Escasez de perspectivasFOTO: EL CAPITALISMO NO SIRVE otro mundo es posibleNosotros no pagaremos por su crisis
UN BURLA Y UN INSULTO A LA GENTE TRABAJADORA Y PROLETARIA
LOS LIDERES DE IZQUIERDA SE REUNEN EN CHILE:
Los lideres progresistas abogan por un papel más activo del estado ante la crisis económica. La reunión celebrada en Chile busca soluciones a la crisis económica mundial.- Zapatero aprovecha el encuentro para reunirse con Biden. NOTA EN ELPAIS.COM
INCREIBLE QUE LOS FALSOS LIDERES DE IZQUIERDA TRATEN DE RESCATAR EL NEOLIBERALISMO. NO QUIEREN PERDER SUS GANANCIAS.
La Cumbre de Líderes Progresistas, celebrada ayer en Viña del Mar, Chile, en la que participaron los dirigentes de Argentina, Brasil, Chile, España y Gran Bretaña, entre otros, así como el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, arrojó resultados ambiguos y ciertamente poco esperanzadores de cara a la reunión del Grupo de los 20 (G-20), que arranca el próximo 2 de abril en Londres, Inglaterra.
La reunión concluyó con la resolución de defender, en el próximo encuentro del grupo de países, la consigna de crear una nueva economía que permita que la prosperidad sea ampliamente compartida; con llamados a poner en marcha soluciones profundas y estructurales –según dijo el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva–; con el reconocimiento de que es pertinente crear una regulación transfronteriza para los mercados financieros –en palabras de Gordon Brown, primer ministro británico–; con el rechazo a vivir en un mundo sin reglas y con señalamientos en torno a la importancia de que el Estado desempeñe un rol más activo en la economía, de acuerdo con Cristina Fernández, presidenta de Argentina. Tales propósitos, sin embargo, se conjugaron, entre otras cosas, con un rotundo rechazo a las políticas proteccionistas y con la intención manifiesta de concluir las negociaciones de la ronda de Doha, escenario por demás indeseable en un momento en el que, de acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), alrededor de mil millones en todo el mundo pasan hambre, y cuando es necesario, por ello, garantizar la soberanía alimentaria de las naciones, al contrario de lo que provoca el modelo de liberalización comercial agrícola impulsado por la Organización Mundial de Comercio.
Esta falta de definición, así como la exclusión de este tipo de reuniones de los países que han adoptado posturas contrarias y, particularmente, expresado críticas al espíritu capitalista –los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador–, constituyen elementos indicativos de una escasez de perspectivas ante los desafíos que plantea la difícil coyuntura económica internacional. No parece haber, ni siquiera por parte del ala progresista de los liderazgos mundiales, suficiente claridad sobre las transformaciones que se necesitan en los ámbitos de la política económica, y de la política a secas, a escala planetaria. En este contexto se inserta el anuncio hecho ayer mismo por Estados Unidos de que no levantará el embargo comercial que mantiene desde hace más de cuatro décadas en contra de Cuba, declaración que prefigura el mantenimiento por Washington de inercias que debieran ser abandonadas en la circunstancia actual: dicho bloqueo –es inevitable recordarlo– constituye un castigo inhumano, injusto e ilegal para el conjunto de la población cubana, es objeto de condena casi unánime en el ámbito internacional y, al día de hoy, resulta inconsecuente con los objetivos diplomáticos enunciados por el propio Barack Obama tras su llegada a la Casa Blanca.
En suma, la cumbre celebrada ayer en Viña del Mar confirma que la presente circunstancia económica no podrá superarse en la medida en que las decisiones sobre asuntos que afectan al conjunto de la población mundial sean tomadas por un puñado de naciones. Es necesario, por tanto, llevar las discusiones sobre la crisis global más allá del ámbito del G-20 y dar voz al conjunto de la comunidad internacional, empezando por los países más pobres, que son, a fin de cuentas, los que padecen de forma más aguda los efectos de los actuales descalabros económicos.
- Manifestación en GB contra el sistema financiero mundial y la pérdida de trabajos
- Protestas en Londres, Berlín, Francfort, Viena y París contra la pobreza y el Grupo de los 20
Dpa, Reuters y Afp
Londres, 28 de marzo. Miles de personas salieron hoy a las calles de Londres, Berlín, Francfort, Viena y París para exigir medidas contra la pobreza, el desempleo y el cambio climático, en el comienzo de una semana de protestas por la celebración de una cumbre de las 20 economías más desarrolladas y emergentes del mundo, el llamado Grupo de los 20 (G-20), que tendrá lugar en la capital británica. Mientras, en 90 países del mundo se realizó la Hora del Planeta, una campaña que promueve un apagón de una hora para los edificios públicos y viviendas, que quedarán a oscuras para luchar contra el cambio climático. Bajo el lema Trabajo, justicia y protección contra el cambio climático, los manifestantes británicos salieron a las calles de Londres para protestar contra el sistema financiero mundial y la pérdida de puestos de trabajo. Por miedo a que se produjeran disturbios, hubo un despliegue de miles de policías.
La marcha se desarrolló pacíficamente. Unas 35 mil personas, según la policía, participaron en la protesta bajo la consigna La gente primero, que convocaron más de 150 sindicatos y grupos pacifistas y ecologistas. Se trató de la primera manifestación de una serie de protestas antes de la conferencia del G-20, el jueves 2 de abril. Brendan Barber, secretario general de la Confederación Sindical Británica, dijo que la gente tiene motivos para sentirse furiosa. Ya es hora de que se produzca un cambio. La marcha no es un lugar para alborotadores, agregó. Para el próximo miércoles se prevén más protestas en la City, el centro financiero de Londres. En Berlín, miles de personas se manifestaron contra la política que aplica el G-20, pero la marcha, que comenzó de manera pacífica, se vio alterada cuando cientos de manifestantes se enfrentaron con la policía cerca del Ayuntamiento Rojo de la capital alemana. Las manifestaciones de protesta, convocadas por sindicatos, asociaciones ecologistas y pacifistas, llevaban el lema Nosotros no pagamos por su crisis.
Los congregados exigieron en sus pancartas y folletos que sean los bancos los que paguen por la crisis económica global y no los empleados y los más pobres. Cerca de 15 mil personas, según fuentes policiales, y unas 25 mil, según los organizadores, tomaron parte en la manifestación de Berlín, pero la policía contó sólo 12 mil, en tanto que 25 mil, de acuerdo con los organizadores, se manifestaron en Francfort. En Viena, la capital de Austria, cerca de 6 mil 500 personas se reunieron en el centro de la ciudad y mostraron pancartas en las que se leía Si el mundo fuera un banco, ya lo habrían salvado. Al menos 200 manifestantes protestaron en París contra la reunión del G-20, y colocaron varios sacos de arena a las afueras de la bolsa de valores, en alusión a la utilización de paraísos fiscales.
Por otro lado, Australia abrió este sábado la Hora del Planeta, una campaña que promueve un apagón de una hora para luchar contra el cambio climático. Entre los más de 90 países que este año tomaron parte del evento, estuvieron debutantes como China –un poderoso consumidor de energía y contaminante– y el centro industrial asiático de Singapur. Desde la Opera House y el Harbour Bridge de Sidney a la Torre Eiffel de París y el Parlamento en Londres, las luces se apagaron para alentar a las personas a reducir su consumo de electricidad y las emisiones de gases de efecto invernadero, provenientes de la quema de combustibles fósiles. Otros importantes edificios que apagaron las luces fueron las Torres Petronas de Kuala Lumpur, el Banco de Reserva en Bombay, el domo de la Basílica de San Pedro en Roma, las pirámides de Egipto y la Acrópolis en Atenas. La razón primordial por la que hacemos esto es que queremos que la gente piense, incluso si solamente es por una hora, lo que pueden hacer para bajar sus emisiones, e idealmente llevar eso más allá de la hora, declaró el director ejecutivo de la Hora del Planeta, Andy Ridley. En 2008, unos 50 millones de personas en más de 35 países se sumaron a la campaña.
La iniciativa nació en Sidney en 2007, donde más de 2 millones de personas apagaron entonces las luces, y se ha extendido a 3 mil 929 ciudades, pueblos y localidades de cerca de 90 países.
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