A PUERATA CERRADA Calderón = López Portillo = desastre • ¡¿Y la autonomía, apá?! • La voracidad de Carstens La desesperación, mi estimado, duplica las energías. Aunque a veces sea para escupir idioteces, como ha sucedido en este espectacular cierre de semana donde la incontinencia verbal oficial sigue rompiendo el récord de la casa de la risa loca. Porque entre que sale polvito de la casa por la limpia y la pretensión de manipular la política económica, my friend, Felipe Calderón logró que diversos protagonistas se fueran a la lámpara sideral, y no pocos consideren alarmante el original desarrollo de un virus presidencial como el verdadero peligro para México. Así que corra por su drink porque ahí le va. ¿Listo? Jesús Reyes Heroles se aventó el tiro de decirle a los mexicanos que básicamente somos una bola de ignorantes, iletrados, disfuncionales y pendejos que no entendemos la “complejidad” del chisguete energético como para someterlo a una consulta popular. El argumento esgrimido por este altanero funcionario no sólo insulta por lo aldeano del planteamiento sino que arroja más gasolina al de por sí volátil ambientito. Eso sin mencionar la cascada de lugares comunes con los que Kessel ha defendido la tristemente célebre iniciativa presidencial… que después del tubazo priista, ya hizo agua. Así que el gobierno puede tranquilamente enterrar su ridícula campaña espotera en el fondo del mar. Y como si los frentes abiertos no bastaran para debilitar aún más la credibilidad de Felipe, por qué rayos no enviar más señales de que he´s literally up the creek and without a paddle gracias a su achispado Gymboree y a su elfo económico llamado Agustín Carstens. Que además de estar en pleno faje de arreglones con Manlio Fabio Beltrones, ya está mareado sobre el ladrillo financiero maquinando cómo va a controlar la sucesión en el Banco de México ahora que Guillermo Ortiz termine su periodo. Pero mientras tanto, amable lector, este secretario con neuronas limitadas y mucha iniciativa (mala combinación), aconseja irresponsablemente a Calderón de meter mano en las decisiones económicas que, va de más decirle, vulnera la autonomía del banco central. Aunque ese peligroso deporte de andar vulnerando, infringiendo y transgrediendo es sello inconfundible de la casa presidencial. La ingenua pregunta del pasmado respetable es ¿de qué le sirvieron los estudios en economía a Felipe Calderón en Harvard y en el ITAM…? Porque aunque no lo parezca, eso de escupir que se deben bajar las tasas de interés para ser competitivos comparándonos con otros mercados es no tener el elemental entendimiento de las razones por las cuales bajan o suben las tasas de interés. Y eso lo entendieron los decision makers a quienes se les desorbitaron los ojos y les dio taquicardia al constatar la pesadilla populista en que se ha convertido el michoacano y donde el verdadero peligro para México está en... ¡Los Pinos! Lo que desencadena la siguiente preguntilla: ¿a quién escucha Calderón en los temas económicos…? Porque con eso de que la opinión de Guillermo Ortiz no figura en las juntas del gabinete económico por frívolas diferencias con el elfo Carstens, como que la piedra presidencial ya no gira. O si gira, lo hace pero… sobre su mismo eje. O sea, vale madres. Y no hay peor señal en la frontera de los 18 meses, mi estimadísimo, que la de sugerir con esa temeridad autoritaria, la posible manipulación de la política económica, yes? La celeridad de las simpáticas reacciones por el traspié discursivo debería ser una señal de alarma y los zapes, de continuar con ese lenguaje priista del enloquecido lopezportillismo, le van a tirar la dentadura y la risa a Felipe y a Agustín por querer pasarse de lanzas. Y eso que falta la sucesión en Banxico donde el titular de Hacienda quiere, con su típica voracidad, colocar todas las fichas y quizá sentirse a sus anchas (literalmente) para permitir las manos de su jefe en decisiones económicas... de las cuales con lo sostenido, evidenció que el agua no llega a su tinaco financiero balconeando, además, la irrebatible ausencia en Los Pinos de asesores y expertos en la estupenda materia. Y en este terreno son peligrosos los resbalones de populismo ramplón que, sumada a la oleada de subsidios, han logrado que los analistas financieros, sus otrora aliados naturales y los verdaderos intereses que lo entronizaron estén al borde de un ataque de nervios... Y esa incertidumbre, my friend, es un peligro más... para la estabilidad de Calderón. ¡Adiós! gomezalce@aol.com |
Kikka Roja
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