- Deben aprobarse con celeridad, afirma el funcionario en el foro México ante la crisis
- Sin reformas estructurales habrá más estancamiento, dice Carstens
- Presenta una agenda que incluye los rubros laboral y de inversiones; sugiere eliminar monopolios, modernizar la Ley de Obras Públicas y contar con instrumentos de recaudación amigables, entre otros
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón y el secretario de Hacienda, Agustín Carstens Foto: Yazmín Ortega Cortés
Ante legisladores de todos los partidos políticos, en el foro México ante la crisis, ¿qué hacer para crecer?, convocado por el Congreso de la Unión, el funcionario federal reconoció que la economía nacional experimentará “algunos periodos de estancamiento, de contracción”, y planteó que entre las reformas debe incluirse una de carácter laboral y de inversiones para permitir, por ejemplo, el ingreso de capitales extranjeros en telefonía fija, aunque en la Cámara de Diputados hay un dictamen al respecto, que está congelado.
También sugirió eliminar los monopolios; “modernizar” la Ley de Obras Públicas; otorgar certidumbre jurídica a las licitaciones de obras y adquisiciones; revisar el esquema de derechos patrimoniales de los ejidos, para que éstos se puedan enajenar o dar en garantía para créditos; facilitar la inversión turística en las costas, y “conceptualizar” modificaciones al sistema tributario para contar con instrumentos de recaudación “amigables a la inversión”.
En una amplia participación en el alcázar de Chapultepec, el titular de Hacienda aseguró que los ahorros de los trabajadores invertidos en instrumentos financieros por las Afore no han sufrido “minusvalías”, y en contraste aseguró que los fondos “tienen una ganancia de 8 mil millones de pesos desde diciembre de 2007 a la fecha, haciendo nuestro sistema de retiro de los pocos en el mundo que no han reportado merma en esta época de turbulencia”.
Participante en el mismo foro, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, consideró “que es crucial en materia de política económica mantener primero el empleo”, y enseguida secundó la propuesta de una reforma a “la rigidez laboral”, otra en materia de telecomunicaciones, así como acotar la sobrerregulación.
“Quizá una de las reformas más importantes para promover el crecimiento económico es quitarnos el fardo enorme que representa el exceso de regulación, por ejemplo, en la obra pública”, dijo. Sugirió que antes de nivelar el barco o arreglar la propela “hay que tirar este exceso de peso que traemos y solamente con eso la nave andará más de prisa”.
En el diagnóstico que ambos presentaron sobre la situación económica de México se reflejó el optimismo, y cada uno en su momento aseguró que esta vez la crisis no se generó en el país, sino en otras economías.
No obstante, también reconocieron que el efecto será aún mayor para el país. México, dijo Ortiz Martínez, está dentro del grupo de naciones que tienen menores vulnerabilidades, pero “eso no quiere decir que no nos va a pegar. Nos va a pegar y nos va a pegar fuerte”.
Siempre con la mano izquierda en su bolsillo, aseguró que el crecimiento del país ha sido de sólo 20 por ciento en 47 años, y que eso se explica por una mala utilización y un déficit de los recursos humanos y físicos, y aseguró que en los rubros laboral, de capacitación, del costo excesivo de la electricidad y de las telecomunicaciones, México “no califica bien”.
No obstante, se quejó de haber sufrido demasiadas crisis económicas: “Comentaba con Carlos (Solchaga, ex ministro de Economía de España, quien también participó en el foro) que la vida es injusta. A algunos nos tocan más crisis que las que sería justo en nuestra vida profesional”.
También Carstens aseguró que, a diferencia de otras crisis, esta vez las políticas económicas aplicadas no son las responsables. “El problema no se originó en México, como resultado de pobres manejos macroeconómicos y financieros, sino que en este caso las presiones recesionarias (sic) se han importado del exterior”, reiteró.
Aseguró que desde los primeros signos de la crisis el año pasado, el gobierno federal utilizó “todos los grados de libertad que la responsabilidad fiscal le permiten” para contrarrestar, cuando menos en parte, la menor demanda de las exportaciones mexicanas y sus secuelas en el consumo nacional.
Enseguida presentó la agenda económica del gobierno, aunque sólo anunció el envío de una iniciativa al Congreso para permitir que los trabajadores desempleados puedan disponer de una parte de sus ahorros en las Afore.
Afirmó que, “de contarse con el apoyo del Poder Legislativo”, esta agenda “permitirá aumentar la actividad económica en el corto y mediano plazos”, y confió en que al presentarlas en el foro, éste sirviera “de catalizador para lograr los consensos necesarios para hacer realidad estos ajustes estructurales”.
Su agenda incluye: eliminar el burocratismo, los cuellos de botella regulatorios y las incertidumbres jurídicas, al “modernizar” la Ley de Obras Públicas, que además dé seguridad a las empresas en la renegociación de los contratos; revisar el régimen de propiedades social y federal para maximizar el valor y usufructo de la tierra y en este caso “conviene revisar” la enajenación o hipoteca de algunos derechos patrimoniales del ejido.
También, simplificar el régimen legal para fomentar la “inversión turística” en playas; “corregir las imprecisiones” de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, “para eliminar obstáculos en la toma de decisiones y agilizar trámites en construcción de vivienda.
Se trata, dijo finalmente, de medidas para aliviar un periodo de estancamiento.
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- Al funcionario no le preocupa la gente, dijo González Garza; agenda bíblica, opinó Beltrones
Ampliar la imagen Manlio Fabio Beltrones y Jesús Ortega, durante un receso del foro organizado por el Congreso de la Unión Foto: La Jornada
Por ese sortilegio, Agustín Carstens lució ayer como el monarca Melchor, sólo que en lugar de llevar oro al portal de Belén, éste prácticamente venía por todo el metal que queda en otro legendario lugar: México. El mundo del revés.
Así, el secretario de Hacienda aprovechó el foro organizado por el Congreso de la Unión, México ante la crisis, ¿qué hacer para crecer?, que con gran pompa se convocó en el alcázar de Chapultepec, para anunciar que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, para poner en práctica sus medidas de derrama del gasto, requiere “eliminar burocratismos, cuellos de botella regulatorios e incertidumbres jurídicas”, se lanzó a pedir literalmente todo.
Hay que hacer la reforma laboral, eliminar cualquier traba a la enajenación de tierras ejidales, abrir las telecomunicaciones a la inversión extranjera, corregir las “imprecisiones” y “obstáculos” a la Ley de Responsabilidad de los Servidores Públicos, “perfeccionar” el sistema de pensiones de cuentas individuales, y hasta modificar la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, “anticipando tiempos difíciles y negociaciones complejas”, y dar certidumbre, dijo, a la aprobación presupuestal. Y mucho más.
¡N’ombre, sin duda así crecerá el país! Y para respaldarlo, Guillermo Ortiz, gobernador del banco central, comparó a México con un barco que va “sobrelastrado”, al que antes de nivelar la propela hay que tirarle el exceso de peso, porque sólo con eso “seguramente el barco va a andar más de prisa”.
Hay que decir que poco se esperaba, más allá de la defensa a ultranza de la política económica del gobierno federal y su plan anticrisis, en el discurso de Carstens. Esto, porque ayer mismo por la mañana él había ofrecido una conferencia de prensa para anunciar “medidas adicionales de austeridad”. Sin embargo, el poderoso funcionario traía por escrito un bien armado paquete de “propuestas” que, aseguró, mejorarán la competitividad del país y “en el tiempo” aumentarán el potencial de crecimiento económico.
Al salir, el coordinador de los diputados del PRD, Javier González Garza, traía un gesto de franco enfado: “Se ve que a él no le preocupa el asunto inmediato de la gente. Ya sabíamos que a eso venía”. Y Manlio Fabio Beltrones, priísta y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, preguntaba: “¿Dónde están las iniciativas? Esto del gobierno federal parece una agenda bíblica: dadme esto y lo demás (el crecimiento) vendrá por añadidura”.
Quedó claro que, en más de un sentido, la administración federal dejó sentir su peso en el foro del Congreso. Con Carstens, claro, porque a la apertura de la sesión había enviado a otro funcionario al que casi nadie del mundillo legislativo reconocía, y quienes sí acertaban a ubicarlo francamente tenían la atención puesta en otro lado.
De ese modo, y dotado del fabuloso instrumento que hoy permite abstraerse, fingir interés en otros asuntos o camuflar la soledad, el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, solo en la primera fila, no levantaba la vista de su Blackberry. Antes de ser presentado por el maestro de ceremonias, apenas un fotógrafo atinó a decir quién era ese hombre tan aislado, pues más de un periodista y gente del propio Senado de la República nomás no atinaron.
Eso sí, cuando los coordinadores legislativos fijaron su posición frente este ejercicio de discusión, y se procedió a cambiar la escenografía para dar paso a los ex presidentes de Chile, Italia, Uruguay y del gobierno español, Ruiz Mateos simplemente se fue.
Pero otros sí aprovecharon ese receso. De todos los colores partidistas y procedencias se enfilaban hacia la cuarta fila para saludar a Carlos Slim. Desde Dante Delgado y Alejandro Chanona, de Convergencia, hasta Carlos Navarrete, del PRD, y el líder de los empleados del millonario en Telmex, Francisco Hernández Juárez, entre muchos más, pasaron “lista de presentes” y hasta hubo quien –veracruzano, por cierto– pidió tomarse una foto con el empresario. Y él, por su parte, sólo se movió de su sitio para saludar a Flavia Franzoni, la esposa de Romano Prodi.
El glamour de tan conspicua reunión no atrajo sin embargo a muchos a quienes hasta silla y personificador se les había asignado, como los líderes del PRI y del PAN, Beatriz Paredes y Germán Martínez, respectivamente. Y lo mismo ocurrió con los gobernadores. Ni uno solo vino. Estuvo, sí, Jesús Ortega, del PRD, y hasta se dio tiempo para convocar, ahí mismo, a la prensa.
Pero eso sí, también de todos los partidos algunos se presentaron con el exclusivo propósito de “dejarse ver” e ir sumando puntos para la hora de las definiciones en las listas de los candidatos a diputados federales. ¿Pues qué no es ése el mejor modo de asegurar el empleo como pidieron todos ayer aquí?
Sin reformas estructurales habrá más estancamiento, dice Carstens Enrique Méndez, Andrea Becerril y Víctor Ballinas El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, afirmó que si bien el gobierno del presidente Calderón no se quedó con las manos cruzadas ante la crisis, las medidas anunciadas para mitigarla deben complementarse con una “agenda de reformas estructurales” que, si se aprueban con celeridad –adujo–, permitirían reactivar el mercado interno. Andrea Becerril, Víctor Ballinas y Enrique Méndez Ex gobernantes de Italia, España, Chile y Uruguay, Romano Prodi, Felipe González, Ricardo Lagos y Julio María Sanguinetti, coincidieron en que más allá de cualquier receta para sortear la crisis mundial, lo fundamental es actuar rápido, con medidas urgentes, de fast track.
Beltrones a Carstens: antes de demandar cambios presente su iniciativa de reforma
Víctor Ballinas, Andrea Becerril y Enrique Méndez Ante la demanda del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de que se realicen nuevas reformas, entre ellas la laboral, el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dijo que primero hay que esperar a que lleguen esas iniciativas.Todas las reformas estructurales, atrasada carta de Carstens para los Reyes Magos
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Ciro Pérez Silva El presidente Felipe Calderón anunció ayer una reducción de 75 por ciento en los ajustes mensuales al precio del diesel, con lo que el incremento del combustible pasa de cinco centavos semanales a cinco centavos por mes.De la Redacción Matilde Pérez, reportera; Miroslava Breach, Verónica González y Luis A. Boffil, corresponsales Entre llamados a perder el miedo frente a “este gobierno que es una vergüenza”, integrantes del Comité de Defensa Ciudadana (Codeci) iniciaron un plantón frente a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para exigir la entrega de 440 millones de pesos de diversos programas, así como la compra de ganado y la adquisición de 100 tractores equipados. Mauricio Conde (Corresponsal) Tulum, Q. Roo, 27 de enero. El “presidente legítimo” de México, Andrés Manuel López Obrador, demandó al titular del Poder Ejecutivo, Felipe Calderón, asumir su responsabilidad ante la crisis económica, y consideró “una vacilada, una tomadura de pelo y un insulto” su medida de reducir en 75 por ciento el aumento mensual del diesel.
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