Estrictamente personal Raymundo Riva Palacio Gángsters de cuello blanco Lunes, 23 de Febrero de 2009 Para nadie fue nunca un secreto que la batalla por la supremacía en telecomunicaciones en México iba a ser feroz. Los protagonistas son poderosos y los intereses económicos en juego tan grandes, que los escrúpulos se comienzan a perder. Pero lo que nadie se podía haber imaginado hasta hace muy poco es que es lucha que se decía a muerte, dejara de ser una metáfora para empezar a construirse como realidad. ¿O alguien duda de la seriedad del nuevo problema gansteril que se está viviendo en México con las amenazas al secretario de Comunicaciones y Transportes y al presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable? Los casos de las amenazas a Luis Téllez y a Alejandro Puente en menos de una semana tienen analogías alarmantes. Ambos han estado batallando por romper monopolios, uno mediante los mecanismos de regulación y el otro como cabeza de grupo que se opone a uno de los gigantes del sector. Tanto uno como el otro tienen problemas con alguna televisora nacional. Y los dos recibieron sus amenazas tanto por teléfono como por correo electrónico. ¿Quién los está amenazando? En el caso de Téllez, las amenazas coincidieron con la difusión de una serie de grabaciones realizada por la ex subsecretaria Purificación Carpinteyro, quien tiene un fuerte diferendo con su ex jefe, y que fueron producto de un espionaje en contra del secretario de Comunicaciones y Transportes. Las amenazas han rebasado el señalamiento individual, y en una de ellas, el mensaje es que procederán –de un modo no precisado- en contra de su familia si no renuncia al cargo. Los avances de la investigación sobre estas amenazas están permitiendo encontrar vínculos entre los autores y Carpinteyro, aunque todavía no se puede establecer si actuaron en forma concertada. En el caso de Puente, las amenazas se inscriben en el mismo contexto de descomposición del tejido político en el sector de las telecomunicaciones, en el cual tampoco se excluye la figura de la señora Carpinteyro. A fines de 2008, Puente acusó a la entonces subsecretaria de "complicidad" con Carlos Slim por avalar la alianza de Telmex con la estadounidense DISH y MVS para transmitir servicios de televisión, señalando que violaba su título de concesión. (http://www.canitec.org/noticia.php?idNoticia=1026). También denunció que estaba apoyando los intereses de Slim cuando Carpinteyro detuvo el proceso que eliminaría los costos de larga distancia en telefonía fija. En el entorno de Puente existe la sospecha de que las amenazas de muerte podrían provenir del círculo cercano a ellos, que en los últimos meses habían desarrollado una fuerte relación de trabajo. Hay varios vasos comunicantes entre Téllez, Puente y Carpinteyro: la discusión sobre las tarifas de larga distancia de telefonía fija, Slim y MVS. Carpinteyro llevaba años enemistada con Slim, a quien llegó a señalar de haber provocado su salida de México. Al llegar a la Subsecretaría recibió la encomienda de negociar una agenda de 10 puntos con Slim y su gente. Carpinteyro le llevó un acuerdo sobre 7 puntos, pero Téllez lo rechazó por lo que aún faltaba por concluir, lo que motivó la molestia del empresario. Carpinteyro ya había solucionado el diferendo con Slim, pero su forma de negociar con Telmex y Telcel le abrió a Téllez uno con él. A Puente, ni Slim ni su equipo lo pueden ver, y lo señalan como el brazo armado de sus principales enemigos en el ramo, Televisa y Telefónica. MVS y su deseo por hacer la competencia a Sky, es el último gozne, y punto de arranque del escándalo. La embestida contra Téllez comenzó en el noticiario matutino de Carmen Aristegui en MVS, quien difundió contenidos de correos electrónicos de vida privada del secretario con una mujer llamada Diana Pando, quien trató infructuosamente de hacer que diversos periodistas los difundieran a lo largo de los dos últimos años. Cuando estalló el conflicto entre Téllez y Carpinteyro, Pando se le acercó a la ex subsecretaria, le dio el material y esta se lo dio a MVS, que lo hizo público. El segundo golpe, al día siguiente, fueron grabaciones de Téllez que entregó Carpinteyro a la revista electrónica Reporte Índigo, que los difundió sin contexto y sugiriendo, incorrectamente, que había ilegalidad en el actuar de Téllez. En la manipulación política de MVS y Reporte Índigo está la mano de Carpinteyro y el beneficio directo, ya sea en omisión o por comisión, de Slim. Carpinteyro ha diseminado materiales producto de un ilícito, lo que la puede poner en problemas legales, pero sobre todo, que ayudaron a allanar el camino que permitieron las amenazas de muerte y de destrucción de personas y familias. La investigación de las amenazas establecerá si Carpinteyro es autora intelectual o no de ellas, y de ello derivarán indudablemente conexiones hacia los grupos de interés que están detrás de todo estos episodios. Es probable que las amenazas a Téllez y Puente sólo busquen un efecto intimidante y que no pretendan ir más allá de los amagos para congelarlos. Pero creación de condiciones como las presentes, son muy peligrosas. Durante menos de 90 días en 1994 se construyeron condiciones sociopolíticas ominosas para la vida pública, y se soslayaron las advertencias de lo que estaba sucediendo. Se materializaron con el asesinato de Luis Donaldo Colosio. Hay que aprender del pasado para no repetir los errores. Ni la histeria, ni la locura ni la irresponsabilidad deben ser permitidas, pues nadie en México puede darse esos lujos. r_rivapalacio@yahoo.com |
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