De manera sorpresiva, el viernes 4 el TEPJF determinó que en las elecciones de julio próximo no habría conteo rápido. Esta decisión agravó los choques y desencuentros que se han suscitado entre este organismo y el IFE y ocasionó que la mayoría de los consejeros del instituto manifestaran su desacuerdo con la medida, pese a que anunciaron que se plegarían a ella. Las presiones de exconsejeros electorales, académicos y ciudadanos terminaron por quebrar la cuestionada resolución del tribunal, que días después y anunció que autorizaría esta forma de cómputo.
La actitud del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en torno al conteo rápido en la próxima elección presidencial ha sido vacilante: el viernes 4 decidió anularlo y tres días después rectificó y anunció que sí procedería. Estos vaivenes sacaron a flote las diferencias recurrentes e incluso enfrentamientos de esta instancia con el Instituto Federal Electoral (IFE).
El primero es el más alto órgano jurisdiccional en la materia, y el segundo la máxima autoridad administrativa en el mismo rubro.
La actitud del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en torno al conteo rápido en la próxima elección presidencial ha sido vacilante: el viernes 4 decidió anularlo y tres días después rectificó y anunció que sí procedería. Estos vaivenes sacaron a flote las diferencias recurrentes e incluso enfrentamientos de esta instancia con el Instituto Federal Electoral (IFE).
El primero es el más alto órgano jurisdiccional en la materia, y el segundo la máxima autoridad administrativa en el mismo rubro.