EL FRAUDE DEL TRIFE TEPJF Aqui El juicio sin juicio
LO QUE LOS MEDIOS NO QUIEREN PASAR NI POR RADIO NI POR TV ,
A DIFUNDIR AUNQUE LE PESE A TELEVISA Y AL PAN
VOTOS DE MAS Y VOTOS DE MENOS,
EL FRAUDE ELECTORAL EN MEXICO
11720 casillas (dato no preciso), de éstas, 3873 (el 33%) encontraron 58056 boletas de más. En el 31% de 11720 casillas, o sea en 3656 casillas encontraron 61688 boletas de menos. es decir que fueron a votar pero no depositaron la boleta el voto en la urna,(se la llevaron de recuerdo a su casa, es la explicacion que da el tribunal, ¿900 mil boletas están en la sala de su casa emarcadas? ¡Ridiculo!) En 7532 casillas (el 65%) hay por lo menos una irregularidad grave, significa que hay en promedio un fraude de 5 votos o boletas por casilla.
EL RECUENTO PARCIAL DEL TRIBUNAL PRUEBA PLENAMENTE EL FRAUDE ELECTORAL
El recuento de casillas, ordenado por Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el 9% del total de las instaladas el 2 de julio, prueba plenamente que en la elección presidencial hubo un operativo de defraudación, organizado, masivo y sistemático para usurpar la voluntad ciudadana. Se demostró que hay cientos de miles de votos introducidos y sustraídos ilegalmente en las urnas y, además, miles de actas falsificadas que cambian el resultado real de la votación emitida por los ciudadanos.
I.- INFORMACIÓN DEL RECUENTO Y SUS RESULTADOS.
1.- La diligencia ordenada y practicada por el Tribunal, tenía como objetivo central revisar si el hecho de que hubiera votos de más y de menos en las casillas denunciadas por nuestra Coalición, era producto de un error aritmético subsanable con el recuento o de irregularidades graves no subsanables con el mismo. Se prueba que la mayor alteración de la voluntad ciudadana se realizó con un operativo de defraudación electoral, mediante el cual se introdujeron y sustrajeron ilegalmente votos de las urnas.
En 3,873 de las casillas, es decir, en el 33 por ciento, fueron introducidos ilegalmente (se taquearon) 58 mil 056 votos, es decir un promedio de 5 votos por casilla en el total de la recontadas. Por sí sola, esta defraudación modifica completamente los resultados electorales.
En 3,659 casillas, es decir en el 31 por ciento, fueron retirados ilegalmente (se robaron) 61 mil 688 votos. Es decir, un promedio de 5.2 votos por casilla en el total de las recontadas. Por sí sola, esta defraudación modifica completamente los resultados electorales.
Es decir, el número total de casillas en donde ilegalmente se introdujeron y sustrajeron votos, es 7 mil 532, el 65% de las casillas recontadas, y significan 119 mil 744 votos alterados.
Esta situación, confirmada y cuantificada en el recuento realizado por el Tribunal Electoral, no es reparable ni con el recuento mismo, pues el Tribunal no puede contar votos robados, ni identificar los votos introducidos en la urna ilegalmente, de aquellos que genuinamente depositaron los ciudadanos, pues se trata de las mismas boletas que imprimió el IFE y que modifican, evidente y ampliamente, el resultado de la elección. Por lo tanto, si actúa con imparcialidad y limpia la elección, estas casillas en que, con el recuento se ha acreditado plenamente las graves e irreparables irregularidades que ponen en duda la certeza de la votación, deberán ser anuladas por el Tribunal Electoral, ya que son determinantes para el resultado de la votación.
En la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral se establece, en su artículo 75, las causales de nulidad de casillas: “k) Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma.”
2.- Se prueba, como un efecto secundario de la indagatoria, que hubo falsificación dolosa de las actas de escrutinio, al asentar en miles de ellas un número de votos que claramente no correspondían a la voluntad de los electores. Si bien hubo errores humanos en el escrutinio, no son estos los que modifican el resultado.
Hubo variación en los datos en el 81% de las actas de escrutinio recontadas. La votación obtenida por López Obrador prácticamente no tiene variación, pues sólo perdería 43 votos en el total de las actas recontadas. Por el contrario, resulta evidente que existió una falsificación masiva y deliberada para beneficiar a Felipe Calderón, pues en el papel se le habían registrado a su favor 13 mil 335 votos que nunca existieron en 4,969 casillas, en el 43%, dando un promedio de 1.14 votos por casilla recontada. Es decir, que lo que el PAN ha llamado “errores humanos comprensibles” beneficiaron 31 mil % veces más a Felipe Calderón que a López Obrador (No se incluyen los votos reservados por el Tribunal).
3. Se prueba que los paquetes electorales han sido abiertos y violentados después del Cómputo Distrital.En prácticamente todos los distritos donde se realizó el recuento se encontraron decenas de miles de paquetes sin sellar y centenares de miles de los sobres que contienen la votación electoral, con sellos violados y sin firmas e incluso paquetes electorales desaparecidos. Es decir, que tal como lo denunciamos, hubo manipulación ilegal de los paquetes, los sobres y las boletas electorales antes, durante y después del Cómputo Distrital.
4.- Se prueba que el Consejo General del IFE y los Consejos Distritales actuaron con dolo, al ser omisos en el cumplimiento de sus obligaciones legales y al abusar de su autoridad. Esto es evidente y explícito en la resolución judicial del Tribunal Electoral que ordena un nuevo cómputo parcial. Los funcionarios del IFE impidieron deliberadamente que se cumpliera con la Constitución Política de la República y con el Código Federal de Procedimientos Electorales. Impidieron con premeditación, alevosía y ventaja la aplicación de la ley para encubrir las evidentes y señaladas alteraciones al proceso electoral.
II.- IMPACTO EN LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL DEL FRAUDE ELECTORAL YA COMPROBADO EN EL RECUENTO REALIZADO POR EL TRIBUNAL ELECTORAL.
Sostenemos que el recuento parcial realizado por el Tribunal Electoral es insuficiente para garantizar el principio de certeza en la elección presidencial consagrado en el Artículo 41 de nuestra Constitución. Sin embargo, lo consideramos un extraordinario botón de muestra de lo que pasó en la elección a nivel nacional. Los resultados de las diligencias judiciales practicadas, proyectados a nivel nacional, muestran la magnitud del fraude:
Felipe Calderón obtuvo a nivel nacional, producto de la introducción fraudulenta de 651,538 votos, en las casillas instaladas, además de 149,653 votos por la falsificación de los resultados en las de actas de casilla. A López Obrador por el contrario, se le eliminaron cerca de 692,299 votos como resultado de los votos extraídos ilegalmente.
Esto significa, que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección del pasado 2 de julio con cerca de 1.5 millones de votos.
Podemos afirmar, contundentemente, con las pruebas en la mano, que la voluntad ciudadana expresada en las urnas pretende ser usurpada.
La demanda de la mayoría de pueblo de México, de contar voto por voto y casilla por casilla y limpiar la elección presidencial, no sólo es sensata, legal, posible y necesaria, sino que, además, cuenta ahora con un nuevo soporte legal producto de las pruebas plenas aportadas por el recuento del Tribunal Electoral. Anhelamos que el Tribunal Electoral esté a la altura de las circunstancias y resuelva de acuerdo a nuestra Constitución y nuestras leyes. El pueblo de México merece saber la verdad y merece contar con un presidente legítimamente electo.
¡Qué se respete la voluntad ciudadana!
¡Que se limpie la elección!
¡Voto por voto y casilla por casilla!
¡No aceptaremos la imposición de un presidente espurio!
¡Viva la resistencia civil pacífica!
Coalición por el Bien de Todos
México, D. F., 15 de agosto de 2006.
¿Irán sobre su propia jurisprudencia?
Antonio Gershenson
Esta podría ser la última oportunidad de dar una salida institucional a esa situación. Así termina el artículo pasado, y así empieza este. Dentro de todos los casos de irregularidades y las respectivas inconformidades, hay por lo menos uno que tiene toda su historia e, incluso, jurisprudencia. La jurisprudencia se establece cuando el máximo organismo judicial del ramo de que se trate, en este caso el electoral, da cinco fallos consecutivos y en el mismo sentido. Los demás organismos judiciales del ramo también deben acatar el sentido de la jurisprudencia. Se trata de las casillas en las que hubo más votos que votantes. Esto implica que alguien agregó votos ilegalmente. En una conferencia del PRD, el pasado lunes 14, se dieron informes valiosos. No ha habido un solo caso, por lo menos en el régimen actual -que lleva, en este sentido, 10 años-, en el que haya habido votos de más y que no se hayan anulado las casillas respectivas automáticamente. Esto es muy importante, porque en las actuales elecciones y en las actuales condiciones, la aplicación de esta anulación de casillas a las que, dentro de las casi 12 mil que se abrieron recientemente, tuvieron votos de más, le da el triunfo a López Obrador. Se trata de casi 4 mil casillas. Si el tribunal electoral -por mayoría o por unanimidad- aplica el criterio ya establecido, o sea, actúa conforme a su propia jurisprudencia, esto dará una salida institucional a la actual situación. Podrá haber gente muy molesta, especialmente quienes se han considerado todopoderosos durante el régimen por terminar. Pero mucha más gente estará feliz y, sobre todo, se habrá resuelto la elección, después de tantas irregularidades, conforme a la ley. Esta salida legal abriría la puerta a que se pueda consensuar un proyecto nacional, a que se puedan resolver mediante el diálogo las cuestiones sociales, económicas, políticas y otras. El proyecto alternativo tiene las bases para salir del estancamiento económico y de la creciente polarización económica de la población. En cambio, si el tribunal -por mayoría o por unanimidad- pasa por encima de su propia jurisprudencia, y hace lo que no se había hecho en todos estos años, "legaliza" el que se introduzcan votos en las casillas ilegalmente, y deja vigentes esas casillas, estaría agregando otra ilegalidad, en cierto sentido más grave, a las anteriores. Daría una imagen en el sentido de que las leyes las aplica cuando le conviene, pero pasa por encima de ellas cuando el resultado molesta a los más poderosos. El ambiente nacional se polarizaría y se agravaría aún más. Y, lo peor, como declararían presidente electo a quien no lo fue legalmente, y ese es el paso final del proceso electoral según el procedimiento legal, cerraría las posibilidades de una solución institucional a los problemas vigentes y a los que surjan. Millones de mexicanos se sentirían defraudados. Si en las semanas transcurridas desde el día de las votaciones han salido miles de millones de pesos, sólo en bonos gubernamentales, esta situación llevada al largo plazo puede tener efectos bastante mayores. Es posible que los problemas locales o gremiales y la lucha por resolverlos se vayan inscribiendo en una lucha cada vez más general. Sin una salida institucional a la vista, es difícil saber qué cauce puedan seguir las cosas. Para si se da esta posibilidad, de legalización del fraude electoral, López Obrador convocó a una convención nacional a partir del 16 de septiembre. En ella se haría un replanteamiento global de la situación y de las alternativas a impulsar ante ella. De modo que es enorme la responsabilidad del tribunal electoral al decidir si aplica su propia jurisprudencia y anula las casillas "rellenadas" con votos, evidentemente votos a favor de la derecha, o si avala de una u otra manera esta y las otras formas del fraude electoral.
Epílogo (Durante y después de las elecciones)
Octavio Rodríguez Araujo
En este epílogo había pensado incluir un análisis de los resultados electorales bajo el supuesto de que en la noche de las elecciones iba a haber un presunto ganador para la Presidencia, claro e irrefutable. Pero la sospecha de fraude que hubo entre muchos mexicanos antes del 2 de julio se hizo realidad desde ese mismo día en la mañana.
Mis conocimientos matemáticos son insuficientes para distinguir el fraude cibernético, pero hubo quienes sí pudieron y así lo expusieron en diferentes medios, principalmente en
La Jornada y en otros denominados alternativos. Además de las alteraciones cibernéticas hubo otras formas de fraude, digamos manuales: modificación de actas, cajas con votos abiertas o incluso tiradas a la basura, donde fueron encontradas posteriormente, como fue el caso de lo encontrado por el fotógrafo Cuauhtémoc Negrete Barrera, en el tiradero de basura de Neza III, en ciudad Nezahualcóyotl en el estado de México. El fotografió actas de escrutinio, talonarios de boletas, acreditaciones y demás instrumentos de la elección, antes de que llegaran al lugar las autoridades. Hubo muchos más ejemplos que largo sería citar.
¿En qué consistió el principal fraude o, si se prefiere, el inicio del fraude? En primer lugar existen programas de cómputo capaces de discriminar e incluso de sustituir a ciudadanos de una cierta preferencia política con una "simple" instrucción del software. ChoicePoint Inc. los usó para la elección de George W. Bush en 2000. Un estudioso de aquellas elecciones es Greg Palast, periodista de la BBC y del diario
The Guardian de Gran Bretaña y autor, entre otros libros de
The Best Democracy Money Can Buy (La mejor democracia que el dinero puede comprar). Palast demostró que la empresa DBT Online, de ChoicePoint Inc. de Atlanta, Georgia, fue contratada por el Partido Republicano para falsear el padrón electoral de Florida en favor de su candidato presidencial. Ese fraude consistió básicamente en quitar electores de la lista y sustituirlos por otros. En la acción participó Jeb Bush, hermano del candidato y gobernador de Florida, además de su secretaria de gobierno, Katherine Harris. En esa entidad de la Unión Americana, dado el sistema electoral de ese país, el candidato del Partido Demócrata, Al Gore, perdió por unos cuantos votos, los suficientes para darle el triunfo al republicano. Hay indicios de que se siguió el mismo esquema en la elección de 2004 (la relección de Bush), pero en el estado de Ohio para hacer perder a John F. Kerry. En México ChoicePoint Inc. compró el padrón electoral en 2003, en el que estaban registrados alrededor de 60 millones de ciudadanos mexicanos. En abril de ese año los corresponsales de
La Jornada en Washington denunciaron la operación. Obligaron al gobierno mexicano a hacer una investigación, y se descubrió que un proveedor de datos de la Secretaría de Gobernación vendió los discos a otra empresa llamada Bases de Datos Especializadas, cuyo dueño era Jorge López García. Y éste, a su vez, fue el vendedor de la información a ChoicePoint. Palast tiene sospechas de que ChoicePoint intervino también en México, quizá por la vía del Instituto Internacional Republicano (The International Republican Institute), asesorando al PAN y, por este canal, además de la empresa de Diego Hildebrando Zavala (cuñado de Calderón), al Instituto Federal Electoral (IFE), tanto para la administración del padrón ciudadano con derecho a voto como el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
Parte final del más reciente libro de Octavio Rodríguez Araujo,
México en vilo, publicado por Jorale Editores y que en breve estará a la venta. A manera de adelanto,
La Jornada ofrece a sus lectores, con permiso del autor y de los editores, este fragmento.
Claudia Sheinbaum Pardo
Que se aplique la ley: en el tribunal electoral, pruebas del fraude
Como lo hemos señalado en otras ocasiones, el recuento que ordenó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha resultado ser un excelente botón de muestra de lo que ocurrió en todo el país. Hubo un fraude masivo, sistemático y organizado en contra de Andrés Manuel López Obrador. No es casual que como resultado del recuento ordenado por el tribunal, aplicando su propia jurisprudencia y el mandato de nuestras leyes, miles de las casillas recontadas deberán ser anuladas. Es decir, que si se aplica la ley, se confirma que el ganador de la elección es Andrés Manuel López Obrador.
El tribunal electoral establece en la sentencia que ordena la apertura de las casillas lo siguiente (SUP-JIN-212/2006, EN www.trife.org.mx-ultimas sentencias-5 de agosto):
"Como se advierte, el procedimiento de escrutinio y cómputo establece la obtención de los siguientes datos:
a) Las boletas entregadas en la casilla.
b) La boletas sobrantes.
c) El número de ciudadanos que votaron conforme a la lista nominal de electores de la sección utilizada en la casilla el día de la jornada electoral.
d) Las boletas depositadas en la urna.
e) El número de votos emitidos a favor de cada partido político o candidato, así como los nulos, de cuya suma se obtiene la votación total emitida.
La comparación entre estos resultados sirve para cerciorarse de su veracidad, como se demuestra con los siguientes ejemplos:
1. El número de ciudadanos que votaron debe ser igual a las boletas depositadas en la urna y que la votación total emitida. A estos tres rubros se les conoce como fundamentales, pues son los que expresan directamente votos, entendidos como la boleta entregada válidamente al elector, en la cual asentó el sentido de su sufragio y depositó en la urna.
2. En especial, las cifras correspondientes a las boletas depositadas en la urna y la votación total emitida deben coincidir, pues en este caso ya no se concibe la posibilidad de que en el paso de extraer las boletas y contabilizar los votos para los contendientes, merme o se incremente la suma de boletas extraídas de la urna, por lo cual, si alguna de esas cifras es mayor, se genera un indicio en el sentido de que en algún momento del escrutinio y cómputo se sustrajeron indebidamente votos válidos o se incluyeron espurios, salvo que se demuestre lo contrario.
3. La suma de la votación obtenida por cada partido, así como por los candidatos no registrados, junto con los votos nulos, debe ser igual a la votación total recibida, porque de no ser así igualmente se genera la presunción anotada en el punto anterior.
Como garantía de la realización de elecciones libres, auténticas y periódicas, la Carta Magna establece el principio de certeza como rector de la función estatal de la organización de las elecciones"
El tribunal electoral decidió abrir algunas casillas (9 por ciento del total nacional), para cerciorarse si las inconsistencias en las actas de escrutinio y cómputo que denunció e impugnó la coalición Por el Bien de Todos desde los distritos electorales eran errores en su llenado o si verdaderamente hay una diferencia entre los ciudadanos que votaron y los votos emitidos el 2 de julio.
El resultado de la apertura de casillas que ordenó el tribunal es sumamente revelador. Presento, a continuación, dos de ellos:
1. Diferencia entre boletas recibidas, boletas utilizadas y sobrantes.
Resulta obvio que si se recibieron, por ejemplo, 500 boletas en una casilla y votaron 250 ciudadanos, deben quedar 250 boletas sobrantes o inutilizadas. Sin embargo, resulta que en 7 mil 532 casillas del recuento, el 65 por ciento, esto no ocurre. La información de las boletas recibidas por casilla se encuentra en el PREP y en las actas de escrutinio y cómputo, y la información de la votación total emitida y las boletas sobrantes proviene del nuevo recuento ordenado por el tribunal. La tabla 1 muestra los resultados.
2. Diferencia entre ciudadanos que votaron en la lista nominal y la votación total emitida.
En este caso es también obvio que si, por ejemplo, votaron 500 ciudadanos (de acuerdo con las marcas que los funcionarios de casilla pusieron en el cuaderno de la lista nominal después de depositado su voto) este número debe ser igual al de los votos emitidos. Pues resulta que esto no es así en 8 mil 428 casillas del recuento, el 72 por ciento. La información de los ciudadanos que votaron de acuerdo con la lista nominal se obtiene de las propias sentencias del tribunal para los 149 distritos (www.trife.org.mx-ultimas sentencias-5 de agosto) y la votación total proviene de los resultados del recuento (votación de los cinco partidos, votos nulos, candidatos no registrados y votos reservados por el tribunal). La tabla 2 muestra los resultados.
Es decir, al comparar el número de ciudadanos que votaron el día de la elección y que fueron marcados en los listados nominales, con los votos en las urnas, el resultado es que en 43 por ciento de las casillas hay
votos espurios, como los llama el propio tribunal, y en 29 por ciento de las casillas se
sustrajeron indebidamente votos válidos.
Dice el tribunal, nuevamente en su sentencia:
"Tener certeza sobre la totalidad de los votos emitidos y el sentido de ellos adquiere relevancia en las elecciones democráticas para determinar al candidato electo, porque tanto los partidos contendientes como la sociedad en su conjunto tienen mayor interés en tener la certidumbre que el cómputo de los votos se llevó a cabo adecuadamente, y que en verdad la decisión mayoritaria es la que se advierte en un primer momento, o si las posibilidades de error en el cómputo de varias casillas pudieran llevar, luego de una verificación o recuento, en los términos previstos en la ley, a un resultado diferente".
En la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral se establece, en su artículo 75, las
causales de nulidad de casillas:
"k) Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma."
La causal de nulidad es clara y explícita. Por esta razón, si el tribunal es consecuente con la ley y su propia jurisprudencia, debe anular las casillas en donde ha quedado demostrado que hubo votos espurios y donde se robaron votos de las urnas. Bajo esta condición,
si se anula la votación de las casillas que en el recuento se demostró tiene una alteración fraudulenta, Andrés Manuel López Obrador gana la elección por 526 mil 786 votos. Este resultado se obtiene al anular los supuestos votos del PAN (1 millón 389 mil 653) y de la coalición (618 mil 933) en esas casillas, y restando los 243 mil 934 votos de la diferencia que reportó el IFE.
Para ordenar el recuento de votos el tribunal, en su propia sentencia, reconoce que si en las actas los votos emitidos no coinciden con el número de votantes entonces hay indicios de votos espurios o votos extraídos de las urnas. Ahora,
después del recuento, el tribunal ya no tiene indicios, sino la certeza, la prueba plena de que hubo una alteración fraudulenta en las casillas.
Si se cumple la ley y se anulan esas casillas, a lo mejor el PAN pedirá que se cuente voto por voto, casilla por casilla. Con lo cual estaremos, por supuesto, de acuerdo.
¿Será mucho pedir a un tribunal del Poder Judicial de la Federación que cumpla con la ley?
(En algunos distritos los votos reservados por el tribunal se contaron también para los partidos, como el 6 de Guanajuato. En este caso no se consideran los votos reservados).
VIDEOS DE LA JORNADA, www.jornada.unam.mx
Desfiladero Jaime Avilés
El tribanal, último eslabón del fraude
El resultado de la elección no será la gobernabilidad
Inviable, que Fox dé el Grito en el Zócalo el 15
Internet vs televisión: poderes fácticos en guerra
Militantes perredistas, simpatizantes de la coalición que postuló candidato a Andrés Manuel López Obrador y ciudadanos sin partido, realizaron ayer una manifestación fuera del Centro de Convenciones de Morelia, en Michoacán, donde el presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, festejó con militantes panistas Foto La Jornada Michoacán / Iván Sánchez
De escandaloso -para no llamarlo aberrante, canallesco, inmundo-, sólo de escandaloso puede calificarse el fallo del tribanal (ya no tribunal, ahora es más pequeño, frívolo, mezquino) que declaró "sucias pero válidas" las elecciones del 2 de julio. Los magistransas (ya no magistrados, pues quedaron muy por debajo de su cargo) se burlaron de quienes les solicitaron la protección de la justicia ante la intromisión del "gobierno" de Vicente Fox, las cúpulas empresariales, la profesora Elba Esther Gordillo, los gobernantes priístas y el Instituto Federal Electoral (IFE) en beneficio de uno de los candidatos a la Presidencia de la República.
Para los máximos representantes del Poder Judicial en materia de elecciones, la entrega del padrón electoral al Partido Acción Nacional (PAN), por conducto de Hildebrando, la empresa del cuñado mayor de Felipe Calderón, no constituyó un delito "acreditado" y "no impactó" en el resultado final de los comicios. Como tampoco afectaron a éstos la visita del ex jefe de gobierno español José María Aznar, o las caricaturas cargadas de odio amlofóbico que entregaban a sus clientes en la bolsa de cada compra las tiendas Coppel, o los anuncios en tele y radio de firmas como Jumex, Bimbo, Sabritas y demás.
En cambio, según los magistransas, lo que sí pudo haber disminuido la votación de Andrés Manuel López Obrador fue su "inasistencia al primer debate" entre candidatos, a principios de mayo, o la forma en que se expresó de Fox al llamarlo "chachalaca", pero no supieron "establecer" si la campaña López-Obrador-un-peligro-para-México "afectó de manera preponderante al proceso".
Ciegos ante los videos -siempre disponibles en la página electrónica de La Jornada, www.jornada.unam.mx/ultimas-, en los que al menos en 23 distritos pueden apreciarse las huellas de una manipulación criminal de paquetes electorales destripados, los magistransas "no acreditaron la apertura ilegal" de los mismos. Y por supuesto no encontraron inconsistencia alguna entre los resultados de cada una de las 130 mil casillas y los que, con votos de más para Calderón y de menos para López Obrador, dio a conocer la noche del 2 de julio el IFE.
En suma, la señora y los señores magistransas redactaron una sentencia definitiva e inapelable que fue el último eslabón de una cadena de atropellos en la que se coludieron el "gobierno" de Fox, el IFE, la Gordillo, los gobernadores del PRI y, muy destacadamente, las casas encuestadoras y los medios, acaudillados por Televisa. Ante la denuncia de que Hildebrando obtuvo ilegalmente toda la información estratégica del país, la televisión guardó sepulcral silencio para que el tribanal no "acreditara" ese delito, pero cuando casi todas las mediciones de opinión coincidieron en que López Obrador había perdido popularidad por no ir al primer debate o llamar chachalaca a Fox, los magistransas tomaron nota y a su turno obraron por consigna.
Entre la sonrisa siniestra de Luis Carlos Ugalde, el presidente del IFE que a 10 días de la elección se autoconcedió un bono extra de 500 mil pesos en recompensa por su "magnífico" desempeño, y los discursitos ridículos y autocomplacientes -"como usted hermosamente lo ha expresado, querido colega"- que los magistransas declamaron la mañana del martes al convalidar el fraude electoral, hay una línea de complicidad que pasa por todas las instancias económicas y políticas de la minoría privilegiada que se considera dueña exclusiva de México.
Esta cerró filas y terminó por configurar lo que juristas y politólogos definen como un "golpe de Estado" para colocar en la Presidencia de la República a Calderón, aunque éste ande a partir de ahora a salto de mata, o de helicóptero, porque la mitad del electorado no le concede legitimidad y lo considera artífice de una humillación y de un despojo dolorosamente insoportables.
¿Gobernará Calderón?
Clausurado el tema electoral con brutal violencia jurídica, se abre de par en par el enigma de la gobernabilidad. Fox no pudo leer su sexto "reporte de labores" (así lo llamó la televisión española) pese a la ocupación militar del Congreso que dispuso para ello y no dará el Grito en Palacio Nacional, a menos que ordene un baño de sangre en el Zócalo, lo que tendría un costo político excesivo para cumplirle un capricho infantil a un don nadie.
Calderón tuvo que entrar como fugitivo, por la puerta de atrás, a la ceremonia en que los magistransas le dieron su "constancia de mayoría" (sic), pero muchos de sus invitados debieron ser protegidos por la fuerza pública ante la ira de una multitud que la víspera había escuchado la sentencia del tribanal llorando de tristeza y vomitando de asco.
López Obrador se apresta a reunir de nuevo un millón de personas el próximo sábado, para celebrar una convención nacional democrática que formará un "gobierno en rebeldía" que lo "reconocerá" como "legítimo ganador" de las elecciones del 2 de julio y, en consecuencia, le entregará -eso aún está a discusión- el cargo de "presidente de la República" o de "jefe del poder ejecutivo" o de "coordinador de la resistencia".
Después de radicalizar progresivamente su discurso, primero afirmando que es posible "transformar las instituciones de una manera o de otra" (mensaje ante lo que entonces todavía era el tribunal electoral, 7 de agosto), y luego mandando "¡al diablo las instituciones corruptas!" (31 de agosto), al hablar diariamente a las siete de la noche en el Zócalo ante decenas de miles de personas que vibran de entusiasmo con sus ideas, López Obrador las ha convencido de que sí es posible realizar el "proyecto alternativo de nación", aunque no vaya a despachar desde un palacio, sino desde una tienda de campaña.
"Es más fácil transformar el país desde afuera y desde abajo", ha repetido en estos 42 días de plantón y de resistencia civil pacífica más de una vez, y la gente empieza de verdad a creérselo. Ahora lo que falta es que diga cómo; quizá en el acto de mañana, domingo.
Tecnologías sin control
El acontecimiento social más importante de la semana es la irrupción de 200 jóvenes en un estudio de Televisa San Angel, donde aprovecharon la emisión de un programa en vivo para adueñarse momentáneamente del estudio gritando: "¡Sufragio efectivo, no imposición!", que es el lema de la convención nacional democrática.
Si el fallo de los magistransas confirmó que los medios cumplieron un papel determinante en el fraude electoral -ocultándolo para hacerlo posible y después decretando invisibles a la mitad de los electores-, la resistencia civil pacífica en contra del golpe de Estado se convirtió al mismo tiempo en una rebelión ciudadana contra los poderes de facto, como la televisión, que nos gobiernan "en nombre de la democracia" sin someterse jamás a ninguna forma democrática de control.
Tal vez por eso, ante el vacío informativo impuesto por los medios al movimiento de López Obrador, la sociedad civil ha respondido con las herramientas de la Internet, que tampoco están sujetas a controles políticos ni tecnológicos. Dos ejemplos de ello son los llamados "blogs de la resistencia" (www.senderodelpejecom y www.lahoradelpueblo.blogspot.com, donde colaboro con una columna política nocturna de lunes a viernes) que ocupan el primero y el noveno lugares en la lista de las 500 páginas electrónicas de este tipo más visitadas en México y que, si a veces han sido anunciadas por esta columna sabatina, la verdad es que no tienen vínculos de ninguna especie con la casa que escribe, diseña y publica La Jornada.
En breve, cuando la integración tecnológica nos permita recibir en la pantalla de nuestros celulares y computadoras programas de televisión transmitidos por Internet (como ya ocurre en Europa), los actuales levantacejas, que al igual que los magistransas no se cansaron de repetirnos que nunca vieron pruebas del "supuesto" fraude, tendrán que dedicarse a otra cosa, porque la ciencia está a punto de volverlos obsoletos. Pero ojo...
Mucho, mucho ojo al nuevo buzón electrónico de Desfiladero, aquí abajito nomás, que al sintetizar las palabras "jaime avilés más tú" como oferta de acercamiento entre autor y público, engendró involuntariamente algo que, lo juro, no lleva dedicatoria especial para nadie.
www.jamastu@.com Solecito www.plandelos3puntos.org