Chávez expropia Cemex: las empresas de particulares no deben secuestrar naciones

Chávez expropia Cemex arturo rodríguez garcía MONTERREY, N.L. 18 de agosto (apro).- La Guardia Nacional de Venezuela tomó hoy el control de las tres filiales que Cementos Mexicanos (Cemex) tiene en ese país sudamericano, después de que fracasaran las negociaciones para que el Estado venezolano adquiriera la mayoría de las acciones de la empresa propiedad del magnate Lorenzo Zambrano Treviño. A las 18:00 horas de este lunes, informó la televisora venezolana Globovisión, la Guardia Nacional entró a las instalaciones de Cemex en la ciudad de Maracaibo, en el estado de Zulia. Por la mañana, el vicepresidente Ramón Carrizales anunció que ante el fracaso de las negociaciones con Cemex, el presidente Hugo Chávez ordenó la nacionalización de la empresa, que produce 4.6 millones de toneladas anuales en sus tres plantas instaladas en Venezuela. El estado venezolano pretendía adquirir 60% de las acciones de Cemex, sin embargo. La empresa que dirige Lorenzo Zambrano exigió el pago de mil 300 millones de dólares por sus activos; Chávez rechazó el precio fijado por la cementera mexicana. Consideró que estaba “muy por encima de su valor real”. A diferencia de sus competidoras globales, la francesa Lafarge y la suiza Holcim que optaron por negociar una asociación con el Estado venezolano, Cemex sería expropiada a partir de la medianoche de este lunes, confirmó el ministro de Energía del país sudamericano, Rafael Ramírez. Según estimaciones del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), las inversiones mexicanas en Venezuela suman 3 mil 100 millones de dólares, con empresas como Hylsa, Tamsa, Bimbo, Femsa, Grupo Zapata y Farmacias El Fénix. Bajo esa estimación y el precio solicitado, Cemex se habría autovaluado en más de la tercera parte de las inversiones mexicanas en ese país. El Estado venezolano pagó 267 millones de dólares por 89% de las operaciones de Lafarge (la cementera más grande del mundo), mientras que a Holcim, le pagó 552 millones de dólares, con lo que ahora, el país será socio mayoritario de dichas empresas, consideradas, al igual que Cemex, gigantes del cemento y productos de valor agregado en el mundo. En las oficinas corporativas de Cemex en Monterrey, los voceros no han hecho declaraciones, ni siquiera en su página electrónica, donde usualmente publica comunicados de prensa. La historia de desencuentros de Cemex con el gobierno de Hugo Chávez lleva varios años, pues además de problemas laborales, el presidente venezolano la ha acusado de contaminar el medio ambiente, de incidir, con sus precios, en la crisis inmobiliaria del país y, recientemente, de evasión fiscal. El 3 de abril, Chávez anunció la estatización de las filiales de las tres principales cementeras del mundo y fijó como plazo para concluir negociaciones de compra o, en su caso, la expropiación, este lunes. Tras el anuncio, el gobierno de Felipe Calderón se comprometió a defender a la cementera de origen regiomontano. El pasado 4 de abril, Calderón afirmó que en el ámbito mundial, “hay preocupación por la incertidumbre acerca del respeto a los derechos de propiedad y de los derechos patrimoniales”. Dos días después, el 6 de abril, el embajador de México en Venezuela, Mario Chacón, dio a conocer que funcionarios de la cancillería se reunían con funcionarios venezolanos para abordar el caso. Por su parte, el entonces secretario de Economía, Eduardo Sojo, advirtió: “El gobierno mexicano defenderá con todo los intereses de Cemex.” Sin embargo, el 7 de abril, en un comunicado, Cemex informó que estaba dispuesta a negociar con el gobierno venezolano: “Cemex manifiesta su disposición al diálogo con las autoridades para encontrar una solución mutuamente aceptable."

Kikka Roja