Bistés a la cables
Marco Buenrostro y Cristina Barros
El campamento Villa Alpina de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro se encuentra a 3 mil 100 metros de altitud. Las temperaturas son bajas y el viento helado corta la piel. Ahí se da mantenimiento a las líneas de transmisión.
La barbacoa es infaltable en las celebraciones, sobre todo los 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe. Junto con la carne suelen cocerse elotes; imaginemos el sabor. También en el campamento del kilómetro 48, Villa Cuauhtémoc, se prepara barbacoa para celebrar. Onésimo Ruiz, liniero cuando se editó el libro Un toque de sabor (Compañía de Luz y Fuerza del Centro, 1999), comenta que en tiempo de aguas "los caminos se ponen tan malos que ni a caballo podemos llegar, tenemos que ir a pie a algunos lugares". Considera que "el borrego de campo, el más cimarrón es el más sabroso". Del animal se ocupa la pancita, la sangre, las vísceras, además de la carne.
Los charales y las carpas al horno son de lo más gustado entre quienes trabajan en la planta hidroeléctrica de Lerma, Tepuxtepec (Michoacán), según la grata investigación de María de los Ángeles Comesaña, en 1999.
En el campamento Lechería, el ingeniero Miguel Ángel Ávila, nacido en Acámbaro, Guanajuato, se especializó en hacer carnitas y sobre todo buches rellenos.
Margarita Ángeles Martínez de la centenaria planta hidroeléctrica y subestación de Juandhó en Hidalgo, comenta que en temporada, los escamoles son los favoritos. Cuando se hacían "dobletes" y "tripletes" de trabajo, Jesús Romero cocinaba para todos. Entonces las líneas "transmitían una luz llena de sabor", gracias a su pollo a la Cerro Gordo, a su salpicón de caracoles y a su lomo a la cerveza.
Los chinicuiles, los pollos a la barbacoa o en penca, el mixiote de ajolote, el caldo de ancas de rana, el quiote con huevo, el conejo al chiltepín, la trucha empapelada, el caldo de habas, diversas recetas con hongos silvestres y los nopalitos navegantes son otras especialidades en campamentos como los de Teotihuacán, Tecocomulco, el del kilómetro 110, el de Malinalco, de Tres Marías y Capulín, y en la Planta Alameda. Los trabajadores cocinan con la misma creatividad con que suplen las carencias de herramienta y equipo.
Jorge Fragoso, quien trabajaba en el sector Cables Bolívar, creó los "bistés a la cables" que tiene más de 50 años de existencia. Se pueden preparar en las charolas que se usan para trasladar herramienta; se sirven para los festejos, como el que tendrá lugar cuando los integrantes de Luz y Fuerza del Centro regresen a su trabajo. Gracias a César Buenrostro por habernos regalado este libro hace tiempo.
La barbacoa es infaltable en las celebraciones, sobre todo los 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe. Junto con la carne suelen cocerse elotes; imaginemos el sabor. También en el campamento del kilómetro 48, Villa Cuauhtémoc, se prepara barbacoa para celebrar. Onésimo Ruiz, liniero cuando se editó el libro Un toque de sabor (Compañía de Luz y Fuerza del Centro, 1999), comenta que en tiempo de aguas "los caminos se ponen tan malos que ni a caballo podemos llegar, tenemos que ir a pie a algunos lugares". Considera que "el borrego de campo, el más cimarrón es el más sabroso". Del animal se ocupa la pancita, la sangre, las vísceras, además de la carne.
Los charales y las carpas al horno son de lo más gustado entre quienes trabajan en la planta hidroeléctrica de Lerma, Tepuxtepec (Michoacán), según la grata investigación de María de los Ángeles Comesaña, en 1999.
En el campamento Lechería, el ingeniero Miguel Ángel Ávila, nacido en Acámbaro, Guanajuato, se especializó en hacer carnitas y sobre todo buches rellenos.
Margarita Ángeles Martínez de la centenaria planta hidroeléctrica y subestación de Juandhó en Hidalgo, comenta que en temporada, los escamoles son los favoritos. Cuando se hacían "dobletes" y "tripletes" de trabajo, Jesús Romero cocinaba para todos. Entonces las líneas "transmitían una luz llena de sabor", gracias a su pollo a la Cerro Gordo, a su salpicón de caracoles y a su lomo a la cerveza.
Los chinicuiles, los pollos a la barbacoa o en penca, el mixiote de ajolote, el caldo de ancas de rana, el quiote con huevo, el conejo al chiltepín, la trucha empapelada, el caldo de habas, diversas recetas con hongos silvestres y los nopalitos navegantes son otras especialidades en campamentos como los de Teotihuacán, Tecocomulco, el del kilómetro 110, el de Malinalco, de Tres Marías y Capulín, y en la Planta Alameda. Los trabajadores cocinan con la misma creatividad con que suplen las carencias de herramienta y equipo.
Jorge Fragoso, quien trabajaba en el sector Cables Bolívar, creó los "bistés a la cables" que tiene más de 50 años de existencia. Se pueden preparar en las charolas que se usan para trasladar herramienta; se sirven para los festejos, como el que tendrá lugar cuando los integrantes de Luz y Fuerza del Centro regresen a su trabajo. Gracias a César Buenrostro por habernos regalado este libro hace tiempo.
marcri44@yahoo.com.mx
kikka-roja.blogspot.com/
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