Martes, 03 de Enero de 2012
Desafio
Rafael Loret de Mola
La soledad del poder
La habilidad para sostenerse, desde hace treinta y seis años, alternando gobiernos socialistas y de derecha, se ha convertido en el punto neurálgico de la Monarquía española cuyos formatos se parecen tanto a los mexicanos aunque en nuestro país no tengamos, en apariencia, testas coronadas pero sí una aristocracia cuya crecida parece imparable.
A Juan Carlos I le bastó elaborar un mensaje de Navidad ligado a las expectativas de justicia –‘igual para todos’- no sólo para frenar la animadversión hacia la Corona por los privilegios que se tomó para sí, ilegalmente, su yerno, el Duque de Palma, sino también para preparar, en vida, su propia sucesión y asegurar así la prolongación de los Borbones en la vida hispana.
Para algunos, sus palabras fueron la ‘guillotina’ para el antiguo jugador de balonmano, Iñaki Urdangarím, a quien muchos creyeron el ‘yerno perfecto’ porque es vasco y se avecindó en Barcelona en donde se casó, representando con ello el afán de unidad en una nación cada vez más rota.