Toma protesta AMLO a brigadas varoniles
Andrés Manuel López Obrador llamó a sus seguidores a una asamblea informativa para el próximo domingo, en el Zócalo capitalino, a las 11:00 horas
Alberto Torres
El Universal Ciudad de México Miércoles 09 de abril de 2008
19:47 Andrés Manuel López Obrador tomó protesta en la Plaza de la República a las 38 brigadas varoniles, conformadas para la defensa de Petróleos Mexicanos, cada una de las cuales estará integrada por 500 personas. En el acto, López Obrador llamó a los asistentes a una asamblea informativa para el próximo domingo, en el Zócalo capitalino, a las 11:00 horas.
Invitó a sus seguidores, y al pueblo en general, a estar pendientes de los actos de resistencia civil en defensa del petróleo. En el acto, el líder perredista estuvo acompañado de las 38 personas que encabezarán las brigadas , demás de su equipo más cercano. Asistieron además senadores y diputados del Frente Amplio Progresista. La Plaza de la República lució llena, y a pesar de la lluvia, la gente no se movió y se quedó para escuchar a López Obrador. En tanto, en el Senado y la Torre del Caballito se mantiene la vigilancia poilciaca.
Invitó a sus seguidores, y al pueblo en general, a estar pendientes de los actos de resistencia civil en defensa del petróleo. En el acto, el líder perredista estuvo acompañado de las 38 personas que encabezarán las brigadas , demás de su equipo más cercano. Asistieron además senadores y diputados del Frente Amplio Progresista. La Plaza de la República lució llena, y a pesar de la lluvia, la gente no se movió y se quedó para escuchar a López Obrador. En tanto, en el Senado y la Torre del Caballito se mantiene la vigilancia poilciaca.
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La resistencia puede comenzar mañana y es un asunto político, no policiaco, declara López Obrador México, Distrito Federal Miércoles 09 de abril de 2008 * Mensaje del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, durante el acto de toma de protesta a los brigadistas para la Defensa del Petróleo, en el Monumento a la Revolución Amigas, amigos brigadistas. Me da mucho gusto estar con ustedes. Voy a tratar de ser breve, porque este es un acto de toma de protesta y queremos que se presenten todas y cada una de las brigadas. Nada más decirles a ustedes que no aceptamos la privatización, que no aceptamos las iniciativas enviadas ayer por el presidente usurpador. Ustedes recuerdan que veníamos planteando que iban a presentar estas iniciativas, que su objetivo era la privatización. Lo venimos diciendo, ya sabíamos, porque conocemos lo que es la historia de la derecha en nuestro país. Los panistas, en particular, se quedaron con la espina por la Expropiación Petrolera. No olvidemos que ese partido nació en 1939, un año después de la Expropiación Petrolera. El PAN nació criticando la Expropiación Petrolera y, como es lógico, ellos quisieran el retroceso, quisieran regresarnos a la época de las compañías petroleras extranjeras, nos quisieran regresar al Porfiriato. También sabíamos que venía la iniciativa, porque es parte de la agenda de los organismos financieros internacionales. De tiempo atrás se viene hablando de las llamadas reformas estructurales. La reforma a la seguridad social, ya impusieron la reforma a la Ley del ISSSTE. La llamada reforma fiscal, que también ya impusieron, y les faltaba la llamada reforma energética. Es una agenda dictada desde el extranjero, que no tiene nada que ver con los graves y grandes problemas nacionales. Nosotros nunca vamos aceptar que desde el extranjero nos dicten lo que se tiene que hacer en nuestro país. Nosotros queremos ser un país libre y soberano. Los mexicanos tenemos que decidir sobre nuestro destino. Ya sabíamos que venía la iniciativa y que iban a la privatización. Nos atacaron mucho en los medios, diciendo que todo era producto de mi imaginación y de la de otros dirigentes. Ayer quedó demostrado. Ahora, con un cinismo que no tiene igual están queriendo engañar a la gente diciendo: No, no es privatización. He revisado cuidadosamente los proyectos que presentaron el día de ayer. Cómo no va a ser privatización, si están violando flagrantemente el artículo 27 constitucional, con sus propuestas. Desde ayer, Calderón está intentando violar la Constitución. Cómo no va a ser privatización, si quieren que Pemex nada más se dedique a aportar materia prima, lo que llaman abastecedor de primera mano. Pero todo lo que tiene que ver con la refinación, la petroquímica, el transporte y los ductos quieren que se manejado por privados. ¿Qué es eso? Claro que sí es la privatización y la entrega de parte de la renta petrolera. Por eso no aceptamos en definitiva estas iniciativas. No aceptamos la privatización porque significa entregar nuestra soberanía, porque significa violar la Constitución, porque significa dejarnos sin la posibilidad de un recurso fundamental para el desarrollo de México. Si el petróleo sigue estando en manos de la Nación, hay futuro para nuestro país, puede haber desarrollo, puede haber empleos en México, se puede industrializar al país, podemos crear empleos, bajar los precios del gas, la gasolina y la luz, podemos convertir a México en una potencia energética. Si se nos despoja del petróleo, se estaría cancelando el futuro a millones de mexicanos. Por eso no queremos la privatización del petróleo. Y vamos a la resistencia civil pacífica. Les digo a ustedes que me pidieron los senadores del Frente Amplio Progresista que el día de mañana hicieran ellos un planteamiento en la sesión en el Senado y de ese planteamiento va a depender el inicio de la resistencia civil pacífica. De modo que estemos pendientes, atentos. Yo quiero reiterar, quiero insistir, porque estamos a punto de entrar en acción, de que este es un movimiento pacífico, lo dijo con mucha claridad un compañero que tomó la palabra, en representación de ustedes. No queremos la violencia y no vamos a caer en esa trampa. Tenemos, por eso, que organizarnos muy bien y tiene que haber disciplina y mucho ojo, para no dar entrada a provocadores, estos que se disfrazan de gente de izquierda, progresista, que pueden aparecer como muy radicales, que se pueden poner una camiseta de brigadista y que van a estar buscando la provocación. ¡Mucho ojo con eso! Este es un movimiento muy importante y no lo vamos a descarrilar. Por eso es que se necesita organización y disciplina. Hay que respetar a los coordinadores generales, hay que respetar a los coordinadores de brigadas. Hay que cuidarnos bien. Ustedes saben que podríamos tener muchos más brigadistas, pero lo que queremos es que haya organización. Ya sabemos que contamos con el apoyo de millones de mexicanos, pero esta es una vanguardia, esto es lo que puede llevar a que se evite la privatización del petróleo. Es el pueblo organizado. Por eso yo les pido a ustedes que pensemos en la resistencia civil pacífica, que es muy eficaz. Yo repito que nuestros adversarios van a querer usar la fuerza, ahí andan exhibiendo el aparato de fuerza. Esto no lo vamos a resolver enfrentándonos a policías, enfrentándonos a soldados, mucho menos enfrentando las compañeras, mujeres brigadistas, a mujeres policías. No, esto no es así. Nosotros vamos a resolver esto de acuerdo a lo que convenga al movimiento, que es exactamente la resistencia civil pacífica. Es un asunto político, no policiaco. Nosotros no queremos la violencia, no queremos que se desborde este movimiento, va a ser pacífico y vamos a actuar de manera ejemplar. Resistencia civil pacífica, que todos ayudemos, que si hay alguien que se calienta demasiado, que lo serenemos, porque aquí, aunque tengamos el corazón caliente, la cabeza fría. Tenemos que actuar con inteligencia y con el corazón. Por eso me da mucho gusto participar en este acto de toma de protesta. Quiero aprovechar también para informar a ustedes y para convocar a todos los que participar en la defensa del petróleo. A partir de ahora convoco a todos los ciudadanos del Distrito Federal y del país, para que participemos el próximo domingo, a las 11 de la mañana, en una asamblea general informativa, en el Zócalo de la Ciudad de México. Quiero decir a ustedes que esto es independiente a las acciones de resistencia civil. Es una asamblea informativa. La resistencia puede comenzar mañana. De todas maneras vamos a llevar a cabo la asamblea informativa en el Zócalo, a las 11 de la mañana. ¿Por qué necesitamos esta asamblea, por qué necesitamos congregarnos? Porque necesitamos tener mucha comunicación, que haya información, que todos sepamos de cómo va el movimiento y de qué se trata, porque ya saben ustedes que a veces no es fácil el que nos comuniquemos. Por eso qué mejor que en la plaza, en el Zócalo, y ahí información general para el domingo, a las 11 de la mañana. Les pido a ustedes, no sólo que participen, sino que corran la voz, que nos ayuden a invitar a más gente, para que estemos todos en el Zócalo. Ahora sí vamos a proceder a tomar la protesta. (Se mencionan los nombres de cada una de las brigadas y de sus respectivos coordinadores) Compañeras, compañeros brigadistas: ¿Protestan defender el petróleo, la Constitución Política y la Soberanía Nacional? (Los brigadistas responden: ¡Sí, protesto!) Que la Patria se los reconozca. Muchas gracias. • • • • • |
“Bastó el celular del Peje para tejer esta complicada organización”, narra un testigo
Se reportan con AMLO 19 mil integrantes del “ejército ciudadano constituyente”
Los grupos fueron bautizados como Villa, Zapata o Cuauhtémoc (el emperador azteca)
Jaime Avilés
Los brigadistas rindieron ayer protesta Los brigadistas rindieron ayer protesta Foto: Carlos Ramos Mamahua
Por una sola vez en la larga historia de la prensa mexicana, los reporteros no tuvieron que usar el infalible método periodístico de contar el total de piernas y dividirlas por dos para calcular el número de asistentes a un mitin en un lugar público. Ayer simplemente abrieron sus libretas y multiplicaron 38 por 500 para anotar con exactitud que había 19 mil brigadistas del género masculino sentados en igual número de sillas y dispuestos a recibir instrucciones para salir a las calles a luchar por la vía pacífica en contra de la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Somos el ejército ciudadano constituyente y estamos en alerta máxima”, resumía una cartulina ilustrada con los colores de la bandera nacional en manos de un hombre que iba por toda la plaza exhibiendo su mensaje y predicando la unidad tal como la conciben, repetía, los pueblos indios.
El templete estaba muy cerca de las enormes patas del Monumento a la Revolución que dan hacia la avenida Juárez, la Torre del Caballito y la vetusta casona de Xicoténcatl, donde hoy por la mañana empezará a escribirse una nueva página de la historia nacional. A los pies del presídium, orientada en la misma dirección, había una valla de carteles marcados cada uno con una cifra, de izquierda a derecha, y alineados en sucesión progresiva del uno al 38.
Delante de cada cartel había tres sillas al frente cada una de una hilera de 170 asientos más, correspondientes a las 38 brigadas, a su vez compuestas de 500 integrantes cada una, que se identificaban entre sí y se diferenciaban de los otros por medio de diversos símbolos. ¿Cómo surgió, como quien dice, de la noche a la mañana, esta precisa organización, mientras el PRD se hunde en el pantano de la ineficiencia? “Del teléfono celular del Peje”, explicó a los observadores un testigo que lo vio tejer esta red desde su oficina en la calle de San Luis Potosí.
De lo anterior puede muy bien deducirse que lo acontecido ayer en la triste Plaza de la República –rodeada por el cascarón del Frontón México y el edificio vacío, y no obstante aún siniestro, de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad–, fue de alguna manera producto de un nuevo Plan de San Luis.
Como salidos del sombrero de un mago, allí estaban los brigadistas con sus distintivos en la ropa, en compañía de sus coordinadores, oyendo las nuevas canciones de Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez, mientras Froylán Yescas, uno de los principales activistas de esta lucha, aseguraba desde el micrófono en el templete que ya se había cubierto el cupo e invitaba a los que llegaban después de las seis de la tarde a colocarse a los lados de la trama de sillas.
Eran casi las 18:30, el viento arrastraba nubes cargadas de lluvia y los gritos en contra de Felipe Calderón y la privatización de Pemex retumbaban en la plaza, cuando Andrés Manuel López Obrador bajó de un vehículo en compañía de sus hijos José Ramón y Andrés, y algunas personas más, y subió al templete luego de estrechar decenas de manos que le salían al paso mientras avanzaba.
La llovizna comenzó a salpicar las libretas de los reporteros cuando empezó el desfile de oradores, encabezado por Ricardo Ruiz, vocero de las brigadas, seguido por los responsables de varias de éstas, al final de los cuales habló, muy brevemente, el diputado Carlos Reyes Gámiz, para cederle el uso de la palabra a López Obrador.
Éste aludió en su discurso, sin mencionarlos por su nombre, a los que se burlaban de él “diciendo que lo de la venta de Pemex era producto de mi imaginación”, y reiteró que la resistencia que está por comenzar será en todo momento pacífica, por lo que exhortó a tener cuidado con los provocadores que intenten infiltrarse en las brigadas para arrastrarlas a la violencia.
La emoción subió de tono cuando Ruiz leyó los nombres de cada una de las brigadas, entre los cuales se mezclan el de Jesús Piedra Ibarra con los de José Revueltas, Francisco Villa, Emiliano Zapata, Ricardo Flores Magón, Genovevo de la O y Cuauhtémoc (en referencia al emperador azteca). Sin embargo, al saber que una brigada había elegido llamarse Andrés Manuel, López Obrador pidió que le cambiaran a “Trabajadores petroleros de 1938”. Y la gente se retiró al marcial compás de la banda de guerra de la secundaria pública número 12, cuyos ejecutantes no medían medio metro de altura.
Kikka Roja
“Somos el ejército ciudadano constituyente y estamos en alerta máxima”, resumía una cartulina ilustrada con los colores de la bandera nacional en manos de un hombre que iba por toda la plaza exhibiendo su mensaje y predicando la unidad tal como la conciben, repetía, los pueblos indios.
El templete estaba muy cerca de las enormes patas del Monumento a la Revolución que dan hacia la avenida Juárez, la Torre del Caballito y la vetusta casona de Xicoténcatl, donde hoy por la mañana empezará a escribirse una nueva página de la historia nacional. A los pies del presídium, orientada en la misma dirección, había una valla de carteles marcados cada uno con una cifra, de izquierda a derecha, y alineados en sucesión progresiva del uno al 38.
Delante de cada cartel había tres sillas al frente cada una de una hilera de 170 asientos más, correspondientes a las 38 brigadas, a su vez compuestas de 500 integrantes cada una, que se identificaban entre sí y se diferenciaban de los otros por medio de diversos símbolos. ¿Cómo surgió, como quien dice, de la noche a la mañana, esta precisa organización, mientras el PRD se hunde en el pantano de la ineficiencia? “Del teléfono celular del Peje”, explicó a los observadores un testigo que lo vio tejer esta red desde su oficina en la calle de San Luis Potosí.
De lo anterior puede muy bien deducirse que lo acontecido ayer en la triste Plaza de la República –rodeada por el cascarón del Frontón México y el edificio vacío, y no obstante aún siniestro, de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad–, fue de alguna manera producto de un nuevo Plan de San Luis.
Como salidos del sombrero de un mago, allí estaban los brigadistas con sus distintivos en la ropa, en compañía de sus coordinadores, oyendo las nuevas canciones de Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez, mientras Froylán Yescas, uno de los principales activistas de esta lucha, aseguraba desde el micrófono en el templete que ya se había cubierto el cupo e invitaba a los que llegaban después de las seis de la tarde a colocarse a los lados de la trama de sillas.
Eran casi las 18:30, el viento arrastraba nubes cargadas de lluvia y los gritos en contra de Felipe Calderón y la privatización de Pemex retumbaban en la plaza, cuando Andrés Manuel López Obrador bajó de un vehículo en compañía de sus hijos José Ramón y Andrés, y algunas personas más, y subió al templete luego de estrechar decenas de manos que le salían al paso mientras avanzaba.
La llovizna comenzó a salpicar las libretas de los reporteros cuando empezó el desfile de oradores, encabezado por Ricardo Ruiz, vocero de las brigadas, seguido por los responsables de varias de éstas, al final de los cuales habló, muy brevemente, el diputado Carlos Reyes Gámiz, para cederle el uso de la palabra a López Obrador.
Éste aludió en su discurso, sin mencionarlos por su nombre, a los que se burlaban de él “diciendo que lo de la venta de Pemex era producto de mi imaginación”, y reiteró que la resistencia que está por comenzar será en todo momento pacífica, por lo que exhortó a tener cuidado con los provocadores que intenten infiltrarse en las brigadas para arrastrarlas a la violencia.
La emoción subió de tono cuando Ruiz leyó los nombres de cada una de las brigadas, entre los cuales se mezclan el de Jesús Piedra Ibarra con los de José Revueltas, Francisco Villa, Emiliano Zapata, Ricardo Flores Magón, Genovevo de la O y Cuauhtémoc (en referencia al emperador azteca). Sin embargo, al saber que una brigada había elegido llamarse Andrés Manuel, López Obrador pidió que le cambiaran a “Trabajadores petroleros de 1938”. Y la gente se retiró al marcial compás de la banda de guerra de la secundaria pública número 12, cuyos ejecutantes no medían medio metro de altura.
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