Políticos condenan reto de Segob a “La Familia”
El reto abierto que lanzó el secretario de Gobernación, al grupo criminal generó duras críticas entre legisladores y líderes de diversas fuerzas políticas del país
´Las instrucciones siempre fueron, cuando llegue la Policía o El Ejército hay que hacerse a un lado; La Tuta tiene un mando arriba, no sé si él haya dado órdenes directas´, revela miembro de La Familia Michoacana
Ricardo Gómez y Andrea Merlos
El Universal
Jueves 23 de julio de 2009
politica@eluniversal.com.mx
El reto abierto que lanzó el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, al grupo criminal La Familia Michoacana generó duras críticas entre legisladores y líderes de diversas fuerzas políticas del país. Lo acusaron de “bravucón” por empeorar la situación de violencia contra el Ejército y las Policías, mientras él se encuentra seguro en la ciudad de México. Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dijo que no es aceptable el reto porque sólo genera mayor violencia. Incluso Gustavo Madero, coordinador del PAN en el Senado, reconoció que las declaraciones de Gómez Mont pudieron ser “no muy afortunadas” en este momento. Manlio Fabio Beltrones, coordinador priísta, consideró que el Estado no debe dialogar “de ninguna forma” con la delincuencia. El senador perredista Graco Ramírez calificó de un “acto de bravuconería” lo dicho por el funcionario y criticó que así el gobierno pone en riesgo la vida de los militares y de las fuerzas federales. En Michoacán, las declaraciones de Gómez Mont hicieron eco entre los legisladores, quienes las consideraron una provocación peligrosa para ese estado y sus habitantes, pero también a nivel nacional. Wilfrido Lázaro Medina, coordinador de la bancada local del PRI, aseguró que los diputados locales de su partido no comparten ese tipo de actitudes que reflejan un exceso en el uso de la función pública. (Con información de Claudia Bolaños, Jorge Ramos, Juan Arvizu y Azucena Silva, reporteros y corresponsal).
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“No secuestramos ni violamos”, señala pistolero de ese cártel
“La Familia posee sus propias reglas”
Presentan a cuatro sicarios que ultimaron a 12 agentes federales el pasado 13 de julio
2009-07-23•M.P.
Llegada del sicario michoacano al Centro de Mando de la Policía Federal, en Iztapalapa.
A pesar de que La Familia es un grupo “fuera de la ley, estamos organizados y tenemos normas. Servando Gómez, La Tuta, es el encargado de la plaza de Arteaga, pero tiene mandos superiores”, aseguró José Alberto López Barrón, El Gordo, uno de los implicados en la muerte de 12 policías federales, cuyos cadáveres fueron hallados el 13 de julio en el entronque de la Autopista Siglo XXI Lázaro Cárdenas-Morelia.
“Entre nuestras normas no está permitido el secuestro ni la violación; nosotros tratamos bien a la gente, porque es la preparación que nos han dado”.
López Barrón detalló que el propio Servando Gómez, La Tuta, da pláticas de superación personal, e identificó a Rafael Cedeño Hernández, El Cede, ahora detenido, como pastor de rehabilitación.
Ante cámaras y micrófonos de medios de comunicación, López Barrón describió cómo funciona la protección de La Tuta, quien debe autorizar cualquier movimiento en la zona. Ahí (en Arteaga) “las autoridades municipales nos respetan y nosotros a ellos”, dijo.
“En cada entrada del pueblo hay vigilantes, y cuando una persona, vehículo o autoridad entra, de inmediato se reporta al mando en el centro del pueblo y ellos checan y autorizan su presencia; si no es nadie que represente un peligro, se le ofrecen disculpas y se le permite que siga su camino.”
Esposado de manos y encadenado de pies, relató que fue detenido cuando salía de una clínica en la que se le atendió de una pancreatitis. Junto con él fueron presentados ayer cuatro sicarios más de La Familia, vinculados al asesinato de los 12 agentes federales.
Rechazó que se le haya encontrado una de las armas de cargo de los policías ejecutados, una pistola 9 mm., cuya matrícula fue cotejada con la base de datos de Plataforma México y se comprobó que pertenecía a uno de los agentes.
El Gordo precisó que a los vigilantes como él les pagan entre 2 mil 500 a 3 mil pesos a la semana y se mantienen armados en sus horas de servicio, ya que la vigilancia es de cinco personas en dos turnos. “Tenemos nuestro cuerno de chivo, AR-15 y una pistola para las acciones de vigilancia”, explicó.
Aseguró que cuando se dio la ejecución de los 12 policías él no se encontraba en el pueblo y afirmó que La Familia tiene presencia en casi todas los municipios michoacanos, principalmente en Morelia, Nueva Italia, Rosales, Uruapan, Apatzingán y Lázaro Cárdenas.
Dijo que La Tuta no necesariamente ordenó el asesinato de los policías, porque hay subalternos que pudieron haberlo hecho. Según reportes de inteligencia, el capo podría estar escondido en la sierra de Guerrero y Michoacán.
México • Ignacio Alzaga y Notimex
El reto abierto que lanzó el secretario de Gobernación, al grupo criminal generó duras críticas entre legisladores y líderes de diversas fuerzas políticas del país
Video La Tuta no creo que ordenara matar a los 12 policías: sicario
Video La Tuta no creo que ordenara matar a los 12 policías: sicario
Video La Tuta no creo que ordenara matar a los 12 policías: sicario
´Las instrucciones siempre fueron, cuando llegue la Policía o El Ejército hay que hacerse a un lado; La Tuta tiene un mando arriba, no sé si él haya dado órdenes directas´, revela miembro de La Familia Michoacana
Ricardo Gómez y Andrea Merlos
El Universal
Jueves 23 de julio de 2009
politica@eluniversal.com.mx
El reto abierto que lanzó el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, al grupo criminal La Familia Michoacana generó duras críticas entre legisladores y líderes de diversas fuerzas políticas del país. Lo acusaron de “bravucón” por empeorar la situación de violencia contra el Ejército y las Policías, mientras él se encuentra seguro en la ciudad de México. Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dijo que no es aceptable el reto porque sólo genera mayor violencia. Incluso Gustavo Madero, coordinador del PAN en el Senado, reconoció que las declaraciones de Gómez Mont pudieron ser “no muy afortunadas” en este momento. Manlio Fabio Beltrones, coordinador priísta, consideró que el Estado no debe dialogar “de ninguna forma” con la delincuencia. El senador perredista Graco Ramírez calificó de un “acto de bravuconería” lo dicho por el funcionario y criticó que así el gobierno pone en riesgo la vida de los militares y de las fuerzas federales. En Michoacán, las declaraciones de Gómez Mont hicieron eco entre los legisladores, quienes las consideraron una provocación peligrosa para ese estado y sus habitantes, pero también a nivel nacional. Wilfrido Lázaro Medina, coordinador de la bancada local del PRI, aseguró que los diputados locales de su partido no comparten ese tipo de actitudes que reflejan un exceso en el uso de la función pública. (Con información de Claudia Bolaños, Jorge Ramos, Juan Arvizu y Azucena Silva, reporteros y corresponsal).
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“No secuestramos ni violamos”, señala pistolero de ese cártel
“La Familia posee sus propias reglas”
Presentan a cuatro sicarios que ultimaron a 12 agentes federales el pasado 13 de julio
2009-07-23•M.P.
Llegada del sicario michoacano al Centro de Mando de la Policía Federal, en Iztapalapa.
A pesar de que La Familia es un grupo “fuera de la ley, estamos organizados y tenemos normas. Servando Gómez, La Tuta, es el encargado de la plaza de Arteaga, pero tiene mandos superiores”, aseguró José Alberto López Barrón, El Gordo, uno de los implicados en la muerte de 12 policías federales, cuyos cadáveres fueron hallados el 13 de julio en el entronque de la Autopista Siglo XXI Lázaro Cárdenas-Morelia.
“Entre nuestras normas no está permitido el secuestro ni la violación; nosotros tratamos bien a la gente, porque es la preparación que nos han dado”.
López Barrón detalló que el propio Servando Gómez, La Tuta, da pláticas de superación personal, e identificó a Rafael Cedeño Hernández, El Cede, ahora detenido, como pastor de rehabilitación.
Ante cámaras y micrófonos de medios de comunicación, López Barrón describió cómo funciona la protección de La Tuta, quien debe autorizar cualquier movimiento en la zona. Ahí (en Arteaga) “las autoridades municipales nos respetan y nosotros a ellos”, dijo.
“En cada entrada del pueblo hay vigilantes, y cuando una persona, vehículo o autoridad entra, de inmediato se reporta al mando en el centro del pueblo y ellos checan y autorizan su presencia; si no es nadie que represente un peligro, se le ofrecen disculpas y se le permite que siga su camino.”
Esposado de manos y encadenado de pies, relató que fue detenido cuando salía de una clínica en la que se le atendió de una pancreatitis. Junto con él fueron presentados ayer cuatro sicarios más de La Familia, vinculados al asesinato de los 12 agentes federales.
Rechazó que se le haya encontrado una de las armas de cargo de los policías ejecutados, una pistola 9 mm., cuya matrícula fue cotejada con la base de datos de Plataforma México y se comprobó que pertenecía a uno de los agentes.
El Gordo precisó que a los vigilantes como él les pagan entre 2 mil 500 a 3 mil pesos a la semana y se mantienen armados en sus horas de servicio, ya que la vigilancia es de cinco personas en dos turnos. “Tenemos nuestro cuerno de chivo, AR-15 y una pistola para las acciones de vigilancia”, explicó.
Aseguró que cuando se dio la ejecución de los 12 policías él no se encontraba en el pueblo y afirmó que La Familia tiene presencia en casi todas los municipios michoacanos, principalmente en Morelia, Nueva Italia, Rosales, Uruapan, Apatzingán y Lázaro Cárdenas.
Dijo que La Tuta no necesariamente ordenó el asesinato de los policías, porque hay subalternos que pudieron haberlo hecho. Según reportes de inteligencia, el capo podría estar escondido en la sierra de Guerrero y Michoacán.
México • Ignacio Alzaga y Notimex
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