios, Gustavo Madero y Héctor Larios, emitieron un pronunciamiento de respaldo a Martínez.
“Como que no se han dado cuenta de que son corresponsables, como si no afectaran los desfiguros de varios de ellos en sus estados, como si no han colaborado con creces en este deterioro. El mensaje de ayer no se hace cargo de nada”. También le resulta extraño a Corral Jurado el silencio del CEN, cuyos integrantes deben renunciar porque son corresponsables de las decisiones de Martínez Cázares, como la imposición por dedazo de más de 350 candidatos, 80% de los cuales perdieron: “Es una responsabilidad mayúscula. ¿Cómo que se va Germán y se queda el grupo que tomó las decisiones?”
–¿Por decoro deben renunciar?
–¡No por decoro, sino por responsabilidad política! Porque es el órgano que aprobó la estrategia de hacer de él nuevo ideólogo y vocero de la campaña del PAN. Esa campaña publicitaria, estoy seguro ideada por un genio de la contrapropaganda…
–Antonio Solá.
–No sé, pero fue contrapropaganda para nosotros, muestra el deterioro del partido. Antes presentábamos a las figuras comprometidas con el cambio democrático y ahora eran, e incluso se le traían, varios luchadores en actos de campaña. ¿Quién fue el que diseñó la campaña televisiva que comparaba la lucha del presidente Calderón contra el narcotráfico con la lucha libre? ¡No hay nada más falso y arreglado en el espectáculo que la lucha libre!
El eje Corral-Creel-Espino
Otro aspirante a suceder a Germán Martínez es el senador Humberto Aguilar Coronado, quien también propone la renuncia del CEN para que el Consejo Nacional –el órgano electivo– quede en libertad para elegir a un presidente por tres años, no sólo el año y medio que resta de la gestión actual. “Si bien Germán asume toda la responsabilidad, no es menos cierto que tenía un equipo que es corresponsable de lo que nos pasó. Entonces, una buena decisión de los miembros del CEN es dejarle la oportunidad al Consejo Nacional de que elija presidente por tres años para que trascendiera el periodo de la elección constitucional, cuya principal función fuera precisamente la unificación del partido, el rescate de la identidad, del orgullo del militante panista y, por supuesto, el triunfo electoral en 2012”.
Aguilar, quien es promovido por su compañero Santiago Creel, rechaza también un nuevo presidente del PAN que se someta a Calderón: “Ahí está la expresión que el PAN tuvo que atender con la candidatura de Germán, hace año y medio, y no son los momentos de una situación así. No debe ser un candidato contra el presidente, pero sí un candidato que rescate el orgullo del panista, de trabajar por el bien de México y de conquistar voluntades. Respetando al gobierno, pero con una clara inclinación al fortalecimiento del PAN”.
–¿No se debe subordinar el partido al gobierno?
–Definitivamente no. Creo en un panismo fortalecido, que tiene como responsabilidad primaria apoyar a su gobierno, pero también fortalecer a los militantes para poder seguir siendo opción de gobierno y esperanza ciudadana.
Expone: “Creo en un PAN en el que quepamos todos y que todos los talentos puedan sumar. Un perfil como el mío, dicen mis compañeros, puede ayudar”, dice el senador por Puebla, quien fue compañero de Calderón y Martínez en el comité encabezado por Castillo Peraza. Más que Aguilar, Corral ha concitado, por su proyección nacional y prestigio en batallas contra Televisa, mayor expectativa inclusive que Manuel Espino, expresidente del PAN, y Creel.
–Quién lo diría: después de 20 años de choques, converge con Espino.
–Yo no voy a hacer compromiso con grupo alguno –responde Corral–. Yo voy a plantear un programa, un concepto del partido, y todos los que a ese proyecto se quieran sumar serán bienvenidos, si tomo la decisión. “Y no está tomada porque también quiero conocer si el proceso al que vamos es incierto en sus resultados y cierto en sus reglas o es un proceso que ya está cierto en sus resultados e incierto en sus reglas. Yo creo que debemos tener claro si el gobierno va o no a actuar. Yo no tengo grupo político en el Consejo Nacional ni en el PAN, pero podemos ser un movimiento transversal a grupos”.
Y lo fundamental: que primero se tenga claro el diagnóstico de las elecciones y luego las medidas para relanzar al PAN y que susciten el aval del Consejo Nacional. “De nada va a servir relevar a Martínez por quien fuera si el Consejo Nacional no aprueba un plan de recuperación del PAN para los ciudadanos. De nada serviría que el sucesor fuera Aguilar, Creel, Espino, Vázquez Mota, Zermeño o Corral, si el Consejo Nacional no respalda las ideas que presenten, porque lo que necesitamos es una mayor, y el que elija el Consejo debe saber a qué va, y sobre todo debe quedar claramente debatida la idea de la relación partido-gobierno”, explica Corral Jurado.
Por eso, reta a que Calderón no imponga al presidente del PAN: “Está en una encrucijada: O se decide alzar la mira con una perspectiva de largo plazo, por la historia, o vive en el día a día de la acción de gobierno y espera pacientemente a que regrese el PRI a Los Pinos”. Martínez, mientras tanto, se esfumó. El lunes 6, tras hacer pública su renuncia, se negó a responder si Calderón fue el que lo obligó a renunciar y si, como se prevé, será enviado como embajador…
kikka-roja.blogspot.com/
–¿Puede Calderón imponer otra vez al presidente del PAN? –se le pregunta al diputado federal electo Javier Corral.
–El golpazazo del 5 de julio aconsejaría al presidente no intervenir en este proceso –responde– y yo esperaría que no haya un candidato oficial. Advierte: “Sería suicida y autodestructivo empeñarse en colocar, de nueva cuenta, a una figura que sea incondicional o que atienda fundamentalmente a los intereses del gobierno y no a los intereses del partido. Lo vería yo como el último clavo al ataúd”. Corral Jurado, quien renunció al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) cuando Calderón y Martínez depusieron sus compromisos democratizadores –y contra ellos, pese a un fraude documentado en Chihuahua, ganó la candidatura a diputado–, valora lanzar su candidatura a la presidencia del PAN, al que le urge un “estrujamiento interno”: “Necesitamos que en el PAN haya, internamente, un tsunami en términos de reglas, procesos, programas, y que redefinamos muy bien la relación partido-gobierno, es decir, los deberes de la cooperación, pero también los límites de la intervención del presidente en la vida del partido”.
Sin reñir con el jefe del Ejecutivo, el PAN debe mantener su campo de acción: “No podemos aceptar un partido subordinado ni un jefe del partido que esté al tronido de los dedos del presidente de la República. Esto no le sirve ni a él”. En entrevista, el jueves 9, Corral elabora una propuesta programática para la recuperación del PAN, que incluye la modernización de su oferta para cambiar la política económica –“¡basta de seguir con la que enriquece a los más ricos! ¡Hay que revisar el modelo hasta por sentido práctico!”– y retomar los grandes temas de su agenda histórica.
“Por nuestra culpa hoy vive la República un momento aciago al ver el regreso del PRI a la Cámara de Diputados. Eso, en gran medida, nosotros lo hemos provocado. El PRI que nos ganó el 5 de julio es una maquinaria intacta que los gobiernos del PAN hemos aceitado con concesiones absurdas, con negociaciones indebidas, carísimas para el ideal democrático, con alianzas inadmisibles, con omisiones cuestionables. Este PRI fue reempoderado, aunque no me guste la palabra, por nosotros.” Al no desmantelarse el régimen corporativo, clientelar, monopólico y patrimonialista se benefició a quienes prohijaron ese sistema. “¿Qué sucedió? Terminamos asemejándonos a ellos, pero fortaleciéndolos”.
–Carlos Castillo Peraza defendió la supuesta victoria cultural del PAN, pero ¿no le parece que se impuso la victoria incultural del PRI?
–Hay un acumulado de cosas. Es muy fuerte decir esto, pero fuimos más poder durante nuestra última década como oposición que en esta década de poder. Fue más reformador Carlos Salinas con nuestras ideas que Vicente Fox y Calderón. Salinas, de hecho, cumplió en parte la plataforma de 1988. Tuvo más reformas constitucionales de las llamadas estructurales, de acuerdo a nuestro ideario y programa, que en estos nueve años. “Porque las negociaciones que hemos hecho nos han desfigurado como partido y nos han dado reformas chatas que sólo han favorecido a la lógica del PRI. ¿Qué reforma constitucional que haya tomado las grandes banderas de cambio del PAN en el país tenemos en estos nueve años? ¡Cuál!” Resume: “Tenemos que reconocer que ha faltado el talante de cambio en estos años, que las promesas están incumplidas y que la oferta de transición democrática está incumplida”.
Que renuncie el CEN
Internamente, también, Corral urge a una reforma que sobre todo termine con la lógica de grupos: “Si no nos salimos de la dinámica de los grupos, que se han agrupado en dos grandes facciones, no vamos a poder entrarle a una renovación integral del PAN”. El exsenador subraya: “Está ganando, en lo local, el acarreo de los dirigentes estatales, y en lo nacional está ganando el dominio de los grupos de poder: el gobierno de la República y los gobernadores de los estados. Nosotros también tenemos nuestro sindicato de gobernadores”. Y es que el martes 7, un día después de que Germán Martínez renunció a la presidencia del PAN, siete de los ocho gobernadores de ese partido y los coordinadores de los grupos parlamentarios, Gustavo Madero y Héctor Larios, emitieron un pronunciamiento de respaldo a Martínez.
“Como que no se han dado cuenta de que son corresponsables, como si no afectaran los desfiguros de varios de ellos en sus estados, como si no han colaborado con creces en este deterioro. El mensaje de ayer no se hace cargo de nada”. También le resulta extraño a Corral Jurado el silencio del CEN, cuyos integrantes deben renunciar porque son corresponsables de las decisiones de Martínez Cázares, como la imposición por dedazo de más de 350 candidatos, 80% de los cuales perdieron: “Es una responsabilidad mayúscula. ¿Cómo que se va Germán y se queda el grupo que tomó las decisiones?”
–¿Por decoro deben renunciar?
–¡No por decoro, sino por responsabilidad política! Porque es el órgano que aprobó la estrategia de hacer de él nuevo ideólogo y vocero de la campaña del PAN. Esa campaña publicitaria, estoy seguro ideada por un genio de la contrapropaganda…
–Antonio Solá.
–No sé, pero fue contrapropaganda para nosotros, muestra el deterioro del partido. Antes presentábamos a las figuras comprometidas con el cambio democrático y ahora eran, e incluso se le traían, varios luchadores en actos de campaña. ¿Quién fue el que diseñó la campaña televisiva que comparaba la lucha del presidente Calderón contra el narcotráfico con la lucha libre? ¡No hay nada más falso y arreglado en el espectáculo que la lucha libre!
El eje Corral-Creel-Espino
Otro aspirante a suceder a Germán Martínez es el senador Humberto Aguilar Coronado, quien también propone la renuncia del CEN para que el Consejo Nacional –el órgano electivo– quede en libertad para elegir a un presidente por tres años, no sólo el año y medio que resta de la gestión actual. “Si bien Germán asume toda la responsabilidad, no es menos cierto que tenía un equipo que es corresponsable de lo que nos pasó. Entonces, una buena decisión de los miembros del CEN es dejarle la oportunidad al Consejo Nacional de que elija presidente por tres años para que trascendiera el periodo de la elección constitucional, cuya principal función fuera precisamente la unificación del partido, el rescate de la identidad, del orgullo del militante panista y, por supuesto, el triunfo electoral en 2012”.
Aguilar, quien es promovido por su compañero Santiago Creel, rechaza también un nuevo presidente del PAN que se someta a Calderón: “Ahí está la expresión que el PAN tuvo que atender con la candidatura de Germán, hace año y medio, y no son los momentos de una situación así. No debe ser un candidato contra el presidente, pero sí un candidato que rescate el orgullo del panista, de trabajar por el bien de México y de conquistar voluntades. Respetando al gobierno, pero con una clara inclinación al fortalecimiento del PAN”.
–¿No se debe subordinar el partido al gobierno?
–Definitivamente no. Creo en un panismo fortalecido, que tiene como responsabilidad primaria apoyar a su gobierno, pero también fortalecer a los militantes para poder seguir siendo opción de gobierno y esperanza ciudadana.
Expone: “Creo en un PAN en el que quepamos todos y que todos los talentos puedan sumar. Un perfil como el mío, dicen mis compañeros, puede ayudar”, dice el senador por Puebla, quien fue compañero de Calderón y Martínez en el comité encabezado por Castillo Peraza. Más que Aguilar, Corral ha concitado, por su proyección nacional y prestigio en batallas contra Televisa, mayor expectativa inclusive que Manuel Espino, expresidente del PAN, y Creel.
–Quién lo diría: después de 20 años de choques, converge con Espino.
–Yo no voy a hacer compromiso con grupo alguno –responde Corral–. Yo voy a plantear un programa, un concepto del partido, y todos los que a ese proyecto se quieran sumar serán bienvenidos, si tomo la decisión. “Y no está tomada porque también quiero conocer si el proceso al que vamos es incierto en sus resultados y cierto en sus reglas o es un proceso que ya está cierto en sus resultados e incierto en sus reglas. Yo creo que debemos tener claro si el gobierno va o no a actuar. Yo no tengo grupo político en el Consejo Nacional ni en el PAN, pero podemos ser un movimiento transversal a grupos”.
Y lo fundamental: que primero se tenga claro el diagnóstico de las elecciones y luego las medidas para relanzar al PAN y que susciten el aval del Consejo Nacional. “De nada va a servir relevar a Martínez por quien fuera si el Consejo Nacional no aprueba un plan de recuperación del PAN para los ciudadanos. De nada serviría que el sucesor fuera Aguilar, Creel, Espino, Vázquez Mota, Zermeño o Corral, si el Consejo Nacional no respalda las ideas que presenten, porque lo que necesitamos es una mayor, y el que elija el Consejo debe saber a qué va, y sobre todo debe quedar claramente debatida la idea de la relación partido-gobierno”, explica Corral Jurado.
Por eso, reta a que Calderón no imponga al presidente del PAN: “Está en una encrucijada: O se decide alzar la mira con una perspectiva de largo plazo, por la historia, o vive en el día a día de la acción de gobierno y espera pacientemente a que regrese el PRI a Los Pinos”. Martínez, mientras tanto, se esfumó. El lunes 6, tras hacer pública su renuncia, se negó a responder si Calderón fue el que lo obligó a renunciar y si, como se prevé, será enviado como embajador…