- Llaman a colocar la cultura en el sitio que le corresponde, ante la deshumanización
- Artistas e intelectuales comparten opiniones acerca del deber del Estado en ese ámbito
- A partir de la pluralidad y la diversidad, se debe beneficiar al mayor número de mexicanos: Tovar y de Teresa
- La única política cultural viene de abajo; donde no la hay es en la alturas, dice Taibo II
La comunidad artística e intelectual de México está consciente de que es indispensable colocar a la cultura en el lugar que le corresponde en estos momentos de peligrosa deshumanización, ya que la gestión de Sergio Vela en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) fue invisible por carecer de una política cultural.
Si con la globalización, la cultura se convirtió en mercancía, la ausencia de una política cultural de Estado frenó su desarrollo. En esta coyuntura de transición en el CNCA, intelectuales y artistas comparten con La Jornada sus opiniones en torno al papel que debe cumplir el gobierno en materia cultural.
Rafael Tovar y de Teresa, presidente del CNCA en el mandato de Carlos Salinas y en el de Ernesto Zedillo, explicó que el gran reto del consejo hoy es “aprovechar plenamente la infraestructura que creó el país durante el siglo XX, convocando a artistas y creadores, así como aprovechar las nuevas formas y tecnologías de difusión cultural para hacer llegar sus beneficios al mayor número posible de mexicanos, sin olvidar reconocer la diversidad y la pluralidad en las visiones que hay sobre los aspectos más profundos de nuestra identidad.
“El Estado mexicano ha tenido una tradición en política cultural desde hace décadas, la cual ha sido, en términos generales, incluyente, con un claro trabajo en protección del patrimonio cultural y que se ha ido renovando con los años a fin de irse ajustando a los propósitos a las nuevas condiciones del país. En los años 90 correspondió crear estructuras muy participativas donde los propios creadores participaban en la asignación de recursos y en la definición de las políticas culturales. Creo que con el nombramiento de Consuelo Sáizar en esta nueva etapa se tendrá en ella a alguien que propondrá creativamente lo que corresponde al aire de nuestro tiempo.
El escritor Víctor Flores Olea señala que la cultura es un todo y no es ajena a la política general. Y el hecho de que hayamos vivido los pasados 20 años una política y una economía generales dentro del neoliberalismo no ha dejado de marcar a la política cultural. Destaca que para lograr un éxito en las tareas de organización y difusión, con la máxima calidad, es necesaria una vinculación real con la sustancia de la cultura que es siempre la nación, la sociedad, el pueblo.
Todo está como al garete: Tibol
Raquel Tibol, crítica de arte, considera que hasta este momento el desarrollo de la estructura cultural del gobierno federal ha sido un desastre, ya que se encuentra en “estado de semicoma o de coma no profundo, pero coma al fin, de todo el sistema cultural. Todo está como al garete. Ojalá la nueva titular (Consuelo Sáizar) lo pueda enderezar, porque en gran parte toda esta especie de naufragio cultural ha dependido del Ejecutivo. Éste ha tenido una concepción errática de lo que es la cultura. El antropólogo y jurista Bolfy Cottom explica que durante la gestión de Sergio Vela no hubo nada bajo el sol, porque cometió una serie de yerros, sobre todo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el cual “quedó a la deriva y nunca se logró nada concreto porque no existe un proyecto cultural.
Si se revisa el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Cultura, el eje fundamental cuya función van a ejercer las instituciones culturales es la actividad turística. El sociólogo y ex funcionario cultural Gerardo Estrada asegura que es fundamental en este momento que se escuche a la comunidad cultural, la cual ha expresado muchas de sus necesidades y preocupaciones. Es prematuro decir en qué dirección estará la política cultural, pero un camino por recorrer es atender los propios reclamos. Hay pocas comunidades tan conscientes de sus necesidades y hacia dónde se dirige como la propia comunidad cultural.
El escritor Paco Ignacio Taibo II aclara que “sería injusto decir que el país carece de política cultural; sí la hay, pero viene de abajo. Existen creadores y promotores culturales en muchas partes del país, además de que algunas estructuras oficiales proponen y promueven. Puedo asegurar incluso que, en estos momentos, en el país la oferta cultural es superior a la demanda. La promoción de la lectura en la ciudad de México, en Aguascalientes, Mazatlán, la Universidad de Guadalajara, por mencionar algunos lugares, tiene un impacto inmenso; vivimos también el mejor momento del cine documental y de nuevo se abren espacios para el teatro. Es decir, sí hay política cultural, pero viene de abajo, insisto. Donde no la hay es en las alturas.
Alberto Híjar, investigador de arte, indica que lo hecho por el gobierno apunta a reducir la cultura a una asociación empresarial con el turismo y espectáculos de la industria de la televisión y la radio; no creo que eso cambie.
Si con la globalización, la cultura se convirtió en mercancía, la ausencia de una política cultural de Estado frenó su desarrollo. En esta coyuntura de transición en el CNCA, intelectuales y artistas comparten con La Jornada sus opiniones en torno al papel que debe cumplir el gobierno en materia cultural.
Rafael Tovar y de Teresa, presidente del CNCA en el mandato de Carlos Salinas y en el de Ernesto Zedillo, explicó que el gran reto del consejo hoy es “aprovechar plenamente la infraestructura que creó el país durante el siglo XX, convocando a artistas y creadores, así como aprovechar las nuevas formas y tecnologías de difusión cultural para hacer llegar sus beneficios al mayor número posible de mexicanos, sin olvidar reconocer la diversidad y la pluralidad en las visiones que hay sobre los aspectos más profundos de nuestra identidad.
“El Estado mexicano ha tenido una tradición en política cultural desde hace décadas, la cual ha sido, en términos generales, incluyente, con un claro trabajo en protección del patrimonio cultural y que se ha ido renovando con los años a fin de irse ajustando a los propósitos a las nuevas condiciones del país. En los años 90 correspondió crear estructuras muy participativas donde los propios creadores participaban en la asignación de recursos y en la definición de las políticas culturales. Creo que con el nombramiento de Consuelo Sáizar en esta nueva etapa se tendrá en ella a alguien que propondrá creativamente lo que corresponde al aire de nuestro tiempo.
El escritor Víctor Flores Olea señala que la cultura es un todo y no es ajena a la política general. Y el hecho de que hayamos vivido los pasados 20 años una política y una economía generales dentro del neoliberalismo no ha dejado de marcar a la política cultural. Destaca que para lograr un éxito en las tareas de organización y difusión, con la máxima calidad, es necesaria una vinculación real con la sustancia de la cultura que es siempre la nación, la sociedad, el pueblo.
Todo está como al garete: Tibol
Raquel Tibol, crítica de arte, considera que hasta este momento el desarrollo de la estructura cultural del gobierno federal ha sido un desastre, ya que se encuentra en “estado de semicoma o de coma no profundo, pero coma al fin, de todo el sistema cultural. Todo está como al garete. Ojalá la nueva titular (Consuelo Sáizar) lo pueda enderezar, porque en gran parte toda esta especie de naufragio cultural ha dependido del Ejecutivo. Éste ha tenido una concepción errática de lo que es la cultura. El antropólogo y jurista Bolfy Cottom explica que durante la gestión de Sergio Vela no hubo nada bajo el sol, porque cometió una serie de yerros, sobre todo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el cual “quedó a la deriva y nunca se logró nada concreto porque no existe un proyecto cultural.
Si se revisa el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Cultura, el eje fundamental cuya función van a ejercer las instituciones culturales es la actividad turística. El sociólogo y ex funcionario cultural Gerardo Estrada asegura que es fundamental en este momento que se escuche a la comunidad cultural, la cual ha expresado muchas de sus necesidades y preocupaciones. Es prematuro decir en qué dirección estará la política cultural, pero un camino por recorrer es atender los propios reclamos. Hay pocas comunidades tan conscientes de sus necesidades y hacia dónde se dirige como la propia comunidad cultural.
El escritor Paco Ignacio Taibo II aclara que “sería injusto decir que el país carece de política cultural; sí la hay, pero viene de abajo. Existen creadores y promotores culturales en muchas partes del país, además de que algunas estructuras oficiales proponen y promueven. Puedo asegurar incluso que, en estos momentos, en el país la oferta cultural es superior a la demanda. La promoción de la lectura en la ciudad de México, en Aguascalientes, Mazatlán, la Universidad de Guadalajara, por mencionar algunos lugares, tiene un impacto inmenso; vivimos también el mejor momento del cine documental y de nuevo se abren espacios para el teatro. Es decir, sí hay política cultural, pero viene de abajo, insisto. Donde no la hay es en las alturas.
Alberto Híjar, investigador de arte, indica que lo hecho por el gobierno apunta a reducir la cultura a una asociación empresarial con el turismo y espectáculos de la industria de la televisión y la radio; no creo que eso cambie.
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