El país se deshace como papel mojado

El país se deshace como papel mojado Francisco Martín Moreno 12-Jun-2009 La OCDE consideró “insuficientes las acciones que ha tomado México para enfrentar la crisis mundial. El país ha llevado a cabo diversos programas de estímulo como reacción ante la emergencia económica; sin embargo, su respuesta no contempla el largo plazo.” El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, hizo patente la profunda brecha que observa México entre sus ingresos y sus compromisos financieros, lo que compromete su capacidad de pagar las deudas contraídas. Economías emergentes, como la de México, “enfrentan profundas brechas de financiamiento que, de no ser resueltas, las pone frente al riesgo de caer en impago y transmitir los efectos hacia las economías regionales…” La falta de solvencia en países como México —agregó— se debe a que “no previeron y no aplicaron políticas fiscales antes de que sucediera esta crisis, por lo que el FMI actuó y les ayudó, pero con la condición de que establecieran políticas fiscales y cambiaran lo que no ha funcionado, ya que se trata de un problema de ‘vida o muerte’, lo cual podría desatar la inestabilidad social.” El FMI otorgó una línea de crédito a México por 47 mil millones de dólares… Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, también declaró que, “ante la falta de una reforma fiscal, México no tendrá más alternativas que incrementar su deuda.” La OCDE consideró “insuficientes las acciones que ha tomado México para enfrentar la crisis mundial. El país ha llevado a cabo diversos programas de estímulo como reacción ante la emergencia económica; sin embargo, su respuesta no contempla el largo plazo”. Las calificadoras internacionales también han dado la voz de alarma en relación con la ruta de colisión que lleva México en dirección a una nueva debacle: “México necesitará un plan B para evitar una rebaja en su calificación soberana, si no se aprueba una reforma fiscal después de las elecciones legislativas de julio”, aseguró la agencia financiera Fitch Ratings. La recaudación de México es una de las más bajas de América Latina en relación con su PIB. Las firmas Moody’s y Standard & Poor’s ya colocaron en perspectiva negativa la calificación soberana de México y lo han exhortado a buscar formas de ampliar su base impositiva. Por si lo anterior fuera poco, los ingresos tributarios en los primeros cuatro meses del año han descendido en un escandaloso 14%, mientras el valor de las exportaciones de petróleo, entre enero y abril de 2009, observó un desplome de 60 por ciento. Además de dichos hechos incontestables, el FMI, el BID, la OCDE, Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s han dado sonoras voces de alarma, que Germán Martínez, el perínclito presidente del PAN, trató de ignorar así: “No vamos a ir, bajo ninguna circunstancia, a una reforma al sistema tributario o a subir impuestos…” Es decir, primero está el poder, a cualquier costo, que México… ¡Una auténtica perversión política! Beatriz Paredes y la plana mayor de la jerarquía priista, sin duda habrían adoptado la misma posición suicida de habérseles consultado sobre la posibilidad de ejecutar una reforma al sistema tributario en esta pavorosa contingencia. Ya los conocemos… ¿Del PRD..? Ni hablemos... ¿Resultado? México se encuentra en un grave riesgo de caer en el corto plazo en la insolvencia financiera; de provocar otra vez un catastrófico efecto tequila en el Cono Sur; de producir un nuevo estallido social ante la parálisis económica y el desempleo que padecemos. México no ha invertido masivamente en obras de infraestructura y ha subejercido el gasto público en rubros tan críticos como el de la seguridad pública, sin duda alguna una de las principales preocupaciones ciudadanas. El país se empieza a deshacer como papel mojado mientras que Calderón incumple las promesas y los programas para enfrentar la crisis mundial. El gasto no se ejerce y, por otro lado, los proyectos acordados no se ejecutan. Las soluciones están a la mano. Se deben derogar los impuestos a las nóminas para facilitar la contratación de la mano de obra y universalizar el IVA a una tasa de 23%, de tal manera que se grave el consumo y no el ingreso, según ha sido la política mundial en los últimos años y se cuente, además, con presupuesto para ayudar a los marginados. Ahora bien, si el panismo se niega a instrumentar una reforma fiscal ignorando las denuncias de la comunidad financiera internacional, desoyendo las voces de alarma en torno al creciente déficit fiscal, sin duda México volverá a vivir una catástrofe monetaria, económica y social antes de que concluya el gobierno calderonista que pretende conducir al país con respuestas mediáticas, populistas, al estilo más decantado, de su peor enemigo: López Obrador. ¿Quién ingresará a Los Pinos en 2012, las masas de famélicos desesperados o el PRI que destruyó a México a lo largo de 70 años? ¡Horror! Se desploman los ingresos por remesas, los turísticos, los petroleros, la recaudación tributaria, las tasas de contratación de mano de obra, la confianza internacional en México que provocará la fuga de capitales y la contracción de la inversión extranjera y, sin embargo, Calderón canta sus supuestos triunfos mientras serrucha entusiasta la rama sobre la que él y, todos nosotros, nos encontramos sentados… fmartinmoreno@yahoo.com México se encuentra en un grave riesgo de caer en la insolvencia financiera; de provocar otra vez un catastrófico efecto tequila en el Cono Sur; de producir un nuevo estallido social...

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