Javier González Garza
31 Oct. 09
Tan irregular fue el acuerdo de aumentar el IVA que en ninguna iniciativa estaba el incremento, de ahí la oportunidad para que panistas y priistas se quisieran desligar del mismo
La discusión de la Ley de Ingresos en la Cámara de Senadores demuestra que el sistema impositivo en México no aguanta más. La pretensión del gobierno federal fue confeccionar un "parche" para tapar el hoyo fiscal de alrededor de 300 mil millones de pesos provocado por la caída en la producción petrolera y la disminución de los ingresos impositivos debido a la recesión económica imperante. A la Secretaría de Hacienda sólo le preocupa encontrar recursos para enfrentar el gasto del 2010. Su propuesta inicial pretendía cobrar el 2% de impuesto a todo el consumo, incluidos alimentos y medicinas, además de incrementar el ISR del 28 al 30% y aumentos en derechos y servicios a los consumidores, así como impuestos especiales a internet, cervezas y tabacos.
En la discusión en la Cámara de Diputados se vio claramente que la propuesta del 2% no pasaría, entre otras cosas porque el PRI no estaba dispuesto a asumir el costo político de votar un impuesto en medicinas y alimentos. Recordemos que todos los partidos políticos han hecho campañas electorales en contra de este tipo de impuestos, e incluso en contra de aumentar cualquier impuesto. Pero algunos son congruentes con sus propuestas y otros simplemente lanzan propaganda electorera.
En la negociación de Hacienda con diputados del PRI se llegó al acuerdo de no imponer el 2% y en cambio subir del 15 al 16% el Impuesto al Valor Agregado, entre otras razones porque ese aumento tendría que repartirse entre los gobernadores y eso no se garantizaba con el nuevo impuesto del 2%. Eso fue lo que votaron el PRI, PAN, Partido Verde y Nueva Alianza en la Cámara de Diputados.
La Secretaría de Hacienda estaba satisfecha, pues había encontrado, en una negociación con el PRI, la forma de tapar el hoyo. Ya resuelto el asunto, apareció el diputado y dirigente del PAN, César Nava, quien acusó al PRI de la reforma al paquete fiscal. Así llegó el paquete de ingresos a la Cámara de Senadores, en medio de una discusión sobre la paternidad o maternidad del aumento de impuestos. El PRI, gracias a las declaraciones del diputado Nava, ya no quiso apoyar la resolución por la que habían votado en la Cámara de Diputados.
Fue tan irregular el acuerdo de aumentar el IVA que nunca se presentó una iniciativa para aumentarlo de 15 a 16%. La iniciativa de Calderón no la contenía y tampoco hubo legislador que presentase iniciativa al respecto.
La disyuntiva fundamental del debate fue planteada por el senador del PRD Pablo Gómez, cuando planteó que o se eliminan los privilegios fiscales y se obliga a pagar impuestos a aquellos que no lo hacen o se cobra más a los que sí pagan.
Ha surgido información oficial que confirma lo que hemos dicho por años: las más grandes y poderosas empresas del país prácticamente no pagan impuestos. Hacienda ha revelado que las 400 empresas más importantes del país habían pagado 85 mil millones de pesos a Hacienda en el 2008, cuando en realidad deberían haber pagado 850 mil millones de pesos. Esas empresas, a través de la consolidación fiscal, sólo pagan el 1.7% de impuestos en promedio. Esto fue reconocido por el propio Calderón hace dos días, cuando le recriminó a los grandes empresarios que deberían pagar más impuestos.
El paquete fiscal es tan sólo recaudatorio, el secretario de Hacienda así lo ha reconocido, y por tanto será perjudicial para la economía nacional porque no permitirá que la economía nacional crezca.
Efectivamente la caída en la producción del petróleo dejó un hueco que debió llenarse con impuestos. Pero México obtiene, a través de impuestos, menos del 10% del PIB. Siendo uno de los porcentajes más bajos del mundo. Países como Brasil recaudan más del doble; algunos países desarrollados recaudan cinco veces más que México.
El gasto del gobierno federal tendría que salir de los impuestos que pagan empresas y trabajadores. Sin embargo, en México no es así. El 40% del gasto federal se paga con los ingresos provenientes del petróleo.
En el debate de ayer en el Senado, el PRI reprobó el paquete fiscal propuesto por Calderón, justificando que sólo se tuvieron 10 días para discutirlo. Por medio del senador Labastida se emplazó a iniciar una reforma fiscal de fondo y se invitó para que este mismo año diera inicio una discusión nacional sobre el tema.
Desde tribuna el PRI reconoció que este paquete fiscal es todo lo contrario a lo que diversos académicos, financieros, empresarios, líderes de distintos países del mundo han aconsejado. Recordó que el Senado de la República organizó el Foro "México ante la crisis", en el cual se recomendó que en una situación recesiva, que estaba por vivirse, no era recomendable subir impuestos, tampoco crear nuevos impuestos. Sin embargo la votación del PRI revela su posición real.
2010 será un peor año para los mexicanos. Porque todo indica que seguiremos enfrentando decisiones equivocadas y autoritarias del Ejecutivo, sus aliados y operadores, que no han entendido que el problema real no es la recaudación, que el problema mayor radica en que su proyecto de nación, a tres años de gobierno, no existe.
kikka-roja.blogspot.com/
La discusión de la Ley de Ingresos en la Cámara de Senadores demuestra que el sistema impositivo en México no aguanta más. La pretensión del gobierno federal fue confeccionar un "parche" para tapar el hoyo fiscal de alrededor de 300 mil millones de pesos provocado por la caída en la producción petrolera y la disminución de los ingresos impositivos debido a la recesión económica imperante. A la Secretaría de Hacienda sólo le preocupa encontrar recursos para enfrentar el gasto del 2010. Su propuesta inicial pretendía cobrar el 2% de impuesto a todo el consumo, incluidos alimentos y medicinas, además de incrementar el ISR del 28 al 30% y aumentos en derechos y servicios a los consumidores, así como impuestos especiales a internet, cervezas y tabacos.
En la discusión en la Cámara de Diputados se vio claramente que la propuesta del 2% no pasaría, entre otras cosas porque el PRI no estaba dispuesto a asumir el costo político de votar un impuesto en medicinas y alimentos. Recordemos que todos los partidos políticos han hecho campañas electorales en contra de este tipo de impuestos, e incluso en contra de aumentar cualquier impuesto. Pero algunos son congruentes con sus propuestas y otros simplemente lanzan propaganda electorera.
En la negociación de Hacienda con diputados del PRI se llegó al acuerdo de no imponer el 2% y en cambio subir del 15 al 16% el Impuesto al Valor Agregado, entre otras razones porque ese aumento tendría que repartirse entre los gobernadores y eso no se garantizaba con el nuevo impuesto del 2%. Eso fue lo que votaron el PRI, PAN, Partido Verde y Nueva Alianza en la Cámara de Diputados.
La Secretaría de Hacienda estaba satisfecha, pues había encontrado, en una negociación con el PRI, la forma de tapar el hoyo. Ya resuelto el asunto, apareció el diputado y dirigente del PAN, César Nava, quien acusó al PRI de la reforma al paquete fiscal. Así llegó el paquete de ingresos a la Cámara de Senadores, en medio de una discusión sobre la paternidad o maternidad del aumento de impuestos. El PRI, gracias a las declaraciones del diputado Nava, ya no quiso apoyar la resolución por la que habían votado en la Cámara de Diputados.
Fue tan irregular el acuerdo de aumentar el IVA que nunca se presentó una iniciativa para aumentarlo de 15 a 16%. La iniciativa de Calderón no la contenía y tampoco hubo legislador que presentase iniciativa al respecto.
La disyuntiva fundamental del debate fue planteada por el senador del PRD Pablo Gómez, cuando planteó que o se eliminan los privilegios fiscales y se obliga a pagar impuestos a aquellos que no lo hacen o se cobra más a los que sí pagan.
Ha surgido información oficial que confirma lo que hemos dicho por años: las más grandes y poderosas empresas del país prácticamente no pagan impuestos. Hacienda ha revelado que las 400 empresas más importantes del país habían pagado 85 mil millones de pesos a Hacienda en el 2008, cuando en realidad deberían haber pagado 850 mil millones de pesos. Esas empresas, a través de la consolidación fiscal, sólo pagan el 1.7% de impuestos en promedio. Esto fue reconocido por el propio Calderón hace dos días, cuando le recriminó a los grandes empresarios que deberían pagar más impuestos.
El paquete fiscal es tan sólo recaudatorio, el secretario de Hacienda así lo ha reconocido, y por tanto será perjudicial para la economía nacional porque no permitirá que la economía nacional crezca.
Efectivamente la caída en la producción del petróleo dejó un hueco que debió llenarse con impuestos. Pero México obtiene, a través de impuestos, menos del 10% del PIB. Siendo uno de los porcentajes más bajos del mundo. Países como Brasil recaudan más del doble; algunos países desarrollados recaudan cinco veces más que México.
El gasto del gobierno federal tendría que salir de los impuestos que pagan empresas y trabajadores. Sin embargo, en México no es así. El 40% del gasto federal se paga con los ingresos provenientes del petróleo.
En el debate de ayer en el Senado, el PRI reprobó el paquete fiscal propuesto por Calderón, justificando que sólo se tuvieron 10 días para discutirlo. Por medio del senador Labastida se emplazó a iniciar una reforma fiscal de fondo y se invitó para que este mismo año diera inicio una discusión nacional sobre el tema.
Desde tribuna el PRI reconoció que este paquete fiscal es todo lo contrario a lo que diversos académicos, financieros, empresarios, líderes de distintos países del mundo han aconsejado. Recordó que el Senado de la República organizó el Foro "México ante la crisis", en el cual se recomendó que en una situación recesiva, que estaba por vivirse, no era recomendable subir impuestos, tampoco crear nuevos impuestos. Sin embargo la votación del PRI revela su posición real.
2010 será un peor año para los mexicanos. Porque todo indica que seguiremos enfrentando decisiones equivocadas y autoritarias del Ejecutivo, sus aliados y operadores, que no han entendido que el problema real no es la recaudación, que el problema mayor radica en que su proyecto de nación, a tres años de gobierno, no existe.