- Los delincuentes están mejor armados y tienen gran potencial tecnológico, dice el titular de SSP
- La policía, totalmente rebasada por los narcos, reconoce García Luna
- Cuentan con una base social que les da impunidad, advierte ante diputados
- Rechaza supuestas diferencias con el procurador Medina Mora y mandos del Ejército
- Es una idea mediática, señala
Enrique Méndez y Roberto Garduño notaEl secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, dijo ante diputados que en casi dos años de la actual administración se han decomisado casi 20 mil armas de alto poder, equivalentes a las que usan todas las policías “en términos de capacidad de fuego”, y atribuyó a “una idea creada a nivel mediático y sin sustento” las versiones de supuestas diferencias entre él y el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, y mandos del Ejército Mexicano.Aseguró que la delincuencia no sólo utiliza acciones de alto impacto, como decapitaciones, ejecuciones y mensajes en las narcomantas para atemorizar a la ciudadanía y “generar alarma social”, en acciones que definió como de carácter terrorista, sino que además cuenta “con una base social que le da impunidad”.Durante una reunión de trabajo con integrantes de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, en el Salón Verde de San Lázaro –donde se guardó un minuto de silencio en memoria del policía Pedro Solana Cobaxín–, García Luna rechazó comprometerse –como le pidió el diputado priísta Enrique Benítez– a renunciar, si en diciembre no se frena la delincuencia; más tarde, cuando en conferencia de prensa se le preguntó si no tenía intención de separarse del cargo, reviró: “¿Por qué?”Asimismo, luego de que legisladores como Layda Sansores Sanromán, de Convergencia, y Andrés Lozano, del PRD, le preguntaron sobre las presuntas diferencias entre funcionarios que integran el gabinete de seguridad, específicamente con el procurador Eduardo Medina Mora y con el Ejército, afirmó que se trata de “una idea creada a nivel mediático, pero (que) no corresponde a la realidad y no tiene ningún sustento”.Refirió que, inclusive, las reuniones que sostiene con colaboradores del presidente Felipe Calderón son diarias y resaltó su amistad y la relación profesional con Medina Mora.Más aún, también sostuvo que es uno de los “más fervientes admiradores del Ejército. Estamos unidos para generar estrategias conjuntas con las fuerzas armadas”. No obstante, Sansores insistió en que se sabe sobre los pleitos institucionales entre los encargados de la seguridad pública, y afirmó que ello impide aplicar una eficiente estrategia contra la delincuencia.Genaro García Luna presentó, además, un panorama poco halagador, al señalar que la policía mexicana se desfasó histórica y técnicamente frente al crimen organizado, desde que éste empezó a evolucionar en la década de los 70, cuando se “sofisticó”, y que en la de los 80 utilizó “la globalización como instrumento para sus operaciones”, así como “el potencial de tecnología”.En contraste, reconoció, “de la masa policiaca nacional” casi 60 por ciento sólo tiene educación básica, y 25 por ciento bachillerato, y sostuvo que la SSP ha emprendido un reclutamiento en las universidades, porque “ya no es suficiente que los policías sepan leer y escribir”, sino también se requiere a economistas y contadores.Dijo que, por ejemplo, la policía federal no cuenta con tecnología que le permita no sólo conocer a nombre de quién está un teléfono celular que se utiliza para extorsionar, sino inclusive para localizar su posición. “El reto es tener posibilidades técnicas y estructurales para combatir el delito y capacidades reales para combatir el secuestro”, aseguró.Más aún, planteó que la transición de “una policía empírica, fáctica”, sólo se hará cuando exista un plan rector que defina procedimientos y perfiles. Por el momento, admitió, “no hay una herramienta para formar policías profesionales”, sino que el enfoque es para antimotines y grupos de reacción.En este punto, el diputado perredista Francisco Santos Arreola le preguntó por qué Benito Roa Lara tiene el cargo de director general de Robos y Secuestros de la secretaría, “si no terminó la preparatoria, todavía debe ocho materias”, y el funcionario explicó que “el señor Roa es el único certificado para control de crisis de secuestro, formado en la FBI”.En su presentación en power point, García Luna mostró a los diputados distintas gráficas sobre el crecimiento de los delitos, y sostuvo que, en el caso de los secuestros, éstos se incrementaron sólo 0.1 por ciento, y que a nivel nacional únicamente representan 0.3 por ciento.Aseguró que el número de ejecuciones se incrementó en los meses recientes, debido “a lo planteado por esta estrategia de intimidación” de los cárteles, y precisó que la mayor incidencia se registra en Chihuahua, Sinaloa, Michoacán, Guerrero y Baja California.Atribuyó estos crímenes a una recomposición de los liderazgos entre los capos del narco y a una disputa por el uso de territorios para la distribución de drogas. “Los narcos modificaron el ajuste de cuentas, utilizan el derecho de piso y extorsión como fuente de financiamiento”, dijo.En la sesión de preguntas y respuestas, los legisladores de todos los partidos, excepto el PAN, cuestionaron la capacidad del secretario y de otros responsables de la seguridad. El panista Edgar Olvera expresó el reconocimiento de su bancada a “la valentía del gobierno federal”, y dijo a García Luna: “Te queremos decir a ti y al Presidente, que en esta guerra contra el narcotráfico estamos a la par en el frente de batalla”.A su vez, Andrés Lozano criticó el que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no haya contribuido a combatir el lavado de dinero en bancos y casas de cambio, e impedido el tráfico de armas a través de las aduanas.Finalmente, el legislador Santos Arreola preguntó al funcionario federal: “¿Esperaremos a que los empresarios afectados por secuestros o asaltos contraten escuadrones de la muerte para vengarse? La sociedad ya no aguanta. O se ponen a trabajar o nosotros no aguantamos. Si no pueden, renuncien”.- García Luna deja en manos de Calderón su permanencia en la SSPF
rosalía vergara MÉXICO, DF, 3 de septiembre (apro).- El secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, rechazó hoy que vaya a renunciar, a menos de que, dijo, el presidente Felipe Calderón se lo pida. Agregó que entre sus planes no está el de dejar el cargo: “Tengo una encomienda que cumplir y lo haré con toda mi capacidad”. Y rechazó que existan diferencias con el titular de la Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora. Sostuvo que Medina Mora es su “amigo” y que ambos “somos “profesionales”. García Luna sostuvo una reunión de trabajo con diputados de la Comisión de Seguridad Pública ante quienes reconoció que existe una falta de definición en la estructura policiaca, en el contexto de unificar a las diversas corporaciones de seguridad del país. “En la parte operacional no hay diferencias, ayer se decía que tal vez exista una falta de definición de la policía, pero ya se está trabajando en la nueva ley de la Policía Federal, en la que se definen alcances específicos”, indicó. El secretario de Seguridad Pública federal explicó, así mismo, que el rezago estructural en materia de seguridad pública acumula tres décadas, debido al deterioro de las policías y el uso de tecnologías por parte de la delincuencia. Destacó que en dos años se decomisaron 20 mil armas de alto poder, mientras que todos los cuerpos policiacos sólo cuentan con un poder de fuego ligeramente menor al que se ha incautado a la delincuencia organizada en ese lapso. Dijo que en ese periodo se han incautado 6 mil 486 toneladas de mariguana, 221 toneladas de cocaína y 53 toneladas de heroína, lo que representa en el mercado de drogas unos 131 mil millones de dólares. Admitió que la delincuencia “ha utilizado acciones de alto impacto para atemorizar, inhibir a la autoridad, diversificando sus métodos de propaganda, de ejecuciones, con mensajes y mantas. “Con eso pretenden desprestigiar a las instituciones e intentan forzar a un repliegue de la autoridad para ganar espacios e impunidad”, pero aseguró que el gobierno no cederá a esas pretensiones. Según sus cifras, el índice delictivo en todo el país creció en 8.6%, principalmente en el rubro de homicidios dolosos, pues se pasó de 35 mil 341 muertes violentas hace diez años, a 28 mil 800 el año pasado. Reconoció que se han incrementado las ejecuciones en Chihuahua, Sinaloa, Michoacán, Guerrero y Baja California, “y en cinco estados se concentra más de 60% de los homicidios dolosos”. Y en respuesta a las críticas que hicieron organizaciones sociales por el presunto manejo mediático del rescate de dos secuestrados en el municipio mexiquense de Villa Nicolás Romero, el funcionario respondió que es “una vergüenza que alguien diga que es un asunto mediático, cuando hay dos víctimas liberadas, hay policías heridos, un policía muerto, hay 20 detenidos, hay cuatro muertos; es una verdadera grosería para las víctimas”. Los decapitados En cuanto a los secuestros, dijo que éstos aumentaron en 3%, el mayor porcentaje entre 2005 y 2006, principalmente en áreas metropolitanas. Otro de los rezagos, apuntó, es el nivel de escolaridad de los policías. Admitió que “de la masa policiaca nacional”, casi 60% sólo tiene educación básica, y 25%, bachillerato. Comentó que en el caso de los doce decapitados descubiertos el jueves pasado en Yucatán, resultó que uno de los detenidos tenía de oficio el de “lavacoches”. A este sujeto “lo reclutaron y convirtieron en sicario en tres meses, y en su declaración se dijo adicto a las drogas, y por eso decidió meterse de lleno al crimen organizado. Por sus servicios –reveló-- recibió el pago de entre 2 mil 500 y 4 mil pesos”. Los diputados le cuestionaron a García Luna el que en su reporte estuvieran ausentes cifras sobre lavado de dinero, casas de cambio, vehículos o propiedades del narcotráfico decomisados, o sobre el índice de consumidores de estupefacientes. El priista Juan Francisco Bedolla soltó: “No trae nada”. La legisladora más crítica fue Layda Sansores, de Convergencia, quien le dijo al aún titular de la SSP que con esas cifras “se engaña a sí mismo, pues no existe coordinación entre las policías. La diputada convergente lamentó que se hable de “pleitos en casa y guerras institucionales” en el gabinete de seguridad pública, pues así no se ganará el combate a la delincuencia organizada. “¿Qué pasa con el cuatismo en la secretaría? ¿Usted trabaja a palos de ciego?”, inquirió Layda Sansores. La secundó el perredista Francisco Javier Santos Arreola, quien se quejó del bajo nivel de escolaridad de algunos jefes policiacos, en particular se refirió a Benito Roa Lara, director general de Robos y Secuestros de la SSP, quien presuntamente no culminó su bachillerato. Molesto, García Luna respondió que “el señor Roa es el único certificado para control de crisis de control de secuestro a escala internacional, formado en el FBI”. Por último, reconoció que “tenemos policías con primaria y secundaria, así como la resistencia de la policía corrupta e intereses de grupos del crimen organizado, ellos se resisten a una evolución que tenemos de la policía”. |