• El fraude de Grupo México
Marcela Gomez Zalce
La simulación es más peligrosa, mi estimado, en proporción a la cantidad de verdad que contenga. Comienza la agitada semana a gritos. Gritos patrióticos, gritos de agravio, gritos de desesperanza, gritos de impunidad, gritos de advertencia y gritos de impotencia. El Zócalo hoy será, una vez más, el reflejo fiel de un conflicto latente no resuelto con el agravante que la actual situación económica se perfila para ser un importante detonador de consecuencias reservadas.
Enmedio del simpático mes patrio, my friend, el tsunami de violencia alcanzó un sangriento clímax con la escalofriante ejecución de más de 41 personas, de las cuales 24 se llevaron a cabo en el terruño de Enrique Peña Nieto. Y para hacer el ocurrente control de daños, que pasa en primerísimo lugar por cuidar la imagen del agobiado gobernador, la feria de estupideces declarativas sigue siendo el modus operandi ante situaciones que están fuera del control de todos los órdenes de gobierno, ya sea estatal y/o federal.
Y justo al mismo tiempo que el fracturado Felipe aburre con su supino sonsonete sobre su mal llamada guerra contra el organizado crimen —aderezado ahora con la inédita pendejada de que todos los mexicanos debemos declarar, verdaderamente la guerra a la delincuencia (¿¡Y el gobierno, apá?!)-– ante la cúpula militar, éste le envía atentos y desafiantes saludos de la vulnerabilidad del Estado. De la fragilidad de su gobierno. De la incapacidad de su gabinete. De la ausencia absoluta de estrategia, entendimiento y diagnóstico del peligroso flagelo… que desde dentro conoce perfectamente bien los hilos en la descoordinación gubernamental, porque en las labores de inteligencia, amable lector, mejor ni hablar.
Y todo se reduce a la obtención de medallas mediáticas para salir en la foto de arrestos, capturas y arraigos de bandas de secuestradores… donde la SSPF y su titular García Luna, urgido de cualquier pirotecnia para contrarrestar las delicadas complicidades con la delincuencia, invaden el espectro mientras la corrupción corroe los intestinos de la polémica corporación.
El gobierno de Calderón no previene sino reacciona, haiga sido como haiga sido. Equivocados en el diagnóstico, enfrentados e infiltrados y con poca capacidad para operar siembran más ingredientes para la descomposición cuya rapidez los está rebasando.
Y para equilibrar el marcador del colosal desmadre, mi estimado, se informan verdades a medias que no son sino mentiras completas. El contagioso virus del engaño bailotea alrededor del atractivo Presupuesto 2009, alrededor de cualquier dato, información, referencia y/o antecedente que comprometa a cualquiera de las dependencias de la presente administración, alrededor de las cifras de su fracasada y peligrosa guerra, alrededor de los pronósticos inflacionarios —que ya se estrenaron con el aumento semanal a los precios de los combustibles—,alrededor de su chisguete energético y, como maravilloso botón, alrededor del estado que guarda la nación…
Felipe no satisfecho con eso, advierte del original sacrificio presupuestal en diversos rubros para dotar de más billete… a las dependencias cuyos titulares Medina Mora y García Luna han reconocido estar severamente infiltrados por la organizada delincuencia, faltaba más. Pero eso sí, el rubro para la fracturada imagen presidencial como la bolita sube y sube y al diablo con el mentado sacrificio (of course, hay niveles) porque el único chicharrón que truena es el de la banda… del espot.
Y así entre errores, verdades a medias, colosal impunidad y peligrosas simulaciones, my friend, Calderón, fracturado gritará… ¡¿Viva México?!
Por la Mirilla
Parajodas del Estado de Derecho estadunidense vs. el surrealismo legal mexicano: hace unos días, Grupo México, de Germán Larrea, fue declarado culpable de fraude en la Corte Federal de Distrito de Brownsville, Texas, por haber estafado a los inversionistas y acreedores de Asarco (American Smelting and Refining Copany), por lo cual podría ser multado por más de ocho mil millones de dólares.
Enmedio del simpático mes patrio, my friend, el tsunami de violencia alcanzó un sangriento clímax con la escalofriante ejecución de más de 41 personas, de las cuales 24 se llevaron a cabo en el terruño de Enrique Peña Nieto. Y para hacer el ocurrente control de daños, que pasa en primerísimo lugar por cuidar la imagen del agobiado gobernador, la feria de estupideces declarativas sigue siendo el modus operandi ante situaciones que están fuera del control de todos los órdenes de gobierno, ya sea estatal y/o federal.
Y justo al mismo tiempo que el fracturado Felipe aburre con su supino sonsonete sobre su mal llamada guerra contra el organizado crimen —aderezado ahora con la inédita pendejada de que todos los mexicanos debemos declarar, verdaderamente la guerra a la delincuencia (¿¡Y el gobierno, apá?!)-– ante la cúpula militar, éste le envía atentos y desafiantes saludos de la vulnerabilidad del Estado. De la fragilidad de su gobierno. De la incapacidad de su gabinete. De la ausencia absoluta de estrategia, entendimiento y diagnóstico del peligroso flagelo… que desde dentro conoce perfectamente bien los hilos en la descoordinación gubernamental, porque en las labores de inteligencia, amable lector, mejor ni hablar.
Y todo se reduce a la obtención de medallas mediáticas para salir en la foto de arrestos, capturas y arraigos de bandas de secuestradores… donde la SSPF y su titular García Luna, urgido de cualquier pirotecnia para contrarrestar las delicadas complicidades con la delincuencia, invaden el espectro mientras la corrupción corroe los intestinos de la polémica corporación.
El gobierno de Calderón no previene sino reacciona, haiga sido como haiga sido. Equivocados en el diagnóstico, enfrentados e infiltrados y con poca capacidad para operar siembran más ingredientes para la descomposición cuya rapidez los está rebasando.
Y para equilibrar el marcador del colosal desmadre, mi estimado, se informan verdades a medias que no son sino mentiras completas. El contagioso virus del engaño bailotea alrededor del atractivo Presupuesto 2009, alrededor de cualquier dato, información, referencia y/o antecedente que comprometa a cualquiera de las dependencias de la presente administración, alrededor de las cifras de su fracasada y peligrosa guerra, alrededor de los pronósticos inflacionarios —que ya se estrenaron con el aumento semanal a los precios de los combustibles—,alrededor de su chisguete energético y, como maravilloso botón, alrededor del estado que guarda la nación…
Felipe no satisfecho con eso, advierte del original sacrificio presupuestal en diversos rubros para dotar de más billete… a las dependencias cuyos titulares Medina Mora y García Luna han reconocido estar severamente infiltrados por la organizada delincuencia, faltaba más. Pero eso sí, el rubro para la fracturada imagen presidencial como la bolita sube y sube y al diablo con el mentado sacrificio (of course, hay niveles) porque el único chicharrón que truena es el de la banda… del espot.
Y así entre errores, verdades a medias, colosal impunidad y peligrosas simulaciones, my friend, Calderón, fracturado gritará… ¡¿Viva México?!
Por la Mirilla
Parajodas del Estado de Derecho estadunidense vs. el surrealismo legal mexicano: hace unos días, Grupo México, de Germán Larrea, fue declarado culpable de fraude en la Corte Federal de Distrito de Brownsville, Texas, por haber estafado a los inversionistas y acreedores de Asarco (American Smelting and Refining Copany), por lo cual podría ser multado por más de ocho mil millones de dólares.
Chingón.
gomezalce@aol.com
Kikka Roja