... SIGAN VOTANDO POR EL PRIAN PARA QUE LES SIGAN VIENDO LA CARA DE IMBÉCILES .
Y A LOS CHUCHOS DEL PRD, NI UN VOTO A LOS SIRVIENTES DE CALDERON.
¿Qué le debe Calderón a Elba?.- Madrazo Con su libro, "El despojo", Madrazo pretende aclarar su paso por el sistema. Entrevista con el ex candidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo Pintado Ernesto Núñez REFORMA.COM Ciudad de México (24 mayo 2009).- Roberto Madrazo reniega del sistema que lo prohijó: "es un club privado donde políticos y empresarios hacen grandes negocios al amparo del poder". Como si nunca hubiera pertenecido a ese club, el ex candidato presidencial lanza un libro en el que pontifica en torno al Estado y su descomposición, un texto de 300 páginas para advertir que "el sistema vive, mientras el país se muere". Lo titula El despojo (editorial Planeta) y lo ilustra con una horca formada con la bandera nacional que, según explica, representa cómo el sistema está asfixiando a México. "Aunque no lo creas, ya no soy un político en activo", aclara. Y desde esa postura, según él libre de las ataduras que lo llegaron a amarrar al sistema en diferentes etapas de su vida, Madrazo se explaya en críticas y denuncias contra los cuatro villanos favoritos de su libro: Ernesto Zedillo, Elba Esther Gordillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. A Zedillo lo acusa de haber construido la alternancia del año 2000 desde Los Pinos, a costa de la destrucción del PRI. A Fox lo señala como un producto de los medios, una invención del sistema y un hombre ignorante que no supo consolidar la transición mexicana. A Calderón lo ubica como cómplice de Gordillo en una actitud de entreguismo total a los intereses del corporativismo. En su hipótesis del "sistema piraña", la lideresa magisterial juega el papel central. El tabasqueño atribuye a Gordillo mucho más poder que al ex presidente Carlos Salinas, mucho más influencia en las sucesiones presidenciales, en los gobiernos de los presidentes que han surgido del PAN y en la supervivencia del sistema. "Yo mismo tuve que hacer una alianza circunstancial con el sindicato de maestros en el 2002 (cuando se renovó la dirigencia nacional del PRI y Gordillo fue su compañera de fórmula y, a la postre, secretaria general del partido), pero lo curioso es cómo esta alianza la tuvieron otros en distintos momentos: Manuel Camacho la tuvo para tratar de ser el candidato antes y después de la muerte de Luis Donaldo Colosio. Él se alía con Elba Esther y los dos juegan contra la candidatura de Luis Donaldo. La misma alianza con el sindicalismo corporativo la tiene Salinas para que Zedillo ganara la elección del 94 y la tiene Zedillo para ganar con Fox la elección presidencial del 2000. "Pero esta debilidad de los presidentes Salinas y Zedillo frente a ese sindicalismo se vuelve complicidad con Fox, que es cómplice de este corporativismo sindical que ha evitado la transformación política. ¿Cómo imaginar a Fox haciendo la nueva República o la transición a la democracia de la mano de Elba Esther Gordillo? "Y lo peor es que hoy en día Calderón está trabajando en base a ese sindicalismo corporativo, él gana gracias a esa alianza y por eso le da el ISSSTE, la Lotería Nacional e incluso la SEP". –¿Lo hizo porque no tenía de otra?, se le pregunta. "Yo creo que tenía otras salidas y no entregarse a los brazos de ese sindicalismo. Como escribió Javier Corral: Calderón salvó al sindicalismo corporativo y entregó al país a los intereses del viejo sistema", responde. Al recordar su fallida candidatura presidencial del 2006, Madrazo explica cómo el haber roto su alianza coyuntural con Gordillo fue un factor decisivo en su derrota electoral. Incluso, admite que ése fue también el factor que provocó el fracaso de Andrés Manuel López Obrador, quien rechazó en su momento una alianza electoral con "la maestra" promovida por Camacho. "La han vuelto poderosa: los intereses que ella tiene en el sistema son enormes, esos son los grandes negocios, los que se dan en ese club; lo que ella maneja de cuotas sindicales ha formado un emporio. Es la delincuencia oficialmente admitida, es lo que ha permitido Calderón. Fox fue cómplice, pero lo que ha permitido Calderón es un entreguismo absoluto. ¿Qué tanto le debe?, ¿qué tanto le conoce Elba Esther al Presidente?". Salinas, sin fuerza –En la historia del sistema que usted narra en su libro hay un personaje siempre presente, que es Carlos Salinas, como articulador de ese sistema, ¿qué opinión tiene de él? ¿Qué tanta fuerza tiene?, ése es un poco el cuestionamiento, si no le estaremos colgando demasiados santitos o diablitos. Cuando lo ves en escena lo ves bajo supuestos: 'se supone', 'se dice'. Yo no lo sé, no me gusta especular en temas tan delicados. Valdría la pena analizar qué tanto puede y qué tanto es lo que la gente imagina que tiene de poder. –¿Usted no lo ve tan poderoso como a Elba Esther? Al menos en mi tiempo en que dirigí al PRI, él no tuvo una sugerencia a la vida del partido. –¿No estaba Salinas detrás de Madrazo en muchas ocasiones? No... eso me lo preguntan mucho y me da mucha risa porque es parte de la mitología. –¿Ve en Salinas de Gortari a un hombre corrupto? No lo sé, no me gusta hablar de lo que no conozco. –¿Le podemos creer que no tiene una relación cercana con Salinas? No tengo ningún elemento para conocer más allá de lo que se ha publicado, de lo que se ha dicho, de lo que se ha vuelto rumorología. No tengo una relación que me permita conocer algo más allá de lo que se ha conocido por los medios. No tengo un elemento nuevo. Coexistir con el sistema Madrazo aventura sus críticas al sistema desde una posición difícil. Admite ser un político polémico, al que en los últimos años se le ha acusado de corrupción, fraude electoral, nexos con presuntos delincuentes de cuello blanco –como Carlos Cabal Peniche– e incluso vínculos con el narcotráfico. "En buena medida, todo esto que anotas tiene que ver con la leyenda negra que se fabrica de Roberto Madrazo, para evitar que me pudiera convertir en 1999 en el candidato del PRI. El presidente Zedillo, Liébano Sáenz y Esteban Moctezuma trabajan en esto para descalificarme", se defiende. El tabasqueño afirma que en sus 38 años de carrera política tuvo que coexistir con el sistema: "tuve que ir con la corriente del sistema por momentos para avanzar en la carrera política, y en otros tiempos me rebelé al sistema". En esa coexistencia, hay al menos dos momentos que marcaron su vida y su carrera: la muerte de su padre, Carlos Madrazo, ocurrida en un polémico accidente aéreo en 1969, tras cuatro año de enfrentamiento con el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, y su derrota en el proceso interno del PRI frente a Francisco Labastida, en 1999. En ambos casos, Madrazo enfrentó el dilema de romper con el sistema o adaptarse a él y en las dos oportunidades optó por seguir dentro. –¿Qué tan involucrado estuvo el sistema en el accidente en el que murió su padre? Muy metido, de hecho la muerte de Carlos Madrazo es un asesinato de Estado, porque él se oponía a un sistema que era completamente cerrado, impenetrable. –La transformación adentro del PRI la frenó Díaz Ordaz con la muerte de su padre? No se frenó. Sí se pretendía detener ese espíritu de cambio, un poco visto hasta como una rebelión dentro del PRI. Pero este germen de democratización interna del PRI ahí estaba y 20 años después vuelve a aflorar, en 1988, en ese final inesperado del gobierno de Miguel de la Madrid, cuando surge la Corriente Democrática, la ruptura, el abandono de Cuauhtémoc Cárdenas y el surgimiento de figuras como Porfirio Muñoz Ledo. –Sin embargo, el hijo de Carlos Madrazo se queda en el PRI y lo engulle el sistema, ¿por qué? Porque estaba convencido de que el cambio del PRI se tenía que dar desde dentro. –¿De la mano de Carlos Hank González, de quien usted era en esos años un estrecho colaborador? ¿No era Hank el prototipo del político del sistema? Sí. Yo creo que sí, como parte de su paso por el gobierno del DF, como otros gobernadores que por momentos lo hemos sido... ésta es la coexistencia que por momentos no puedes negar que hayas tenido en tu carrera, porque sería mentir. Ésta es una reflexión que yo hice mucho antes de sentarme a escribir El Despojo: no podía empezar sin hacer la autocrítica y el por qué ahora, liberado de esa pertenencia a esas tareas públicas, con más paz interior, me da la oportunidad de precisar algunos temas. –Pero si hay un personaje que encarna la relación de la política con los intereses económicos es precisamente Hank. ¿No lo ve así ahora, como parte de sus reflexiones? Carlos Hank, contra todo lo que se pueda pensar de él, hubo momentos en los que tuvo que enfrentar al sistema, por lealtad con el presidente Díaz Ordaz: curiosamente con el presidente Díaz Ordaz, con quien los Madrazo no teníamos una buena relación, Hank mantiene una buena relación y es gobernador del estado de México contra el sistema, porque Luis Echeverría no quería que fuera, y él tiene que desafiar al propio sistema para ser gobernador, y nunca quitó la foto de Díaz Ordaz de su escritorio de gobernador del estado de México, sabiendo que el presidente Luis Echeverría estaba confrontado con él. Es un poco esta parte de coexistir sin perder tus convicciones... eso es lo importante. –En 1999, afirma usted, el sistema lo frenó para no ser candidato presidencial del PRI, pero al final usted se fue a tomar la foto con Zedillo. Otra vez prefirió quedarse dentro del sistema... Yo seguía convencido de que el PRI en ese año tenía una buena oportunidad para ganarle a Vicente Fox, porque Fox era un hombre profundamente ignorante de la historia de México: lo veías en su actitud como candidato, aunque a la larga fue mucho mejor candidato que Presidente... Ignoraba la realidad del país y creo que podíamos haberle ganado más fácilmente; sin embargo, la historia fue así y él ganó la elección. En el libro describo cómo Ernesto Zedillo construye la alternancia desde Los Pinos. Yo estoy convencido de que él fue desmantelando al PRI, fue despojando a los priistas de su partido: siete dirigentes en seis años, un gobierno que no le daba respuesta a los candidatos del partido, sufrimos la gran derrota del 97 y así llegamos al 2000. Necesitábamos una estructura mucho más competitiva para competir con Fox, y Zedillo no lo permitió. Zedillo tenía un doble espejismo: uno era pensar que para terminar con el régimen de partido de Estado había que quitar al PRI y el segundo era que el único que podía quitar al PRI era el PAN y que con eso comenzaría el cambio democrático de nuestro país. En ambas ideas, remata Madrazo, Zedillo se equivocó. Una vida en el sistema Nacido en 1952, Madrazo incursionó en política a los 19 años. Ésta es su trayectoria dentro del sistema que hoy critica. 1971 Ingresa al PRI. 1976-1978 Secretario general del movimiento juvenil priista. 1976-1979 Diputado federal durante la L Legislatura. 1979-1981 Asesor de Carlos Hank González, en ese entonces regente del Distrito Federal. 1981-1982 Delegado en Magdalena Contreras. 1982-1988 Ocupa varios cargos en el CEN priista. 1988 Presidente del PRI en Tabasco. 1988-1991 Senador de la República durante la LIV Legislatura. 1991-1994 Diputado federal durante la LV Legislatura. 1994-1999 Gobernador de Tabasco. 1999 Precandidato del PRI a la Presidencia de la República. 2000 Regresa a la gubernatura. 2002-2005 Presidente nacional del PRI. 2006 Candidato del PRI a la Presidencia. |
kikka-roja.blogspot.com/