- Autobuses exclusivos para mujeres ya circulan en el DF
Forma parte de la campaña "Viajemos seguras", lanzada en octubre pasado por el GDF para prevenir el acoso en el transporte público. México, DF. Pese a tener 58 años de edad, Alejandra Lugo asegura que aún es "molestada" por hombres en el transporte público y por eso prefiere viajar en autobuses exclusivos para el sexo femenino que circulan en la ciudad de México como parte de una campaña para prevenir el acoso contra las mujeres. Desde el pasado lunes, en las principales rutas de autobuses del transporte público del Distrito Federal circulan autobuses con un letrero en el que se advierte que son exclusivos para mujeres, como parte de la denominada campaña "Viajemos Seguras", lanzada en octubre pasado por el Gobierno local. "Viajar entre puras mujeres es mucho más cómodo. Si a mí, que tengo ya 58 años, me siguen molestando los hombres, se me pegan al cuerpo, lo que no le hacen a las jovencitas", comenta Alejandra mientras viaja en el autobús que recorre el turístico Paseo de la Reforma.
Este programa, según el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, busca promover una cultura de respeto de género y así terminar con la "complacencia o tolerancia al abuso, al acoso y al atropello" del que las mujeres son víctima en distintas partes de la urbe, como por ejemplo en el transporte público. Según estadísticas de la Procuraduría de Justicia capitalina, de los casos de acoso, abusos y violaciones contra la mujer ocurridos durante 2006, el 0.10% ocurrió en el transporte público, cifra que creció hasta 14% en 2007, mientras que los casos de robo pasaron del 9% en 2006 a 20% al año siguiente. "Uno tiene que aguantar de los hombres empujones, manoseos, que nos arrebaten la bolsa. Hay mujeres embarazadas o que viajan con sus hijos en los brazos y ninguno le cede el asiento", explica Susana Navarro, una diseñadora gráfica de 29 años.
Las agresiones de las que con frecuencia son víctima las mujeres en el transporte público son "hostigamiento, palmaditas, tocamientos ofensivos que pueden desencadenar hasta una violación", alerta de su lado Beatriz Santa María, directiva del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México.
Sandra Jiménez, una atractiva joven de 29 años de edad, saca su polvera para cuidadosamente pintarse los labios mientras explica que para ella, acostumbrada a viajar en taxi, fue una "grata sorpresa" encontrar que hay autobuses exclusivos para mujeres. "Con este transporte ya hasta me podré arreglar un poco más, ponerme falda por ejemplo sin que me vengan molestando", comenta la joven al asegurar que, en adelante, no le importará esperar entre 20 y 30 minutos, que es el intervalo en que tarda en pasar este transporte. El chofer del autobús, José Aragón, explica que en los 13 años que tiene en este trabajo en numerosas ocasiones ha tenido que "defender a las pasajeras que eran manoseadas por los hombres" y que incluso en varias ocasiones ha tenido que llamar a la policía. En las unidades viajan además dos inspectores de la Red de Transporte Público (RTP) capitalina equipados con radiocomunidadores para solicitar apoyo en caso de que los pasajeros del sexo masculino quieran abordar por la fuerza.
"Cuando les decimos que son sólo para mujeres algunos se enojan, nos insultan, pero hasta ahora ninguno ha intentado subirse por la fuerza", explica Daniel Islas, uno de los inspectores de la RTP. Los encargados de la unidad hacen sin embargo excepciones en el caso de las mujeres que viajan con sus hijos del sexo masculino, siempre y cuando sean menores de edad, minusválidos, hombres de la tercera edad e incluso adultos que viajan en compañía de su esposa e hijas.
Este programa, según el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, busca promover una cultura de respeto de género y así terminar con la "complacencia o tolerancia al abuso, al acoso y al atropello" del que las mujeres son víctima en distintas partes de la urbe, como por ejemplo en el transporte público. Según estadísticas de la Procuraduría de Justicia capitalina, de los casos de acoso, abusos y violaciones contra la mujer ocurridos durante 2006, el 0.10% ocurrió en el transporte público, cifra que creció hasta 14% en 2007, mientras que los casos de robo pasaron del 9% en 2006 a 20% al año siguiente. "Uno tiene que aguantar de los hombres empujones, manoseos, que nos arrebaten la bolsa. Hay mujeres embarazadas o que viajan con sus hijos en los brazos y ninguno le cede el asiento", explica Susana Navarro, una diseñadora gráfica de 29 años.
Las agresiones de las que con frecuencia son víctima las mujeres en el transporte público son "hostigamiento, palmaditas, tocamientos ofensivos que pueden desencadenar hasta una violación", alerta de su lado Beatriz Santa María, directiva del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México.
Sandra Jiménez, una atractiva joven de 29 años de edad, saca su polvera para cuidadosamente pintarse los labios mientras explica que para ella, acostumbrada a viajar en taxi, fue una "grata sorpresa" encontrar que hay autobuses exclusivos para mujeres. "Con este transporte ya hasta me podré arreglar un poco más, ponerme falda por ejemplo sin que me vengan molestando", comenta la joven al asegurar que, en adelante, no le importará esperar entre 20 y 30 minutos, que es el intervalo en que tarda en pasar este transporte. El chofer del autobús, José Aragón, explica que en los 13 años que tiene en este trabajo en numerosas ocasiones ha tenido que "defender a las pasajeras que eran manoseadas por los hombres" y que incluso en varias ocasiones ha tenido que llamar a la policía. En las unidades viajan además dos inspectores de la Red de Transporte Público (RTP) capitalina equipados con radiocomunidadores para solicitar apoyo en caso de que los pasajeros del sexo masculino quieran abordar por la fuerza.
"Cuando les decimos que son sólo para mujeres algunos se enojan, nos insultan, pero hasta ahora ninguno ha intentado subirse por la fuerza", explica Daniel Islas, uno de los inspectores de la RTP. Los encargados de la unidad hacen sin embargo excepciones en el caso de las mujeres que viajan con sus hijos del sexo masculino, siempre y cuando sean menores de edad, minusválidos, hombres de la tercera edad e incluso adultos que viajan en compañía de su esposa e hijas.
Kikka Roja
No estoy segura si dividirnos es la mejor opción. Sabemos que la mujer se ha conducido a lo largo de la historia, de manera pasiva; de nuevo acá está huyendo a manera de solución
ResponderBorrarParecerá extraño pero en lo personal siempre llevo un cutter conmigo –únicamente para asustar... y por fortuna lo he hecho una sola vez: cuando en el autobús un tipo volteaba constantemente y a la siguiente mirada le apunté con el cortador y subí rápido la navaja mientras lo veía con cara de 'mala'
Es que cómo me enerva que vean y vean y nunca el rostro!... así que funcionó con el sujeto, quien estaba atemorizado al punto de no mirar de reojo siquiera
A mí me gusta enfrentarlos (depende) y prevenir aunque arriesgándome un poco sí, pero es pertinente
Ahora bien, una medida que adoptar, tomando como modelo varios países europeos, es el Circuito Cerrado de TV -considero