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etiqueta JUAN CAMILO MOURIÑOMouriño e hijos, S.A.
alejandro gutiérrez Vigo, España, 15 de enero (apro).- De visita en el exclusivo chalet paterno en Saians, que goza de una hermosa vista de la bahía gallega Ría de Vigo, Juan Camilo Mouriño Terrazo aseguró que a él le queda “mucho del migrante gallego que dejó todo aquí para arriesgarse a buscar una nueva oportunidad (en México), que tuvo que luchar contra toda adversidad para salir adelante”. Una forma de describir también a su padre, Manuel Carlos Mouriño Atanes, y la formación que le inculcó este empresario que –primero en México y luego en España– ha levantado un emporio que incluye el equipo de futbol Club Real Celta de Vigo, de la primera división española. Durante sus primeras vacaciones tras cuatro años de tormentas políticas, el poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia de México habló así en la inusual entrevista que le dio al periódico La Voz de Galicia el 14 de julio pasado, y a cuya grabación completa tuvo acceso este semanario. Relajado y con ropa informal, sentado en la explanada de la mansión y con el Parque Nacional Protegido de las islas Cíes como fondo –según se ve en las fotografías publicadas–, Mouriño relató que “la política y el futbol han estado en las discusiones de la mesa familiar”.
“Nosotros en familia hablamos las cosas muy abiertamente y las hablamos entre todos (…) y un tema que estuvo en la mesa en casa, de forma muy regular, fue la política. Además, acostumbramos a discutir las cosas con apertura y pasión. (También) somos apasionados del futbol, con la misma pasión con la que discutíamos de política. Y además (en la compra del club deportivo, su padre) lo hizo con el respaldo de todos, porque a todos nos entusiasma el tema”, declaró.
La historia de los Mouriño es parecida a la de muchos gallegos que, sumidos en las dificultades económicas, han emigrado en las últimas cinco décadas a México, Argentina o Venezuela para hacer fortuna. Después de sus primeros años como empleado en España, Mouriño Atanes y sus hijos poseen un conglomerado de empresas dedicadas a la construcción, inmobiliarias, de hidrocarburos y ahora en la rama auxiliar de la producción de energía eólica, con la cual buscan entrar en México para después saltar al mercado estadunidense, según se desprende de información obtenida del Registro Mercantil Central (RMC) de España, de anteriores ediciones de Proceso y de publicaciones como La Voz de Galicia.
Historias de familia
Manuel Carlos Mouriño Atanes nació el 4 de marzo de 1943 y proviene de una familia de clase media del área rural de Ourense. Pasó su juventud en Vigo, donde estudió en el Colegio Salesiano María Auxiliadora, que tiene más de un siglo de existencia y cuyos directivos se negaron a mostrar a Proceso los registros de la generación de Mouriño, si bien confirmaron que fue su alumno. Contrajo matrimonio en el puerto de Vigo con María de los Ángeles Terrazo Blanco, originaria de Avión, con quien procreó a sus hijos Carlos, Marián y Juan Camilo, quien nació en Madrid. Antes de convertirse en empresario, Mouriño Atanes trabajó como auxiliar administrativo en una agencia de viajes y vendedor de accesorios de automóviles. En Madrid fue jefe de administración de una fábrica de productos metálicos Riomiño, y gerente de la firma estadunidense Nautrónica (Proceso 1546).
En 1978 la familia emigró a México, donde Mouriño trabajó en los negocios de la familia de su esposa –hoteles, panaderías y mueblerías–, como relató su hijo Carlos a CNN-Expansión, edición electrónica del 12 de julio pasado. Ya en Campeche, además del negocio gasolinero y de transporte de combustible que le permitió constituir el Grupo Energético del Sureste (GES), con la división de gasolineras, transporte de combustible y franquicias, el nuevo empresario se involucró en sociedades del ramo maderero y la construcción de vivienda. Este crecimiento coincide con sus vínculos políticos, que incluyen al gobernador de Campeche de 1986 a 1991, el priista Abelardo Carrillo Zavala (Proceso 1546), y los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. Aunque su experiencia más cercana, obviamente, es la de su hijo Juan Camilo, hoy el hombre fuerte de la Presidencia de la República.
Juan Camilo Mouriño dice que su padre se alió con el PAN después de la elección presidencial de 1994: “Fue el primer empresario importante en la zona (Campeche) que decidió sumarse a un partido político distinto al PRI (…). Y eso por supuesto nos marcó a todos (…), y cuando tocó la siguiente elección yo participé como candidato (en 1997)”.
Empresas y escándalos
El 6 de marzo de 2000 Mouriño Atanes regresó a España, luego de coordinar las tareas de la organización Amigos de Fox en el sureste mexicano, y cuando Juan Camilo contendía por el PAN para la diputación federal por Campeche. Su otro hijo, Carlos, se hizo cargo del Grupo Energético del Sureste (GES), constituido como tal en 1997 y con presencia en Campeche, Tabasco, Yucatán, Chiapas y Veracruz. Pero la trayectoria de Mouriño Atanes no ha estado exenta de escándalos: La Procuraduría General de la República (PGR) inició en 2003 una investigación acerca de sus actividades financieras y solicitó a España información sobre la posible comisión del delito de lavado de dinero en este país (Proceso 1547). Aún se desconoce el desarrollo de las pesquisas. Otro caso (publicado en la misma edición del semanario) fue su participación en la trama de tráfico de influencias y uso de información privilegiada en el municipio de Nigrán, colindante con Vigo. A través de las empresas Metrowest Europa, Rialper-Vigo y Promociones Costa Galicia, Mouriño y otros directivos del Real Club Celta de Vigo adquirieron 123 mil metros cuadrados de terreno rústico que en cosa de semanas serían reclasificados para multiplicar su valor y hacer más rentable la construcción en ellos, todo ello con base en el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) que pretendía impulsar el entonces alcalde Alfredo Rodríguez Millares.
Este exalcalde y exdirector del Celta de Vigo –quien introdujo a Mouriño al Consejo directivo aún con el anterior presidente del club– está emparentado con Mouriño: la esposa de Rodríguez es cuñada de su hija Marián Moruñi Terrazo, de acuerdo con La Voz de Galicia. El escándalo de Nigrán está incluido en el informe sobre la situación del litoral español Destrucción a toda costa, presentado el junio pasado por la organización ambientalista Greenpeace, donde se documentan 395 casos de corrupción inmobiliaria en España. María José Caballero, responsable del estudio, dijo a Proceso en entrevista telefónica que el caso sigue abierto en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que se ha negado a proporcionar información a Greenpeace con el argumento de que esta organización no es “parte interesada en el caso”. El 13 de junio de 2006 el periódico El Faro de Vigo publicó una entrevista en la que Mouriño Atanes asegura que sólo compró 17 mil y no 123 mil hectáreas de ese terreno. Argumentó: “Si estuviésemos haciendo algo malo le buscaríamos una vuelta, intentaríamos tapar algo o cosas similares”.
El mismo año que desembarcó en Vigo, Mouriño inició una nueva fase empresarial al adquirir la empresa Sabancuy, que registró el 10 de mayo de 2000 con el nombre de Metrowest Europa, según consta en el folio 148 del libro 2457 del Registro Mercantil en Pontevedra. Metrowest, que se dedica al sector inmobiliario residencial de lujo, se implicó años después en el escándalo de Nigrán. En la actualidad Metrowest, a través de su página electrónica, promueve desarrollos inmobiliarios en Playa América, Valle Miñor, Playa de Panjón y Baiona, varios de ellos cercanos a los litorales gallegos. A través de las empresas Prefabricado de Puentes, Prefabricados Tecnológicos de Hormigón, Construcciones Exisa y Cotexmur, Mouriño formó parte del Grupo Puentes y Calzadas. Las dos primeras construyeron en agosto de 2005 el viaducto de Miraflores de Madrid, y han edificado varios puentes y viaductos del tren rápido AVE (Proceso 1547).
El 29 de diciembre de 2003 Manuel Carlos Mouriño creó la parte europea de Grupo Corporativo GES (registrada en Pontevedra con el folio 152, sección 8, libro 2715), que presidía él mismo; sin embargo, el 18 de junio de 2007 hizo una modificación de la escritura para cambiar su papel al de “consejero delegado solidario”. Un año después, el 9 de diciembre de 2004, Mouriño creó Grupo GES Restauración SL, y cinco días después constituyó dos empresas más: Desarrollo Inmobiliario GES y Corporativo Inmobiliario GES, todas en el ramo inmobiliario y registradas en Pontevedra.
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La página electrónica del Club Financiero Vigo –donde confluye la élite empresarial de este puerto para compartir actividades sociales, empresariales y de lobby– contiene información sobre Mouriño como uno de sus asociados. En el cuadro directivo del Grupo Corporativo GES, Mouriño aparece como presidente y su hija Marián como consejera delegada; ella además es vocal del club y responsable de comercialización del Celta de Vigo.
La misma fuente describe que GES posee en España cuatro fábricas, dos oficinas y dos locales de restauración, mientras en México tiene 48 gasolineras, 58 locales, tiendas y franquicias, con mil 394 empleados en total. La facturación del grupo en España asciende a 94 millones 125 mil 253 euros y en México a 130 millones de pesos, pero el portal del Club Financiero Vigo no se precisa el período al que corresponden esas cifras. El crecimiento empresarial de Mouriño no paró ahí: El 1 de abril de 2004 constituyó Motebur SL (sociedad limitada); el 21 de marzo del año siguiente Rialper-Vigo, y el 23 de marzo de 2006 Porta América Inmobiliaria, registradas también en Pontevedra. Esta última participa con otras en el Plan Especial de Reforma Interior del Consejo de Sanxenxo (instalaciones de gobierno en Padriñán-Sanxenxo), según el Diario Oficial de Galicia del 26 de abril pasado.
El 31 de octubre de 2005, el empresario puso en marcha la firma Inversiones Hispano Mexicanas (Inverhismex, S.L.), que ofrece asesoría mercantil, jurídica y fiscal; y el 28 de mayo de 2007 registró la firma Expugil S.A., ambas en Pontevedra. La publicación en línea Alimarket, especializada en información económica y con asiento en Madrid, reporta que en junio pasado Mouriño, a través de Expugil, compró por 20 millones de euros todas las acciones de Molduras del Noroeste, la empresa líder del sector de revestimiento de madera en España. Sin embargo, La Voz de Galicia publicó el 6 de junio que la adquisición de Molduras del Noroeste –la cual facturó alrededor de 16.5 millones de euros en 2005– se llevó a cabo por medio de Inverhismex. En el documento del RMC (folio 48, tomo 2476), fechado el 12 de junio pasado, Mouriño aparece como vicepresidente de la sociedad.
Acero y futbol
Pese a su intensa actividad empresarial, Mouriño Atanes seguía siendo un desconocido en Vigo. Un alto directivo de la empresa Pescanova, que habló a condición de guardar su identidad –porque su empresa apoya al equipo–, dice que “a su regreso de México, Mouriño era un desconocido en Vigo, nadie lo recuerda antes de irse a residir a México. Y yo creo que su ingreso al Celta, además de su afición, es más por su necesidad de tener mayor roce social, porque el club sigue siendo una referencia en Galicia”. En efecto, el 24 de febrero de 2004 Manuel Carlos Mouriño registró su empresa Moutanes, S.L. (folio 20, libro 2919), firma con la que ingresó primero al Consejo Directivo del Club Real Celta de Vigo, y después adquirió el núcleo mayoritario de acciones (casi 40%) en 4 millones de euros, lo cual le permite presidir al equipo de futbol, de acuerdo a los datos registrales de fechas 27 de febrero de 2004 y 1 de febrero de 2007.
Ahora es frecuente verlo atendiendo los asuntos del Celta en la sede del club, una casona de cantera y techos de teja ubicada en la glorieta de la Plaza de España, frente a la monumental escultura Los Caballos del artista gallego Xoan Oliveira. Ya en sus manos, el equipo cayó de la primera a la segunda división de la Liga Española en la temporada pasada (2006-07), lo cual le ha significado pérdidas millonarias en su principal fuente de recursos, que son los derechos audiovisuales para la transmisión de los partidos. Pero al mismo tiempo Mouriño ha emprendido quizá la más importante de sus experiencias empresariales al adquirir el Grupo Gándara Censa –que preside desde el 17 de diciembre de 2004, según el folio 223 del libro 2615 del RMC–, uno de los cinco gigantes mundiales de producción de calderas y componentes de acero para minería y metalurgia, el sector nuclear, el naval, la industria química, petroquímica y centrales hidráulicas de energía. Este reportero visitó el polígono industrial O Porriño, a unos 20 kilómetros de Vigo, donde se asienta Gándara Censa, cuyas vetustas instalaciones, que datan de 1965, contrastan con las de otras empresas establecidas en años recientes. Afuera hay componentes de acero de hasta 10 metros de altura y desde ahí se ve cómo los obreros operan grúas gigantescas en la inmensa nave industrial.
Personal de las empresas vecinas asegura que para llevar esas piezas al puerto, donde son embarcadas hacia otros países, es necesario que grandes grúas desmonten pasos peatonales del camino a Vigo. Esta empresa produce alrededor de 8 mil toneladas de componentes de acero al año y en 2007 facturará alrededor de 27 millones de euros, consigna La Voz de Galicia en sus ediciones del 6 de junio y 30 de julio pasado. Mouriño la adquirió a través de su sociedad en el consorcio Puentes y Calzadas. En sus planes de expansión, Gándara Censa apuesta a la fabricación de torres para generar energía eólica. Para ello busca asentarse en México como empresa auxiliar de consorcios españoles que también tienen sus ojos puestos en México y Estados Unidos, como Gamesa, Acciona y Ecotecnia, declaró el gerente Javier Gómez al matutino gallego.
Para vivir en Vigo, Mouriño eligió una mansión ubicada en la zona de Saians, a unos 12 kilómetros del centro de Vigo y colindante con Nigrán. Se la compró a Manuel Soto, exalcalde de Vigo, quien durante la entrevista con el reportero se negó a hablar del tema.
La residencia se ubica a orillas de la carretera Vigo-Nigrán. Se entra a mano derecha por una callejuela laberíntica llamada Camino da Cova da Becha, que lleva hasta la casa, ubicada sobre un terraplén. Justamente debajo de éste, el mar rompe contra las rocas. Rodeada por gruesas bardas, con un portón gris y al menos una cámara de vigilancia en los muros, la residencia de Mouriño tiene dos pisos y techo adornado con teja. Alrededor se aprecian jardines bien cuidados, en un extremo del predio hay una cancha de tenis, y al fondo una pequeña explanada que da hacia la Ría de Vigo, donde se alcanzan a ver las islas Cíes.