Se cierne sobre los trabajadores una reforma fiscal agresiva, dice la UNT
Patricia Muñoz Ríos
Aplicar el impuesto al valor agregado (IVA) a medicinas y alimentos significará cargar el costo de la contingencia y de la crisis a los trabajadores, señaló hoy la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y apuntó que se está presionando tanto al sector obrero que la situación podría llegar a conflictos sociales mayores.
En la reunión semanal de esta organización, lo sindicatos chiquitos demandaron a los dirigentes que ya se dejen de reuniones sociales con las autoridades y emprendan una verdadera movilización laboral; que ya dejen de jugar a Pedro y el Lobo, porque el lobo ya llegó y nos está comiendo. En ese contexto, los líderes de los gremios que integran esta organización se pronunciaron en contra de la propuesta gubernamental de imponer más gravámenes al consumo, ya que esto inhibirá el crecimiento de la economía, contraerá la producción y afectará más al sector trabajador.
Mostraron alarma por el hecho de que el PAN y el PRI puedan aliarse para sacar adelante este proyecto, y porque ya de por sí se prevé una contracción del 11 por ciento de la producción nacional; una caída drástica en el nivel de crecimiento de la economía y porque los programas para reactivar los sectores productivos quedarán otra vez en entredicho, aseguraron Francisco Hernández Juárez, dirigente de los telefonistas, y Agustín Rodríguez, del STUNAM.
Otra vez se cierne sobre el sector laboral la amenaza de una reforma fiscal agresiva para la población, sostuvieron los líderes y señalaron que los costos de la crisis financiera y de la contingencia recaen otra vez sobre los hombros de los trabajadores.
A su vez, representantes del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Chapingo, de los bomberos y del sector campesino de esta organización, instaron a los dirigentes a tomar medidas más efectivas, a dejarse de tomar el café con el secretario del Trabajo y ponerse a negociar para sacar acuerdos sobre los problemas en el sector. Incluso se planteó que es decepcionante la actuación de Gobernación, la cual no ha resuelto ni uno solo de los asuntos que les han planteado los trabajadores del país.
Agustín Rodríguez dijo que de aquí a las elecciones van a suspender todo diálogo con los secretarios de Estado y agregó que la marcha del Día del Trabajo, suspendida el primero de mayo, que se hará el próximo 3 de junio, se tratará de una jornada nacional de lucha, ya que se va a complementar con otros actos y movilizaciones en todo el país.
El asunto es que al parecer no marcharán juntos con el Sindicato Mexicano de Electricistas, ya que esta organización efectuará una movilización del monumento a la Revolución al Zócalo el primero de junio, fecha en que se recuerda a los mártires de Cananea.
En la reunión semanal de esta organización, lo sindicatos chiquitos demandaron a los dirigentes que ya se dejen de reuniones sociales con las autoridades y emprendan una verdadera movilización laboral; que ya dejen de jugar a Pedro y el Lobo, porque el lobo ya llegó y nos está comiendo. En ese contexto, los líderes de los gremios que integran esta organización se pronunciaron en contra de la propuesta gubernamental de imponer más gravámenes al consumo, ya que esto inhibirá el crecimiento de la economía, contraerá la producción y afectará más al sector trabajador.
Mostraron alarma por el hecho de que el PAN y el PRI puedan aliarse para sacar adelante este proyecto, y porque ya de por sí se prevé una contracción del 11 por ciento de la producción nacional; una caída drástica en el nivel de crecimiento de la economía y porque los programas para reactivar los sectores productivos quedarán otra vez en entredicho, aseguraron Francisco Hernández Juárez, dirigente de los telefonistas, y Agustín Rodríguez, del STUNAM.
Otra vez se cierne sobre el sector laboral la amenaza de una reforma fiscal agresiva para la población, sostuvieron los líderes y señalaron que los costos de la crisis financiera y de la contingencia recaen otra vez sobre los hombros de los trabajadores.
A su vez, representantes del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Chapingo, de los bomberos y del sector campesino de esta organización, instaron a los dirigentes a tomar medidas más efectivas, a dejarse de tomar el café con el secretario del Trabajo y ponerse a negociar para sacar acuerdos sobre los problemas en el sector. Incluso se planteó que es decepcionante la actuación de Gobernación, la cual no ha resuelto ni uno solo de los asuntos que les han planteado los trabajadores del país.
Agustín Rodríguez dijo que de aquí a las elecciones van a suspender todo diálogo con los secretarios de Estado y agregó que la marcha del Día del Trabajo, suspendida el primero de mayo, que se hará el próximo 3 de junio, se tratará de una jornada nacional de lucha, ya que se va a complementar con otros actos y movilizaciones en todo el país.
El asunto es que al parecer no marcharán juntos con el Sindicato Mexicano de Electricistas, ya que esta organización efectuará una movilización del monumento a la Revolución al Zócalo el primero de junio, fecha en que se recuerda a los mártires de Cananea.
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