- Adiós al anciano enfadado del teatro británico; admirador de Kafka
- Murió Harold Pinter, feroz crítico del establishment
- El Premio Nobel de Literatura 2005 padecía de cáncer de laringe
- Ironía, brillante retórica y humor negro, definían su estilo
Dpa y Afp
Ampliar la imagen Harold Pinter durante una entrevista realizada el 2 de octubre de 1973 en la ciudad de Nueva York Foto: Ap
Londres, 25 de diciembre. El Premio Nobel de Literatura Harold Pinter, dramaturgo, escritor, guionista, director, actor e intelectual de izquierda, falleció este miércoles a los 78 años de edad, informó su esposa Antonia Fraser. Su funeral será privado y en una fecha aún por precisar. Pinter padecía cáncer de laringe, enfermedad que le impidió acudir a Estocolmo a recibir el Nobel en 2005. En su discurso, titulado Arte, verdad y política, que fue transmitido en video, criticó al gobierno de George W. Bush y del entonces ministro británico Tony Blair por la invasión a Irak.
Harold Pinter (Londres, 1930) escribió 29 obras de teatro y comenzó a ganar fama a principios de los años 60 con The caretaker (El portero, traducido también como El guardián nocturno). En 1958 escribió La fiesta de cumpleaños y después le siguieron The homecoming y Betrayal, obras en las que reflexionó sobre lo cotidiano, el lenguaje y el ser humano. En Betrayal (1978) utiliza sencillos diálogos de su propia –y larga– crisis matrimonial con la actriz Vivien Merchant, de quien se divorció en 1980, año en el que se casó con Antonia Frasier, una historiadora perteneciente a la “alta sociedad”.
El recurso más habitual de Pinter consistía en interrumpir los diálogos con silencios misteriosos y pausas; el comportamiento de los personajes parece a veces inexplicable. Otros de sus elementos favoritos son las habitaciones pequeñas, pocos personajes y las apariciones breves de extraños amenazadores. Pasión, vigor moral, ironía, brillante retórica y humor negro dominaban sus diálogos con pausas. Un estilo que fue definido como “pinteresque”; no concebía la escritura de obras felices y sus referentes fueron Samuel Beckett, Franz Kafka y Ernest Heminway. Una de sus actuaciones recientes, ya gravemente enfermo, fue en 2006 para interpretar un monólogo de Becket en el Royal Court Theatre, que tuvo un lleno total.
Al inicio de su carrera Pinter, que nació en el East End londinense, de padre sastre y judío, escribió La habitación, cuya historia se desarrolla en la humilde sala de la casa de una pareja de obreros. En Celebration retrató con ironía y humor una boda de la alta sociedad, a la que pertenecía desde su matrimonio con lady Frasier. Escribió entre otros los guiones para El portero y La mujer del teniente francés (con Jeremy Irons y Meryl Streep como protagonistas). Desde finales de los años 80 participó en numerosos actos políticos, como las protestas por los bombardeos de la Organización del Atlántico Norte contra Serbia, la Guerra del Golfo o en favor de los derechos de los kurdos.
En marzo de 2005, unos meses antes de que se le concediera el Nobel, Harold Pinter había anunciado que no escribiría más obras de teatro para dedicarse a la poesía y al activismo político. “Lo que hemos liberado es una resistencia cruel y persistente, violencia y caos”, opinó sobre la guerra en Irak, en contra de la cual publicó la colección de poemas antibélicos War (Guerra) en 2003.
“Eso me pregunto yo”
Cuando en octubre de 2005 se anunció que era el nuevo Premio Nobel de Literatura algunas voces calificaron la decisión como “un insulto para la literatura mundial”, mientras otros afirmaron que fue “una decisión correcta”. Cuando la prensa lo cuestionó, afuera de su casa, por qué creía que había ganado el premio, simplemente respondió: “eso me pregunto yo”. Otros galardones en su haber fueron el Shakespeare, el Europeo de Literatura, el Molière y el de literatura británica David Cohen, entre otros.
Harold Pinter (Londres, 1930) escribió 29 obras de teatro y comenzó a ganar fama a principios de los años 60 con The caretaker (El portero, traducido también como El guardián nocturno). En 1958 escribió La fiesta de cumpleaños y después le siguieron The homecoming y Betrayal, obras en las que reflexionó sobre lo cotidiano, el lenguaje y el ser humano. En Betrayal (1978) utiliza sencillos diálogos de su propia –y larga– crisis matrimonial con la actriz Vivien Merchant, de quien se divorció en 1980, año en el que se casó con Antonia Frasier, una historiadora perteneciente a la “alta sociedad”.
El recurso más habitual de Pinter consistía en interrumpir los diálogos con silencios misteriosos y pausas; el comportamiento de los personajes parece a veces inexplicable. Otros de sus elementos favoritos son las habitaciones pequeñas, pocos personajes y las apariciones breves de extraños amenazadores. Pasión, vigor moral, ironía, brillante retórica y humor negro dominaban sus diálogos con pausas. Un estilo que fue definido como “pinteresque”; no concebía la escritura de obras felices y sus referentes fueron Samuel Beckett, Franz Kafka y Ernest Heminway. Una de sus actuaciones recientes, ya gravemente enfermo, fue en 2006 para interpretar un monólogo de Becket en el Royal Court Theatre, que tuvo un lleno total.
Al inicio de su carrera Pinter, que nació en el East End londinense, de padre sastre y judío, escribió La habitación, cuya historia se desarrolla en la humilde sala de la casa de una pareja de obreros. En Celebration retrató con ironía y humor una boda de la alta sociedad, a la que pertenecía desde su matrimonio con lady Frasier. Escribió entre otros los guiones para El portero y La mujer del teniente francés (con Jeremy Irons y Meryl Streep como protagonistas). Desde finales de los años 80 participó en numerosos actos políticos, como las protestas por los bombardeos de la Organización del Atlántico Norte contra Serbia, la Guerra del Golfo o en favor de los derechos de los kurdos.
En marzo de 2005, unos meses antes de que se le concediera el Nobel, Harold Pinter había anunciado que no escribiría más obras de teatro para dedicarse a la poesía y al activismo político. “Lo que hemos liberado es una resistencia cruel y persistente, violencia y caos”, opinó sobre la guerra en Irak, en contra de la cual publicó la colección de poemas antibélicos War (Guerra) en 2003.
“Eso me pregunto yo”
Cuando en octubre de 2005 se anunció que era el nuevo Premio Nobel de Literatura algunas voces calificaron la decisión como “un insulto para la literatura mundial”, mientras otros afirmaron que fue “una decisión correcta”. Cuando la prensa lo cuestionó, afuera de su casa, por qué creía que había ganado el premio, simplemente respondió: “eso me pregunto yo”. Otros galardones en su haber fueron el Shakespeare, el Europeo de Literatura, el Molière y el de literatura británica David Cohen, entre otros.
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