Guadalupe Loaeza Visita su BLOG
3 Sep. 09
Es cierto, hablaba con seguridad y determinación; con una habilidad fuera de lo común, leía perfectamente bien desde un telepronter el contenido de su discurso (no obstante, el movimiento de sus brazos nos parecía excesivo), igualmente, mantuvo el mismo tono de voz contundente a lo largo de toda la lectura; iba correctamente vestido (aunque encontramos que el nudo de la corbata resultaba demasiado grueso, muy del estilo de los ochenta); el hecho que mirara derechito hacia el público hacía verlo como un buen orador y, por último, de que le echó ganas, sin duda, Felipe Calderón Hinojosa le echó muchas ganas. He allí una característica de su personalidad (y la del mexicano, todo el mundo parece que le echa ganas y el país para atrás) que tanta aprobación le ha merecido en estos tres años. Recuerdo una encuesta que efectuara nuestro periódico a principios de diciembre del 2008; a pesar de que los encuestados admitían el deterioro de la economía y la inseguridad galopante, Calderón se mantenía por arriba de los 60 puntos de aprobación. "¿Por qué aprueba usted su trabajo?", era una de las preguntas, el 33 por ciento contestó: "¡porque le está echando ganas!", asimismo menos del 10 por ciento dijo que "había que apoyar al Presidente, incondicionalmente" y un 5 por ciento dijo: "Calderón es una buena persona". Solamente el 17 por ciento opinó que estaba "dando buenos resultados". Pero ninguno se refirió a su buen gobierno, a su visión política, a los excelentes resultados de su gestión, a iniciativas muy acertadas, a su cercanía con la gente, a su liderazgo, etcétera. Lo que más privilegiaban era que le echaba ganas. Pero es evidente que eso en un estadista no basta. Obama y Sarkozy también le echan muchas ganas, pero sobre todo dan resultados. Sinceramente no imagino una encuesta respecto al trabajo del presidente de Estados Unidos o de Francia en la cual ganara "el entusiasmo" que le imprime a su gestión. No, en México, el pueblo todavía no se atreve a criticar a su Presidente, sería como criticar al Papa.
Como ciudadana y criticona, yo sí oso evaluar al primer mandatario. A pesar de todo lo que señalé líneas arriba no me gustó su Tercer Informe. No me satisfizo. Pienso que le faltó mucha autocrítica. Solamente una vez hizo mención a ella: "En estos tres años se han podido realizar, a pesar de las dificultades, obras y proyectos importantes. Soy el primero en reconocer que a la vista del México al que aspiramos, lo logrado es claramente insuficiente". Su poca autocrítica no le permitió ir más lejos. Por ejemplo, al hablar de la crisis económica, siempre haciendo hincapié que vino del extranjero, jamás se refirió a la gradual devaluación del peso frente al dólar; jamás se refirió a las estadísticas de los asesinatos, nada más se ufanó: "Tan sólo en los últimos 12 meses se han detenido a mil 400 secuestradores, se han desarticulado más de 200 bandas y se han liberado más de mil víctimas secuestradas. Esto, a través de la Estrategia Nacional contra el Secuestro, implementada por los estados y la Federación". Qué rápido se le olvidó a Calderón que nada más se cumplieron, en un año, siete de los 60 puntos a los que se comprometieron durante la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad apenas el 21 de agosto de 2008. Qué rápido se le olvidó el balance que hiciera Alejandro Martí, al cabo de ese año de prueba, cuando se refirió a la corrupción y la indolencia de las autoridades mexicanas. Basta con leer los periódicos, ver y escuchar los noticiarios para que la sociedad mexicana se entere que a diario hay un promedio de 20 personas asesinadas. Basta con escuchar los testimonios tan aterradores de ciudadanos de Ciudad Juárez o de Sinaloa para darse cuenta de que el programa contra el crimen organizado no ha funcionado, no obstante en Estados Unidos o en otros países a Calderón se le elogia por su valentía, pero al mismo tiempo se publican artículos donde se habla de nuestro país como un "Estado fallido". Por otra parte, en lugar de lamentarse por lo sucedido en la guardería ABC después de 49 niños muertos por quemaduras y asfixia, con una falta de sensibilidad atroz, Calderón volvió a ufanarse de sus logros en este sentido: "Gracias a la instalación de ocho mil 400 Estancias Infantiles, hoy más de 210 mil mujeres pueden trabajar con la tranquilidad de que sus hijos están bien cuidados y, a su vez, las estancias infantiles están dando trabajo a más de 40 mil mujeres, que las organizan en su propia casa a costos verdaderamente marginales para el Estado".
¡Qué lástima que Calderón tuvo que esperar tres años de su mandato para darse cuenta de lo ávida que está la sociedad mexicana por un verdadero cambio! De hecho el Tercer Informe no informó de lo que se logró, sino de la necesidad de cambio: ¿podrá el país cambiar realmente con el gobierno de Calderón? ¿Veremos estos cambios con los panistas en el gobierno en los próximos tres años?
Para lograrlo, Calderón tendrá que echarle muchas, pero muchas ganas...
gloaeza@yahoo.com
kikka-roja.blogspot.com/
Como ciudadana y criticona, yo sí oso evaluar al primer mandatario. A pesar de todo lo que señalé líneas arriba no me gustó su Tercer Informe. No me satisfizo. Pienso que le faltó mucha autocrítica. Solamente una vez hizo mención a ella: "En estos tres años se han podido realizar, a pesar de las dificultades, obras y proyectos importantes. Soy el primero en reconocer que a la vista del México al que aspiramos, lo logrado es claramente insuficiente". Su poca autocrítica no le permitió ir más lejos. Por ejemplo, al hablar de la crisis económica, siempre haciendo hincapié que vino del extranjero, jamás se refirió a la gradual devaluación del peso frente al dólar; jamás se refirió a las estadísticas de los asesinatos, nada más se ufanó: "Tan sólo en los últimos 12 meses se han detenido a mil 400 secuestradores, se han desarticulado más de 200 bandas y se han liberado más de mil víctimas secuestradas. Esto, a través de la Estrategia Nacional contra el Secuestro, implementada por los estados y la Federación". Qué rápido se le olvidó a Calderón que nada más se cumplieron, en un año, siete de los 60 puntos a los que se comprometieron durante la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad apenas el 21 de agosto de 2008. Qué rápido se le olvidó el balance que hiciera Alejandro Martí, al cabo de ese año de prueba, cuando se refirió a la corrupción y la indolencia de las autoridades mexicanas. Basta con leer los periódicos, ver y escuchar los noticiarios para que la sociedad mexicana se entere que a diario hay un promedio de 20 personas asesinadas. Basta con escuchar los testimonios tan aterradores de ciudadanos de Ciudad Juárez o de Sinaloa para darse cuenta de que el programa contra el crimen organizado no ha funcionado, no obstante en Estados Unidos o en otros países a Calderón se le elogia por su valentía, pero al mismo tiempo se publican artículos donde se habla de nuestro país como un "Estado fallido". Por otra parte, en lugar de lamentarse por lo sucedido en la guardería ABC después de 49 niños muertos por quemaduras y asfixia, con una falta de sensibilidad atroz, Calderón volvió a ufanarse de sus logros en este sentido: "Gracias a la instalación de ocho mil 400 Estancias Infantiles, hoy más de 210 mil mujeres pueden trabajar con la tranquilidad de que sus hijos están bien cuidados y, a su vez, las estancias infantiles están dando trabajo a más de 40 mil mujeres, que las organizan en su propia casa a costos verdaderamente marginales para el Estado".
¡Qué lástima que Calderón tuvo que esperar tres años de su mandato para darse cuenta de lo ávida que está la sociedad mexicana por un verdadero cambio! De hecho el Tercer Informe no informó de lo que se logró, sino de la necesidad de cambio: ¿podrá el país cambiar realmente con el gobierno de Calderón? ¿Veremos estos cambios con los panistas en el gobierno en los próximos tres años?
Para lograrlo, Calderón tendrá que echarle muchas, pero muchas ganas...
gloaeza@yahoo.com
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