León-Portilla habla del poemario bilingüe que presentará en la FIL de Guadalajara ''El pensamiento náhuatl me dio una visión estética del mundo'' El historiador forja un espejeo y diálogo entre el español y esa lengua originaria La sensibilidad indígena se trasluce en el hablar cortés y cariñoso del mexicano, indica
El investigador emérito de la UNAM, Miguel León-Portilla, ayer, durante la entrevista con La Jornada Foto: Yazmín Ortega Cortés
Cuando Miguel León-Portilla se adentró en el estudio de la filosofía náhuatl, hace ya prácticamente 55 años, nunca imaginó la manera como determinaría su concepción de la vida y el mundo.''Me sentí sumamente atraído, no en plan de erudito, sino en plan vital. El pensamiento náhuatl ha sido una revelación, y me ayudó a concebir la vida como flor y canto, como arte, como visión estética del mundo", explica.Tal señalamiento del historiador, uno de los más notables especialistas en culturas mesoamericanas, así como en literatura y lenguas indígenas prehispánicas y contemporáneas, viene a cuenta por su faceta de poeta, que en mucho está relacionada e influida por sus estudios en esa rama.La vertiente poética en el maestro e investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es más conocida por su trabajo de traductor de textos y cantares de los antiguos mexicanos; poco se ha difundido de su quehacer como creador en ese género.
Sin embargo, gracias al libro Poesía náhuatl: la de ellos y la mía, hoy es posible adentrarse a ese otro ámbito que viene ejerciendo desde que comenzó sus estudios en filosofía náhuatl, en 1952, bajo la guía de Angel María Garibay. Permiso de Nezahualcóyotl Dicho volumen, aparecido bajo el sello de Editorial Diana y que será presentado en la próxima Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, incluye 16 textos que León-Portilla seleccionó de los cantos y poemas del antiguo mundo náhuatl, así como otros 18 debidos a su inspiración y pluma, durante medio siglo de trabajo.Poemario que puede ser definido como una especie de espejeo y diálogo entre dos épocas, la prehispánica y la contemporánea, en la que el castellano y el náhuatl mantienen un fraternal abrazo.''Mi inclinación por la poesía siempre ha existido. Mi amigo Rubén Bonifaz dice que no sabe si traduzco o no los textos de los antiguos mexicanos, pero sí que soy poeta", platica el historiador en entrevista con La Jornada.''Lo cierto es que para traducir poesía sí se necesita ser un poco poeta. Por eso les digo a mis amigos poetas indígenas que lean mucha literatura en castellano, para que puedan llevar sus palabras a este idioma de la mejor manera."Abunda: ''En este libro quise reunir algunas composiciones que me salieron del corazón, según aquello de que poeta y de loco todos tenemos un poco, y entonces me atreví a escribir. Es una pequeña antología en la que le pedí permiso a Nezahualcóyotl para que me dejara un huequito.''Los míos son cerca de 20 poemas de temas variados. Algunos son elogios a mi amigo Rubén Bonifaz y a Octavio Paz, cuando le dieron el Nobel. Otros se refieren a animales, como el perro y el conejo en la Luna.''También incluyo algunos poemas de preocupación por la ciudad de México; otros de inquietud metafísica; luego la inspiración de la serpiente, que en Mesoamérica era como la cruz para los cristianos o la media luna para los paganos, pero por la Biblia, por aquello de la manzana de Adán y Eva, la vemos como un animal enemigo." Literatura nacida del corazón De acuerdo con el autor de Visión de los vencidos, uno de los clásicos modernos de la literatura en español, las lenguas indígenas son muy poéticas por naturaleza, amén de su espíritu respetuoso, amable y cálido, muy diferente al de la cultura occidental.''El mexicano, aunque no tenga sangre indígena, habla de manera muy cortés y cariñosa apunta. Ello se debe a la sensibilidad indígena, que se trasluce en la poesía."Las lenguas indígenas de México, de las cuales quedan vivas cerca de 40, son parte de la expresión de una civilización originaria, la mesoamericana, indica.En ese sentido, agrega, la literatura que se desprende de esas lenguas es ''expresión de los pueblos que por milenios nos dejaron su legado de poesía, de narrativa, de discursos, plegarias, cantos".León-Portilla destaca que, como toda literatura, la mesoamericana, tanto la prehispánica como la contemporánea, tiene una fisonomía peculiar y un carácter y una estilística propios. En especial, resalta su ''mundo maravilloso" de metáforas.''En rasgos generales es una literatura que brota del corazón de los pueblos, y ese corazón se pasó a la tinta roja y negra de sus códices. Está vinculada a la oralidad, la tradición, a lo que se enseñaba en las escuelas prehispánicas, a la vida ritual, a las fiestas", explica.''La estilística la vamos a encontrar en las formas de expresión, muchas veces paralela. Por ejemplo, se dice has llegado, has venido, estabas cansado, recobra tu aliento.''Luego tiene un repertorio enorme de lo que Angel María Garibay llamaba difrasismos, que son la conjunción de dos vocablos que hace que salte la chispa de nuestra comprensión. Por ejemplo, la falda y la blusa para referirse a la mujer; el rostro en el corazón, al ser humano; la ceiba y el pochote, a la protección."De la poesía, el catedrático resalta que carece de consonancias y de rima; pero sí cuenta con ritmo y métrica. Como aspecto peculiar, subraya que en el México antiguo se entonaba al son de la música; se cantaba y se bailaba.''¿Qué queda de eso?", se pregunta y responde: ''La nueva palabra está refloreciendo: existe la Casa de Escritores en Lenguas Indígenas. Cada vez es más fuerte el movimiento de esos autores, que son muy buenos".Y concluye: ''Las lenguas y la literatura indígenas son un tesoro para México y el mundo. Por eso he luchado con toda mi fuerza para que no mueran".
Cuando Miguel León-Portilla se adentró en el estudio de la filosofía náhuatl, hace ya prácticamente 55 años, nunca imaginó la manera como determinaría su concepción de la vida y el mundo.''Me sentí sumamente atraído, no en plan de erudito, sino en plan vital. El pensamiento náhuatl ha sido una revelación, y me ayudó a concebir la vida como flor y canto, como arte, como visión estética del mundo", explica.Tal señalamiento del historiador, uno de los más notables especialistas en culturas mesoamericanas, así como en literatura y lenguas indígenas prehispánicas y contemporáneas, viene a cuenta por su faceta de poeta, que en mucho está relacionada e influida por sus estudios en esa rama.La vertiente poética en el maestro e investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es más conocida por su trabajo de traductor de textos y cantares de los antiguos mexicanos; poco se ha difundido de su quehacer como creador en ese género.
Sin embargo, gracias al libro Poesía náhuatl: la de ellos y la mía, hoy es posible adentrarse a ese otro ámbito que viene ejerciendo desde que comenzó sus estudios en filosofía náhuatl, en 1952, bajo la guía de Angel María Garibay. Permiso de Nezahualcóyotl Dicho volumen, aparecido bajo el sello de Editorial Diana y que será presentado en la próxima Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, incluye 16 textos que León-Portilla seleccionó de los cantos y poemas del antiguo mundo náhuatl, así como otros 18 debidos a su inspiración y pluma, durante medio siglo de trabajo.Poemario que puede ser definido como una especie de espejeo y diálogo entre dos épocas, la prehispánica y la contemporánea, en la que el castellano y el náhuatl mantienen un fraternal abrazo.''Mi inclinación por la poesía siempre ha existido. Mi amigo Rubén Bonifaz dice que no sabe si traduzco o no los textos de los antiguos mexicanos, pero sí que soy poeta", platica el historiador en entrevista con La Jornada.''Lo cierto es que para traducir poesía sí se necesita ser un poco poeta. Por eso les digo a mis amigos poetas indígenas que lean mucha literatura en castellano, para que puedan llevar sus palabras a este idioma de la mejor manera."Abunda: ''En este libro quise reunir algunas composiciones que me salieron del corazón, según aquello de que poeta y de loco todos tenemos un poco, y entonces me atreví a escribir. Es una pequeña antología en la que le pedí permiso a Nezahualcóyotl para que me dejara un huequito.''Los míos son cerca de 20 poemas de temas variados. Algunos son elogios a mi amigo Rubén Bonifaz y a Octavio Paz, cuando le dieron el Nobel. Otros se refieren a animales, como el perro y el conejo en la Luna.''También incluyo algunos poemas de preocupación por la ciudad de México; otros de inquietud metafísica; luego la inspiración de la serpiente, que en Mesoamérica era como la cruz para los cristianos o la media luna para los paganos, pero por la Biblia, por aquello de la manzana de Adán y Eva, la vemos como un animal enemigo." Literatura nacida del corazón De acuerdo con el autor de Visión de los vencidos, uno de los clásicos modernos de la literatura en español, las lenguas indígenas son muy poéticas por naturaleza, amén de su espíritu respetuoso, amable y cálido, muy diferente al de la cultura occidental.''El mexicano, aunque no tenga sangre indígena, habla de manera muy cortés y cariñosa apunta. Ello se debe a la sensibilidad indígena, que se trasluce en la poesía."Las lenguas indígenas de México, de las cuales quedan vivas cerca de 40, son parte de la expresión de una civilización originaria, la mesoamericana, indica.En ese sentido, agrega, la literatura que se desprende de esas lenguas es ''expresión de los pueblos que por milenios nos dejaron su legado de poesía, de narrativa, de discursos, plegarias, cantos".León-Portilla destaca que, como toda literatura, la mesoamericana, tanto la prehispánica como la contemporánea, tiene una fisonomía peculiar y un carácter y una estilística propios. En especial, resalta su ''mundo maravilloso" de metáforas.''En rasgos generales es una literatura que brota del corazón de los pueblos, y ese corazón se pasó a la tinta roja y negra de sus códices. Está vinculada a la oralidad, la tradición, a lo que se enseñaba en las escuelas prehispánicas, a la vida ritual, a las fiestas", explica.''La estilística la vamos a encontrar en las formas de expresión, muchas veces paralela. Por ejemplo, se dice has llegado, has venido, estabas cansado, recobra tu aliento.''Luego tiene un repertorio enorme de lo que Angel María Garibay llamaba difrasismos, que son la conjunción de dos vocablos que hace que salte la chispa de nuestra comprensión. Por ejemplo, la falda y la blusa para referirse a la mujer; el rostro en el corazón, al ser humano; la ceiba y el pochote, a la protección."De la poesía, el catedrático resalta que carece de consonancias y de rima; pero sí cuenta con ritmo y métrica. Como aspecto peculiar, subraya que en el México antiguo se entonaba al son de la música; se cantaba y se bailaba.''¿Qué queda de eso?", se pregunta y responde: ''La nueva palabra está refloreciendo: existe la Casa de Escritores en Lenguas Indígenas. Cada vez es más fuerte el movimiento de esos autores, que son muy buenos".Y concluye: ''Las lenguas y la literatura indígenas son un tesoro para México y el mundo. Por eso he luchado con toda mi fuerza para que no mueran".
TOCHIN IN METZTIC
Yohualtotomeh
inchan omanqueh:
cenca quiahuia yohualnepantla.
In ihcuac oyahqueh in tlilmixtli,
yohualtotomeh patlantinemih,
azo quittayah tochin in metztic.
Nehhuatl huel oniquimittac
in yohualtotomeh
ihuan tochin in metztic.
EL CONEJO EN LA LUNA
Los pájaros de la noche
se quedaron en su casa;
mucho llovía a la mitad de la nocheCuando las nubes negras se fueron,
los pájaros estuvieron revoloteando,
tal vez veían al conejo en la Luna
Yo pude contemplar
a los pájaros de la noche
y también al conejo en la Luna.
Poema de Miguel León-Portilla, en náhuatl y español, incluido en su libro Poesía náhuatl: la de ellos y la mía, publicado por Editorial Diana
Yohualtotomeh
inchan omanqueh:
cenca quiahuia yohualnepantla.
In ihcuac oyahqueh in tlilmixtli,
yohualtotomeh patlantinemih,
azo quittayah tochin in metztic.
Nehhuatl huel oniquimittac
in yohualtotomeh
ihuan tochin in metztic.
EL CONEJO EN LA LUNA
Los pájaros de la noche
se quedaron en su casa;
mucho llovía a la mitad de la nocheCuando las nubes negras se fueron,
los pájaros estuvieron revoloteando,
tal vez veían al conejo en la Luna
Yo pude contemplar
a los pájaros de la noche
y también al conejo en la Luna.
Poema de Miguel León-Portilla, en náhuatl y español, incluido en su libro Poesía náhuatl: la de ellos y la mía, publicado por Editorial Diana
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