Evidente ofensiva del gobierno sobre los derechos laborales, reporta el Cilas
Carolina Gómez Mena
En el país se vive una “ofensiva general sobre los derechos y conquistas de los trabajadores”, expresa el reporte de luchas por la libertad sindical y conflictos laborales en México elaborado por Alejandro Vega y Atzin Gordillo, expertos del Centro de Investigación y Asesoría Sindical (Cilas).
Señalan que en diversos casos es evidente que el gobierno “pone en práctica políticas de desregulación laboral y de coerción a la libertad sindical”.
En el estudio se apunta también que las autoridades del trabajo ejercen una “sistemática y asfixiante red de medidas para impedir la libre asociación de los empleados y, en general, el avance de sus demandas, mientras los patrones, aprovechando la tolerancia total de que gozan, aplican medidas leoninas en la organización del trabajo, las condiciones en que se realiza y los salarios, en tanto los líderes charros y los detentadores de contratos de protección cumplen a cabalidad su misión de contener todo avance hacia un sindicalismo auténtico”.
Entre los casos que menciona el análisis está el de los mineros, el cual “ejemplifica la vocación antiobrera del gobierno, así como la absoluta torpeza e incapacidad para buscar salidas sensatas y concertadas a los conflictos sociales”. También se cita lo que ocurre en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, con una presidenta vitalicia (Elba Esther Gordillo) y la lucha que el magisterio democrático ha emprendido contra la Alianza por la Calidad de la Educación.
De igual forma, aborda la problemática del gremio de la Empresa Vidriera del Potosí, el cual “ha luchado por la construcción del sindicalismo auténtico”, primero desafiliándose de una central corporativa y ahora combatiendo a otra que intenta tomar su control, entre otros aspectos.
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Señalan que en diversos casos es evidente que el gobierno “pone en práctica políticas de desregulación laboral y de coerción a la libertad sindical”.
En el estudio se apunta también que las autoridades del trabajo ejercen una “sistemática y asfixiante red de medidas para impedir la libre asociación de los empleados y, en general, el avance de sus demandas, mientras los patrones, aprovechando la tolerancia total de que gozan, aplican medidas leoninas en la organización del trabajo, las condiciones en que se realiza y los salarios, en tanto los líderes charros y los detentadores de contratos de protección cumplen a cabalidad su misión de contener todo avance hacia un sindicalismo auténtico”.
Entre los casos que menciona el análisis está el de los mineros, el cual “ejemplifica la vocación antiobrera del gobierno, así como la absoluta torpeza e incapacidad para buscar salidas sensatas y concertadas a los conflictos sociales”. También se cita lo que ocurre en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, con una presidenta vitalicia (Elba Esther Gordillo) y la lucha que el magisterio democrático ha emprendido contra la Alianza por la Calidad de la Educación.
De igual forma, aborda la problemática del gremio de la Empresa Vidriera del Potosí, el cual “ha luchado por la construcción del sindicalismo auténtico”, primero desafiliándose de una central corporativa y ahora combatiendo a otra que intenta tomar su control, entre otros aspectos.
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