* Ponencia “Política energética del Estado Mexicano” del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en el ciclo de mesas redondas “El petróleo mexicano: Estado, organismo público y trabajadores”, que organiza la Universidad Autónoma de laCiudad de México
Muchas gracias a todas, a todos ustedes universitarios, estudiantes, maestros, trabajadores.
Quiero expresar que, por mi trabajo, estoy recorriendo el país y participo en las grandes asambleas ciudadanas, para la defensa del petróleo y para la defensa de nuestro pueblo. Por ese motivo asisto poco a eventos de este tipo, pero no podía negarme a participar en esta ocasión, por dos razones fundamentales. Primero: porque esta mesa redonda, todo este ciclo está organizado por la Fundación Heberto Castillo, que encabeza Tere Juárez y yo tengo mucha admiración por ese gran luchador social que fue el ingeniero Heberto Castillo Martínez. También no podía negarme porque se trata de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, con un rector extraordinario, un educador de primer orden, Manuel Pérez Rocha.
Y ese es el motivo por el cual estoy aquí.
Yo quiero expresar a ustedes mi punto de vista sobre una materia que tiene que ver con el petróleo, desde luego, pero se ha tratado poco, además considero que los otros ponentes, extraordinarios mexicanos, muy buenos profesionistas y técnicos, van a tocar todos los temas, además el tema se ha estado planteando en lo general. Yo quiero en esta ocasión hablar sobre los excedentes por precios altos del petróleo.
Hice estas notas. Dicen así:
Hemos venido sosteniendo que el gobierno usurpador, en vez de proponer la privatización del petróleo, con las gravísimas consecuencias que provocaría en todos los órdenes de la vida pública, debería destinar los excedentes por los altos precios del petróleo al fortalecimiento de la industria petrolera nacional.
Si realmente lo que motivan a estas reforman, lo que lleva a que se presenten estas iniciativas de ley, para reformar legislaciones secundarias, es el fortalecer a Pemex, como dicen los del gobierno usurpador, consideramos nosotros que una manera para hacerlo, sin necesidad de privatizar la industria petrolera nacional, es la de destinar los excedentes por precios altos del petróleo, para este propósito de fortalecer a Pemex, realmente. El 18 de noviembre del año pasado, en el Zócalo de la Ciudad de México, propusimos que los excedentes petroleros, que desde entonces, desde el año pasado, estimamos para este año, en 20 mil millones de dólares, se orientaran al fortalecimiento de Pemex, para ser invertidos en exploración, perforación, refinación, petroquímica, mantenimiento y construcción de ductos e instalaciones petroleras, así como para el desarrollo tecnológico y la búsqueda de fuentes alternativas de energía. Para reafirmar lo anterior, conviene remachar que este año el promedio de producción de petróleo es de casi tres millones de barriles diarios, de los cuales se exportan un millón 400 mil barriles por día.
Asimismo, la Cámara de Diputados aprobó un precio de exportación por barril de 49 dólares y se está vendiendo, en promedio hasta ahora, en 100 dólares; es decir, en lo que va del año, la Secretaría de Hacienda ha recibido cerca de 9 mil millones de dólares de excedentes y calculamos que, a finales de presente año, el excedente será de 20 mil millones de dólares, es decir alrededor de 200 mil millones de pesos.
A pesar de lo anterior, desde el gobierno de Vicente Fox no se ha informado sobre el destino de los excedentes petroleros obtenidos por los altos precios del petróleo en el mercado mundial. Ahora, de plano, tanto el secretario de Hacienda como el presidente espurio han declarado que no existen dichos excedentes o que se han esfumado por el subsidio a la gasolina, lo cual es rotundamente falso. El precio de compra de la gasolina importada es prácticamente el mismo que el de venta al consumidor nacional. Es decir, no hay subsidio a la gasolina y, si acaso, es algo mínimo. No puede ser que los 20 mil millones de dólares de excedentes por los precios altos del petróleo se ocupen en el subsidio a la gasolina, como sostienen de manera mentirosa los del gobierno usurpador. Ahora bien, ¿por qué de manera cínica se quieren desaparecer estos excedentes, en contra de toda lógica y del sentido común, que –como se ha dicho y así lo considero— es la ciencia del pueblo?
Nosotros sostenemos que este dinero se está utilizando para compensar el déficit que registra la recaudación fiscal, debido a que las grandes empresas que ayudaron a Calderón en su campaña no están pagando impuestos. Por ejemplo, para este año la propia secretaría de Hacienda está contemplando una pérdida en su presupuesto de gastos fiscales de 202 mil millones de pesos, por la aplicación de regímenes especiales y otros privilegios para las grandes empresas. Es necesario destacar que esta cantidad es similar a la que se obtendrá de excedentes por precios altos del petróleo. La gran corrupción que se da entre las cúpulas del poder económico y el poder político en México puede describirse al señalar que un trabajador, un integrante de la clase media o un pequeño o mediano comerciante o empresario, están obligados a pagar de 15 a 28 por ciento del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Sin embargo, los grandes monopolios vinculados al poder, por los privilegios fiscales que se les otorgan, reducen al mínimo el pago de impuestos y, en algunos casos, no pagan nada. Por ejemplo: en 2007, según cifras de la Bolsa Mexicana de Valores, CEMEX registró ventas por 236 mil 669 millones de pesos y sólo pago el 2% de impuesto sobre sus ventas; TELCEL, con ventas por 311 mil 579 millones de pesos, sólo pagó el 3.9%; BIMBO, con 72 mil 294 millones de ventas, pagó el 2.3%; WAL-MART, con 224 mil 173 millones de pesos, pagó el 2.5%. COCA-COLA, con ventas de 68 mil 969 millones, pagó el 4.8%; GRUPO MÉXICO vendió 68 mil 412 millones de pesos y pagó el 7.6%; KIMBERLY CLARK vendió 21 mil 480 millones de pesos y pagó el 5.7% y el GRUPO MASECA que vendió 9 mil 11 millones de pesos, sólo pagó el 2.9% de sus ventas. Habría que agregar que estas empresas presentaron impuestos diferidos en sus balances por 74 mil 471 millones de pesos; es decir, obtuvieron créditos fiscales por el doble de lo que pagaron de impuestos. Sobre este tema, el Gobierno Legítimo ha iniciado una investigación de fondo. El día de ayer, Mario di Costanzo, nuestro secretario de Hacienda, solicitó al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) un reporte detallado sobre los impuestos que han pagado y las devoluciones que han recibido, desde el 2005 hasta la fecha, las principales empresas nacionales y extranjeras, vinculadas al poder en México.
Todo ello con el propósito de transparentar este asunto y hacer las denuncias correspondientes.
Este tema lo trato aquí, en el Foro “Mesas redondas sobre el petróleo mexicano” porque considero que las reformas propuestas por Calderón en esta materia, no sólo van encaminadas a violar la Constitución, a privatizar la industria petrolera, a vulnerar la soberanía nacional, a despojar de la posibilidad de un desarrollo económico independiente de nuestro país, sino que también dejarían al pueblo de México sin presupuesto. Tenemos que tomar en cuenta que hoy día, el 40 por ciento del presupuesto se integra con los ingresos provenientes del petróleo, el presupuesto actual es de dos billones 500 mil millones de pesos y un billón se lo confisca la Secretaría de Hacienda a Petróleos Mexicanos. ¿Cómo podemos explicar esto y cómo lo venimos haciendo en todas las plazas públicas? Si se construye actualmente una obra, la mitad de lo que cuesta esa obra está financiada por ingresos provenientes del petróleo, la mitad de los sueldos de los maestros, la mitad del presupuesto de esta universidad provienen de los ingresos del petróleo. La mitad de los sueldos de las enfermeras, de los médicos del sector salud, provienen de los ingresos petroleros. La mitad de las pensiones a que tienen derecho los trabajadores provienen de los ingresos petroleros.
Si se entrega el petróleo a particulares, si se entrega el petróleo a extranjeros, de dónde va a salir para el desarrollo del país, cómo vamos a financiar la salud, la educación pública, la creación de infraestructura que necesita México. Tengamos presente que la secretaría de Hacienda, este año, le confiscará a Petróleos Mexicanos casi cien mil millones de dólares, un billón de pesos, cantidad que sería imposible de obtener con impuestos cobrados a estos grandes empresarios y a otros del mismo tipo, que ambicionan montarse en el negocio del petróleo, pero no están dispuestos a actuar con responsabilidad cívica ni con dimensión social. A los hombres del poder en México los domina la ambición, la codicia, no tienen un compromiso con la sociedad, no tienen un compromiso con el país, no les importa el destino del país, mucho menos el sufrimiento de la mayoría de nuestro pueblo. Vengo sosteniendo que no podemos permitir la privatización del petróleo por estas y otras razones, porque sería cancelar el futuro para millones de mexicanos, cancelar el futuro para las nuevas generaciones.
También tenemos que aceptar que este intento de privatización no es algo nuevo, no es algo que se les haya ocurrido de último momento, es un eslabón más de la cadena de injusticias, de atropellos que se han venido cometiendo en el país. Todo esto tiene que ver con la política económica injusta, antipopular, entreguista que se ha venido imponiendo desde hace 26 años. Actualmente tenemos dos problemas muy serios, graves problemas, entre otros. Uno, el de la carestía de la vida. La gente está sufriendo mucho porque no le alcanza el salario, no les alcanzan los ingresos, para satisfacer sus necesidades más apremiantes. En 18 meses ha aumentado todo, en el caso del campo, muchos productores, ejidatarios, pequeños propietarios no pueden sembrar, porque no tienen para el fertilizante, para el abono, que ha aumentado, en estos 18 meses, en 200 por ciento. Y a nivel general, en todo el país se está sintiendo, se está padeciendo mucho por los aumentos de precios. Son incrementos en la tortilla, incrementos en el fríjol, en el arroz, en el aceite, de más del doble.
Aumentos en el gas, en la luz, en las gasolinas.
Tenemos información de que en estos 18 meses ha habido una pérdida del poder de compra del pueblo de México de alrededor del 30 por ciento. Es decir, ha habido una pérdida del poder adquisitivo del 30 por ciento de la mayoría de los mexicanos. Y cómo quieren enfrentar este problema o cómo aparentan enfrentar este asunto. Con las mismas políticas de siempre. La primera declaración pública que hizo Calderón acerca de este asunto, fue en el sentido de que se iban a seguir comprando los alimentos en el extranjero. Hace como 20 años, en una entrevista que le hicieron a Pedro Aspe, secretario de Hacienda de Carlos Salinas, cuando lo cuestionaron de que el dejar sin apoyo al campo, el desmantelar la política de fomento al sector agropecuario, nos iba a ocasionar problemas, porque no íbamos a producir los alimentos que consumimos, la respuesta de Aspe fue en el sentido de que no importaba, que se podían comprar los alimentos en el extranjeros, de que en un mundo globalizado se podían comprar los alimentos y las materias primas en cualquier parte, para satisfacer el consumo nacional.
Ahora Calderón, a 20 años, repite lo mismo. Es lógico que esto no va a resolver el problema; por el contrario, no sólo no se va a detener, desgraciadamente, la carestía, se va a seguir manteniendo en el abandono al campo y van a tener que destinarse más recursos, va a salir más dinero, va a salir más salida de divisas, para la compra de alimentos en el extranjero. Se calcula que este año se tienen que destinar alrededor de cinco mil millones de dólares para comprar los alimentos, porque no somos autosuficientes en maíz, ni en fríjol. En el caso del arroz teníamos regiones en donde se producía mucho arroz, en distintas partes del país, pero ahora tenemos que comprar el 70 por ciento del arroz que consumimos en México.
Lo mismo sucede con el aceite y lo mismo con otros alimentos.
En vez de cambiar la política y en vez de rescatar al campo del abandono en que se encuentra y en vez de apoyar a los productores para lograr la autosuficiencia alimentaria y dejar de depender del extranjero, ellos apuestan a más de lo mismo y en el peor momento, ahora que hay una crisis alimentaria mundial y que los precios de los alimentos están a la alza. El otro problema que preocupa mucho a la gente, a todas las clases sociales, es el de la inseguridad y el de la violencia.
En 18 meses más de 5 mil asesinatos, desgraciadamente, a razón de 9 asesinatos diarios.
Y cómo pretenden enfrentar este problema. Con la propaganda, con el discurso de la mano dura y con el añadido de acciones que consisten en contratar más policías, más soldados, construir más cárceles, y leyes más severas, penas más largas, todo lo cual no va a resolver el problema. Tiene que haber un cambio en la política económica. ¿Por qué esta inseguridad y esta violencia? Porque en 26 años no ha habido crecimiento de la economía, esto no siempre ha sido así, nosotros tenemos que tomar en cuenta que sólo se estancó la economía en los últimos 100 años durante el Movimiento Revolucionario, por la confrontación, por la violencia.
Pero luego del Movimiento Revolucionario, inmediatamente después cuando ya se establecen gobiernos con mayor equilibrio y con mayor estabilidad, desde el gobierno del general Cárdenas hasta 1982, la economía de nuestro país creció a una tasa promedio anual del 6 por ciento. Del 1982 a la fecha el crecimiento promedio de la economía ha sido del 2 por ciento y si descontamos el aumento en la población el resultado es cero crecimiento económico y si no hay crecimiento económico, no hay empleo y si no hay empleo, no hay bienestar. 26 años sin crecimiento, 26 años sin generar empleos, 26 años sin bienestar, 26 años cerrándoles las puertas a los jóvenes para que tengan la oportunidad de trabajar, para que tengan la oportunidad de estudiar, porque en todo lo que tiene que ver también con la política educativa, ha prevalecido la idea de que se tiene que dar impulso a la educación privada. Que estudien, porque esa es la mentalidad reaccionaria, conservadora, los que tienen para pagar cuotas, los que tienen para pagar universidades privadas.
Muchas veces lo he dicho y lo repito ahora, no estoy en contra de la educación privada, el que tiene para pagar una escuela privada lo puede hacer, esta en su derecho, pero el Estado mexicano está obligado a garantizar la educación pública, gratuita, de calidad, en todos los niveles escolares. Mientras no cambie la política económica, mientras no se abran las oportunidades para los jóvenes, no se va a poder resolver los problemas de inseguridad y de violencia. Tenemos que tener en cuenta que la paz es fruto de la justicia, que no podemos vivir con tranquilidad, si hay un mar, un océano de desigualdad económica y social en nuestro país. Pero aquí volvemos a lo mismo, los potentados que se creen amos y señores de este país no tienen ninguna sensibilidad social, los domina la ambición al dinero, no se ponen a pensar que ni a ellos mismos les conviene seguir manteniendo esta política injusta, antipopular y entreguista.
Porque ni ellos van a poder vivir con tranquilidad en este extraordinario país que es México, nuestro país.
A no ser como lo dije en el Zócalo que estén dispuestos a vivir en casas amuralladas, a trasladarse en carros blindados, a caminar por las calles con nubes de guardaespaldas, y eso sinceramente, francamente no es vida. Por qué digo esto, porque en vez de apostar a que las cosas cambien, a ratificar en la política quieren insistir en lo mismo, ahora todos estamos participando para que no se privatice el petróleo, porque en el caso de que lo lograrán y toco madera, qué le esperaría al país, más pobreza, más desempleo, más inseguridad, pero también más violencia. Y esto no lo queremos nosotros, si los potentados actúan de manera irresponsable, nosotros queremos actuar con responsabilidad, porque queremos vivir en paz, queremos que nuestros hijos, nuestros nietos puedan caminar por la calle, libres de temores, libres de miedo.
Por eso vamos, entre otras razones, a defender el petróleo, ya ustedes están informados, vamos bien, quienes aquí están en este foro, quienes van a dar su punto de vista, participaron en los debates en el Senado lo han hecho muy bien, ellos y muchos otros van ganando los debates, viene la consulta que yo les convoco a que participemos todos promoviendo que la gente salga a expresarse, a manifestarse, a dar su opinión el día 27 de julio. Y seguramente los potentados y sus empleados estarán pensando que les podemos ganar los debates, que la gente va a rechazar la privatización en la consulta, pero que ellos con sus acuerdos copulares al final de cuentas se van a imponer, van a obtener los votos, por medio de los mecanismos que tienen ya acostumbrados, pero yo les diría a ustedes, porque estoy recorriendo todo el país, estoy recogiendo los sentimientos de la gente, no se va a permitir la privatización del petróleo. Esto no es un asunto nada más, no es un asunto nada más de el Congreso, si los diputados, los senadores, como lo hemos dicho pueden decidir sobre este asunto, sino también la primera palabra la va a tener el pueblo de México.
Si no se retiran las iniciativas privatizadores, va a haber movilización ciudadana, va a continuar este movimiento y vamos a dar esta lucha para que no se entregue el petróleo a los extranjeros.
Como todos los decimos la Patria no se vende, la Patria se ama y se defiende. Muchas gracias.
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